Compañeras de cuarto 2

Salió a la galería, a buscarla, y entonces la vio. La sonrisa se borró de su rostro al instante en que vio a un chico rodeándola con los brazos alrededor de su cintura, Thalia le sonreía, esquivaba sus besos y meneaba la cabeza tratando de zafarse de esos brazos musculoso.

No podía dejar de pensar en ella, cada palabra que decían los profesores, le entraba por un oído y le salía por el otro. Alba se sentía arder cada vez que recordaba lo de la noche anterior, cruzaba las piernas, presionando como si de ese modo pudiese evitar respirar tan acelerado o emitir suspiros. Cuando la clase terminó ya estaba colorada como un tomate. Salió a la galería, a buscarla, y entonces la vio. La sonrisa se borró de su rostro al instante en que vio a un chico rodeándola con los brazos alrededor de su cintura, Thalia le sonreía, esquivaba sus besos y meneaba la cabeza tratando de zafarse de esos brazos musculoso. El chico la soltó con cara de enfado, se fue arrastrando los pies, y Alba cruzó el patio siguiendo a Thalia.

  • ¡Thalia!

  • ¡Alba! Te estaba buscando, pervertida - le dijo sonriendo.

  • No me digas así en voz alta.

  • Lo siento.

Caminó pegada a ella, Thalia llevaba un bolso cruzado al hombro y Alba solo un par de cuadernos bajo el brazos, se había olvidado la cartuchera con las biromes y los marcadores.

  • ¿Qué pasó con Nico?

  • ¿Quién? Ah! Ese...Nada, no importa - dijo Thalia sin darle importancia.

  • ¿Qué quería él?

  • Follar. Le dije que era lindo follar con él y desde entonces se cree el Dios del sexo. Jamás debí decírselo, se volvió más idiota de lo que era.

  • Pero él te...gustaba?

  • Al principio sí, pero se ha vuelto realmente denso, ya no lo soporto.

  • Entonces ya no te gusta?

  • Pero por supuesto que no! Que no te he dicho recién? Es denso, idiota...

Thalia por poco se da contra la pared, Alba la había agarrado del brazo y sonreía como si estuviera de fiesta, apoyando su cabeza en tu hombro.

  • Csi me matas, pervertida!

  • Disculpame, y no me llames pervertida.

  • Ni siquiera de cariño?

  • Bueno, sí...

  • Pervertida -, le dijo al oído dándole un beso en la mejilla.

Alba la miró con ganas de besarla, pero prefirió esperar a que estuvieran en la habitación. No se soltó de su brazo ni cuando subieron por las escaleras, se tropezaron un par de veces, Thalia le gritaba que la iba a matar pero Alba seguía sosteniéndola del brazo. El pasillo que daba a su cuarto estaba desolado, ni un alma, salvo la luz solar que atravesaba un ventanal ovalado al final. Thalia miró a ambos lados, Alba se distrajo girando la cabeza para ver a sus espaldas y Thalia la empujó contra la pared y la besó como se suelen besar las parejas en los pasillos; tomándola de la cintura, con su cuerpo pegado al suyo, ladeando la cabeza para besarla mejor, comiéndole la boca a besos. Alba la abrazaba y hundía sus dedos en su melena castaña despeinándola. Se separaron un poco y Thalia abrió la puerta de su habitación que estaba junto a ellas. Alba entró primero, se quitó la camisa escosesa, debajo llevaba una musculosa blanca, Thalia cerró la puerta y se sacó su chaqueta de jean con tachas doradas en los hombros, llebava una musculosa blanca con una estampa en letra imprenta negra que decía "KISS ME." Se fue sobre Alba haciéndole caer sobre la cama, quedando encima de ella, la besaba haciéndole cosquillas con los dedos, mordiendo apenas sus labios y subiendo sus manos bajo su musculosa.

  • Mmmhhh...No traes sostén, pervertida...-, dijo Thalia manoseando sus senos.

  • Casi nunca los uso.

  • Que bien...

Thalia le subió la musculosa arrugándola sobre sus pechos y los siguió manoseando ante su atenta y excitada mirada. Le dio un beso rápido en los labios y se puso a chuparle los pezones, suave, con ternura, dedicándoles tiempo, lamíendolos y dándoles besitos.

  • Thalia...Mmmmhhhhh...Qué rico...

  • Tú estás rica -, dijo antes de engullir su seno entero en su boca.

Engulló el otro, Alba suspiró con fuerza y Thalia subió a besarla, lamiendo sus labios y su lengua, con las manos aún sobre sus senos.

  • Tengo clases, pero no quiero ir -, le dijo haciendo un gracioso puchero infantil y poniendo ojos de perrito triste.

  • Yo tampoco. No vayamos a ningún lado hoy.

  • Y qué hacemos entonces?

A modo de respuesta, los dedos de Alba jugaron con la hebilla de su cinturón. Thalia captó la indirecta, se incorporó sobre la cama, se quitó primero la musculosa estampada quedando en sostén negro, no como el de anoche, este no tenía aros ni copas, se traslucía un poco y le dejaba ver sus pezones erctos. Luchó con el cierre de su jean que se trababa. Alba tiró de sus pantalones y ella siguió sacudiendo las piernas en el aire como una bailarina de cabaret. Se sacó la musculosa, se fue sobre Thalia que había quedado con la cabeza al borde de la cama y le besó los labios y el cuello, haciéndole cosquillas a modo de venganza. Thalia se reía, se cubría con los brazos donde Alba dejaba de hacerle cosquillas y ella atacaba otras partes de su cuerpo. Thalia quedó de espaldas y Alba la aplastó un poco besándole el cuello, provocándole cosquillas primero, y luego excitación. Le besó los hombros y bajó dándole besitos en la línea de su espalda y volvió a subir despacio, lamiéndola, despertando fuertes suspiros en su amada. Se quedó en su cuello unos segundos, acariciando sus hombros.

