Como provoqué mi segunda violación
Después de mi primera violación buscada, no quedé satisfecha, quería mas y estaba dispuesta a buscarlo. Aunque por dentro sabía que era demasiado peligroso, sentía la necesidad de hacerlo. Era con lo que masturbaba todos los días, formas en que podría ser violada, lugares, situaciones.
Despues de mi primera violación buscada, no quedé satisfecha, quería mas y estaba dispuesta a buscarlo. Aunque por dentro sabía que era demasiado peligroso, sentía la necesidad de hacerlo. Era con lo que masturbaba todos los días, formas en que podría ser violada, lugares, situaciones.
Uno de esos lugares, fue Once, cerca de la plaza. Con mi auto pasé en varias ocaciones por la calle Jean Jaure y antes de llegar a la Av. Rivadabia, la verdad que esa zona asusta, aunque sea de día. Empecé a hacer mis recorridas nocturnas. Fué mucho mas rápido que la ves anterior, a la tercer noche conseguí lo que buscaba.
Era un martes a las 3.40 am, yo vestida para la ocación, bien perrita. Con unas calzas negras largas, sandalias blanca, una musculosa blanca y una campera deportiva finita blanca. Tanga negra diminuta, sin corpiño.
Al violador ya lo había visto esa noche, me había fichado unos 20 minutos antes. Y se ve que estaba esperando el mejor momento para atacarme.
Cuando pasé por un garage de una casa, se veía abandonada la casa, pero había materiales de construsción, por lo visto la estaban remodelando. Cuando la estaba pasando, de reflejo ví un movimiento, por detras, sentí que me sujetaban del brazo y me tiraban al suelo, me caí de costado e intuitivamente empecé a gritar de desesperación, me levantó por detras, tomandome de mis cabellos y con su brazo derecho me sujetó del cuello, haciendo presión y ya no me salían los gritos, por un momento pensé que me ahorcaba ahi mismo e iba a violar mi cadaver, pero sin soltarme me fue arrastrando hacia dentro del garage. Me tiró al suelo, quería gritar pero me había apretado tan fuerte la garganta que no me salían los gritos. Mi adrenalina estaba a full, muerta de miedo, preguntandome que estaba haciendo ahí. Se abalanzó sobre mí, y me empezó tocar toda, yo me defendía como podía, pero me superaba en fuerza, era mestizo, pelo negro, rapado, medía como yo o quizás un poco menos, era delgado y bastante fibroso, no era un cuerpo trabajado de gimansio, pero parecía como que trabajaba en una profesión como que le hacía trabajar el fisico como albañil, pero son mis suposiciones. Me rompio la musculosa y quede en tetas, me frego sus manos por todo mi cuerpo, me bajó las calzas y la tanga hasta la mitad de mi muslo y empezó a dedearme la concha, con su mano izquieda me hundía mi abdomen para inmovilizarme y con su mano derecha me penetraba mi vagina, sus dedos eran asperos, me pellizcaba mi clitoris y labios, le tiré un rodizallo contra su cuerpo y se enojó, me dió dos cachetazos en la cara bien violentos, con los cuales me calmé y no trate de seguir luchando.
Se levanto y me arrastro contra una pared y me dejó sentada en el suelo de cemento, frio y arenoso, con mi espalda apoyada contra la pared. Se paró enfrente mio y sacó su verga, medía unos 15 cm, pero era una pija gorda. Fué muy explicito: -abrí la boca y no hagas pelotudeces, que te mato aca mismo, entendistesss? Gritando con ojos rabiosos.
Asentí, el flexionó sus piernas y me la fue acercando a la boca, abrí lo mas grande que pude y me la metió sin anestesia, hasta el fondo. Su pija apestaba, me daban ganas de vomitar, ademas me costaba respirar porque literalmente me cojio la boca, me la metia y sacaba como si fuese una concha, apenas me entraba, trataba de respirar por la nariz pero me costaba, fueron 10 minutos así, de bombearme la boca, hasta que por error cerré un poco la boca por el cansancio de mi mandibula y le raspé el pene con mis dientes, sacó la pija de mi boca mientras gritó: trola de mierda estas muerta.
Me lanzó un rodillazo en la cara, que practicamente me noqueo, no solo por el golpe en mi rostro, si no que mi nuca golpeo contra la pared.
Sentí gusto a sangre dentro de mi boca, y estaba mareada y atontada, hubo instantes en que creo perdí el conocimiento, porque estaba en el suelo boca abajo, completamente desnuda, no me acordaba como llegué a esa posición.
Mi violador estaba sobre mi haciendome el orto, su pija gorda me lastimaba y producía gran dolor pero no tenía fuerza para gritar, estaba con mi mejilla izquierda sobre el suelo mirando para el costado, con cada embestida el suelo raspaba mis pezones y mejilla, me producía ardor, pero tampoco me importaba, llegué al punto de estar entregada.
Mientras estuve consiente, acabo dos veces dentro de mi culo. Lo sentía tan abierto. No sabía por cuanto tiempo estuve ahí, ni que me había hecho antes de recuperar la conciencia.
Despues de acabar en mi culo, descanso sobre mi cuerpo, estuvo ahi, por un largo rato. Hasta que se levanto, fue hacia un costado del garage, pero lo perdí de vista por mi posición, yo seguía inmovil.
En un momento vuelve, se arrodilla sobre mi espalda, y siento que me clavan con algo en el culo. Algo delgado y largo, de madera, pero no podía ver. Me decía que me lo merezco por puta y otras cosas que no lo entendí del todo. Gritaba de dolor pero sin moverme. Fueron solo unos minutos hasta que paró.
Se levanto, se cambió y se fué. Yo me quedé inmovil, como me encontraba, boca abajo trantando de recuperar mis fuerzas, creo que hasta me dormí unos minutos. Estaba en un estado de trance de pura paz, no sentía miedo, ni nada, el cansancio superaba todo. Con todo el esfuerzo me paré. Y tuve otro mareo que tuve que sentarme sobre unas bolsas de arena que estaban apiladas para no caerme. La puerta del garage no estaba del todo cerrada y se veía entrar la luz del día, que recien amanecía. Me empecé a vestir, busqué mi tanga pero no estaba por ningún lado. Mientras me vestía, me sentí pegoteada entre mi entrepierna, me dí cuenta que tenía semen dentro de mi vagina, por lo visto estuve inconciente mas de lo que pensé porque no recordaba nada de que me haya cogido por la concha. Caminé hacia el coche, me costaba caminar por el culo roto, me senté en el auto, tomé una gaseosa empezada que tenía en el auto y fuí a casa. Suelo bañarme cuando llego, pero esta vez fui directo a la cama y dormí 7 horas seguidas. Una vez levantada, seguía toda adolorida, fui a cargar la bañadera, mientras se llenaba me ví en el espejo, me habían dado una buena paliza, pero de todas formas me calentaba lo que había pasado.
Unas semanas despues fuí al garage donde me violaron, estacione en la puerta y me masturbé ahí mismo pensando en ese día.