¿Cómo mori?

¿cómo morí?

-acabo de entrar, ¿los francotiradores? – decia yo a traves de mi comunicador.

-no tienen angulo de vision, tendras que hablar con el – decia mi jefe.

Joder joder, un tio se pone en la azotea del edificio mas centrico de la ciudad con una bomba de hidrogeno con capacidad de de convertir la ciudad en un crater y al parecer soy el unico que puede evitar esta mierda.

Me encuentro con el sujeto ese, lleva orejas de soplillo, gafas de culo de botella, un monton de granos, dientes descolocados, una nariz con grandes aletas nasales, mide 1,49 metros de altura, bastante redondo y con halitosis que podria olerlo a distancia.

-¿qué quiere? Podemos negociar.

-¡no! ¡no quiero negociar! ¡quiero destruirlo todo! – dijo el adefesio

-calma tio, ¿por qué quiere destruirlo todo.

-¡nadie me acepta! – gritaba histerico.

-respire despacio, venga, ahora cuenteme ¿qué le pasó?.

-¡no le importa! – dijo el sujeto ese.

-mire, si me lo cuenta, tal vez podamos ayudarle ¿no cree?.

El sujeto parecia mas calmado, decidio contarme su vida.

-desde niño era timido con las chicas, pero cuando intentaba acercarme a ellas me huian, cuando llegue a la adolescencia, todos follaban como conejos mientras que a mi ni me dejaban mirar siquiera, el baile de fin de curso habia mas chicas que chicos, pero las que no tenian pareja, bailaban entre ellas para evitarme, en los autobuses nunca he tocado un culo por respeto, pero cuando uno tocaba el culo de la chica ¿quién recibia el golpe? ¡yo! Mientras escuchaba los insultos mas horribles que escuche jamás, las cuatro chicas que me aceptaban me decian que querian empezar como amigos mientras se tiraban a sujetos que solo la consideraban objetos, pero cuando me tocaba consolarlas, pobre de mi como se me ocurriera tocarlas, en cuanto a las prostitutas, siempre conseguian marearme para que las pagara sin haber ninguna relacion sexual, ahora me ocupo de la seccion de ninfomanas del hospital psiquiatrico y ¿sabe? ¡se han vuelto asexuales!.

No me extrañaba con esa cara, pero tenia una bomba, he de convencerle para que no la detone y se deje atrapar.

-oiga, creo que no soy el más idoneo para escuchar su problema, ahora mismo viene mi compañera, calmese, ella es más abierta.

¿abierta? Ya lo creo que era la más abierta, ¡era la más puta del cuerpo! No tenia compañero porque se lo cepillaba, las compañeras las violaba y los pobres perros antidroga se alejaban porque les dejaba secos, en cuanto a los prisioneros siempre acababan cantando para que ella no les maten a polvos.

Oigo el helicoptero, ella ha llegado, es el polvo que salvara la ciudad.

Ella era esbelta, ojos azules, pelo moreno que le llega hasta los tobillos, su provocativo vestido apenas podia contener esas tetazas, esa cintura de avispa, esas piernas torneadas, yo creo que ella es el resultado de un experimento para crear a la folladora perfecta.

Ella me agarro el paquete mientras me decia.

-¿dónde esta el de la bomba? Os voy a follar hasta que se os gaste – decia ella con sensualidad

le señale al sujeto que saludo timidamente.

¡respondió con cara de asco! ¿cómo mierda es posible? El coño más hambriento conocido rechazaba una polla, es cierto que no es precisamente george cloonye, intento convencerla de que debe salvar la ciudad, pero ella me arranca la ropa, intento zafarme pero me tumba y empieza a follarme.

Menudo paronama, nosotros follando y el mirando con triteza y rabia, empujo a la zorra, pero me agarra la polla como si estuviera pegado a ella, avanzo hacia el tio de la bomba, pero el dice.

-¡se acabo! ¡ya estoy harto de que todo el mundo folle menos yo!.

Ahora estoy en la cola para ver si me toca el cielo o el infierno, miraba con malas pulgas a esa tia que los angeles han mantenido atada para evitar molestar a los otros usuarios, me preguntaba si podia un muerto morir, porque tenia ganas de estrujarle el cuello