Como mi vida se empieza a salir de control 2

Despues de una experiencia unica quedo marcada y con ganas de repetir

Como mi vida empieza a salirse de control (2)

Hola, nuevamente, en mi anterior relato les conté mi primera gran experiencia, la cual sin dudas le daría un rumbo totalmente diferente a mi vida. Si no tuvieron la oportunidad de leerlo les cuento que fue una de esas noches en la que por dejarse llevar por las hormonas, se disfruta mucho, es cierto, pero también te hace perder el control de las cosas y eso es importante conservarlo. Fue una noche tremendamente ardiente con mi amiga Claudia, su amigo miguel y su primo Camilo. Los 4 tuvimos la que fue sin dudas nuestra mejor experiencia sexual.

Había pasado casi un mes desde aquella noche y aunque no me crean eran pocas las veces que hablaba sobre el tema con mi amiga Claudia. El simple hecho de recordar lo que fui capaz de hacer esa noche me hacia ponerme como un tomate. Me daba una pena inmensa, no sé porque me pasaba eso, por más que Claudia trataba de actuar de manera natural y por más de que en una oportunidad me dijo que eso que hicimos fue producto de querer experimentar cosas nuevas, que no debía sentirme mal por eso y que muy seguramente muchas chicas lo habrían hecho también y que nadie jamás se entero. Ese día ella me tranquilizo un poco. Sin duda lo que más me atormentaba era que la gente se enterara. Y muchas veces le hice pro0meter a Camilo que nunca le dijera a nadie. El era un gran chico, pero hombre después de todo. Y no es por querer hablar mal de los hombres, pero muchos de ellos se llenan de orgullo contando sus experiencias, y me aterraba que algún día el pudiera contarle a sus amigos y todo ese rollo.

Aun con todo el rollo que me armaba en la cabeza tuve algunos encuentros más con Camilo. No sé cómo pero lograba convencerme. Eso me daba rabia por un lado, por ser tan débil con él, pero pensaba que si no accedía a lo mejor lo tomaría a mal. Ya después de cierto tiempo el logro ganarse mi confianza y más aun cuando me confesó que tenía una novia. Sentí un gran alivio. Cuando la conocí me dijo al oído que ya no podríamos seguir con nuestros juegos lo cual lo lamente por un lado pero por el otro sentí que me quitaba un gran peso de encima.

Con Claudia hablaba muy regularmente. Nos hicimos más amigas que antes, y casi todos los días nos hablábamos a pesar de que vivíamos algo lejos. Pero ya casi ni tocábamos el tema en cuestión. El no hablar con ella sobre eso me confundía, a lo mejor ella tenía razón, muchas chicas experimentan y no lo hablan con nadie. Y seguramente ella quería dejarlo en el pasado. Era lo que habría querido yo. Pero no se porque motivo pero no dejaba de pensar en eso. Y me revolvía la cabeza en las noches.

Que me pasa, porque no dejo de pensar en eso? Me preguntaba. Quería pregúntale a Claudia si ella también pensaba en eso pero me daba pena.

A la mañana siguiente al despertarme me sorprendí. Mi tanga estaba empapada. O por Dios. Fue tanta la excitación con la que me desperté que me toco masturbarme. Era la primera vez en mi vida que lo hacía. Con mis dedos jugaba con mi chucha. Me baje la tanga y me quite la blusita que llevaba quedando desnuda en mi cama. Me acariciaba todo mi cuerpo y mis dedos los llevaba a mi chucha, luego empecé a meter uno por uno. Dios que rico sentía. Me estaba matando yo misma. Jamás me hubiera imaginado en esas. Pero que podía hacer, solo seguí masturbándome. Luego de algunos minutos sentí como mi chucha soltaba mis jugos. Quise gritar pero para no alarmar a nadie en mi casa me contuve. Dios que orgasmo tan rico el que acababa de tener, y logre venirme imaginándome con Camilo y con miguel. Imagine como los dos se apoderaban de mi como aquella noche. Imaginaba sus manos rozando todo mi cuerpo, sus labios recorriéndome. Dios fue increíble.

Luego de eso me bañe y me cambie. Estaba descontrolada, y sin dudas ya lo que quería era repetir lo de esa noche. Quería sentir a dos hombres nuevamente. Por más que trataba no podía dejar de pensar en eso, ese día en clases estaba perdida en mis pensamientos, pero como podía lograr estar con Camilo y miguel?, ya miguel tenía una novia y me dio a entender que no podíamos seguir viéndonos, y miguel no estaba en el país, me la pase toda la tarde divagando. Fue entonces cuando pensé en Claudia. Será que ella querrá repetir nuestra aventura. Si le dijo que pensara de mi?, no sabía qué hacer. Por mucho que lo pensé no encontré la manera de hablar con Claudia.

