Compañeras de cuarto 11

Final

La mudanza no pudo haber sido menos complicada, Thalia y Alba no tenía muchos muebles propios, la mayoria eran del campus y unos pocos de sus habitaciones en casa, llevaron cada una su ropero y compraron un somier de 2 plazas, un juego de 3 sofás para la sala del departamento y una mesa ratona de madera, a Thalia no le gustaban con vidrio, le daba la sensación de que se rompería si apoyaba un vaso o lo que fuera con mucha fuerza.

El día de la mudanza no fue tan largo, solo tuvieron que bajar y subir por el elevador unas 3 o 4 veces. Estaban ordenando los pocos muebles y haciendo la lista para llenar las alacenas y la mediana heladera de la cocina, cuando tocaron la puerta. Thalia fue y abrió. Cuando Alba la escuchó gritar "Hola, hermosa!" supo de quién se trataba. Se asomó inclinándose hacia adelante sentada en el sofá de 2 cuerpos y vio a Raquel charlando animadamente con su novia. Acto seguido, las piernas le temblaron y se le cayó la birome al suelo.

  • Oh, te presento a Alba. Linda, ven, Raquel quiere conocerte.

Alba hubiera preferido tirarse por el ventanal, fracturarse una pierna o fingir que se sentía descompuesta antes que tener que verle la cara a la compañera de clases con la que por poco terminaba teniendo un encuentro intimo. No tuvo mas remedio que pararse e ir hacia ellas. Se paró detrás de Thalia y saludó con voz tímida.

  • Hola, Raquel.

  • Que tal?

  • Se conocen? - preguntó Thalia mirando a su novia que tenía la cabeza gacha y no miraba a Raquel a los ojos.

  • Sí, ella va a mi clase. Nos sentábamos juntas.

  • En serio? Por qué no me lo dijiste? Me haces quedar como una tonta.

  • No, no, está bien. Casi no nos hablamos, verdad?

  • Sí, tiene razón - Alba no despegaba la vista del suelo.

  • Bueno, que bien que se conozcan! Quieres pasar? Recién terminamos de mudarnos, íbamos a tomar algo antes de salir a comprar al almacen.

  • Si quieren las acompaño. Yo también tengo que comprar unas cosas.

Alba abrió enormes los ojos, estaba a punto de gritar que no, que no queria que pasara ni que las acompañara a ningún lado, pero se quedó callada mientras Raquel tomaba asiento en uno de los sillones y Thalia iba a servir los vasos con jugo de manzana. Se sentó junto a su novia en el sofá, le acarició la rodilla y dejó su mano allí. Raquel bebió un trago antes de hablar.

  • Son pareja?

  • Sí - respondió Thalia con una sonrisa de oreja a oreja.

  • Oh...y cuanto llevan juntas?

  • Unos...9 meses.

  • Vaya, todo un parto!

Las tres se echaron a reír, Alba por primera vez en todo el día emitía un sonido alegre por su boca. Raquel las felicitó, no se veía celosa o decepcionada, era muy simpática cn las dos y se llevaban bien. Fueron al almacen juntas, se ayudaron a buscar los alimentos, había muchas gondolas, por lo que una iba por tal cosa y las otras esperaban. En un momento le tocó a Thalia volver al fondo porque Raquel se había olvidado el pan, la dejó sola con Alba esperando en la caja. Entonces, Raquel la encaró.

  • Veo que eres muy feliz con Thalia.

  • Si, ella me hace muy feliz, la adoro.

  • La amas?

  • Sí, mucho.

  • Que suerte tiene - dijo peinando su cabello sobre su hombro derecho. Alba enmudeció y se quedó paralizada.- Descuida, no te besaré - dijo Raquel riendo. - Eso ya pasó, ya casi lo he olvidado. Me dejaste un poco confundida esa tarde, cuando me besaste y...He estado saliendo a muchos boliches de ambiente, conociendo mujeres, teniendo mis aventurillas, y descubrí que es lo que me gusta. No pretendo nada serio con nadie ni mucho menos contigo, tú tiene a Thalia y ella te tiene a tí que es mejor. De verdad me alegro por ustedes.

  • Gracias.

  • No, gracias a tí - le guiñó el ojo.

Thalia regresó con el pan, lo puso en el carrito de Raquel y pasó adelante donde su novia hacía la fila. Alba le tomó la mano y le dio un tierno beso en los labios. La miró embobada y sonriene. Salieron delalmacen, cada una con sus bolsas, caminaron juntas hacia el edificio y se despidieron de Raquel cuando entraron en su departamento. Guardaron las cosas que correspondían en la heladera y las halacenas. Thalia se sentó en el sofá y prendió la tele. Se puso a hacer zapping y Alba, a propósito, se paró delante de la pantalla.

  • Qué haces, no me dejas ver!

Alba no dijo nada. Se quitó la blusa y los shorts que traía puestos. Se quitó también el sostén y las bragas blancas que hacían juego, quedando totalmente desnuda ante la mirada sorprendida y excitada de su novia.

  • Estas loca - suspiró.

