Compañera de trabajo (2 de 2)

Desenlace inesperado o esperado?

Me duche con el agua bien fresquita, no tenía la menor idea de que es lo que podía suceder.

Me vestí con algo informal, guarde las botellas en el cofre de la moto, me puse el casco y me fui para allí.

Llegue a su casa y toque el timbre, ella me abrió la verja del jardín y metí la moto en el garaje.

Saque las botellas y di un grito llamándola por su nombre. Ella me respondió que fuera al jardín.

Había preparado una mesa junto a la piscina, con algo de picoteo, y le entregue las botellas.

Ella estaba descalza y con un batín de flores que le llegaba por encima de las rodillas. La luz de la piscina estaba encendida y la verdad es que la finca estaba genial. Me dio otros dos besos de cortesía y note como sus pechos rozaban mi cuerpo.

Me pidió que me sentase mientras ella acababa de preparar todo. Yo cogí un abridor y abrí el vino. Serví dos copas y espere a que ella volviese.

Brindamos y ella lo hizo por el principio de una mistad, yo me reí por el comentario.

El picoteo estaba buenísimo, el vino tb, la compañía era genial.

Le comente que la temperatura era agradable y apetecía un baño. Lástima no haber traído bañador es lo que le dije. Ella soltó una carcajada y me respondió que volvía en un minuto.

Apareció con el pelo recogido, dos toallas y me dijo, que ella se iba a dar un baño. Se quito la bata y estaba desnuda. Tenía un cuerpo cuidado, se notaba que se cuidaba e iba al gym. Antes de zambullirse me dijo que me esperaba en el agua.

Entre en la casa para quitarme la ropa y volvi desnudo a pegarme un baño. Mi cabeza estaba aturada. Una compañera de trabajo desnuda conmigo en la piscina.

Salte al agua de cabeza y allí estábamos los dos juntos. Ella se reía controlando la situación perfectamente y poniéndome a prueba. Yo estaba nervioso porque no la controlaba.

Ella nado hacia mí y me planto un piquito. Yo me quede cortado. No sabía qué hacer. Ella volvió a besarme. Esta vez fue un beso largo y húmedo. Su cuerpo desnudo estaba junto al mío. Con una mano me agarro mi sexo que ya empezaba a estar duro.

Yo la rodee con mis brazos y le correspondí al beso. Le mordisquee el lóbulo de la oreja, y ella suspiro. Me miro y yo la mire. Seguía con su mano en mi sexo y me susurro al oído que la siguiese.

Salió del agua se secó con la toalla y me dio la otra a mí. Estaba jugando conmigo, o eso pensaba yo. Se sento en la silla y me pidió que abriese el champagne. Yo lo hice. Servi dos copas y esta vez el que propuse el brindis fui yo. Brinde para que esa noche fuese inolvidable. Ella me dijo que esa noche no. Yo me quede cortado ella se rio, y me dijo que esa sería la primera de muchas.

Nos bebimos las copas entre besos y caricias y me llevo a la cama. Me tumbo en ella y me beso. Yo estaba muy excitado. Ella me controlaba. Se agacho hacia mi sexo y me lo devoraba, me miraba con cara de vicio. Se sentó encima mío, mientras me dejaba que la penetrase. Yo acariciaba sus pechos y los mordisqueaba. Ella gemía. Estaba a punto de correrse y yo no iba a ser menos.

Me acariciaba y yo hacía lo propio, estábamos en un clímax total. Note como sus piernas temblaban y eso era señal de que estaba teniendo un orgasmo.

Yo aguante un poco y par para que ella disfrutase.

Se abrazó a mí y me volvió a besar.

Yo la mire con ternura y le dije que estábamos locos. Que habíamos cruzado una barrera peligrosa. Ella me miro con cara de cabreo y me dijo que era tonto del culo.

Yo la bese y asi ella no podía hablar.

Se revolvió y se levantó cabreada. Me dijo que me fuese de su casa, que yo no era un polvo cualquiera. Y una lágrima corrió por su mejilla.

Acababa de hacer el amor conmigo y me mandaba a la mierda. No entendía a las mujeres. Me fui a la ducha, me vestí y fui a buscarla. Estaba en la cocina. Estaba radiante, y con cara de cabreo me dijo:

Para ti habrá sido un polvo más, pero para mí ha sido hacer el amor con alguien que hace mucho tiempo que me remueve. La abrace y la bese con ternura y pasión. La lleve a la cama, la desnude y empecé a besarla a acariciarla, mordisquee sus pezones, y ella pego un pequeño grito. Seguí besándola y baje hasta su sexo el cual estaba brillante.

Mordisqueaba su clítoris y ella se retorcía, Me pedía que le hiciese el amor. La penetre con ternura y ella me envolvió con sus piernas. Yo empujaba más y más. Estaba a punto de explotar. Me iba a correr. Ella gemía y yo también. No podía aguantar más y me corrí dentro de ella. La bese con ternura y ella también lo hizo.

Me quede mirándola y la volví a besar. Ella dijo algo que no quise querer entender y me lo volvió a repetir. Me dijo que me quería. Yo puse cara de asombro y la bese.

Esa noche me quede a dormir. De eso han pasado 3 años. En el trabajo la gente intuye algo pero nadie hace ningún comentario. Vivimos juntos. Disfrutamos del sexo y del amor.

Me ha enseñado muchas cosas y yo a ella.

Y con 63 años creedme que todos los días me sorprende con algo nuevo y yo a ella.