¿Cómo reparar un corazón dañado? (2)

Por primera vez en 3 años dejé que él hablara, dejé que él guiara mis palabras dándome cuenta que aún existía

Segunda parte de: ¿Cómo reparar un corazón dañado?

Luego de esa última clase de pintura había pasado la mayoría de mis días en la universidad porque tenía muchos trabajos, mi vida social se estaba deteriorando gracias a mis queridos profesores y como no quería reprobar ningún curso no me quedaba de otra que pasar todo el día en la universidad con mis compañeros de trabajo. Por supuesto que ya no me olvidaba de la clase de pintura que tenía esa semana pero al ver que andaba el tiempo tan tallado decidí llamar a Daniel y decirle que le tocaría ir solo a recibir la próxima clase.

El día de la clase estaba en la universidad haciendo otro trabajo cuando mi celular empezó a vibrar, era un mensaje de Daniel: "Querida Nicky dice tu queridísima profesora que para efecto de las ausencias, se lleva un control estricto y que tenés que justificarle personalmente"

No pude evitar poner los ojos en blanco y reírme, esta mujer piensa que su curso de pintura es importantísimo, o tal vez quiera verme y es una excusa pensé con una ligera sonrisa en el rostro, bueno si lo que quiere es verme así será

Agarré mi celular y escribí: "¡Pfft esta mujer! Decile que ya veré si llego y que si no lo siento que se aguante las ganas de verme jajaja"

Pocos minutos después me llega la respuesta: "Ok ya le dije que con mucho gusto le justificás mañana en la noche luego de que terminés en la universidad"

Luego de reírme seguí con mi trabajo o intenté seguir porque la verdad me había desconcentrado un poco pensando en esa mujer llamada Keily, no era que suspiraba por ella pero definitivamente me daba curiosidad por conocer más de esa profesora de pintura que tanto le gustaba molestarme.

Al ver que no podía seguir con el trabajo y estaba siendo poco productiva al cabo de un par de horas renuncié a continuar y decidí regresar a mi casa pero en el camino a la salida de la universidad me encontré con Carolina, una mujer que nunca fue mi novia pero si con la que estuve un par de veces y sinceramente a la cual utilicé un poco

-Nicole, necesito hablar con vos-Dijo con una expresión seria

-Entonces hablá-Dije un poco repugnante sin detenerme

-Pero esperáte, hablemos con calma, vení sentémonos- Dijo señalándome un pollito (mesa con sillas de cemento que ponen en las zonas verdes)

-No, tengo mucha prisa si tenés que decir algo decilo ya- Dije sin paciencia

-¡TE AMO!- Dijo en forma desesperada

-jajajaja ¿que dijiste? Ponete seria- Dije burlándome descaradamente mientras su mirada se entristecía evidentemente

-Es en serio… Tal vez para vos no significó nada pero yo aún no te puedo olvidar y te pienso cada noche, recuerdo tus caricias, tus besos… -Dijo con un brillo en su mirada

-¡No seás exagerada fue sólo sexo superalo! Y ya dejame en paz me venís con todo este drama y yo ya me había olvidado de todo- Dije sin pensar en lo estúpida que sonaba diciendo esto y ella empezó llorar

-Esta bien Nicole, eso era todo lo que te tenía que decir, disculpame por haberte incomodado-Dijo irónicamente y con lágrimas en sus mejillas

-Está bien, no te preocupés, ahora con tu permiso bye-Dije y seguí caminando

-¿Sabés una cosa Nicole? ¡Jugás a la mujer fría e inconquistable pero se te nota en tus ojos como gritás por amor! Pero hacé lo que querás al final de cuentas no seré yo la que al morir no tenga nadie quien me llore…-

Yo me quedé con la boca abierta, y vi como se marchaba y me dejaba con un genio insoportable. Luego fui hacia el carro y empecé el camino de vuelta a mi casa mientras pensaba en muchas cosas, por culpa de Carolina sus palabras me habían dado rabia porque había dado justo en el clavo, estaba tan molesta, vi la hora 5:00 pm, aún es temprano pensé, mejor me desvío un momento, y como en los alrededores de la universidad no hacían falta bares que siempre estaban llenos de estudiantes, fue fácil encontrar un lugar para quitarme mi mal humor.