  • Alba... -, la oyó suspirar por lo bajo.

Le besó la nuca, desabrochando su sostén, lo arrojó a un lado y deslizó sus manos por debajo, manoseando suavemente sus senos, y Thalia se empezó a mover y a gemir. Se volteó para quedar panza arriba y no dejó de acariciarle el cabello mientras Alba le chupaba dulcemente los pezones, tomándose su tiempo. Nadie las perseguía ni mucho menos las interrumpiría.

  • Mmmhhh...Ven aquí, pervertida.

Alba subió a los labios carnosos de Thalia, ella la abrazó con fuerza arañando su espalda, se besaban con ternura, dándose calor con sus cuerpos. Thalia se apartó de sus labios luego de un par de minutos, le peinó el cabello despejando su frente y la miró a los ojos sin decir palabra, solo sonriéndo con sutileza.

  • Me gustas -, dijo al fin.

  • Más que Nico?

  • Ufff!! Infinitamente!

  • Tú también me gustas.

  • Quieres que seamos novias?

  • Sí! - exclamó Alba con ganas de saltar.

Thalia la volvió a besar, y Alba se puso más apasionada.

  • Te lo advierto, puedo llegar a ser muy celosa.

  • Y a qué otra chica que fuera mas sexy que tú podría mirar?

  • Jaja...Creo que a ninguna.

  • Entonces no tendrás porqué ser celosa.

  • Me alegro, no quisiera que me detestaras.

  • Eso jamás.

Alba la besó por enésima vez, sin ganas de despegarse de sus labios, le gustaba besarla como fuera y sentir el sabor a frambuesa de su labial. Thalia había deslizado sus manos en medio de sus cuerpos y trataba de quitarle las bermudas que tría puestas. Consiguió meter sus manos bajo la tela y acariciar su trasero, sus manos eran suaves y tibias, y a Alba le agradó esa sensación. Consiguió qitarse la prenda y Thalia le siguió acariciando el trasero, esta vez metiendo las manos entre las tiras de sus bragas.

  • Te he dicho que tienes un culo hermoso?

  • No.

  • Bueno, ya te lo dije.

Le pellizcó una nalga haciéndola moverse a un costado, liberándose de su cuerpo y pasando a estar encima de ella, teniéndola de espaldas. Le besó la nuca y bajó lamiendo la línea de su espalda, besó sus nalgas, y despacio, le sacó las bragas y con sus manos le masajeó el trasero, oyéndola gemir. Le dijo que abriera más las piernas y ella le obedeció, Thalia recorrió con sus dedos la línea de su trasero. rozándole el ano y pasando por en medio de sus labios vaginales. Alba estrujó la manta con los dedos al sentirla. El dedo pulgar le refregó su clítoris un poquito, le besó los labios vaginales, se los empezó a lamer suavemente, presionando sus nalgas y hundiendo la naríz en el culo. La lengua de Thalia subió y le sobó el ano, dilatándolo, pudiendo penetrarla con su lengua. Alba se retorcía, estrujando con más fuerza la manta, gimiendo más fuerte, sintiendo como se lubricaba su vagina, y la lengua de THalia pasó a penetrarla por allí, sacudiéndose dentro, haciéndola jadear. Alba se volteó, sintiendo el orgasmo aproximarse, se puso panza arriba, abrió bien sus piernas y le rogó a Thalia que la follara con sus dedos. Ella los rotaba dentro, aumentando el ritmo de la penetración, hasta que Alba arqueó la espalda y sus jugos le empaparon los dedos como la primera vez. Los retiró, y como anoche, se los llevó a la boca, chupándolos.

  • Mmhhhh...Siguen deliciosos...

Subió a besar los labios de Alba, le acarició el rostro, y se había puesto con una pierna en medio de las suyas, por lo que cuando Alba se siguió retorciendo, sus coños se frotaron y Thalia se separó de sus labios, gimiendo, se puso sobre sus rodillas, frotando su coño contra el de su novia, sintiendo como si se besaran, con la boca medio abierta y los ojos entrecerrados.

  • Oooohhhh...Esto es magnífico...

Echó la cabeza hacia atrás, sin dejar de moverse, Alba meneaba las caderas debajo de ella, con una mano en su cintura y la otra en su rodilla, sosteniéndola y ejerciendo más presión entre sus coños. Tijerearon de lo lindo, gimiendo y jadeando, viniéndose juntas y acabando con muecas de felicidad en sus rostros.

Alba se incorporó, rodeándola con sus brazos, le besó el cuello, y la empujó de los hombros para que cayera con la cabeza sobre la almohada. Alba la miró a los ojos lujuriosos mientras ella se arrastraba hasta su rostro y ponía su coño en sus labios. Se movía como una serpiente al ritmo de su lengua, que le lamía el clítoris. Luego se giró y se puso sobre Thalia, con la cabeza entre sus piernas. Hicieron un largo y delicioso 69, viniéndose juntas otra vez. Alba se le quitó de encima y se acostó a su lado, acariciándose y besándose en las mejillas y la frente, Los labios y lengua se merecían un descanso.

No habían pasado ni dos horas encerradas, pero tenían más por delante.


Como lo prometí, la continuación! :D

Prometo una 3era parte ;-)

Hasta la próxima!

  • Brasita