Compañera de trabajo

En el trabajo no todo es trabajar, también hay momentos para compenetrarse con las compañeras.Una compañera del trabajo recibe mi cariño.

Ese día estaba siendo horrible, muchos clientes llamando y dando la lata, que si me ha fallado el coche, que si la lavadora no enciende, que yo pago un seguro para esto, que lo necesito ya.

Era un lunes horrible, solo eran las 12 y hasta las 6 de la tarde, se me hacia un mundo.

Como siempre estábamos en nuestros cubículos, atendiendo llamadas y realizando los partes, para que se atendieran los casos, trabajo en una agencia de seguros y recibo llamadas de averías e incidencias, de los asegurados y los paso al programa para que se generen los partes.

Después van a la empresas contratadas y se resuelve.

Por lo demás el trabajo es tranquilo y no exige mucho, me paso el día, atendiendo llamadas y poco más.

Los compañeros somos como 10, incluyendo una supervisora.

Hay una compañera que parece que va buscando guerra y no para de meterse en las conversaciones de todo el mundo, pero da igual de lo que sea, si estás hablando con otro compañero de lo buena que esta una tía, ella salta que le dejen ver la foto, la mira y dice que tiene un polvo, vamos que se comporta con un hombre en algunas cosas.

No está mal, no es un modelo, es bajita, tiene un culo ancho de caderas, pero al ser bajita y delgada, le hace un efecto raro. No lo sé describir de otra forma, no es que tenga el culo grande, solo que parece descompensado para su cuerpo. Si no fuera por ese culo y mirándola desde atrás, podrías pensar que tiene apenas 20 años.

Pues estaba yo cagándome en los muertos de mi última llamada, cuando aparece esta compañera, llamada Leticia, la llamamos Leti, y me dice al oído.

  • ¿un mal día?- me dice susurrándome y casi besándome la oreja.

Me giro sorprendido y me quito los auriculares. La miro extrañado. Me da que quiere algo, le noto su sonrisa picarona. La que pone cuando me hace pensar que cachonda.

Os comento que además de meterse en las conversaciones, es una picara y como te de por decirle algún día de broma, tocándote el paquete, por mis cojones, va y te los toca, ya se lo ha hecho a varios compañeros, incluyéndome a mí, lo que hace que casi todos los tíos, estemos tensos, cuando esta cerca.

La última vez, me los toco y mirándome a la cara, me comenta, lo bien armado que estoy.

Vuelvo a la realidad.

  • dime- le digo.

  • veras, me puedes explicar esta llamada..., - se dirige hacia mi pantalla, acercándose apoya la mano derecha en el respaldo de mi silla y la otra mano la dirige hacia mi pantalla señalándome una línea de la pantalla, me giro y miro la pantalla, cuando veo que retira la mano y me empieza a sobar el paquete.

Me quedo sorprendido, tardo en reaccionar, ya que como comento es una bromista, y le gusta hacer ese tipo de bromas,no está hoy en día uno para jugársela y que te denuncien por acoso.

  • a ver, ¿esta llamada ? - le respondo, tarde pero le respondo.

Ella tiene esa sonrisilla, de me lo estoy pasando de puta madre y no puedes hacerme nada.

Nuestro cubículo es una mesa, de 1,20 aproximadamente con unas tablas laterales, por lo que a menos que alguien viniera hacia mi lado o se pusiera en los laterales no vería nada.

  • Si claro, esa llamada, resulta...-  ella seguía hablando como si nada y yo tenía ya un empalme que no me podía aclarar las ideas.

Pues supongo que cuando se quedo a gusto, se levanto y se marcho para su puesto.

Yo no sabía que pensar, me considero un tío normal, hago algo de deporte y poco mas, por lo que no entendía ese comportamiento.

A los pocos minutos que me bajo algo la polla, me dirijo hacia la zona de comedor y me tomo un vaso de agua, mientras pienso en lo que ha pasado.

