Como se puede llamar infidelidad IV Nuevo juego
Jugamos una nueva partida al juego erótico, Al no estar presente jugamos suplantando a la otra pareja
Capítulo IV
Nuevo juego
Como es normal sin los anteriores capítulos el relato se entiende mal, cuanto menos sería conveniente leer Como se puede llamar infidelidad II El juego.
A principios de Octubre vino un día a casa Sara con Javier, nuestra hija y se quedó a dormir. No recuerdo la razón pero no importa, cuando se quedaba en casa siempre había una esperanza, casi siempre defraudada, ella se dormía en el sofá, no en la habitación de invitados y no conmigo y con las esperanzas rotas terminaba yo por no dormir, malinterpretando los ruidos de la casa pensando que ella se levantaba y venía a dormir conmigo y lo poco que dormía era con sueños extraños en los que salía ella. Lo que había pasado en Valencia aumentaba la esperanza. A la niña la acostamos hacia las diez y nosotros veríamos alguna película. En vez de atender la película nos pusimos a hablar y al poco salió el tema:
-Es una pena que José y Montse no estén con nosotros, podríamos jugar un rato- dijo Sara con una sonrisa muy típica suya.
-No estaría mal, pero desgraciadamente Valencia queda demasiado lejos.
-¿Te gustaría que nos acostásemos?
-Creo que más que nada en el mundo- Y tras una pequeña pausa -Y si te hace más ilusión que lo hagamos jugando, el otro día se me ocurrió una idea. ¿Quieres que te la cuente?
-Si no me duermes…
-Espero que no. Consistiría en jugar como si estuviéramos los cuatro. Tú tiras por ti y por Montse y yo por mí y por José. De tal manera que si tiras por Montse haces lo que le toque como si fueses ella, lo mismo si me toca hacer algo a mí con ella e incluso a José con Montse, les sustituimos, y en la medida que sepamos, actuamos como si fuésemos ellos, No es lo mismo, desde luego; Montse y José, por supuesto no estarán por mucho que les imaginemos. Si dices que eso es una tontería no me ofenderé, es más a lo mejor estaría de acuerdo.
-Podemos empezar a jugar y si no nos gusta, no seguimos.
-Hay una dificultad, si vamos desvistiendo por casillas a los supuestos componentes sería un lio que a ti te quedaran dos prendas de ropa y a Montse tres, lo único que podríamos hacer es empezar desnudos, aunque a eso estamos acostumbrados, además así te veo desnuda antes con lo que me gusta- dije sonriendo. -¿Qué piensas?
-Vale, no me importa. De eso se trata, de desnudarnos y de algo más, y creo recordar que en el juego está ese algo más, si quieres trae el ordenador y cierra la puerta no vaya a aparecer la niña y nos desnudamos como te gusta.- dijo sonriendo.
Cogí el ordenador, los dibujos y el dado, cerré la puerta y las cortinas de las ventanas, encendí el ordenador y comenzamos a desvestirnos, yo tenía indicio de una erección. Deseaba más a Sara de lo que debería permitirme dadas las circunstancias.
Ya desnudos busqué una casilla algo avanzada en donde normalmente se está desnudo o casi y escribí los nombres y le pasé el dado.
-Empiezas tú como Sara- Al cogerlo su vista tropezó con mi erección
-Vaya, veo que has comenzado- Se refería al pene al que empujó un momento para abajo soltándolo luego con el consiguiente rebote.
-No es para menos teniéndoos desnudas a las dos y sabiendo que os vamos a terminar tocando. La mitad de la erección es de José que se habrá quedado con ganas de más, seguro que ya se ha hecho alguna paja pensando en ti y en el juego. ¿Crees que se la habrá hecho?
-¿Tú te las haces pensando en Montse?
-Yo me las hago pensando en ti y a lo mejor no debería contártelo. Pero no es lo mismo, José no tiene porqué hacérselas pensando en Montse porque la tiene a mano y pienso que, en solitario, alguna paja se hará y es más lógico que desde el día del juego te las dedique, alguna por lo menos, además conociéndoles, es posible que él le cuente las pajas que se hace contigo.
