Compañera de trabajo (1 de 2)
Me enamoro de una compañera de trabajo mayor que yo
Estos hechos sucedieron hace unos años.
Vivo en una ciudad del norte de la península con una bonita playa. Me dedico a la construcción teniendo al cargo de mi, una plantilla formada por hombres y mujeres. Las semanas transcurren sin una gran excitación en el tema personal pero si en el laboral.
En la empresa hay una mujer separada, que me saca de quicio por dos motivos, su carácter y su cuerpo.
Es una mujer que ronda los 60 años, rubia, con un cuerpo que no parece el de una mujer de 60. Rasgos femeninos, y siempre muy elegante.
Su forma de andar es el de una mujer que ha tenido que dominar y mandar en todos los terrenos.
Teníamos la comida de empresa trimestral y me toco sentarme al lado de ella. Empezó a hablarme de trabajo y rápidamente le pare para decirle que no se permitía hablar de trabajo. Hablamos de cosas triviales, salud, viajes, vacaciones, familia,……. Nada que pudiese presagiar lo que nos iba a deparar esa tarde.
Una vez acabada la comida, fuimos al tenis a tomar un trago y ella se montó en mi coche.
Me comento que la había sorprendido por mi forma de ver la vida, ya que pensaba que mi vida solo era trabajo trabajo trabajo, a lo cual le respondí que yo también pensaba que su vida era trabajo y trabajo.
Nos echamos unas risas y llegamos al bar. A todo esto en el trayecto le llamaron unas amigas para tomar algo y ella les dijo que esa noche no saldría ya que tenía otros planes.
Después del trago ya la gente se empezó a ir y quedamos tres compañeros y ella.
La gente estaba cansada del trabajo de la semana y yo también, así que decidí irme y ella dijo que también se iba y a ver si no me importaba acercarla a casa a lo cual le respondí que sin ningún problema.
Salimos del bar y me indico donde vivía, el trayecto eran aproximadamente de 15 minutos y ella me hizo el comentario de que había estado muy a gusto conmigo. Yo le respondí que también y ella sonrió.
Cuando llegamos a su casa, nos despedimos no sin antes darnos dos besos. Ella arrimo sus besos hasta la proximidad de la comisura de los labios míos.
Arranque el coche y mire por el espejo y ella se quedó mirando al coche.
Tenía 15 minutos de trayecto a casa, puse la música, y acelere.
Cuando iba a llegar a casa, sonó el móvil, y era ella.
Descolgué y me pregunto si había llegado ya. Yo le respondí que estaba a punto. Y ella me dijo que estaba preocupada por si había tenido algún percance y que además era un tonto.
Esa última palabra me descoloco, ya que el tono en el cual lo había dicho me había puesto nervioso.
Le pregunte por que me había llamado tonto, y ella respondió que porque lo era. Creía intuir porque lo decía pero no quería equivocarme.
Le dije que estaba llegando y que me iba a dar una ducha y prepararme la cena y que el lunes tomaríamos un café en la oficina.
Aparque el coche y me desnude para ducharme cuando me llego un mensaje de whatsapp. Era ella en el que me decía, que si no me apetecia hacerme la cena en una hora podría ir a su casa a cenar. Le respondi que aceptaba la invitación pero con una condición que la bebida la ponía yo.
Antes de ducharme meti una botella de Pingus al frigorífico y una de besserat de bellefon en el congelador.
Ella acepto con un ok.