Al poco noto que se me acerca alguien por detrás y se pega a mi espalda, de nuevo intentan meterme mano y veo que es leti, esta vez no se me escapa, me giro y le agarro ese culo que tiene, mientras le doy un beso, ella de forma brusca retira sus labios y sonríe, sin dejar de cogerme la polla.

Ya no puedo mas y su suficiencia me está matando, hago como que la dejo y entro en el baño que está al lado, es un baño mixto de estos que algunas empresas han puesto de moda, no me molan, pero es lo que hay.

Veo que ella me sigue, y cuando entro observo que no hay nadie más dentro.

Espero a que entre y la cojo en volandas, se resiste, poco, pero se resiste y la llevo hasta uno de los retretes, al fondo, el que está pegado con la pared y cierro la puerta detrás nuestro.

Veo que ella intenta resistirse, pero ya me tiene harto. Me parece más un quiero ser yo quien lleva la batuta, a que no me hagas nada.

La giro y la siento en el retrete, la bajo subo la fada y le subo el culo con los brazos, dejándola cabeza abajo y le empiezo a apartar sus bragas con mi boca, me cuesta un poco, porque no deja de retorcerse.

Al cabo de un momento estoy comiéndole todo el coño y ella empieza a suspirar y ya no se retuerce, estoy un buen rato saboreando su almeja y como ya no se resiste la pongo de pie y mientras le como el coño debajo de la falda, le empiezo a pasar un dedo por su culo, a lo que no dice nada. En ese momento tengo la polla a mil y ella se ha corrido una vez por lo menos.

Decido que ahora me toca a mi y la siento en la taza, mientras me empiezo a bajar los pantalones y calzoncillos.

Se agacha un poco y empieza a mirarme mientras me la agarra.

Todavía no me la chupa, solo me mira y me empieza a pajear, le acerco la boca y me dice que no.

  • Más vale que la lubriques bien- le digo.

Sigue sin chupármela, con lo puta que parece, no me creo que no la chupe o no sepa.

_ ¿la has chupado antes?- le pregunto

  • ¡ claro que sí!- me dice, pero no estoy convencido, si la ha chupado antes, me da que no le gusta.

  • ¡ pues chupa! le digo, mientras se la acerco a los labios. Me cuesta pero abre la boca.

Como pensaba no sabe.

  • los dientes- le digo.

Sigue chupando pero muy mal, como no estoy para explicaciones y decido que debemos terminar o se va a notar que faltamos los dos, la cojo, le doy la vuelta, se queja, y dice que no. Pero debo descargarme, ella ya se ha corrido, pero yo no.

La pongo de rodillas en la taza de espaldas y le meto la polla, de un solo golpe, sobre la marcha empiezo a moverme y entrar y salir.

Ella empieza a gemir y le tengo que tapar la boca con una mano, es un polvo raro, pero estoy a punto de correrme, por lo que decido correrme dentro de ella.

Al cabo de estar dándole, me corro y creo que ella también, ya que da un gran suspiro y se deja caer hacia la pared.

Me quedo un poco dentro de ella y me salgo al poco. Me la limpio con el papel higiénico y me voy hacia afuera, para limpiarme las manos y arreglarme un poco.

Como a los 5 minutos entra un compañero y se mete en un retrete, orina, se lava las manos y se va. Yo que hacia como que no me encontraba bien, vuelvo al retrete donde deje a Leti y la veo que intenta recomponerse.

Sale hacia afuera, no me dice nada, se dirige hacia el espejo y se empieza a arreglar el pelo y la ropa, me pongo a su lado y le doy un golpe en el culo y le digo, todavía falta algo más.

Me mira extrañada y le meto la mano debajo de la falta, acercando el debo medio, solo media falange, pero solo por el respingo que pego, se me quita la mala hostia, por lo de producirme el calentón en el trabajo.

Me mira de nuevo, algo recompuesta y con mi dedo en mi culo, me coge el paquete de nuevo y me dice.

  • solo si me das esto de nuevo- sonríe picara como ella sabe hacer.