Compañeras de cuarto 3

Se levantó de un salto y le empezó a pegar en la cara con la almohada. Thalia le devolvió el golpe e iniciaron una guerra de almohadas que terminó en guerra de plumas, con las fundas vacias y la habitación repleta de plumas blacas hasta en las paredes.

Alba se cubrió los ojos con las manos cuando la luz blanca del ventilador de techo se encedió.

-Apaga la luz!

  • Levantate, son las 5 de la tarde!

  • Me importa un huevo, joder!

Thalia cogió las almohadas y le empezó a pegar con ellas. eran de pluma, así que no le harían ningún daño ni le molestaban.

  • Estas en mi cama.

  • Ya se...

  • Levantate, sirven la merinda en media hora.

  • No quiero tomer café...

Alba cogió una almohada en el aire sin despegarse de la cama y la apretó contras su pecho. Thalia le siguió pegando con la otra.

  • Pues yo sí, y si no te levantes me voy a ligar a la profesora de ciencias económicas.

  • Ni siquiera lo intentes!

Se levantó de un salto y le empezó a pegar en la cara con la almohada. Thalia le devolvió el golpe e iniciaron una guerra de almohadas que terminó en guerra de plumas, con las fundas vacias y la habitación repleta de plumas blacas hasta en las paredes. Alba la cogió de los hombros y la empujó sobre la cama quedando encima de ella, inmovilizando sus brazos tomndo sus muñecas y con las piernas a los costados. Thalia se reí escupiendo y soplando las plumas que caían en su cara.

  • Mira lo qe has hecho! Ahora tendremos que comprar mas almohadas.

  • Tú lo iniciaste!

  • Sí, pero yo quería despertarte.

  • En serio te ligarías a la Severa?

  • Ni loca! Es linda, pero no se compara contigo.

Aquellas palabras la enternecieron, y Alba le besó los labios, liberando sus brazos y Thalia la empujó para que se le quitara de encima.

  • Vamos, que no me quiero perder la merienda!

Alba la observó mientras se vestía, ocultando un conjunto de ropa interior negra bajo un par de jeans, una musculosa blanca estampada y un pañuelo floreado al cuello.

  • Qué esperas? Vistete!

  • Ya voy!

Odiaba cuando Thalia se ponía mandona pero no por eso dejaría de gustarle. Se puso unos vaqueros, una blusa y un chaleco de jean, se calzó unas zapatillas con correas y salieron de la habitación tomadas del brazo. Llegaron a la cafeteria y ocuparon una mesa al fondo, junto a una ventana. Las dos pidieron café cortado y tostadas con mermelada. No dejaban de mirarse, reírse y frotarse las piernas bajo la mesa como dos tontas enamoradas.La hora de la merienda terminó y Alba acompañó a Thalia a su salón, esperaron a que todos los demás estudiantes despejaran los pasillos, y entonces se despidieron con un beso tierno y Alba no le soltó la mano hasta que la puerta del salón casi se la aplasta.

Alba pasó las horas en el campus de la universidad, sentada bajo un árbol, repasando para un examen, escuchando música de vez en cuando para descansar su cerebro. En eso estaba cuando una sombra le tapó el sol.

  • No me viniste a buscar.

Thalia estaba parada ante ella, con el cabello despeinado por el viento que soplaba en contra. Alba le sonrió y se excusó con que estaba estudiando, lo cual era 100% cierto y Thalia lo podía comfirmar con sus ojos; los libros de estudio, la carpeta de apuntes, los marcadores de colores, desparramados sobre el chaleco sobre el cesped. Thalia se sentó a su lado, le dio un beso en la mejilla y coió una de los libros abierto de par en par, haciendo de cuenta que leía una líneas.

  • Que aburrido.

  • Lo sé, matemáticas es fatal.

  • Cierto, pero el profesor estaba bueno.

  • No me digas que te tiraste al profesor? - exclamó Alba con los ojos y la boca abierta.

  • Por un poquito. Pero es un hombre profesional, no mezcla trabajo con placer, según me dijo.

  • Ah, bueno, pero te lo ligaste! - Alaba estaba por estallar de celos.

  • Te estoy diciendo que no me dio ni la hora! Puedes imaginar mi decepción!

Alba se echó a reír y Thalia se tapó los oídos, su risa era muy aguda. Cuando por fín paró, Thalia estaba husmeando su agenda.

  • Oye, tu prima cumple este viernes! - dijo señalando un circulo rojo en el número 18.

  • Sí, hace fiesta en un salón.

  • Puedo ir?

  • Por supuesto, siempre llevo a una amiga.

  • Pero no iré como tu amiga, verdad?

  • Te refieres a ir...como pareja?

  • Sí. Por qué? Tienes miedo del qué dirán?

  • Pues sí, no les he dicho a mis padres siquiera, solo llevamos tres días saliendo.

  • Y eso qué? Yo empecé a salir con un chico que al día siguiente me presentó hasta a sus abuelos.

  • Pero esto es distinto. No somos hombre y mujer.

  • Ya lo sé, pero si quieres no les dices nada, solo preséntame como tu "ímtima amiga" - dijo haciendo el gesto de comillas con los dedos.

  • Okay, me parece bien, pero no me vayas a besar delante de los invitados.

  • Tampoco que fueramos a montar una escena de playboy, mi amor.

Alba echó a reír otra vez, Thalia la rodeó con sus brazos y le besó el labio inferior. Se quedaron bajo el arbol, besándose y diciéndose frases cursi, hasta que Thalia se paró de un salto con cara de haber recordado algo de repente.

