Como reconquistar a un hombre infiel

Comienza a piropearme, me dice que lo excito mucho, que soy un divino, y que no puede dejar de pensar en mí... de repente me da vuelta, me pone boca abajo... "no, no, quiero mirarte" le digo... y él me contesta que no, que desea hacerlo así. Me desnuda de mi boxer, mi musculosa, y mi tanga, deja mis nalgas al aire... desprotegidas para su diversión... me unta lubricante... se unta lubricante

Me levanto tipo nueve de la mañana. Nunca fui madrugador. Mi hombre, en cambio, desde las seis que está despierto y  trabajando. No sé todavía como lo hace, yo a esa hora no existo.

Voy a la cocina, prendo la hornalla, y pongo la pava en el fuego. Espero, pienso, canto un poco, y cuando el agua está lista, me preparo un té.  Preferiría otra cosa, algo más sabroso, pero estas piernitas y esta cola, que enloquecen a Octavio, requieren algunos sacrificios. Dios no es tan generoso. Me miro al espejo, me gusta lo que veo, con este boxer semitransparente de color rojo estoy sexy, o tal vez no, y luego me digo "tonto, si lo tenés muerto a tu hombre".

Prendo la computadora, quiero ver las noticias del día, no sé por qué, si todo es un desastre, pero en fin. Me sorprendo, veo la cuenta de correo de Octavio abierta. Tentación, dudo. Soy malo si espío un poco?... llego a la conclusión que ojos que no ven, corazón que no siente... reviso sus emails, y el corazón que da un giro es el mío... quién es Gabriel?, quién es ese hombre a quién mi hombre dedica párrafos de halagos?... mi cuerpo entra a temblar... "mi mente no puede dejar de pensar en vos y en tu cuerpo, necesito verte de vuelta"... "te amo, quiero desnudarte y hacerte el amor otra vez y otra vez"... "mi vida no tiene sentido sin vos"... "solo vos conseguís me ponga bien duro".

El malvado le pide me deje; "no te hace feliz, no te excita", "solo tenes sexo por compromiso"... …. estaba destruyendo mi vida... lloré, y mucho. y de a ratos. Rabia, dolor, rabia dolor. Ahí tirado en la cama me sentía impotente, vencido, abandonado... hable con un amigo y me dijo "y qué quéres, los hombres exitosos son así... ganan en los negocios y en el sexo... sin imparables"... es que debía conformarme con compartirlo?... ahí reaccioné... me bañe, me enjabone, me perfume y luego me afeite el poco vello púbico que había salido en estos últimos días... me puse una tanga color rojo, y por arriba un boxer color blanco algo transpante...me sentí bien, atractivo, me puse una musculosa gris igualmente transparente y me senté a esperarlo.

Él llegaría a almorzar en poco tiempo. Llegaría lleno de furia contenida, de stress, el mundo de afuera es competitivo y mi macho vuelve con la adrenalina a full. Siendo la cerradura en la puerta, mi vida, mi pasión entra y saluda "hola mi amor". Me arrojo sobre él, poso mis brazos sobre su cuello, y lo besuqueo... él mucha bola no me da... me responde de modo automático, programado, me besa también, me da una palmada en el culo, me libera, y pregunta "que hay para comer?".

Sirvo la comida, la charla es la usual, negocios, lo difícil que está la vida, el cliente que no quiere pagar... "lo perdí" pienso para mis adentros... no se dio ni cuenta que le estoy mostrando el culo desvergonzadamente con este calzoncillo transparente.

Termina de comer, se tira en el sillón del living, prende la tele. Me siento al lado y apoyo mi cuerpo al suyo y lentamente poso mi mano izquierda en su muslo derecho. Todavía no se da cuenta que quiero que me coja como si fuera la última vez, sin piedad y sin parar, o no, con amor y dulzura... como sea.

Cuando poso mi mano en su pene, esboza una sonrisa, "estamos pícaros no?"... "no se, me parece te puede hacer bien", respondo, y cuando él pregunta qué es lo que le puede hacer bien, comienzo a frotar su miembro ya sin disimulo. "Sacala", me dice. Ya con su pene como un mastil orgulloso me dice "chupala, es lo que querés, no?"... y yo me quedo callado, no le digo que más que chupárla me gusta darle placer. Me quedo callado y obedezco, chupo.

Chupo el glande, lo chupo entero, siento su cuerpo relajarse, distenderse, olvidarse del mundo y eso me gusta. "dale dale" me dice, y voy más rápido, y con mis manos acaricio sus muslos y sus testículos. Intento hacer garganta profunda, no puedo, no sé por qué lo intento. Supongo que quiero cumplir mejor mi rol, demostrarle que puedo meterme toda su pija en mi boca, pero me quedo unos centímetros corto.