A día siguiente la historia fue similar. Al despertarme me toco volver a masturbarme, esta vez estuve más intensa. Y el orgasmo fue más brutal. Otra vez como ayer me imagine con miguel y Camilo. Imaginaba sus vergas abriéndose camino en mi chucha y mi culito. Imaginaba como se venían en mis tetas y mi rostro.

  • Dios que pasa conmigo? Que son estas calenturas. No dejaba de hacerme esas preguntas. Sin duda yo no era así. Porque me pasa esto?

Estando en clases, y divagando igual que ayer finalmente me decidí a hablar con Claudia. Que piense lo que quiera pensar, me dije. Si ella también quiere será más fácil para mí. Le hable por celular pero no le dije nada. Solo que necesitaba preguntarle algo, que en la noche llegaría a su casa. Pero mi plan se vería seriamente frustrado aunque aun no lo sabía.

Uno de los profesores dejo un trabajo para presentar al día siguiente, en esa materia iba un poco mal así que no me podía dar el lujo de no hacer el trabajo. Bueno que más da. Me dije.

Al llegar a casa no había nadie. Mi madre estaba trabajando y mi hermano que estaba en época de parciales estaba estudiando con sus compañeros. Era la 1.30 de la tarde. Cuando termine de almorzar me dispuse a hacer el trabajo. Se me había olvidado todo lo que había pensado en esos últimos días. De repente el sonido del teléfono interrumpe mi concentración.

  • Alo?
  • Hola caro, como estas?
  • Bien, quien habla?
  • Soy yo, Ricardo, que haces?
  • Ah, hola rica, no nada, voy a empezar el trabajo y tú?
  • Ah pues yo también, pero te llamaba pa preguntarte si podemos hacerlo contigo?
  • Y eso?
  • Si, es que Manuel y yo casi no entendemos esa vaina y como tú tienes el libro.
  • Ah bueno, sí, pero toca en mi casa
  • Ah, listo, a qué hora vamos.
  • No sé, ya voy a empezar, no sé si se vienen ya
  • A listo entonces ya salimos.
  • Bueno chao.

Ricardo y Manuel son dos de mis mejores amigos la universidad. Y muchas veces nos reuníamos a estudiar y todas esas cosas. No imaginaba que esa reunión iba a terminar con lo que había imaginado todos estos días. Pero no me adelanto.

Yo como siempre que ellos vienen prepare algo de jugo y compre unas galletas para comer.

Ellos llegaron mientras preparaba el jugo. Les abrí la puerta y entraron. Se sentaron y de una iniciaron a leer.

Yo mientras en la cocina normal seguía preparando las cosas. Cuando otra vez suena el teléfono.

  • Alo?
  • Hola mi amor que haces?
  • Hola mami, no nada aquí con Ricardo y con Manuel estudiando
  • Ah, nena te llamaba pa avisarte que hoy llego un poco tarde?
  • Y eso mami?
  • Es que tengo que cubrir a una compañera y llega un poquito tarde.
  • Bueno mami.
  • Bueno, le avisas a tu hermano.
  • Ok

Era normal que mi mama llegara tarde, muchas veces cubría a una amiga en el turno nocturno.

Pero como cosa del destino, las cosas seguían dándose para que esa tarde hiciera desastre. A los pocos minutos me llama mi hermano.

  • Hola manita, que haces?
  • Na, mani, estudiando y tu.
  • Con unos compañeros preparando una exposición y me demoro.
  • Ah ok, y como a qué hora llegas?
  • Pues no sé. Pero tarde porque apenas empezamos.
  • Bueno listo.
  • Chao.

Al colgar el teléfono pensé. Estaré sola en mi casa toda la tarde y comienzo de la noche. Mi hermana y mi papa estaban de viaje y no regresaban si no hasta dentro de 4 días.

Ahí fue cuando recordé nuevamente y mis calenturas se adueñaron de mí.

No sabía qué hacer. Pero nada más de imaginarme eso, mi tanga se humedecía. Por dios , contrólate caro. Qué te pasa?. Esto no está bien.

Trate de disimular con mis amigos. Pero la forma como estaba vestida no ayudaba mucho. Tenía una falda cortica tipo jean y un top negro el cual dejaba ver gran parte de mi busto.

