Como nos gustan los festivales.

La siguiente historia es real, y nos paso hace un tiempo a mi novia y a mi en un festival. Una de las mejores experiencias que hemos vivido y por la cual abrimos un nuevo mundo de posibilidades Espero lo disfrutéis. Llevábamos tiempo pensando en subir las historias que nos ocurren o que provocamos.

Como nos gustan los festivales.

Mi nombre es Luis y tengo 32 años.

Mi chica, Mónica 26 años, de estatura media, delgada, con una cintura de escándalo una cara de diabla con mirada de buena, pero que rápido te atrapa y morena de pelo, con un mechón blanco que la hace resaltar por encima del resto. En fin. Un pibón morenazo de los que quitan el aire

Nuestra relación es una relación muy ardiente, sana y nos gusta jugar mucho. Somos muy abiertos para el sexo. Muchas veces hemos imaginado en la cama acostarnos con más personas, ponernos pruebas... Pero nunca hemos llegado a terminar haciendo nada con terceras personas.

Hecha las presentaciones paso a relatar la experiencia que vivimos en un festival en el sur de España.

Salimos un Viernes a medio día, tras salir de nuestros trabajos.

Ya de camino al festival, íbamos jugando por la carretera. Nos gusta mucho jugar mientras uno de los dos conduce. En este caso conducía yo. Ella llevaba un pantalón vaquero corto, y una camisa de tirantes negros.

Le pedí que se quitara el sujetador, y allí iba ella con sus pechos, que no siendo muy grandes, son perfectos para jugar con ellos, y tienen unos pezones perfectos.

Cuando pasábamos al lado de algún coche con chavales, se giraba y les dejaba ver parte de sus pechos.

Nos reíamos mucho de las caras que ponían.

Como íbamos por autopista podía perfectamente meterle mi mano a jugar con sus bragas, y su preciosa vulva, a la que llamo fuente de placer, porque moja espectacularmente.

El viaje se nos hizo bastante corto, entre tocamiento y tocamiento, yo acabe por correrme mientras me la chupaba. Ella término masturbándose con un pequeño vibrador, que le hacía gozarlo.

Llegamos al festival, y nos pusimos a montar la tienda, ya que se nos hacia tarde y se iba la luz.

Encontramos un buen sitio para montar nuestra tienda.

Estábamos rodeadas de otras, que parecían pertenecer a un mismo grupo de gente. Unas 10 personas mayoritariamente hombres. Aun que había dos parejas.

Empezamos a beber ya que aun que había empezado el festival hasta dentro de una hora no empezaba un grupo que queríamos ver.

Mientras bebíamos en la tienda, empezamos a hablar con el grupo de amigos que comentaba antes.

Hicimos buenas migas. Bebimos, fumamos, y tomamos algo de éxtasis (mdma).

Durante este tiempo me fije que uno de los tipos (Juan, guapo, con un buen cuerpazo, pelo negro y ojos azules) no quitaba mirada de Mónica y hablaba mucho con ella. A Mónica parecía que le gustaba hablar con él. No le di importancia porque ella es así. Muy maja y abierta sobre todo cuando está de fiesta.

Pasado el rato, decidimos irnos a escuchar algo de música, y fuimos junto con este grupo de gente que eran bastante majos todos y todas.

Era una noche perfecta de verano, aunque una vez en los conciertos hacia bastante calor. Muchos chicos iban sin camiseta, y las chicas en mini shorts, o faldas cortas. Incluso en bikini en la parte de arriba.

Mónica y yo íbamos comentando los pibones, tanto hombres como mujeres que nos cruzábamos.

Entonces le pregunte por Juan,  y me puso cara de pájara. Le había gustado.

Un poco de cachondeo, pero de verdad, me comentó que le ponía un poco.

Nos reímos y seguimos bailando.

Seguíamos bebiendo y drogándonos. Las drogas corrían bien por el grupo que hablamos formado. Íbamos bastante felices.

Mónica y yo no parábamos de rozarnos (nos encanta) y meternos algo de mano disimuladamente. Nos decíamos guardadas al oído y nos íbamos poniendo cada vez más cachondos. En un momento que le metí mano, sus bragas estaban totalmente empapadas. Mónica se puso una falda por encima de las rodillas. No muy ajustada con lo que meterla mano era sencillo.

En un momento decidimos irnos a otro escenario donde iba empezar una buena sesión. Ya era tarde y quedamos menos gente, 3 chicos, entre ellos Juan, nosotros y otra pareja.

Cuando llegamos al otro escenario estaba lleno y había poco espacio por lo que era un poco agobiante. Casi no podías moverte.

Mónica y yo nos separamos. Ella estaba al lado de Juan, luego los otros dos chicos, la pareja, y yo. No podía ir hasta Mónica, por la cantidad gente que había. Pero sin más, nos lo estábamos pasando genial.

Empezó la sesión, y toda la masa de gente se movía. Era imposible mantenerse quieto.

Empecé a ver como Mónica y Juan se pegaban más. El estaba detrás de ella.

No les veía muy bien por el movimiento del resto. Pero claramente había roce intencionado.

En un momento Mónica me miro, y me puso su cara de cachonda. La miré y la guiñe un ojo, y ambos comprendimos que podía jugar con Juan.

