Cómo Tifa se compró el bar

Primera parte de dos relatos en la que se ve cómo consiguió Tifa comprarse el bar donde empieza el Final Fantasy VII.

De cómo Tifa se compró su bar (I de II)

Ésta historia transcurre un tiempo antes del Final Fantasy VII, cuando Tifa regenta un bar en Midgar y un poco antes de conocer a Barret y unirse a Avalancha.

Tifa llevaba los últimos tres años como dueña de un bar de mala muerte en el sector 8 de la ciudad de Midgar. Se ganaba bastante mal la vida, de hecho debía un montón de dinero debido al préstamo que tuvo que pedir para comprar el bar. De todas formas iba tirando: los clientes eran pocos pero fieles, y le daban conversación, además, había hecho amigos en ésta zona pobre de la ciudad, de forma que ni siquiera se le pasaba por la cabeza irse de allí.

Y eso que últimamente había recibido varias propuestas de matrimonio por parte de algunos comerciantes con dinero de la ciudad (y es que un cuerpo y una simpatía como las suyas eran difíciles de encontrar en una misma persona). Un simple "sí" y se acabarían su penoso estado económico, acabaría la extorsión a que la sometían sus acreedores y acabaría el no saber si al día siguiente podría seguir con su bar. Por otro lado también se acabaría el que había sido su sueño desde siempre: tener un sitio donde la gente la aceptase, un sitio donde pudiese moverse con libertad.

Era una mañana cualquiera, y Tifa se encontraba limpiando el local y reponiendo lo que se había consumido el día anterior; aun quedaban varias para abrir, así que se lo tomaba con calma, igualmente sus "borrachos habituales" no faltarían a la cita aunque no hubiese ni mesas donde sentarse, sabía que se contentaban con beber y mirarle las bragas cuando se subía a algún taburete, o se agachaba a recoger algo. A ella no le molestaba, de echo hasta le gustaba: el día en que los hombres dejaran de mirarla con lujuria sería un día muy triste para Tifa.

De golpe la puerta de entrada se abrió, dando paso a Hugh, el hombre que le había prestado el dinero para abrir el bar y sus dos guardaespaldas.

Todavía no he abierto, si os esperáis hasta las doce os podré atender, ahora como veis estoy bastante liada.

Déjate de monsergas que llevas dos semanas de retraso en el pago, y todavía me debes más de 300.000 gils.

Ya te dije que éste mes había sido un poco más duro de lo normal, pero no te preocupes, la semana que viene podré pagarte.

Siempre dices lo mismo, y casi nunca cumples. Me he artado de perder dinero contigo. Así que si no tienes el dinero para mañana no tendré mas remedio que echarte de aquí y quedarme con el bar.

Por favor no!, ya sabes cuanto significa éste local para mi, no sabría que hacer sin él.

Tifa estaba al borde de las lágrimas. No podía ser, no podía perder el local así, tenía que haber alguna salida, podría trabajar por las mañanas, así tendría el dinero suficiente para pagar todas las semanas, era igual que acabase agotada, lo primero era el bar, lo segundo su salud

Bueno, siempre podemos llegar a un acuerdo jefe.- Le dijo Bruno, uno de los dos guardaespadas a Hugh, en voz baja.

En qué estás pensando Bruno?

El aludido ni se molestó en contestar, simplemente miró de arriba abajo a Tifa, con lascivia y sin cortarse, deteniéndose en ese enorme par de pechos que se escondían bajo la camiseta.

Bien.- Dijo ya en voz alta Hugh.- Quizás haya una forma en que puedas pagar tu deuda, y que seguro sería menos traumática para ambos.

Sí? Haré lo que sea, por favor, dígame y yo lo haré...

Hugh no podía creer que tuviese tanta suerte, media Midgar estaba loca por esa mujer, y ahora él la tenía a tiro, porque seguro que no se iba a negar... lo malo era encontrar la cantidad adecuada para que ella aceptara y para que ésta no fuese la última vez que pudiese gozar de Tifa.

Estoy dispuesto a rebajarte la deuda en 25.000 gils si...

Si qué?

Tifa no podía creer lo que oía, 25.000 gils!! Si no ganaba eso ni en dos meses de trabajo, estaba dispuesta a aceptar cualquier cosa que le propusieran, fuese lo que fuese. Y como no era tonta se empezaba a imaginar en qué consistiría el "trato".

Para empezar ves poniéndote de rodillas delante de mí, a partir de allí déjate llevar, supongo que sabes lo que tienes que hacer.

Tifa ni siquiera se molestó en contestar, pasó por encima de la barra mientras Hugh se acomodaba en un taburete. Después se puso de rodillas y sacó el miembro de Hugh de su pantalón. Primero lo miró con cierto asco, ya que Hugh no era lo que se dice un Adonis, calvo y bastante mayor tenía las carnes mas bien flojas. Pero bien mirado era un polvo en perspectiva, y ella llevaba varios días sin mojar (desde que un par de borrachos la "violaron" al quedarse solos en el bar). Y además, si hacía que el viejo éste se corriese deprisa posiblemente tendría a los dos guardaespaldas para gozar durante un rato, que ellos sí que tenían la pinta de poder satisfacerla.

