Compañeras de cuarto 6

La chica comenzó a subir y Alba la observó atentamente. Era una chica muy linda, rubia, alta, de piel muy blanca y ojos redondos. Parecía una de esas modelos rusas que solo se ven en las revistas de Vogue.

Ya había pasado el primer cuatrimestre, desde que Alba y Thalia habían empezado a salir, en el campus todos sabían o sospechaban de su relación, siempre iban juntas, tomadas de la mano o de los brazos, se reían ante las miradas de sus compañeros o de algún profesor anticuado que pasaba junto a ellas. En las clases los profesores les llamaban la atención porque se la pasaban mandandose sms en sus distintas clases. Cada vez que se encontraban en los corredores se retaban entre sí por distraer a la otra.

  • Y ahora qué te ha dicho el profe? - le preguntó Thalia al ver a Alba tan tentada.

  • Me preguntó qué edad tengo, le dije que 20, y me dijo que ya pasé de la adolescencia, que me deje de hacer la pava - le dijo desternillándose de risa.

  • Ah, por qué a tí te dice eso, mis profesores me mandan al frente a leer lo que he copiado de las clases que no es mucho y mis compas se me reíen en la cara - le comentó de mal humor.

  • Ignoralos, de seguro te sacas buenas notas.

  • No - dijo mirándola fijamente. - Me la paso haciéndote el amor y eso me distrae.

  • Ajá - exclamó Alba tomándola de ambas manos, apoyándose contra la pared y empujándola hacia ella. - Tal vez debería dejar de seducirte...como lo estoy haciendo ahora - le dijo al oído.

Thalia suspiró mordiéndose el labio inferior y Alba apoyó las manos en sus caderas, Thalia metió las manos un poco por debajo de su blusa, haciéndole algo de cosquillas y la besó intensamente a la vista de todos. Ya no quedarían dudas de que realmente eran pareja. Alguien les chifló y Alba levantó el dedo índice en el aire y se oyeron risas de un grupo de varones. Se apartaron un poco, Alba la abrazó por encima de los hombros y Thalia le rodeó la cintura.

  • Si quieren mirar, que miren - dijo Alba acercándose a los labios de su novia.

  • Y si no quieren mirar?

  • Pues que se metan en una secta religiosa y se dejen de joder.

Thalia no paró de reírse ni cuando Alba le besó los labios. Se quedaron allí unos minutos, oyendo todo tipo de comentarios de la gente que pasaba a su lado y Thalia volvía a poner la mano de Alba en sus hombros cada vez que la levantava en el aire haciendo el gesto de "fuck you". Alba espió su reloj pulsera cuando se apartó de los labios de Thalia para besarle el cuello.

  • Llegaré tarde a mi clase de historia.

  • Eso puede esperar, vayamos a la habitación - le dijo Thalia ronroneando y frotando su cuerpo contra el suyo.

  • No, no - decía Alba esquivando sus besos, poniéndole la mejilla. - Ya he faltado bastante, sabes que si no llamarán a mis padres para pedirles explicaciones.

La apartó de ella poniendo las manos en sus hombros y Thalia puso carita de perro triste.

  • No me mires así.

  • Es que no me gusta que me dejes con las ganas.

  • Vas a terminar siendo ninfómana.

  • Y me contratarán en playboy y me acostaré con todos los hombres y mujeres que quiera - dijo Thalia burlándose y moviendo las caderas y las piernas como si bailara.

  • Sí, pero lo harías por trabajo, no por amor.

  • Cierto, debes empezar a pagarme.

  • Idiota!

Alba le hizo cosquillas y la persiguió por el corredor rascandole la cintura con las uñas, Thalia no paraba de reírse y de cubrirse con los brazos, y la gente las miraba como a dos locas que se perseguían por los corredores haciéndose cosquillas mutuamente. Thalia puso a Alba contra la pared, poniendo las manos en su trasero, la levantó sosteniéndola y Alba cruzó las piernas en sus caderas y se besaron dulcemente, un poco cansadas de tanto perseguirse.

  • Ya, amor, me tengo que ir - murmuró Alba con sus labios aún contra los de Thalia.

Ella la saltó, Alba liberó sus caderas y puso los pies en el suelo.

  • Te veré mas tarde - ledijo dándole un último beso en los labios.

  • Te esperaré en nuestra cama - le dijo Thalia sin soltar una de sus manos, guiñándole el ojo cuando Alba giró la cabeza al verla.

Le sonrió guiñándole el ojo también y se soltó de su mano, dándole la espalda y volviendo a girar la cabeza una y otra vez hasta que Thalia se perdió en una esquina de los corredores. Ingresó a su salón, ya todos los estudiantes estaban en sus asientos, fue a ocupar el suyo en el fondo, sacó sus libros y entonces entró el profesor. Estaba por cerrar la puerta cuando una chica lo detuvo antes de que se la diera contra la cara.

  • Oh, disculpe señorita! - dijo abriendo la puerta para que la joven pasara. - Estas son horas de llegar?

