Como pase a ser una puta.

Relato mi experiencia en Benidorm donde pase a ser la mujer que tenia escondida y que afloro llena de excesos y perversiones, para mi placer y satisfacción.

Voy a contar mis vacaciones en Benidorm, porque creo que os gustara saber como una mujer es capaz de tomar la iniciativa y ser tan lanzada y salida como un hombre, aunque he de reconocer que no es mi comportamiento normal, ya que soy más bien tímida y no puedo desmelenarme como lo hice en mi semana de vacaciones en Benidorm, entre otras cosas por estar casada, vivir en un pueblo con hijos, aunque estos son mayores y no veranean con nosotros.

Me presento me llamo Begoña y tengo 50 años muy bien llevados, mi matrimonio ya no es lo que era, mi marido ha pasado de ser un muy buen amante a pasar grandes temporadas sin ni siquiera fijarse en mí, yo que sigo siendo muy fogosa y muy caliente, me toco y me corro muchos días masturbándome imaginándome que soy follada por varios tíos, o por mis vecinos, o por desconocidos, todo vale para pillarme un buen calentón y alcanzar el clímax, además ahora me apetece follar más que nunca, ya no tengo el periodo y lo puedo hacer sin miedo, con estas mimbres empecé a fantasear hace meses con una cala nudista en Benidorm donde dijo mi marido que había alquilado un apartamento al lado justo de esa cala nudista.

Y llegó el primer dia de mis vacaciones, lo primero que hicimos solo llegar fue bajar a la cala, era una cala pequeña y había unas veinte personas, la mayoría gente mayor desnuda y algún que otro joven también desnudo con su pareja, la mayoría eran extranjeros, al llegar mi marido se desnudo y yo le seguí también, el se quedo sorprendido de mi actitud al desnudarme, vi como se le ponía dura, cuando me vio desnuda delante de todos esos hombres, mi piel blanca llamaba la atención y mi coño depilado y rosita más todavía, por mi parte, yo también estaba muy caliente al ver cómo se fijaban en mi cuerpo con descaro y se le comían algunos con la vista.

Algunos cuando estaba tumbada tomando el sol se ponían de pie enfrente y disimuladamente miraban con total atrevimiento, mi marido es alérgico al sol y se metía en una especie de cueva entre la rocas, a mi me agrada que me mire me siento muy atractiva con mis cincuenta años, me pone muy cachonda sentirme deseada, la primera tarde fue cayendo y solo nos quedamos en la playa nosotros y un hombre más que estaba al fondo justo donde terminaba la arena y comenzaban los arbustos, me fui a dar el último baño y al salir vi como el hombre que tendría más o menos mi edad y de aspecto inglés, se estaba tocando su pene,  se estaba masturbando mirando como salía desnuda del mar, y me miraba sin ningún disimulo, el pene era grande, una buena herramienta de unos 20cm, me con mi marido dándole la espalda, ya  el sol se había puesto, le comenté.

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Te das cuenta que el hombre que está detrás se la está tocando. El miro de reojo

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Menuda verga tiene, contestó, y se rio, déjale que disfrute que no hace daño.

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Eso digo yo, le conteste, voy a recoger y nos vamos.

Me levanté y me vestí, mirándole de reojo, él seguía tocándose, cogimos la ropa y nos fuimos parando por el camino, para ver como seguía tocándose mientras nos seguía con la vista, eso me puso muy cachonda y notaba como mi coño empapado quería que le relajaran, y aquella noche cuando mi marido antes de follarme me lo recordó, me hizo fantasear con follármelo en la arena comiéndome antes su enorme pene.

No podía dejar de pensar en esas enormes pollas y en esos viejos salidos con ganas de follar mi coño depilado y rosado, estaba muy cachonda y me gustaba, me tocaba y fantaseaba con ellos follandome, sentía unos calores de deseo que hacía tiempo no tenía.

Necesitaba dar placer a mi chochito que le sentía como nunca y decidí quitarme todos lo prejuicios y aprovechar las vacaciones para disfrutar sin reparos de mi cuerpo que todavía  era deseado por otros hombres y también he reconocer un poco necesitado de que le echaran unos buenos polvos.

No se si por que a mi marido le gustaba que terminará siendo una putita o bien por que me quería y ya no podía darme lo que necesitaba, la cosa fue que le entró un dolor de estómago y dijo que se quedaría en casa. Aproveche claro está para volver a la cala, aunque a él le dije que iba a la playa del poniente que era textil.

Llegue a la cala por la tarde, estaba más concurrida de lo normal, con alguna familia no nudista, lo que me sorprendió, decidí apartarme un poco y meterse entre unas rocas un poco alejada, me desnudé y empecé a darme un paseo por la arena, para que el mirón que estaba en el mismo sitio que ayer me viera y yo viera también su poya, como me ponía que me mirara y se tocará, además había otro hombre más retirado de la cala debajo un pino que también estaba mirando, me bañe y me tumbe en la roca, abrí mis piernas y doble las rodillas para sentir el calor del sol en mi coño cerré los ojos y pensé en el placer de estar desnuda y sentirse deseada, el sitio donde estaba al tumbarme nadie me veía, exceptuando el hombre que se encontraba debajo el pino medio oculto, pensé que lo mismo tenía una cámara y estaba grabando, así que me puse el brazo sobre la cara por si las moscas y así me quedé medio dormida.

Cuando un pequeño ruido me despertó de mi embeleso, era un chico negro que pasaba delante mía

Hola puedo , dijo , de la sorpresa no sabia que decir. Me atreví a decir.

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Si, no importa, mientras me ponía roja y me sentaba en la toalla.