Estaba muy caliente y ya me era difícil ocultarlo así que deje a un lado el pudor, la moral, mis principios y empecé a actuar como una perra en celo.

Me inclinaba mucho para que ellos tuvieran una mejor imagen de mis senos. Ellos notaron rápidamente como trataba de provocarlos, no era una experta en ser sutil en ese tipo de cosas, y terminaría pagando caro.

  • Qué te pasa caro?
  • Que me pasa de qué?
  • No sé, te ves rara
  • Rara cómo?
  • No sé, te noto nerviosa
  • No, para nada.

Me levante horrorizada y me fui hasta la cocina. Dios caro, que estás haciendo. No puedes hacer esto. Por dios contrólate.

Pero por más que trate de controlarme no pude. Y al salir nuevamente Manuel me tomo por la espalda y me abrazo. Rodeo sus brazos por mis senos y me apretó muy fuerte.

  • Ya sé lo que tienes.
  • Ah sí, y que es?
  • No lo sientes?
  • Sentir qué?

No me respondió y apretándome más junto a el comprendí lo que trataba de decirme. Su pene estaba durísimo y me lo estaba arregostando en mi culo. O por dios, me la restregaba descaradamente y me dijo.

  • Eso es lo que quieres cierto?

Me quede callada, pude sentir como me puse colorada, y no hallaba que decir, pero mis calenturas hablaron por mí. Mi mano izquierda se dirigió hasta su paquete y lo comencé a acariciar.

  • Lo sabía. Quieres hacerlo?
  • Sí, quiero que me lo hagan
  • Como así, acaso quieres que Ricardo también te lo haga?
  • Si.
  • Dios caro, estas bien cachonda.

Y era cierto, ya no podía tratar de disimularlo, tenía ganas de hacerlo y era tal mi desesperación que sin decirle una sola palabra me voltee y me agache. Le baje la bragueta y le saque la verga. De una comencé a mamársela. Dios. Que rico. La engullía completa. Mi mano la puse en la base de su pene y mientras le hacia una paja mi boca jugaba con su cabeza. El juagaba con mi cabello. Sus dedos me masajeaban el cabello y me empujaban más y más hacia su verga. Dios que rico sentía. Pero eso no era lo que quería. Así que llame a Ricardo.

  • Ricardo ven acá.
  • Voy
  • Ven rápido.

Al entrar y verme mamándosela a Manuel se sorprendió

  • Caro que haces?
  • Chupando Ricardo, que no ves. Anda saca la tuya.

El sin dudar se saco la verga y la puso junto a la de Manuel. La tome con mi mano izquierda mientras que con la derecha tomaba la de Manuel. Las metía a mi boca una después de la otra. Dios mi chucha estaba que inundaba mi tanga. Ellos estaban sorprendidos con mi actitud pero excitados como seguramente nunca lo habían estado.

  • Wow caro, como chupas de rico sigue por favor.
  • Si mami, la chupas delicioso.
  • Jamás imagine que tú fueras tan cachonda caro.
  • Sí, siempre fuiste tan seria, tan juiciosa.

Yo los miraba y metiéndome sus vergas en mi boca solo sonreía. Cuando ya quería ser penetrada les pedí que subiéramos a mi cuarto.

Al entrar Manuel me tiro a mi cama. Empezó a quitarme la falda mientras Ricardo me puso su pene en mi boca. Yo se lo volví a chupar mientras que Manuel seguía quitándome todo. Cuando me vine dar cuenta el se pego en mi chucha y la comenzó a lamer. Me quería retorcer del placer que sentía. Era inimaginable, incluso más intenso que cuando estuve con Camilo, miguel y Claudia. Esta vez era diferente, era más intenso a tal punto que el orgasmo que tuve fue el más salvaje que haya tenido jamás. O por dios, que rico sigue por favor no pares. Solo le decía eso a Manuel mientras Ricardo me metía su verga en mi boca.

Luego de unos segundos Manuel me pidió que me pusiera en 4. Yo obediente me levante y le di la espalda para colocarme en 4. Ricardo delante de mí se arrodillo en la cama y yo seguí chupándosela mientras Manuel acomodaba su verga en mi chucha. Sentía como su cabeza acariciaba mis labios vaginales. El me acariciaba lo cual me hacia estremecerme. Luego de un solo empujón me la metió completa. Hay dios mío que rico papi. Solo decía eso. Dame así papi, no pares, sigue, más, más. Estaba ya completamente perdida de la excitación. Y sin dudas sin control de nada.

