Como un volcán

Mirando una peli porno, me viene a la mente uno de mis más lindos recuerdos sexuales.

Este no es un relato. Es un simple recuerdo.

Hace poco bajé una peli porno de Internet y como en todas las películas de este tipo, le terminan acabando en la boca y en la cara a una chica. La escena es bastante intensa. Ella masturba a un tipo, con la boca abierta y la lengua afuera, deseosa de recibir la descarga de semen. Cuando al fin el tipo se corre, ella no para de gritar de placer al recibir los chorros en su boca. Pero lo que me gustó particularmente de la peli, es que ella se pone a hablar con la boca llena de leche.

Es que uno de mis mejores recuerdos de sexo, es de una vez que haciendo un 69 con una novia, me corrí copiosamente en su boca.

Recuerdo que le aprisioné la cabeza con las piernas, para que no se pudiera escapar,

ya que tenía la costumbre de que cuando le acababa en la boca, después de recibir los primeros chorros, me la sacaba y me hacía terminar de correr afuera, manchando siempre las sábanas.

Pero esa vez no la dejé que lo hiciera. Después de recibir la primer descarga, quiso quitársela de la boca como de costumbre, pero no lo pudo hacer, inmovilizada como estaba entre mis piernas. Mientras me corría como nunca, ella emitía unos profundos Mmmmhhh…Mmmmhhh y se agarraba con fuerza a mis muslos.

Cuando sentí que ya no me quedaba más nada, aflojé la presión de mis piernas y ella logró al fin liberarse entre grandes gemidos.

Se sentó en la cama, agitada y con los ojos entrecerrados. Con la cabeza hacia atrás, tragaba la leche que todavía parecía estar en su garganta.

Cuando logró recuperarse un poco, me dijo entre risas: "¡me explotó un volcán!".

No recuerdo ahora lo que hablamos, pero si recuerdo perfectamente como le salía la voz gangosa y entrecortada. Por un rato siguió intentando tragar, como si la leche no terminara de pasar por su garganta. Se señaló el ombligo y haciendo un gesto de imitación con las manos, bromeó de que ahora tenía toda la panza llena espermatozoides.

Fue de las veces que la vi más contenta y risueña después del amor.

Se fue al baño, a lavarse, pero cuando volvió todavía seguía con la voz cargada. Después fui yo al baño y nos dormimos abrazados.

A la mañana, cuando nos despertamos, nos reímos juntos sobre el "volcán que le había explotado en la boca".

fabi_pocitos@yahoo.com