Nos quedamos sin bebida, entonces Juan y Mónica se ofrecieron a ir a pillar más. Se fueron.

Tardaron como 30 min, 30 min que se me hicieron eternos. Había mucha gente y era normal.

Cuando llegaron traían varias cervezas y dijeron que esa había mucha cola.

Como pude me acerque a Mónica. Juan se retiro al verme ir. Le metí mi mano por debajo de la falda y  estaba empapada no, lo siguiente.

Le pregunte  qué tal, y  que había pasado, agarrándome de la polla, me contó, que antes de ir a por las cervezas, estuvieron rozando. Que ella notaba la polla de Juan en su culo constantemente y le puso a mil. Porque yo estaba ahí, viéndolo y pensó que era una de esas historias que nos contábamos en la cama. Siguió jugando por la mirada que nos echamos.

Mientas me contaba esto, seguía tocándome mi polla ya bien dura y yo jugando con su coño.

Estaba muy cachonda, y muy salida.

Le pregunte que hicieron mientras fueron a por la cerveza.  Me pidió que no me enfadara. Riendo le dije que no, que lo hecho, hecho está y que me había puesto muy cachondo lo que veía.

Mientras hacían cola, y seguía apoyando su polla, grande y duro en su culo, Juan fue más allá y le metió mano y le hizo un dedo. La penetró con su mano.

Mónica se deshacía mientras me lo comentaba y nos masturbábamos en medio de la gente. Aun que prácticamente no se notaba. Siguió contándome, que no pudo más y se tubo q dar la vuelta para comerle la boca y agarrarle la polla.

Pero que no paso a más.

Nuestros cuerpos estaban ardiendo y ambos estábamos como pocos por follarnos.

Era bastante tarde, una vez nos bebimos lo que quedaba nos fuimos todos a las tiendas.

Cuando llegamos, solo nos quedamos Mónica, Juan y yo. Por lo que decidimos entrar en nuestra tienda a beber una par cervezas más y ponernos unos tiros de coca.

En un momento que Juan fue a su tienda a por algo, Mónica me comentó:

-¿Y si hacemos un trío?

-Amor, puede ser hoy la oportunidad que hemos buscado.

Al decir eso nos fundimos en un besazo espectacular. Se retiro de mi boca y bajo hasta mi polla.  Empezó a hacerme una mamada y justo llegó Juan que se quedo quieto con cara de que cojones pasa.

Le mire y le dije.

-No te cortes, ahí tienes el coño de Mónica.

Dicho esto la agarró de la cintura (estaba a cuatro patas comiéndomela con el culo en pompa)

Juan le bajo la falda, las bragas que eran prácticamente liquidas y empezó a chuparle el coño.

Ahí estábamos, Mónica y yo, mirándonos a los ojos con una complicidad genial y nuestras caras de cachondos que sólo vernos nos pone.

-Mónica, quieres que te folle Juan?

-Si!!, Luis, que me folle

Juan, como si fuera un esclavo nuestro, obedecía lo que le dijéramos.

Se bajo sus pantalones y dejo al aire una polla bastante gorda y larga, más grande que la mía, lo cual me jodió un poco, pero soy muy tonto, gracioso, y lo único que me salió decir fue:

-Lo vas a gozar perra.

Mirando fijamente a sus ojos, justo cuando la introducía la punta de su polla.

Mónica soltó un gemido que debió escucharse en todo el festival.

Juan empezó a follarla con más ritmo y ella no podía seguir comiéndomela del placer que le estaba dando. Juan estaba apuntó de correrse, pero Mónica no estaba dispuesta a que esto acabará tan pronto.  Se la saco y nos tumbamos los tres. Mónica me pidió q me pusiera a su espalda y jugara con su culo como yo sé. Dicho y hecho. Mientras ellos se liaban se masturbaban, y él le acariciaba sus pechos, yo le metía un dedo en el culo a Mónica y lo intercambiaba por la punta de mi polla.

Tras un rato de disfrutar del contacto de los cuerpos y de soltarnos guardadas que apenas recuerdo pero que hacían del momento algo espectacular, Mónica me grito:

-Follame el culo Luis!

Entonces, la cogí, la puse a cuatros patas y la clave mi polla bien dura en su culo. La azotaba con violencia mientras se metía la polla de Juan en la boca. El calor, el sudor, era una atmósfera de puro sexo... Se notaba que los tres íbamos a llegar al orgasmo.

Y así fue, Juan comentó que se iba a correr, Mónica le dijo que se corriera en su boca y pechos, lo que hizo que me pudiera aun más guarro provocándome el orgasmo a mí, dando una embestida final que hizo que Mónica se corriera. Y ahí estábamos los tres corriéndonos a la vez. Juan en la boca de Mónica, yo en su culo, y ella retorciéndose de placer

Caímos los tres rendidos. Tras un rato respirando, y cogiendo aire, Mónica se dirigió a Juan y le dio un besazo, le dio las gracias y le invito a irse a su tienda.

A la que Juan se fue, Mónica  y yo nos fundimos en un abrazo espectacular, nos amamos con nuestros cuerpos y volvimos a follar ella y yo, suave y apasionadamente hasta llegar a otro orgasmo.

Acabábamos de cumplir una fantasía.

No dudeís en escribirnos y decirnos que os ha parecido

parejalibreysana@gmail.com