-Tú crees que Montse se las hará contigo?
-Eso si que no lo sé, tampoco es lo mismo, por la misma razón, tiene con quién acostarse y yo creo que las chicas os hacéis menos pajas, a lo mejor eso es una tontería ¿tú te las has hecho con José?.
-Sí, alguna, nunca antes del juego, pero también me las he hecho contigo, contigo antes y después del juego.
-Pues hoy no nos hace falta paja. Me respondió con un beso en los labios que yo convertí también en abrazo. Nos apretamos. Desapareció un trozo de hielo con el que todavía cargábamos. A lo mejor estábamos en la situación ideal, cuando estábamos casados me gustaba mucho pero a veces no me apetecía hacer el amor, ahora me apetecía siempre. Lo único malo es que sabía que tarde o temprano se echaría otro novio como Tomás al que le guardaría fidelidad.
-Hablando del juego, he buscado una casilla algo avanzada para empezar ya que estamos desvestidos. ¿Empiezas?
Un 5 Con quien toque, chica sobre la ropa que lleve se asegurará de tener a chico empalmado toda una ronda y un 4, le tocó conmigo, adelanté mis caderas contento, me miró como diciendo te gusta, y le dio un beso pequeño, por tradición suya, y acarició el pene hasta que volvió a estar erecto y se limitó a mantenerlo en la mano. Me planteé que había sido una tontería lo del juego cuando podíamos acostarnos sin más, pero también era agradable y esto sería más recordable por excepcional.
José: 4 Beso con lengua mientras cada uno meterá la mano bajo ropa interior, si aún la lleva, palpando suavemente sexo del otro 15sg. Un 2, con Montse. Tratando de parodiar y con voz grave dije:
-Señorita, Parece que debo meter un momentito la mano por ahí- Reí porque era más o menos la frase que dijo José.
-Muy gracioso, pero esa frase me la dijo a mi, no a Montse- Ella ya tenía mi pene, realmente era Sara que tenía el pene de Jaime en la mano de la anterior prueba, yo toqué su sexo muy suave y solo por encima de los labios mayores porque había sido un arranque muy brusco y no quería pasarme. Suficiente para que se me reempinase. Sentí que tampoco a ella le era indiferente. Lo acompañamos de un estimulante beso con lengua siguiendo la instrucción de la casilla.
–Me estoy empezando a calentar viendo a estos dos besarse y tocarse- dijo Sara cariñosa e hizo una respiración profunda, me fijé que tenía un pie levantado con cierta coquetería como quizá habría hecho Montse. Yo aplaudí y ella rió.
Montse, un 3: Uno a uno, de pie los dos, meterán la mano bajo ropa interior, si la lleven, palpando einvestigando suavemente sexo del otro 30sg. cada uno. Primero él. Un 5, o sea, conmigo. –Con permiso de José- Me coloqué supuestamente en el sitio de José e imité su voz grave –Adelante, adelante, no te hagas esperar, indudablemente te toca, ya me tocará a mi con Sara en otro momento.
–Venga, no seas tonto- No había, como sabemos, ropa interior. Dirigí mi mano a su coño y toqué todo lo que me dio tiempo en 30 sgs., estaba haciendo una de mis máximas aspiraciones en esta vida. Respiró hondo sobre todo cuando toqué el clítoris y soltó un Ahhh y otras exclamaciones. Ya estaba algo húmeda. Cuando pasó el tiempo aproximado retiré con pena la mano, yo también había respirado hondo. Entonces le tocó a ella me cogió el pene que había soltado y me recorrió despacito el pito y los huevos, otros 30 segundos. Ahora las exclamaciones las soltaba yo.
-Este te habrá gustado más al ser con Montse.
Me reí -Me gusta, lo de Montse ha sido muy agradable. pero te repito que siempre que pienso en sexo pienso en ti.