Él se sentó muy cerca, ya que la roca no era muy grande ni había tanto espacio. Venía en bañador y con una toalla, me llamó la atención porque tenía tatuajes y cadenas de oro, era más bien pequeño y delgado con barbilla.

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Que buen dia hace, el mar está muy caliente.

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Si el agua le corregi, estaba un poco nerviosa

Mire a mi alrededor y el del pino seguía en su sitio y por lo demás nadie más nos veía, eso en parte me tranquilizó.

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Vienes aquí siempre, es la primera vez que te veo , me dijo.

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No, es la primera vez este año con mi marido.

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Y a él no le gusta el baño.

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Está hoy un poco pachucho.

La cosa se iba relajando

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Y tú estás de vacaciones.

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No, vivo aquí, trabajo.

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Ah que bien buen sitio para trabajar, donde?

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En un cine, soy el propietario con otro socio.

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Que bien me encanta el cine.

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Pues yo te invito es un cine pequeño una sala, es lo que se lleva ahora.

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Si ahora se lleva lo pequeño y me rei.

Sin querer entonces mire a su entrepierna estaba empalmado y de se veía un buen bulto debajo el bañador, asomando un capullo negro por la patera.

Mire hacia el mar.

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Bueno me voy a bañar – dijo

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Se quitó el bañador muy rápido de forma que no pudiera ver su poya y se fue al baño.

Aproveché para ponerme una blusa transparente que cubriera mi piel desnuda, creo que para provocarle más pues la verdad es que la transparencia y mis pequeños pechos con sus abultados pezones, resaltan muy picarones con esta blusa.

Salió del agua y que cuerpo, pequeño delgado pero atlético de piel brillante y un nada despreciable nabo, grande saliendo del mar sin empalmar, me lo imagine empalmado y sonreí.

Se tumbo desnudo sobre la toalla.

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Que buena esta el agua dijo

Le miré mientras seguía sentada en la roca, me gire para ponerme frente a él, abrí intencionadamente un poco las piernas para que viera mi hermoso coño y le conteste.

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Si está muy buena.

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Y donde tienes el cine

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Te anoto, no tengo boli, puedes anotar en tu teléfono

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Cogí el teléfono, dime.

Se levantó de la toalla enseguida vino hacia mi situando su polla a escaso 20 cm de mi cara, que morbo, note como mi coño se humedecia.

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Se llama sofá cinema en calle ruzafa 14 y apunta mi teléfono por si no das con ello 64……….

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Paso por mi cabeza, comerme esa polla que estaba casi en mi cara, tanto que no atinaba de lo nerviosa que estaba a escribir, pero al final cogí la dirección.

El se aproximo con la excusa de ver si lo había escrito bien y por primera vez su piel caliente y brillante toco mi piel blanca y fría, no pude más y toqué su pierna, su muslo, que sensación, que piel más suave y caliente.

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Perdona le dije.

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No pasa nada, si te gusta toca, me voy a tener que ir a bañar que me estoy poniendo muy caliente.

-

Eso tiene remedio,le dije

Y cogió mi mano y la puso en su verga.

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Menéamela,dijo

Empecé a recorrer su polla con mi mano, que caliente estaba y crecía por segundos.

  • Ponte la toalla encima que allí hay uno que nos ve, me hizo caso, aunque me dijo – no importa.

Y debajo la toalla empecé a masturbarle, que sensación, su poya crecía y mi mano casi no la abarcaba, el empezó a meterme mano, abrió mis piernas y empezó acariciar mi rajita, corrí la toalla para taparme, cerrando un poco las piernas, el quedo con su imponente polla al aire, agache mi cara y me trage su capullo, que era lo único que me cogía en la boca, le saque y empecé a repartir mi saliva por ese enorme rabo que con mis manos le tocaba ya ensalivado y con mi boca succionaba el capullo, cuando sentí que se venía en mi boca, me retire y su leche alcanzó mi cara y escurrio hasta mis pechos, mientras sus dedos hurgando en mi coño me hacían llegar al orgasmo.

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Uff que bien gracias le dije

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No quieres que te follle. Me dijo.

Me callé, le miré, le sonreí y me fui a bañar para lavarme.

Al volver me di cuenta que el inglés mirón de la otra tarde estaba en una roca próxima.

La verdad es que si tenía muchísimas ganas de ser follada, pero allí por resguardado que era el sitio, no dejaba de estar expuesto a posibles miradas.

Así que decidí una retirada a tiempo con toda mi calentura.

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Me tengo que ir ya, le dije

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Te veré mañana dijo el

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Si mañana estaré por aquí, no se sí sola. Ya veremos

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Ok esta esta a tu disposición si te ha gustado, señalando la verga.

Recogí y cachonda perdida fui al apartamento haber si mi marido me pegaba una buena follada, mientras subía en el ascensor me tocaba el coño para disfrutar de mi humedad, al llegar el estaba viendo el televisor, me quite la parte baja del bikini y me puse sobre él en plan follame.

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Que calientes viene me dijo

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Si, quiero que me folles. le dije mientras restregaba mi coño sobre su calzoncillo.

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No puedo estoy todavía con el dolor.

La noche paso y no hubo nada de nada, por la mañana no dejaba de pensar en la poya del negro, estaba nerviosa con ganas de que llegara la tarde pero no sabia si me acompañaria mi marido a la playa, no podría hacer nada y para que no descubriera mis andanzas esa mañana le puse un whassapp a Paco el negrito bonito diciéndole que si iba con mi marido no se acercara que era muy celeoso, me mando un emoticono de risa y me dijo que no me preocupara, que por la tarde el no iria. Continuará …..