Comienzo a bajarle los pantalones, siempre con su pene, duro piedra, en mi boca, preparando ese mástil venoso que después me penetrará. Ya con los pantalones afuera, abro sus piernas y tiro su cuerpo un poco para adelante; así su miembro y sus testículos quedan a fácil merced de mi boca. Chupo el testículo derecho, lo masturbo, y sale el primer gemido de placer. Insisto con el testículo derecho, pero ahora, con mi boca en sus testículos, veo el pene ahí nomas, en mi nariz, y mis manos están sobre sus pezones... se los acaricio... me estoy muriendo de placer, él también... y me dice "basta"... "pasa algo amor?"... nada bebe, pero vamos a la habitación. Es decir, me va a coger en la cama.

Lo llevo de la mano a la habitación, en el camino, nota mi cuerpo: "estás muy lindo hoy... esa tanguita destaca tu culo irresistible".

Nos tiramos a la cama, nos besamos y nos abrazamos, comienza a piropearme, me dice que lo excito mucho, que soy un divino, y que no puede dejar de pensar en mí... de repente me da vuelta, me pone boca abajo... "no, no, quiero mirarte" le digo... y él me contesta que no, que desea hacerlo así. Me desnuda de mi boxer, mi musculosa, y mi tanga, deja mis nalgas al aire... desprotegidas para su diversión... me unta lubricante... se unta lubricante. Y me comienza a penetrar... ah, tener a mi macho dentro mío, que sensación fabulosa.

Ahí comienza el mete saca sabroso, toda la fuerza del macho que me abraza, me besa y me embiste con amor. La cama comienza a chirriar, mis nalgas comienzas a sufrir de placer, y el hombre que no para, que es un animal suelto, sin restricciones, haciendo su naturaleza, coger, cogerme. "te gusta mi pija en tu culo?"... "sabes que sí mi amor", respondo ... "alguien te cogió tan bien como yo?"..."no mi amor, ni cerca" respondo mientras dejo salir un "ah, ay" en cada embestida que agrede mis nalgas.

Qué linda pija, pienso para mis adentros, pero en realidad lo bello es él en su integridad, y cómo sabe desplegar su masculinidad en mí. Acelera el ritmo, se pone guaso "te voy a partir cuando lo desee", y obvio, loco le contesto "sii, sii, ay, ay", y ahí lo paro. Quiero verte, hagamos el misionero. Necesitaba verle la cara para el momento que estaba por llegar.

Se retira de mí, siento el vacío pero no me preocupo. Pronto será llenado nuevamente. Me tiro sobre mis espaldas, abro y recojo mis piernas. Dejo mis partes más íntimas para su deleite visual y su facil acceso. Se tira encima y me penetra, me abrazo, y vuelve el empuje. Nos besamos, ensartado y en sus brazos, qué más puedo pedir?. Está todo sudado, olor a hombre, es un deportista en su deporte favorito, hacer de mi su hembra, y es muy bueno en su deporte, es un campeón.

Entonces le pregunto, "te gusta cogerme?", "me amas?", y él responde, entre embestidas, apasionadamente, que sí, y lo hace de un modo tan convincente que no puede ser mentira, pero igual debo preguntarle: "más que a Gabriel?"... observo su reacción, no es enojo, creo, es vergüenza, deja de follarme, quiere retirarse, no lo dejo... "no te vayas, estemos en este momento así, unidos"... él se queda dentro mío, pero está desconcertado pero sigue duro. "No te preocupes, te perdono, pero debo saber si me dejarás"... y él me juro que no, que me amaba... y cayeron lágrimas de mis ojos, y le pedí que siguiera. Fueron las penetraciones más lindas de mi vida. Mi cola no era mi cola, su pija no era su pija, éramos una sola cosa que se amaba.

Mientras retomaba el ritmo me explico que Gabriel era un pibe que lo calentó, y que él, siendo débil, se dejó seducir, pero que no significaba nada, que había sido sexo solamente, y no del bueno... y yo lo alentaba a que me diera más fuerte, y le decía que para que se iba a buscar a otro si me tenía cuando él quisiera, "tonto", y el decía, "si, soy un tonto"... y acabo empujando y largando todo su semen hacia mi interior... no gritó, pues sus labios estaban ocupados besando los míos.

Me dijo, "gracias por ser tan comprensivo" y quedamos abrazados.

Luego me hizo el amor muy suavemente, y al ducharnos, ya entrada la noche, se la chupé hasta que acabó. Le advertí que ante cualquier erección, yo intervendría con mi boca o culo para satisfacerlo al toque. Así, no quedaría ganas ni semen disponible para Gabriel o el puto que se quiera quedar con mi macho.