-Ya será menos- Me lo dijo un poco enfadada. Y soltó mi pene aunque aún no había terminado la ronda de tenerme empalmado pero ni siquiera hacia falta porque se mantenía empalmado sin ayuda.
Yo, 4. Desnudos los dos la chica tumbada boca abajo, el encima tb. boca abajo ½ m.un 5 con Sara. Nos colocamos según instrucciones, me gustaba realmente mucho sentir su culo. Daba lo mismo pero me alegré que me tocara con ella:
-No existe en el mundo ningún lugar tan cálido como tu culo- con las manos acaricié los laterales de su tórax, cintura y nalgas y luego metí las manos por la cintura y le di un abrazo cariñoso- Le gustan los halagos pero además era y es verdad.
Sara, un 4 El desde atrás le cogerá las tetas a ella pezón entre dos dedos y se las amasa suave 30 seg mientras le chupa la oreja. Un 1, con José.
-Te tengo en mis cálidas manos.
-No te rías, me gustó que me tocase aquel día y me gusta que me toque ahora con él, tú ya me has tocado mucho, supongo que no te parecerá mal que me guste, se podría decir que me has empujado tú a ello- y se sonrió.
Le cogí los pezones desde detrás mientras le chupaba la oreja. -No, no me parece mal, incluso me excita como me está excitando lo que te está haciendo ahora- Mi pene erecto rozaba su culo. Me encantó suplantar a José tocando esos pezones tan bonitos, pensé que si José supiese que supuestamente estaba tocándolos, él, se haría la paja de la que hablé, yo me la haría. Se lo contaré por si le inspira. Ella respondió con sus habituales suspiros.
-¿Puedo aprovechar para besarte el cuello? Dije un poco jadeante al terminar.
-Sé, porque eres José-, recalcando y acentuando el nombre. Le recorrí el cuello besándolo mientras seguía acariciando las tetas. Ella respiraba fuerte y luego me retiró las manos.
-No te pases- fingiendo seriedad.
José, un 3. Por dado, ella se pone culo en pompa y el, le arrima el cebollón cogiéndola de la cintura 30 sg, sin hacer nada. Segundo dado un 2, con Montse. Me arrimé al culo -¡Qué gusto arrimarme a un culo tan bonito!
-¿El mio o el de Montse?- y se rió.
-El de Montse y el tuyo, me gustan los dos, el polvo que echamos el día del juego empezó en contacto con tu culo, claro que te la estaba metiendo como exigía la casilla y sé de buena tinta que a Jaime también le gusta- Aproveché y le toqué el culo con la mano con una pasada de abajo arriba.
Montse un 4: Pide a tu pareja que se desnude y elija por dado y, por cortesía tuya, una pareja que no seas tú que hará lo mismo, se abrazan fuerte, cuerpo pegado a cuerpo por todos los sitios posibles 10 sg.
O sea José tenía que abrazar a Sara. La abracé con uno de esos abrazos que habían dado fama a José procurando abarcarla entera, mi pene presionaba su barriga y la tenía cogida por el culo y la cintura y la mano del culo no estuvo quieta. Nadie puede suponer lo que le estaba gustando a José abrazar a Sara. Le dije:
-Te deseo, espero que no les importe a Jaime y a Montse. Cada vez conozco más tu cuerpo, pronto me será tan familiar como lo es a Jaime, y me está gustando ¿Te gusta que me guste?- le dije con voz grave sonriendo. -La verdad, es un gusto sentirte desnuda con esa piel tan suave- En agradecimiento Sara me dio un beso en los labios y se separó. No sabía si se lo había dado a José o a mí.
-Sí, me gusta. ¿Crees de verdad que le gusta a José?
-Ya me dirás, si no le gusta ¿Porqué al tocarte se le pone tan dura la polla? Tengo claro que le gusta y me parece normal. ¿No lo sentiste?
-Sí que lo sentí, pero siempre dudo de todo lo bueno y agradable, ya me conoces.