  • Joder!

  • Qué?

  • Es miércoles, la fiesta es el viernes y no tengo vestido. Acompáñame, rápido!

Alba metió sus cosas en la mochila como estaban, Thalia la levantó del suelo tirando de su brazo y ella cerró el cierre de su mochila mientras corría tras su novia. Salieron de los terrenos de la universidad y fueron a un local de vestidos de gala. Thalia cogió cinco vestidos con perchas y todo, y con ellos colgando de su brazo, se metió en el probador y se oyó el ruido de las perchas cayendo al suelo. Alba se quedó sentada en uno de esos sillones en medio del local, jugando al tetrix con su celular, hasta que oyó el abrir de las cortinas y Thalia salió desfilando con un vestido fucsia ajustado con un moño en la cadera, muy corto y escotado. Se miró al espejo de cuerpo entero y puso myeca de asco.

  • Ay, por Dios, parezco una prostituta!

Alba echó a reír y Thalia la miró con cara sería. Alba cerró la boca conteniendo la risa y Thalia volvió a entrar al probador arrastrando los pies y diciendo algo por lo bajo. Volvió a salir con un vestido negro con escote en V, una faja plateada y encaje en la falda. Alba la miró maravillada.

  • Te ves...hermosa.

  • Sí, pero no me convence. No crees que muestra mucho escote?

  • Y desde cuando te preocupa el escote?

  • Desde que me invitaste a la fiesta de tu prima.

Otra vez puso cara seria y regresó al probador. Alba bufó sacudiendo la cabeza y volviendo a concentrarse en el tetrix.

  • Qué te parece este?

Thalia se había puesto una color turquesa, con volados y escote de corazón, con un moño en la espalda.

  • Mmhhh...Me gusta más el negro. - dijo meneando la cabeza.

  • Qué dices?! Este es precioso - dijo Thalia modelando ante el espejo.

  • Tal vez, si no tuviera tantos volados...

Thalia bajó la cabeza y volvió a hacer una mueca de asco.

  • Tienes razón, es demasiado.

  • El moño queda bien, pero el volado...

  • Lo sé, me probaré otro.

Volvió a salir del probador con uno violeta con una falda de tul con tachas en la faja.

  • Wow! Es buenísimo.

  • Sí, verdad? Me encantan las tachas - dijo Thalia admirándose en el espejo con un sonrisa de oreja a oreja.

  • Te queda perfecto. Debo decir que te queda mejor que el negro.

  • Con rodete o suelto? - preguntó recogiendo su cabello con una mano.

  • Suelto. Y qué tal es el otro?

  • Enseguida regreso.

Regresó al minuto con un vestido strapless amarillo ceñido al cuerpo. Alba fue quien puso mueca de asco, Thalia imitó su gesto.

  • No, verdad?

  • Ni en mis pesadillas lo usaría.

  • Tienes razón. Me llevo el violeta.

La vendedora guardó el vestido en una bolsa grande de cartón con el nombre de la marca del local y las dos salieron tomadas del brazo de vuelta a la universidad. Ya eran las 20 hs. Ingresaron a su cuarto y Thalia colgó el vestido en una percha con estuche transparente. Suspiró con las manos en las caderas.

  • No fue tan dificil. Normalmente me lleva horas elegir un vestido. Y tú que vas a usar.?

  • Ya me compré uno hace una semana, está en mi casa.

  • Y cómo es?

  • Azul, con tirantes, faja negra y falda como de bailarina - respondió balanceándose en el borde de su cama.

  • Te verás hermosa en él.

  • Sí, pero se supone que no debes opacar a la cumpleañera.

  • Esa ha sido mi tarea desde que me invitaron a quinces y fiestas de salón.

  • Mi prima de seguro te odiará.

  • Que me odie todo lo que quiera, no creo que sea tan sensual como yo - dijo con aires de diva.

  • Te veías tan sexy con ese vestidito negro...- dijo Alba mordiéndose el labios inferior.

  • Pero el violeta te encantó, verdad?

Thalia se acercó a ella y se subió a la cama con las piernas a los costados, sentándose sobre sus muslos, poniendo las manos en su nuca, acercando su rostro al suyo hasta que las narices se chocaron. Alba suspiró un sí y Thalia le besó los labios, fundiéndose en un beso largo y apasionado. Alba le apretó el trasero, levantándolo un poco, para subirla más y tirarse panza arriba en la cama con Thalia encima suyo, besándola dulcemente, jugando con sus cabellos, acariciando su arciente espalda bajo la tela de su musculosa.

  • Creo que se me olvidó el sostén en el probador - dijo Thalia riéndo.

Alba también echó a reír por lo distraída que era su novia, ella se incorporó diciendo que hacía mucho calor y se sacó la musculosa. Alba le acarició los senos mientras volvía a descender sobre su cuerpo vestido y le besaba el cuello metiendo una mano bajo su blusa, manoseando su seno izquierdo. Alba se quitó la blusa, sostén no porque nunca traía, Thalia le manoseó ambos senos y ella la tomó de la nuca presionando sus labios contra los suyos, en un beso apasionado. Pasarían mas horas encerradas nuevamente, se perderían la cena pero no de pasar un buen rato intimamente juntas.


Como lo prometí, 3era parte! Espero que les haya gustado :-) Y se viene la 4ta ;-D

Hasta la próxima!

  • Brasita