Al mínimo contacto ese pellejo viejo se había puesto bastante duro, y si bien no era grande, si que tenía un tamaño mas bien normal: mejor, así le cabría entera en la boca y conseguiría que se corriese antes.

Empezó lamiendo el glande, esperando para ver la reacción de Hugh. Éste estaba jadeando, sin duda más cachondo de lo que había estado en los últimos años. Tifa seguía lamiéndole la polla, masajeándole a la vez huevos. Cuando parecía que ya estaba a punto se introdujo de golpe el miembro de Hugh en la boca y con movimientos rápidos hizo que se corriese.

Bien, apenas ha aguantado un par de minutos pensó Tifa, y mira a éstos dos, el bulto que tienen en el pantalón no puede esconderse de ninguna forma. Así que porqué desperdiciar esas dos herramientas? Y ni corta ni perezosa se giró hacia Bruno, él sería el primero para recompensarle por tener tan genial idea, de hecho Tifa había empezado a lubricar con tan sólo imaginar lo que se les había ocurrido.

Como ya estaba de rodillas lo único que tuvo que hacer fue girarse un poco para encararse con él. Se levantó el top y agarró con una mano aquella descomunal herramienta, sin lugar a dudas iba a pasarlo mas que bien.

Bruno sólo pudo sorprenderse ante la iniciativa mostrada por esa chica, que se puso su polla entre las dos tetas y empezó a moverlas usando las manos. Aunque Bruno no era precisamente virgen, nunca le habían hecho una cubana tan bien hecha, ni siquiera las putas a las que pagaba con el sueldo que le pagaba Hugh. No había duda, Tifa era una guarra, sin que le diesen indicaciones se había ido a por su polla, y le estaba mirando a los ojos mientras gemía.

Tifa siguió usando sus pechos para darle placer a Bruno, notaba ese pedazo de carne caliente entre los dos pechos, y a sabiendas que aun le quedaba uno de los guardaespaldas (no sabía ni su nombre, pero que más daba) disfrutó de cada momento, acercando su boca al capullo que sobresalía entre las dos tetas. Estirando la lengua al máximo para notar el sabor salado de ese descomunal pollón.

El otro guardaespaldas (llámale X, porque nadie se preocupó por saber su nombre) se apresuró a bajarse los pantalones, después de ver lo que había hecho con su jefe y lo que estaba haciendo con Bruno no podía esperar a ver lo que era capaz de hacer con él. Le dio unos golpecitos en la cara a Tifa con su polla y esperó a que ella entrase en acción, no tuvo que esperar: mientras seguí con su cubana a Bruno cogió la polla del otro guardaespaldas y empezó a chuparla.

A Tifa ya le daba igual que nadie se la follase, porque mientras agarraba la polla del otro guardaespaldas había cogido una botella de la barra y había empezado a masturbarse con ella. Eso unido a lo caliente de la situación la hicieron entrar una especie de frenesí lujurioso, una mano perdida dentro de su concha, junto con la botella y el resto del cuerpo respondiendo cada vez mas frenéticamente a los impulsos que le daban esos dos colosos.

Los dos pedazos de carne empezaban a latir anticipando lo que sin duda sería una abundante corrida cuando Tifa empezó a gritar, jamás había estado tan caliente, y casi le gustaba más la sensación que tenía en esos momentos que la de ser follada sin más (aunque es posible que la botella tuviese algo que ver en eso). Los dos guardaespaldas al verla tan entregada ya no pudieron aguantar mas y soltaron toda la carga sobre sus pechos y cara; los chorros fueron abundantes, y Tifa intentó tragar todo lo que pudo, pero no pudo suficiente, casi al instante el esperma se le atragantaba y le resbalaba por la mejilla mientras tragaba. Había sido una gran mañana, y acababa de reducir su deuda en una cantidad impresionante.

Bueno Tifa, ha sido espectacular, no me pensaba que te entregases tanto, has pensado alguna vez en dedicarte a la prostitución?

Tifa se lo había planteado varias veces, pero nunca seriamente, ya que siempre había pensado que lo mejor era dejarse llevar por las circunstancias, y si se prostituía tendría que amoldarse a otros "horarios".

Piénsatelo, si haces lo que has hecho ésta mañana hoy por la noche te perdonaré toda la deuda, simplemente ven a mi casino; será sólo una noche y tu deuda quedará saldada.

De acuerdo

Tifa no pudo creer lo que acaba de decir, pero es que 275.000 gils por follar una noche iban a ser los gils ganados mas placenteramente de toda su vida. Y aunque durante el calentón se había conformado con la botella tenía que admitir que esperaría con ansia la noche.

De otro lado Hugh solo podía imaginar lo que serían capaces de pagar los hombres adinerados de Midgar si se enteraban de la "atracción" que tendría esa noche en el casino. Ganaría mucho más dinero del que le debía Tifa, y además podría follársela como Dios manda.

Hasta aquí la primera de dos de ésta pequeña historia sobre Tifa, sigo postergando el tercer relato sobre mi vida, pero es que no acabo de ver como enfocarlo, y mi hermana y Irenia no dejan de poner baza, así que puede que tarde un tiempecillo. Mientras intentaré ir haciendo parodias, a ver que os parecen.