Fui a parar a la casilla 48: Desnúdate de abajo y acércate ofreciendo tu sexo a todos los del otro sexo para que lo acaricien 5 seg. Me fui hacia Sara y se lo ofrecí, me lo acarició, me di media vuelta y volví a que me lo acariciase otra vez –Ja ja- y en vez de acariciarlo me bajó el prepucio.
-¿Quién me lo ha bajado, Sara o Montse?- Sonrió con cara de mala y lo volvió a cubrir.
Sara un 2 Desnudos los dos en posición de 69, utilizando las manos os observáis mutuamente los genitales, con las manos una puede descapullar al otro y él abrir labios, ver bien clítoris… 15 sg. Un 5, conmigo. Se tumba en el sofá y yo me meto entre sus piernas pero al revés que ella. Le abro los labios que están ya bastante abiertos, le observo los genitales -Preciosos- Acaricio su preciado clítoris provocando un meneo de caderas y sin que se entere olfateo y mientras, noto que me descapulla, juguetea principalmente con el frenillo y vuelve a cubrir el glande. En el último momento le planto un beso en el clítoris.
-Mmmmm. Creo que debería protestar pero ese beso ha debilitado mis defensas- Me estrujó el pene
José, un 5. Cae en la misma casilla que Sara. Le toca con Sara. Vuelta a observar genitales.
-Mmmm, me encanta,- dijo José ya en faena -pues tiene razón Jaime, ¡vaya clítoris bonito que tienes! La verdad es que ya lo había observado el día del juego anterior. ¿Puedo darle un beso también?- mientras seguíamos hurgando los genitales.
-Si quieres…, pero no me digas esas cosas que me da vergüenza, creo que mi clítoris es normal, aunque no he visto muchos. Montse no te pongas celosa que son tontos.- le planté un mordisquito seguido de otro beso pero más largo y con un poco de lengua. Ella contesta -AHHH. ¡Jaime!, ¡José!... ¡quién seas! Si quieres me puedes dar otro, me ha gustado- Naturalmente repetí.
Montse un 5 Coger un dibujo y con quien te toque imitarlo, no hacer la acción que se vea sino mantener 10 seg. la postura. Otro 5, conmigo. La postura es que ella se sienta de frente en mi regazo, en el hueco que queda entre mis piernas a lo bonzo y mi pubis, con sus piernas sobre las mías abrazando con ellas mi cintura y nuestros cuerpos también abrazados y mejilla con mejilla como susurrando a su oído que la quiero. O sea que como tengo el palo tieso este cae en parte en su coño, rozamos nuestros sexos, en parte en su barriga donde le dejo una humedad pegajosa, su pecho en mi pecho y mi
boca en su oreja.
-Con permiso de José me gusta esta postura con Montse, ¿te imaginabas que un día estaríamos abrazados así y delante de ti?- le digo para picarla un poco, la miro a los ojos y la sonrío y luego le limpio su barriga de las secreciones. Ella mira como la limpio.
-No digas esas cosas que Sara es muy celosa, aunque por otra parte ya no debería sentir celos, ya no sois pareja- Era verdad pero esta vez lo decía Sara aunque imitando a Montse, riéndose de si misma. Me gustó el juego que hizo.
Yo, un 6: Ponte desnudo boca arriba y los del sexo contrario se tumbarán 10 seg. de frente encima de ti. Se tumba encima de mí, me encanta y se levanta y se queda mirando.
-¡Eh!, ¡falta una!- Se ríe y se vuelve a tumbar, aprovecho el poco tiempo para poner mis manos en su culo.
Sara. Un 6: Te tapan los ojos y los de sexo contrario te desnudan y hacen lo que indiquen dados por turno. 30'.