Mientras chupaba la verga de Ricardo me aviso que estaba a punto de correrse. No termino de decirlo cuando mi boca se inunda de su leche increíblemente espesa y muy caliente. No pude tragarla toda. Me escurría por mi cara y hasta alcanzo a caer en la cama. Pero no le di importancia a eso y más cuando siento como es mi chucha la que es bombardeada con más leche, esta vez Manuel se había corrido sin avisarme. No me estaba protegiendo pero no le di importancia a eso. Sus manos en mi cintura me halaban hacia él y sentía como mis nalgas golpeaban en su pelvis. Entonces me gire y comencé a chupársela a Manuel ahora. Mientras Ricardo me metía sus dedos. Estaba chupando a Manuel cuando de repente siento como Ricardo me empieza a penetrar. Ya estaba a punto. El me daba más rápidamente que Manuel. Eso me gustaba. Al rato cambiamos de pose. Esta vez Ricardo se sentó el en borde de la cama y me hizo sentarme en su verga. Me senté lentamente. Cuando ya me había entrado más de la mitad me tomo por mis hombros y me empujo hacia abajo haciendo que me entrara completa.

  • Hay que rico.
  • Te gusta mami.
  • Me encanta.

Empecé a subir y bajar mientras que Manuel se ponía frente a mí y me la metía en la boca. Me incline un poco para poder mamársela cómodamente. Ricardo me acariciaba los senos, sentía como sus dedos me pellizcaban los pezones. Que rico se sentía. Seguía subiendo y bajando sobre la verga de Ricardo mientras que a la vez chupaba la verga de Manuel. Parecía una completa experta. Hasta les decía como hacerme para que estuviéramos cómodos.

  • Wow caro. Me dejas sin palabras. Eres una completa bandida.
  • Si, lo soy, pero no pares de cogerme.
  • No lo hare.

Así estuvimos hasta que tuve un nuevo orgasmo. Mis piernas estaban empapadas y al golpear con las de Ricardo hacia un sonido que nos hizo soltar una gran carcajada.

Entonces me levante. Tome la verga de Ricardo y la comencé a chupar mientras le daba la espalda a Manuel. Sigue cogiéndome. El sin más me tomo la cintura y me acomodo la verga en mi chucha. Me la metió de una. Sentía como me entraba toda y la sacaba completamente. Sin dudas tendría una gran vista de mi chucha dilatada. Lo hacía cada vez más rápida, hasta que sin querer me la metió por el culo, aunque no entro casi nada pude sentir como si si me hubiera entrado completa. Pegue un grito más de queja que de placer.

  • Por lo menos avísame que me vas a encular.
  • No, es que no quería meterla por ahí.
  • Bueno ten cuidado.
  • Pero la puedo meter.
  • No preguntes nada. Hazme como quieras.

El atento a mí me dijo que me la iba a meter por el culo.

Me acomodo la verga en el culo y lentamente la empezó a meter. Dios que rico sentía. Recordé como esa noche tenía dos penes dentro de mí y como esta noche estaba a punto de estar así nuevamente lo cual me hizo tener un nuevo orgasmo. Mis piernas estaba temblando y mi corazón latía como loco. Pero Manuel no paraba de cogerme por el culo y Ricardo otra vez me lleno la boca de leche. El gemía como loco y yo me tragaba toda su lechita, le lamia la cabeza y lo masturbaba para que siguiera botando leche. Le succionaba la verga y se la deje sequita. Lo mire a los ojos y le dije. Qué rica leche papi.

Entonces le pedí a Manuel que parara. Me acomode en la cama y levante mis piernas, el me las alzo mas y las acomodo sobre sus hombros, así me la volvió a meter por el culo. Me daba con una fuerza y tan rápidamente que no tardo en correrse. Su leche escurría por mi culo y bajaba por mis nalgas. El también gemía como loco. Me acariciaba mis tetas y me las chupaba muy deliciosamente.

  • Caro, estas riquísima. Debo confesar que siempre imagine como seria coger contigo pero jamás pensé que pudiera lograrlo.
  • En serio siempre imaginabas esto.
  • Si mami, siempre lo imaginaba.
  • Y tu Ricardo, también imaginabas cogerme.
  • Obvio, tu estas muy buena, muchas veces me hice pajas en tu nombre.

Soltamos otra vez una gran carcajada.

Cuando otra vez se les paro les pedí que me la metieran a la vez.

  • En serio quieres eso.
  • Si métanmela las dos a la vez.