  • Lo siento, no encontraba el salón.

  • Pues ya lo encontró. Busque asiento en la fila de atrás - gruñó el profesor señalando hacia arriba, los salones tenía 6 escalones anchos donde se hubicaban las hileras de asientos.

  • Gracias.

La chica comenzó a subir y Alba la observó atentamente. Era una chica muy linda, rubia, alta, de piel muy blanca y ojos redondos. Parecía una de esas modelos rusas que solo se ven en las revistas de Vogue. Subió hasta la última hilera, donde estaba Alba, y se fue a sentar en la silla vacía junto a la suya. De repente le temblaron las piernas y Alba trató de detenerlas con las manos pero le temblaban mas y la hacían saltar. Por suerte la chica no se dio cuenta, estaba sacando sus libros, y uno se le cayó al suelo. Alba se agachó instantáneamente para alcanzarselo y la chica se había inclinado un poco. Sus miradas se cruzaron, estaban muy cerca y Alba quedó cautivada por sus grandes ojos verdes. La chica le agradeció y Alba se apartó diciéndole "de nada" por lo ajo. Clavó la vista en su pupitre y oyó a la chica reír.

El profesor empezó a explicar las causas de una guerra o una batalla, Alba no prestó suficiente atención. Miraba a la chica de reojo, sus bellos rasgos femeninos, su melena dorada, sus manos y las uñas de los dedos pintadas con esmalte gris metálico. Bajó un poco la vista dirigiéndola a sus piernas, trapía unos shorts negros y medias de nailon grises que se transparentaban. Sus piernas eran interminables. Y llevaba borcegos rojos con tachas, que equilibraba el negro de su vestimenta, solo la blusa tenía una estampa de flor margarita. Para cuando la clase terminó, sus compañeros empezaron a hacer ruido guardando sus libros y Alba se apresuró a guardar los suyos. La chica nueva bajó delante de ella, Alba la siguió sin pensarlo, pasó de largo por las salidas hacia el edificio con los cuartos, caminó hasta que llegaron al comedor y la chica fue a sentarse sola a una mesa. Sacó un tuper de su mochila, lo puso sobre la mesa y Alba se paró delante suyo. La chica la miró y le sonrió. Alba sintió sus piernas temblar otra vez.

  • Hola.

  • Hola, ¿que tal?

  • Bien, gracias por alcanzarme mi libro.

  • Eso ya lo hiciste.

  • Sí, lo sé.

La chica sonrió con tímiidez y sus mejillas se ruborizaron. La volvió a mirar y Alba le sostuvo la mirada.

  • Te quieres sentar?

  • Eh? Ah, sí! Gracias.

Alba tomó asiento junto a ella, golgó su mollila del respaldo de la silla.

  • Me llamo Raquel, y tú?

  • Alba.

  • Mucho gusto, Alba. Vives aquí en el campus? - le preguntó destapando su tuper y sacando un sandwich de carne con lechuga, tomate y huevo.

  • Sí, vivo con mi...compañera.

  • Yo no...tengo un departamento aquí cerca...odio compartir habitación...ya tuve suficiente con mis 4 hermanas - le comentó Raquel masticando y tragando su comida.

  • Compartían el cuarto?

  • Sí, con dos camas marineras...en una habitación grande pero el desorden era tremendo...yo trataba de ordenar y ellas desparramaban su ropa en el suelo...Y tú, tienes hermanas?

  • No, soy hija única.

  • No tienes nada que envidiarme... - le dijo Raquel masticando con una sonrisa sin abrir la boca.

A Alba le cayó bien esa muchacha, Raquel era muy agradable, no como esas modelos superficiales y engreídas a las que se parecía solo por su fíisico. Ella terminó de almorzar, alba la acompañó hasta la salida, hablaron de sus estudios, nada mas, y Raquel la despidió con un beso en la mejilla que de nuevo le hizo temblar las piernas. SE alejó cruzando la calle y Alba regresó a su habitación. Entró, dejó su mochila en el suelo y se estaba quitando la chaqueta cuando vio a Thalia caminando desnuda por la habitación.

  • Dónde estabas, amor? Te esperé por horas! - dijo acercándose a ella y dándole un abrazo de oso.

  • Fui a comer algo a la cafeteria.

  • Y sigues con hambre? - le preguntó apartándose de ella.

  • Sí, un poco - respondió Alba mirándola de pies a cabeza.

  • Bueno, puedes comer un poquito de esto - dijo Thalia acariciándose el cuerpo con las manos.

Alba le acarició los senos y la besó pasionalmente, Thalia la ayudó a desnudarse y se tiraron en la cama, hicieron el amor y se quedaron recostadas un rato en la cama, que en realidad eran las dos camas individuales que habían juntado. Thalia fue a ducharse y Alba se quedó mirándo el techo, alterada porque acaba de imaginar que quien le hacia el amor era Raquel.


Qué les parece? Agrego un tercer personaje para hacerlo mas interesante :)

Hasta la próxima!

  • Brasita