Al llegar al lugar abarrotado de gente, me dirigí justo a la barra y de inmediato pedí un tequila, y así fui tomando, tomando y en cuestión de una hora ya estaba bastante mareada, en ese momento recibí una llamada de Daniel

-Nicky, la profe Keily me dijo que mañana en la noche ya no se encontrará dando clases, ¿que si podés pasar ahorita antes de las 7:00 pm?

-Jajajajajaja ¿tantas ganas tiene de verme? Bueno le daré el gusto…-Dije con una risa exagerada producto del licor consumido

-¡Nicole has estado bebiendo! No le voy a llamar, que no podés ir-

-Jajaja no te preocupés Danielito tengo todo bajo control jajajaja-

-Noooo Nicole no te atr…- Dijo Daniel antes de verse interrumpido por el pitido que da finalizada la llamada

Emprendí mi salida del bar quitando a la gente de la pista de baile y me monté en mi vehículo. Fui manejando hasta el edificio donde impartían el curso de pintura (¿cómo no choque? Ni idea…) subí las escaleras que me llevaban hacia el aula de mi quería Keily e hice una entrada pronunciada en la misma

-Buenas nochessss jajajaja- Dije mientras entraba, luego de eso observé que ella estaba por su escritorio sola sin estudiantes se volteó a verme con cara de ¿?

-Buenas noches Nicole ¿está bien?- Dijo con expresión seria

-Jajaja mejor que nunca, o sea digo estoy aquí con usted la profesora de pintura más bella que he visto y también la única jajajajaja- Dije acercándome a ella

-Nicole no creo que esté en condiciones de estar aquí será mejor que regrese a su casa y ya luego me justifica ¿ok?- Dijo con un tono comprensivo a pesar de las idioteces que le estaba diciendo

-¿QUÉ? ¿ME HACE VENIR HASTA ACÁ PARA DECIRME QUE ME DEVUELVAAA? Pensé que deseaba disfrutar de mi compañía jajajaja- Dije ruidosamente

-Nicole por favor le pido que se retire no me haga llamar a seguridad-Dijo esta vez seriamente, en ese momento tal vez producto de lo consumido por primera vez en 3 años dejé que él hablara, dejé que él guiara mis palabras

-¿Es un crimen querer amar? ¿Es un crimen entregar tu vida, tu alma, tu cuerpo por amor?- Dije con mi cara totalmente desencajada

-No lo es Nicole-Dijo Keily con dulzura

-¿Entonces por qué lo pago como si fuese una delincuente? ¿Por qué tengo que vivir cada día y cada noche con un dolor agonizante? ¿Por qué mi corazón dejó de latir y yace ahí, congelado, tal vez muerto o tal vez agonizando y cada día que pasa siento como poco a poco deja de existir?- Dije mientras la miraba con ojos de desesperación, ojos que reflejaban mi alma, un alma destrozada, a pesar de que mis palabras pudieran haber asustado a cualquiera ella seguía allí impasible

-Nicole no es ningún crimen es el precio que se debe pagar al amar así, sé que no es fácil pero debés dejar que el dolor salga, tus ojos te delatan, desde el primer momento en que te vi supe que tenías rencor en tu corazón, pero Nicole no debés dejar que el amor en tu vida desaparezca, no podés dejar que este corazón, que tan grande fue una vez muera, sé que aún vive, y tal vez llegue alguien en tu vida que lo reviva, que poco a poco junto a vos sane tus heridas pero eso no podrá ser hasta que lo abrás de nuevo y dejés de cerrarte ante el mundo y ante el amor-Dijo con cariño Keily mientras una mano de ella se posaba sobre mi pecho como queriendo comprobar que mi corazón seguía allí