Alba rió un poco, se acercó a ella y se subió a sus piernas, poniendo las syuas a cada lado, rodeandole el cuello con sus brazos, Thalia puso sus manos en sus nalgas, sosteniéndola y acariciándola a la vez. Se besaron profundamente, chocando sus narices, jugando con sus lenguas, mordisqueandose los labios, Thalia acariciaba su cuerpo desnudo y Alba enredaba sus dedos en su cabello y le acariciaba la tibia nuca. Mantenián sus ojos cerrados y Alba dio un suspiro.

  • Te amo, Thalia. Con toda mi alma.

  • Y yo te amo con todo mi corazón.

Volvieron a unir sus labios en otro beso largo y profundo. Thalia bajó besandole el cuello con los labios, dándole piquitos. Acariciaba sus tetas y le tocaba los pezones con los dedos volviendo a besarla una y otra vez. Bajó nuevamente y estaba se quedó allí, en sus tetas, mamando cariñosamente un pezon mientras frotaba el otro con los dedos, haciendo gemir a su amada Alba. Ella le acariciaba el cabello, gimiendo y frotando su cuerpo contra el suyo. Thalia le apretaba las nalgas con su mano libre, la deslizó por su cintura, y sin dejar de mamar sus pezones, frotó su sexo humedo y rosado, localizó el clítoris y suavemente lo estimuló con sus dedos, con movimientos circulares, haciendo que gimiera mas fuerte y se empezara a retorcer. Se detuvo en la faena con sus tetas para mirarla a los ojos, los tenía medio abiertos, su boca formaba una O, se sostenía de sus hombros para retorcerse con libertad, sostenida por la mano que ahora le acariciaba la espalda. Thalia bajó un poco mas su mano y la folló suavemente con sus dedos, entrando y saliendo, rotandolos un poco, haciendo que Alba cabalgara sobre su mano, cada vez mas rapido, aumentando el ritmo y la presión, alcanzando su punto G y convirtiendo sus gemidos en jadeos. Sus jugos fluían descontrolados, empapando su mano, acabando en un grito orgasmico que fue música para sus oidos.

Se limpió la mano en el cuero del sofá, la tomó del cuello y la besó dulcemente, lamiendo sus labios y abriendo los ojos para mirarla intensamente, con amor. Estiró los brazos y Alba comprendió lo que le insinuaba. Le sacó la blusa y Thalia se quitó su sostén, le cogió las manos y las presionó sobre sus tetas duras. Alba le tocó los duros pezones con los dedos, la besaba y bajó la cabeza para chuparselos con el mismo cariño que ella había dado a los suyos. Seguía tocando sus pezones mientras la besaba, apretándola con sus piernas, Thalia le apretaba las nalgas cada vez mas fuerte, moviendolas de arriba a abajo, logrando que no parara de gemir.

Alba se bajó del sofá, se arrodilló ante Thalia y ella abrió sus piernas de modo muy sensual y se empezó a bajar los jeans. Se dejó unas bragas negras que Alba besó con ternura y que lamió olfateando su olor y saboreando su humedad. Thalia levantó las caderas para que se las pudiera sacar con facilidad, Alba la tiró a un lado en medio de la sala, le besó el bajo vientre, lamió su ombligo, subió besando sus costillas, provacándole risas cosquilludas, siguió subiendo dándole besos a sus tetas y a los pezones, continuó por su cuello, besó su mentón y dejó escapar un suspiro a la vez que Thalia separaba sus labios para suspirar también. Se besaron profundamente, Thalia la abrazó con sus piernas, pegándola a ella, Alba no dejó de besarla aún cuando bajó su mano al ardiente sexo de su amada y empezó a frotar su clítoris, hinchándolo y haciendola gemir sin dejar de besarse, apenas separando los labios para tomar una bocanada de aire. Bajó directamente a su sexo y lo empezó a lamer, saboreando los jugos que empezaban a fluir de su vagina, le dio lenguetazos suaves a su clítoris, lo mamó delicadamente con sus labios, y Thalia no paraba de retorcerse ni de gemir y suspirar cada vez que Alba abría los ojos y la miraba lujuriosamente. Por cómo arqueó su espalda y al sentir la presión de sus piernas, Alba la folló duro con sus dedos sin dejar de mamar su clítoris, Thalia jadeaba con respiraciones entrecortadas, pegó un pequeño y agudo gritito, com el maullido de un gato, apretó su abdomen y lo aflojó dejando escapar su gemido orgasmico y jugos que Alba saboreó con su boca.

Limpió sus dedos en el brazo del sofá, Thalia se abalanzó sobre ella quedando encima suyo cuando cayeron al suelo. La besó enloquecida, aún sin haber recuperado todo el aliento, se incorporó sobre ella, respirando cada vez mas tranquila, con sus tetas subiendo y bajando al ritmo de su respiración. Alba la miraba fascinada, excitada y enamorada. Estiró su mano rozando sus tetas y le acarició la mejilla, sacándole una sonrisa tierna.

  • Realmente estas loca - suspiró Thalia.

  • Sí, estoy loca...por tí.

Alba se incorporó sobre su trasero, dándole a su amada Thalia otro beso intenso y muy largo. Se quedaron allí en el suelo, abrazándose con las piernas y acariciando su desnudes con las manos, recorriendo cada rincón del cuerpo de la otra que ya conocían pero que nunca se cansarían de explorar.


Espero que este final haya sido de su agrado y que tanta espera haya valido la pena.

Prometo una nueva historia ;)

Hasta la próxima!

  • Brasita