Compañera de trabajo

Como una mujer insatisfecha se convierte en un volcan.

Maria José es una mujer joven y con hijos, de ideas muy conservadoras, se casó muy joven con veinte años con su novio de toda la vida. A los dos años de matrimonio tuvo su primer hijo, el cual se convirtió en el centro de su universo, hasta que cinco años después tuvo un segundo hijo, en este caso una niña. Todo su mundo eran sus hijos por los que se desvivía. Trabajaba en la misma empresa que yo, nuestra relación dentro de la empresa era buena a pesar de algunas broncas típicas de trabajo, tomábamos el café juntos todos los días y algunas veces nos quedábamos a comer juntos.

Un día la encontré muy triste, le pregunté el motivo y no quiso hablar del tema, pasaron los días y seguía igual, le insistí y me dijo que me lo contaría mas tarde. Finalmente se sincero conmigo, tenía problemas con su marido, últimamente estaba siempre de bronca y parecía que la cosa iba a peor.

Me confeso que su marido prácticamente no la tocaba desde su ultimo embarazo, me extraño esta confesión porque con ella nunca hablábamos de sexo, me reconoció que en ese momento hacia mas de dos meses que no lo hacían y que estaba segura que tenía un ligue. Le pregunté como lo sabía y me dijo que antes lo hacían todos los viernes por la noche y que no creía que él pudiese aguantar tanto tiempo así, lo tuvimos que dejar ahí porque llegó el jefe. Seguimos hablando del tema mas tarde, ella quería saber como poder recuperarlo, le dije que si el problema lo tenían en la cama tendría que solucionarlo allí, que a lo mejor el no se sentía satisfecho, que mirase de ser mas sensual y esas cosas. Ella no sabia por donde empezar, me pregunto que era lo que nos gustaba a los hombres, no supe como contestarle a eso, así que le compro una revista de relatos eróticos y le dije que los leyera.

A partir de ese momento le enviaba relatos y fotos eróticas a su ordenador, empezó un juego del que yo quería sacar un partido claro, llevármela a la cama. Ella siempre había sido muy mojigata, cualquier broma relacionada con el sexo la ponía roja como un tomate, pero ahora siempre que estábamos solos hablábamos de sexo, me preguntaba cosa sobre los relatos, sobre tener relaciones anales y de todo tipo, pero su situación de pareja no mejoraba. Llegaban las vacaciones de verano y como todos los años su marido se llevaba a los niños y sus padres al pueblo, ese fin de semana ella se quedaba sola, decidí pasar al ataque, la convencí de vernos el vienes noche, la idea era seducirla esa noche.

Después del trabajo pase a recogerla por su casa para ir a cenar, ella me recibió con un vestido blanco sin tirantes, no es que fuese provocativo, pero se notaba que no llevaba sujetador y sus pechos quedaban libres. Durante la cena nos despachamos una botella de vino, ella estaba ya algo alegre, luego fuimos a tomar una copa y estuvimos bailando, yo aprovechaba cualquier ocasión para rozar sus pechos y su culo por encima del vestido, ella no protesto ni una vez aunque algunas eran muy descaradas, antes de que se emborrachase del todo le dije irnos. A ella le pareció bien la invité a una ultima copa en mi casa que ella aceptó después de dudar unos instantes. En el ascensor decidí pasar al ataque y me lance a besarla en la boca, ella no solo lo acepto si no que respondió con pasión.

Entramos en casa y la lleve directamente al dormitorio. Empecé a quitarle el vestido ella me paró me dijo que le daba vergüenza, la tranquilice diciéndole que no se preocupase que seguro que tenia un cuerpo precioso, continué dejándola solo con la bragas, tenia los pechos bien formados ligeramente caídos por su maternidad y con unos pezones grandes, hice que se tumbase en la cama, me desvestí y me tumbé a su lado, empecé por acariciar sus pechos, fui bajando hacía su vientre hasta llegar a sus bragas, acaricié su entrepierna por encima de ellas, se dejaba hacer su respiración iba en aumento mostrando su excitación, introduje la mano dentro de sus bragas y empecé a acariciar su sexo, estaba húmedo y no me costo introducir un dedo en él. Ella permanecía quieta, solo abrió un poco las piernas para facilitar mis maniobras, no tardó en empezar a gemir, proseguí manipulando su sexo jugaba con sus labios, presionaba su clítoris, introduje un segundo dedo en su interior y empecé a moverlos como si la follase, sus gemidos eran mas intensos y no tardo nada en llegar a su primer orgasmo. No sabia si era debido a la excitación de la situación o por la abstinencia a la que estaba sometida, la dejé descansar.