-Cierra los ojos que no puedes saber quien te hace lo que sea que toque hacerte, tal como están las cosas piensa quién prefieres que te lo haga- Tiro el dado dos veces, 6 y 5. Lugar «sexo» Acción «Chupar» . Le doy lametones en el sexo pensando que soy José aunque no lo sé pero me excita, quizás, más, suspira y gime un poco y se remueve, me coge la cabeza con las manos y la miro a la cara, tiene los ojos cerrados. -Tiro otra vez- Sale 4 y 6. «pezones» «Morder» . Ahora me toca a mí, o no. Le cojo las tetas con las manos y le doy mordisquitos en sus pezones que pasan del color marrón y estado rugoso del reposo a un color como más rosa o rojo tras su erección. Sus pezones son más grandes de lo habitual, realmente sus pezones no, su areola. Suspira y yo también de gusto y de nostalgia porque me la comería enterita.
Tiro yo como José: El/la de tu derecha se tumba desnudo boca abajo, le acaricias y besas 1/2 min, un poco de todo. Hago cuentas y llego a la conclusión que el de la derecha según estamos supuestamente colocados es Montse.
-Señorita Montse, póngase bocabajo que le haré cositas.- José le besó, o sea, le besé el cuello, le acaricié la espalda y por los lados me acerqué a las tetas extendiendo el dedo índice para llegar más, bajé al culo, le besé el culo recorriendo las nalgas a besos y le metí la mano entre las piernas pasando un dedo por su vulva. Ella puso voz de cierto desfallecimiento.
-¿Ese dedo puede llegar hasta ahí en esta prueba?
-Según interpretaciones- le dije al oído y seguí acariciando, ella aceleraba la respiración y movía las caderas, había sobrepasado el medio minuto. Y empecé a besarle nuevamente el cuello aún con la mano en el culo. La olí… y el olor es mi perdición.
-No forma parte de la prueba para nada pero te quiero meter el pene.- Mi voz era anhelante y con cierto desespero y pasión. Ella volvió la cabeza y luego se dio la vuelta quedando boca arriba y cogiéndome el pene se lo introdujo. No tardé mucho en correrme quedándome un buen rato dentro sin moverme.
A continuación me salí y me bajé y empecé a lamer el clítoris. Poco a poco volvió a mover sus caderas cada vez más rápido, por sus movimientos me costaba mantenerme en su clítoris, hasta que llegó al orgasmo. Las contracciones habían ido subiendo para luego disminuir paulatinamente. Eran contracciones muy familiares y que me gustaban más que nada en el mundo. Me quedé con mis labios en su clítoris hasta que pasó la tempestad, por mí podía haberme quedado ahí de por vida, y luego subí a abrazarla.
-Eso estaba unas casillas más adelante. Lo siento, y más que nada lo siento porque nos ha restado juego, me adelanté un poco.
- No importa, tenía muchas ganas que me la metieras- Me cogió el pene.
Con una mano la abrazaba y con la otra le acariciaba la teta izquierda.
-No me extraña que a José le guste tanto acariciarte esa piel tan increíble…- me refería a la de Sara en referencia a lo que dije yo que supuestamente dijo José…
-Pues cuando lo hizo le gustó de verdad, y a mí también me gustó. Ya te he contado que me he hecho alguna paja recordando y ten por seguro que me haré alguna más.
-Estoy convencido. Oye, Me ha calentado ver follar a José y Montse. Quizás deberíamos imitarles- y la besé en la boca, con un beso correspondido y duradero.
-¿Eran José y Montse? Estamos tan identificados con ellos... lo noté como si hubiese ocurrido auténticamente en mi propia piel- dijo interrumpiendo el beso en la boca para retomarlo tras hablar. Mi pene estaba flácido pero percibí una esperanza de poder imitarles. No todo estaba perdido. El deseo volvía a fluir como en los primeros tiempos con ella; en la segunda etapa, que nos costó la separación. el deseo desaparecía irremediablemente tras la posesión que no siempre había. Volvía a sentir que estaba en una circunstancia ideal y a la vez odiosa, ideal por el deseo, odiosa por la separación. ¡Que extraño es el amor!