Como perdí la virginidad con un vecino

Un vecino me convence para acostarse conmigo

COMO PERDI LA VIRGINIDAD CON UN VECINO

Yo en esos tiempos estaba estudiando mi bachillerato. Era una chica muy extrovertida. Tenía un grupo de 5 amigas que nos gustaba jugar a provocar a los chicos, como el uniforme era con falda, normalmente nos "descuidábamos" al sentarnos para que nos vieran las braguitas, o al pasar levantábamos la falda de una amiga. Los chicos algunos se reían y miraban con disimulo y otros hacían gestos de agarrarse el paquete, normalmente nunca íbamos mas aya. Un día un compañero, era de los mas serios, se me acercó y me dijo.

-Me gustaría enseñártela.

Mientras hacía un gesto de agarrarse el pene,le dije que no, pero en días sucesivos me lo volvió a pedir, hasta que un día le dije que si. Nos fuimos a un lugar apartado, se abrió el pantalón y se saco la polla, que por cierto ya la tenía bien tiesa. La verdad es que no era gran cosa, pero nunca me ha gustado hacer sentir mal a nadie y lle dije.

-Es muy bonita.

Se la agarré y empece a mover mi mano sobre ella.

-Puedo tocarte.

-Si claro.

Metió su mano por debajo de mi falda, subió entre mis muslos y llegó a tocar mi braguita, separé un poco mis piernas su dedo empezó a acariciar mi rajita. Lo hacía con mucha suavidad, yo seguía meneándole la polla, pero despacio, para que durase mas y seguir sintiendo sus dedos en mi rajita. Empezó a agitarse y sabía que se iba a correr, le di mas ritmo a mi mano hasta que sentí su semen en mi mano. Se limpió y me dio las gracias y yo le correspondí con un beso en sus labios.

Vivo en un piso con mis padres y me hermano, tenemos unos vecinos que son un matrimonio que son de la edad de mis padres, ellos no tienen hijos y nuestras ventanas comunican por el patio. Nosotros fuimos a vivir esa casa siendo muy pequeños y ellos ya vivían allí, vamos que les conocemos de toda la vida. Ella es una mujer rubia, bastante guapa y con bonito cuerpo, a mi padre se le van los ojos cuando la ve, es mas cuando subimos por la escalera el se queda un poco atrás, cuando lleva falda, para verla las piernas y a veces algo mas. El también esta guapo y se mantiene en forma, no como mi padre, y se le nota buen paquete. Últimamente venía observando que me miraba mucho y que se le abultaba. Como me gusta que me miren trataba de subir las escaleras delante de el e incluso me agachaba a tocarme el zapato para que pudiera verme bien y cuando venía a casa, que era muy a menudo, me "descuidaba" al sentarme y al agacharme. La ventana de mi habitación daba al patio, en verano hacía mis tareas en camisón y no solía cerrar mucho las persianas. Una noche terminé tarde mis tareas y al acostarme apagué la luz y vi un reflejo en la ventana de enfrente, me di cuenta de que me estaba mirando. Los días siguientes hice mis tareas en braguitas, incluso me las cambiaba para que pudiera observar mi pubis peludo.

Pasaron unos días y mis padres y mi hermano se fueron a ver a mis abuelos, ese domingo yo o pude ir porque tenía una tarea pendiente y si no no me daba tiempo a terminarla. Acababa de comer cuando llamaron a la puerta, abrí y era mi vecino con dos bolsas en la mano, preguntó por mi padre y le dije que no estaba, cosa que ya sabía porque les oí el día anterior cuando se lo decía.

-Es que le traigo unas herramientas que me dejó.

-Bueno pasa ya sabes donde se guarda.

Pasó con las bolsas,sacó las herramientas que traía y las fue colocando. Tenía puesto un pantalón de hacer deporte muy ajustado y se le marcaba un buen bulto. Me senté delante de el y mi bata dejaba ver casi todo, me miraba de reojo y cada vez se le marcaba mas el paquete. Se puso de pié y me quedé mirando fijamente y le dije.

-No crees que vas muy apretado.

  • Asi me pones tu, eres una pequeña zorrita.

-Te gusta mucho mirarme.

-Y a ti que te miren, ya se que te pones a propósito para que vea tus braguitas.

-Quieres mirar tu ahora.

-Siii.

Se bajó el pantalón y salió su gran polla, bien tiesa, bien dura. Me quedé como hipnotizada, se fue acercando a mi y ya la tenía a escasos centímetros de mi cara, a la altura de mi boca. Se acercó un poco mas y la punta tocó en mis labios, la movió un poco y mi boca se abrió. Empezó a meterla en mi boca, levanté mis manos, con una empuñe su falo y con la otra le agarré los huevos, se los masajee mientras introducía su polla en la boca, empecé a mover mi cabeza, cada vez me la introducía mas, hasta que noté que me llegaba a la garganta. La sacó de mi boca y me agarro de la mano y me llevó hasta mi habitación, me quitó mi bata y me dejó en braguitas, buscó mi boca, me besó introduciendo su lengua, me agarró las nalgas y me restregó contra el, sentía su polla en mi vientre. Me dejó caer en mi cama y se desnudó de todo, que visión, su torso velludo y desnudo y se enorme falo apuntando hacia mi. Se tumbó a mi lado y me quitó mis braguitas.

-Te lo voy a comer.

Me abrió mis piernas y empezó a pasar su lengua por mi rajita, mis labios se hinchaban y no hacían mas que babear. Buscó mi concito y lo encontró, lo chupó, lo mordió, lo succionó y me hizo entrar en la gloria, ya me estaba corriendo. Intentó meter dos dedos y vio que era virgen, pero su lengua siguió y siguió. Su lengua abandonó mi coño y empezó a subir, pasó por mi ombligo, por mis pequeños senos y entró en mi boca, que rico sabia su saliva con mis jugos.

-Si te la meto te voy a desvirgar, no te importa.

-No.

-Cuando entre en ti te va a doler, cuando quieras paro.

Empezó a tantear la entrada con la punta de su pene, hasta que de un empujón entro la cabeza, grite de dolor, salió y volvió a empujar, ya había entrado la mitad, del tercer empujón ya estaba toda dentro. Seguí gritado.

-Quieres que pare.

-No, sigue.

Empezó a salir y a entrar una y otra vez, cada vez mas rápido.

-Que bien aprieta tu coñito,como se nota que nunca lo habías usado.

Sentía mucho dolor y a la vez mucho placer, no quería que acabase. Yo gritaba y gemía, el resoplaba con cada empujón, sentía sus huevos pegar contra mis nalgas, esos huevotes duros llenos de leche.

-Cuando vaya a correrme te aviso para salir de ti, no te quiero embarazar, para que abras bien tu boquita y recibas tu leche.

Yo le agarraba de la espalda, de las nalgas, lo apretaba hacia mi, hasta que me avisó.

-Me corroooo, abre tu boquita.

Salió de mi y buscó mi boca con su polla, abrí bien mi boca y descargó su semen dentro.

Me llenó la boca con su leche y me la tragué, la verdad es que no me gustó. Nos quedamos tumbados en la cama.

-Esto no se lo cuentes a nadie, que sea nuestro secreto.

-No te preocupes, será nuestro secreto.

Asi fue mi primera experiencia, siempre la recordaré.