-Quiero protegerlo, protegerme y así no sentir ese dolor nunca más pero estoy sola, no tengo una razón para que mi vida tenga sentido, me veo caer en un abismo sin regreso... ¿Cómo hacer si ya no tengo fuerzas para intentar ser feliz, si no hay nadie que apueste por mí?- Dije mientras unas lágrimas empezaban a rodar por mis mejillas

-No estás sola de ahora en adelante, voy a estar yo… como tú amiga y te prometo ayudar en todo lo que necesités para hacer que ese corazón vuelva a latir-Dijo sonriéndome y abrazándome, mientras esa palabra "amiga" me dejaba totalmente inconforme, ahora que Keily me había confirmado ser… ¡increíble!

Yo me separé un poco luego de unos breves segundos y totalmente guiada por mis instintos mirándola a los ojos acerqué mis labios hacia los de ella, y cuando por fin mis labios iban a rozar los suyos, ella volteó su cara y mirando a otro lado me dijo:

-Es tarde Nicole, y aún no estás en condiciones para estar aquí, será mejor que te devuelvas- Dijo con una sonrisa un poco falsa

Una rabia me invadió por el rechazo y su actitud, ¿Quién se cree esta profesora mediocre para decirme que hacer? ¡Si ella no sabe nada de mí y pretende que así es!

-JA hágame un favor ¿quiere? Limítese a ser mi profesora de pintura ya tengo suficientes amigas y no la necesito a usted, ahora me voy a mi carro BYE-Dije con una actitud despreciable y prepotente

  • ¿Carro dijiste? Esperate, dejá tu carro acá en el parqueo y yo te llevo a tu casa, no podés conducir en este estado-Dijo preocupada

-¡Dejame en paz! ¡Que te importa lo que me pase o me deje de pasar! –Dije con suficiente odio

Ella se limitó a ir hacia la puerta y cerrarla con llave mientras sacaba su celular del bolsillo y empezar a marcar

-¿Qué estás haciendooo?-Dije al ver que me dejaba encerrada

-Voy a llamar a tu amigo Daniel para que venga a calmarte y te lleve a casa, tranquila-Dijo de nuevo con dulzura

-¡NO NO NO! No quiero que él se de cuenta de todo esto por favor-Dije desesperada

-Entonces dejame llevarte, vamos-Dijo tendiéndome su mano

Así salimos del edificio ella me guiaba con su mano, porque aparte yo andaba bien mareada, hasta llegar a su carro en el cual nos montamos, le di mi dirección la verdad era un poco fácil porque mi casa estaba en un vecindario reconocido y luego de eso me quedé dormida

-Nicole, ya llegamos, despertate -Dijo Keily poniendo su mano suavemente en mi hombro

Yo abrí los ojos y la miré… ¡es tan hermosa y tan dulce!

-Grac…- Empecé a decir pero Keily puso su dedo en mi boca para no dejarme terminar y dijo:

-No tenés que decir nada Nicole, seré tu profesora como me has pedido, pero una profesora que siempre te tendrá vigilada, que tengás linda noche-Finalizó Keily

Abrí la puerta de su vehículo y estaba por salir cuando ella jaló de mi mano y me besó la frente y dijo: "cuídate, todo estará bien lo prometo" Yo sólo la miré y me fui hacia mi casa y mi cama que bastante la necesitaba en esos momentos. Caí rendida por supuesto pero al día siguiente empecé a recordar lo sucedido y me encontraba en una situación nueva, estaba pensando seriamente en dejar las clases de pintura, me sentía avergonzada, expuesta y la peor sensación del mundo: vulnerable. Pero al salir de mi casa me encontré sin carro, al parecer debería hacer una nueva visita quisiera o no

¡CONTINUARÁ!

Nota: Acá está, como lo prometí, espero que disfruten de ésta segunda parte y me dejen sus comentarios para poder mejorar. Gracias de antemano por leer y ser espectadores de ésta historia.