Me confeso que su marido se limitaba a acariciar sus pechos y luego subirse encima para penetrarla, le dije que esa noche iba a ser muy distinta que estaba dispuesto a hacerle disfrutar de todas las formas posibles, empecé a besarla primero en la boca para luego bajar a su cuello y de ahí a los pechos, los lamí enteros entreteniéndome en sus pezones, vi que reaccionaba de una forma exagerada a los pequeños mordiscos que le daba, me dio miedo que volviese a correrse así que seguí bajando hacia su sexo, empecé a bajarle las bragas como mantenía las piernas abiertas no podía así que de un fuerte tirón procedí a romper su elástico y arrojarlas fuera de la cama, quedó al descubierto su sexo ligeramente cubierto de pelos pelirrojos, se veía perfectamente los labios vaginales, me lance a lamerlos como un poseso, los chupaba, mordisqueaba y penetraba en ellos con mi lengua ella estaba súper caliente me cogía la cabeza como queriendo apartarla para luego apretarme contra su coño, no tardó en correrse de nuevo, esta vez seguí comiéndole el coño, cuando parecía que no podía mas capturé su clítoris con mi boca y chupé con fuerza provocando que arquease su cuerpo al tiempo que tenía un orgasmo brutal, gritaba como una posesa hasta el punto que tuve que taparle la boca por temor a que los vecinos llamasen alarmados, cuando se relajo liberé su clítoris y me tumbé a su lado acariciando su cuerpo mientras ella se relajaba.

Fui a buscar algo para beber, nos relajamos un poco sobretodo ella. Mas tranquila empezó a acariciar mi cuerpo, cogió mi poya y empezó a masturbarme mientras besaba mi pecho y se restregaba contra mí cuerpo, le pedí que me la chupara, me dijo que no sabia como que nunca lo había hecho, le indique como, se colocó a cuatro patas encima mío y empezó a chuparmela, primero torpemente pero luego gracias a mis indicaciones con mas habilidad. Lo hacia con ansia y yo tuve que hacer auténticos esfuerzos para no correrme, finalmente ya no podía mas le avisé pero ella solo se separo lo suficiente para decirme que quería que lo hiciese en su boca, así lo hice descargando toda mi leche en el interior de su boca, ella no solo lo acepto sino que se la trago hasta la ultima gota, siguió lamiendo mi capullo hasta conseguir mantener mi erección, luego me pidió que la penetrase, no me costo lo mas mínimo pues estaba enormemente dilatada.

Gracias a mí reciente corrida mi aguate fue espectacular, consiguiendo arrancarle otro orgasmo sin tener que hacer el mas mínimo esfuerzo por aguantar. Después me sorprendió pidiéndome que la penetrase por el culo, la verdad es que tenia unas ganas enormes de hacerlo pero me sorprendió el que ella me lo pidiese.

Fui a buscar una crema para preparar la prenetación, empecé por acariciarlo poco a poco por encima al tiempo que lo untaba de crema, luego empecé a introducir un dedo en su culo, me pidió que tuviese mucho cuidado pues nunca nadie había hurgado en esa zona, así lo hice además era mas excitante pues alargaba el momento de penetrarlo, conseguí introducir un segundo dedo pero note su gesto de dolor, así que empecé jugar con su clítoris al mismo tiempo, dio resultado pues empezó a relajarse mis dedos se movían en su interior con relativa facilidad, pero evidentemente mi poya era bastante mas gorda, aun así decidí probar suerte, le coloque una almohada debajo de su vientre para que sus nalgas quedasen mas levantadas y así facilitar la maniobra, unté mi poya en crema y apoyé mi capullo en su ano, empecé a apretar con suavidad pero con firmeza y conseguí introducir todo el capullo en su ano, esperé unos instantes antes de proseguir, mi poya seguía penetrando en su interior, costaba pero lo iba consiguiendo ella misma llevo su mano a su coño y empezó a masturbarse, parecía que mi poya se iba a reventar de la presión que ejercía su culo sobre ella, finalmente conseguí introducirla toda, ella podía sentir como mis huevos chocaban con sus nalgas y como mí poya se deslizaba por su estrecha agujero, me pidió que siguiese hasta correrme en su interior, así lo hice descargando en su culo, cuando la saqué pude ver como se cerraba su agujero expulsando parte de mi leche, me dejo descansar un rato, pero no tardo en ir a buscar una toalla húmeda para limpiar mis partes, eso hizo que recuperase algo de vigor, pero no era suficiente para ella así que me obsequio con una magnifica cubana, para que recuperase mis energías.

Una vez repuesto fue ella misma quien se colocó encima mío y empezó a cabalgarme, era increíble que aquella mujer que siempre había visto tan modosa y que hacía unos minutos me había reconocido que nunca había chupado un poya estuviese tan descontrolada, yo la había llevado a mí casa con la intención de aprovecharme de ella y era ella quien me estaba follando de forma increíble, veía como sus pechos saltaban arriba y abajo al ritmo de su follada, no tardo demasiado en correrse de nuevo, entonces la coloque a cuatro patas y la follé desde atrás por su coño hasta no poder mas no conseguí soltar una gota de leche mas, pero ya estaba agotado ella se había corrido al menos cuatro veces, no se si alguna mas porque en ocasiones sus orgasmos eran larguísimos.

Nos quedamos dormidos abrazados el uno al otro. Por la mañana ella estaba radiante cuando me desperté, se quedo todo el fin de semana en casa, ni que decir tiene que nos lo pasamos follando, me reconoció que con su marido rara vez alcanzaba el orgasmo y que si le propusiese hacer cualquier cosa de lo que habíamos hecho seguro que la echaba de casa. Desde entonces seguimos teniendo sesiones de sexo cada vez que podemos. A ella no le importa que su marido tenga aventuras o no, cuando él quiere hacer el amos con ella lo hacen pero su desahogo sexual lo tiene en mi casa.