Acomode a Manuel en la cama y comencé a bajar sobre él. Su verga empezaba a entrar en mi culo, era algo indescriptible, cuando ya me la metió toda me arrecosté sobre su pecho y abrí mis piernas dejando a Ricardo a pleno para que me la metiera por la chucha. El se acomodo lo mejor que pudo y empezó a metérmela. Entonces los dos comenzaron a moverse rítmicamente. Sentía como las dos vergas se rozaban dentro de mí. Wow, era increíble, Ricardo me miraba y me decía.

  • Te gusta mami.
  • Me encanta, no paren. Sigan
  • Sigue disfrutando mami.

No tengo palabras para describir lo que sentía en ese momento. Tuve dos orgasmos casi seguidos en esa posición. Manuel se movía debajo de mi tan delicioso que mi culo casi ni lo sentía, mientras Ricardo que era el que más se movía, la metía y la sacaba rápidamente. Lo miraba a los ojos. El me veía fijamente, nuestras miradas indicaban que estábamos plenamente felices con lo que hacíamos. Fueron casi 15 minutos así. Finalmente Ricardo se corrió. Casi toda la leche me la echo en las tetas y la barriga. Yo me la untaba en todo el cuerpo. Mientras sentía como perdía la erección dentro de mí. A los pocos minutos Manuel me lleno el culo de leche. Me levante y me voltee. Esta vez dándole el frente me senté sobre él. Acomode la verga en mi culo y comencé a cabalgarlo. El me acariciaba mis senos y yo apoyaba mis manos en su pecho. Me sentía la mujer más feliz de mundo en ese momento, había olvidado todo, que estaba en mi casa, que nunca lo había hecho ahí por respeto con mi mama. Estaba vuelta una extraña. Pero no me importaba, la sensación era la que yo quería volver a sentir y finalmente lo había logrado. Cuando note ya estaba todo oscuro. Eran las 5.30. me levante y me puse a organizar el desorden. Los tres desnudos en mi habitación tratamos de organizar.

  • Oigan, esto que paso es nuestro secreto.
  • Claro mami, nadie tiene que saberlo, así podemos repetir cierto?
  • Puede ser.

Cuando ya organizamos todo y cambiamos la funda ellos estaban otra vez a punto.

  • Vaya ustedes sí que no se les acaban las energías
  • Es que con una mamasota como tu quien no se pone así.
  • Vengan

Me puse en 4 para que me cogieran. Ricardo me tomó por la cintura y Manuel se puso delante de mí. Se la empecé a chupar. Ricardo me la metía por la chucha. Dios otra vez estaba prendida. Así tuve mi último orgasmo de la tarde. El me la metía como loco. Me daba rapidísimo. Mientras que yo como una loca mamaba a Manuel. Mis gemidos eran muy agudos y Ricardo golpeándome por detrás de esa manera no demoro en correrse. Me lo echo en la espalda. Pude sentir como casi llegaba hasta mi nuca.

Entonces le pedí a Manuel que me cogiera él. El me acomodo, me sentó en el borde de la cama y me la metía por la chucha. Mientras yo le chupaba la verga a Ricardo, perdía erección lentamente hasta que finalmente la perdió por completo. Manuel seguía envistiéndome, me chupaba mis pezones. Era riquísimo. Entonces cuando ya se venía me la saco y me lo echo en las tetas. Casi no eyaculo. Entonces yo me arrodille y se la chupe hasta que también perdió la erección.

Ya con ellos agotados y yo plenamente satisfecha les pedí que me esperaran mientras me bañaba. Pero ellos me dijeron que se bañaban conmigo. No me disgusto la idea. En el baño me acariciaban y me abrazaban, sentirme rodeada de ellos enjabonados fue muy excitante. Pero ya estábamos muy cansados. Salimos de la ducha, volvimos a arreglar todo y salimos a la sala. Continuamos el trabajo, a las dos horas llego mi hermano. Me puse un poco nerviosa y mis amigos también. Pero tratamos de disimular. Cuando mi hermano se metió en su cuarto les pedí que por favor guardáramos el secreto. Ellos me juraron que lo harían. Igual estaban re felices con la idea de repetirlo. Cuando terminamos el trabajo eran las 10.20, hubiéramos terminado antes de no haberme puesto en esas pero después de todo no me arrepiento de nada.

Espero que les haya gustado. Escríbanme sus comentarios y si quieren estar en contacto dejen sus correos.

Después continuare relatando como mi vida continua saliéndose de mi control.