Como mi mujer me hizo cornudo y maricon (4)
Continuo contando las experiencias que hemos vivido, en esta ocasion mi mujer me lleva a un club de intercambio de parejas y vuelve a hacerme cornudo una vez mas.
En primer lugar quiero dar las gracias a todos los lectores por las muestras de cariño que estoy recibiendo y que me animan a seguir escribiendo y por tanto a desgranar mi vida sexual con mi mujer, haciendo que todos vosotros seais conocedores de nuestras mas intimas experiencias.
Lo que voy a relatar paso poco despues de lo sucedido en mi casa, concretamente dos semanas despues. Era sabado por la noche y despues de cenar no habiamos hecho planes para salir y estabamos medio aburridos viendo la tele en casa, cuando haciendo zaping sintonizamos un programa de cuatro en el cual hablaban de los clubs de intercambio de parejas, estuvimos viendolo y de repente Maria que por aquel entonces no me preguntaba ya si quiera lo que me apetecia hacer o no, sino que se limitaba practicamente a darme ordenes, me dijo que le apetecia ir a un club de este tipo, que se iba a arreglar para salir y que tenia dos opciones, acompañarla o quedarme en casa.
Asi que nos vestimos los dos, ella con un vestido color plata con un pronunciado escote, abierto por la espalda, muy entallado de cintura y bastante corto y unos zapatos de tacon a juego que a su vez tienen como una especie de enredadera que sube hasta la pantorrilla y le hacen unas piernas fabulosas, yo me puse un traje negro de corte moderno con camisa blanca de gemelos y sin corbata que me daba un cierto aire informal pero yendo bien vestido.
Nos dirigimos a un club liberal que hay en nuestra ciudad y que ya conociamos en el que hay un ambiente bastante selecto y te permite tomar unas copas con tranquilidad sin que nadie te moleste al menos que tu quieras, una vez dentro nos atendio como siempre la relacciones publicas del local y despues de los saludos de cortesia nos dirigimos a uno de los reservados privados para acomodarnos y tomarnos una copa. El reservado se encontraba en uno de los pasillos que conectan la sala central de baile con las respectivas habitaciones tematicas de las que dispone el local por lo que es una zona frecuente de paso, pero para protegerlo de las miradas lascivas de los viandantes, esta provisto de unas gruesas cortinas negras que una vez corridas te dan una cierta intimidad. Este en su interior dispone de dos sofas uno frente al otro con capacidad para dos personas cada uno y una mesa de cristal en el centro para poder depositar las copas.
Nos acomodamos en su interior y cerramos la cortina para estar un rato solos y poder degustar nuestras consumiciones con tranquilidad, pero Maria me hizo sentarme enfrente suya quedando cada uno de nosotros en un sofa distinto y por tanto separados por la mesa central. Una vez alli y escuchando los gemidos provenientes de todas las partes del local, comenzamos a charlar entre nosotros sobre las experiencias que habiamos vivido en las ultimas semanas y de que manera habian incidido en nuestra relaccion de pareja, poco a poco entre la bebida y la conversacion los dos nos ibamos calentando pero ninguno tomaba iniciativa alguna en ningun aspecto.
Tras un buen rato nuestras copas se vaciaron y cuando me disponia a ir personalmente a la barra a por otras, Maria se levanto y me dijo que me quedara sentado que iba a ser ella quien iria a por las copas. Mientras mi mujer se acercaba a la barra y empujado por la alta temperatura del local me quite la americana del traje y me desabroche un par de botones de la camisa para estar mas comodo, Maria no tardo demasiado tiempo en volver con otro par de bebidas pero a parte de los vasos de cristal con sus pertinentes combinados, detras de ella venia un señor con el pelo cano de unos 47 o 48 años, vestido con un traje gris claro entallado, de unos 180 centimetros de altura, delgado, de cuerpo atletico y en resumidas cuentas con un porte imponente.
Me fue presentado como Carlos y Maria me dijo en ese momento que lo habia invitado a sentarse a hablar con nosotros. Yo sabia que a Maria siempre le habian puesto los hombres adultos, mucho mas que los "niños" y que si lo habia invitado a pasar al reservado no era solo para hablar, asi que de alguna manera mi polla comenzo a despertar de su letargo y empezo a notarse un pequeño bulto en mi pantalon.
Al principio conversamos de cosas banales, pero poco a poco nos fuimos encaminando hacia otros temas para terminar hablando exclusivamente de sexo. Como ya habia una cierta confianza y Carlos y Maria estaban sentados en el mismo sofa, ocupando yo el de enfrente en solitario, hubo un momento en el que Carlos puso su mano derecha encima de la rodilla de mi mujer provocando que yo tuviera una ereccion descomunal la cual no paso inadvertida para este.
Fue entonces cuando con bastante descaro se dirigio hacia mi y me dijo que por lo que acababa de comprobar me gustaba que tocasen a mi mujer delante mia, yo no respondi nada pero a Maria se le escapo una risita sarcastica y le dijo textualmente: !Si solo fuese eso lo que le gusta al mariconazo este! !seguramente esta deseando hacerse una paja viendo como me follas! Carlos sin dudarlo un instante y tras oir a Maria comenzo a deslizar su mano con direccion al chochito de mi mujer mientras me preguntaba si lo que acababa de escuchar era cierto. A lo que yo me limite a asentir con la cabeza, Carlos estaba empezando a tomar el control de la situacion, continuo deslizando su mano por las estilizadas piernas de Maria enterrando esta en el corto vestido que llevaba y no tardando en rozar su clitoris por encima del tanguita, logrando que Maria soltase un pequeño gemido.
A su vez y sin cortarse un pelo Carlos se dirigio hacia mi y me dijo que me sacara la polla y comenzara a pajearme que queria ver lo cornudo que podia llegar a ser. Yo obedeci sin mas, liberando mi polla de su encierro y comence a pajearme mientras Carlos seguia metiendo mano a Maria.
Al ver mi polla este se rio y le dijo a mi mujer que si con esa mierda llegaba a correrse, Maria le dijo que pasara de mi y que se dedicara a ella. Entonces Carlos acerco su boca a la de mi mujer y le atizo un morreo metiendole la lengua hasta la campanilla, por supuesto este fue plenamente correspondido.
Poco a poco el cuerpo de Maria fue sobado por entero y consiguio a buen seguro mojar el tanguita de esta. Entonces Carlos se bajo el pantalon y despues el slip dejando al descubierto una polla no excesivamente larga pero de un grueso descomunal y agarrando a Maria por el cuello la guio hacia su imponente verga que no tardo ni un suspiro en meterse en la boca realizandole una mamada con gran desenfreno.
Tras un buen rato en esta postura los dos se desnudaron por completo y entonces Maria le dijo a Carlos que no queria seguir delante del mariconazo de mierda que tenia delante, que preferia estar a solas con el para poder disfrutarlo al maximo.
Asi que Carlos me miro a los ojos y me dijo, que se iba a llevar a mi mujer a la habitacion tematica de los cristales, que me quedara tranquilo porque se la iba a follar como nunca se la habian follado antes y que yo me dedicara a hacer lo que sabia que era pajearme.
Dicho esto los dos abandonaron el reservado y se fueron cogidos de la mano completamente desnudos y a traves del pasillo se introdujeron en dicha habitacion. Yo sali detras de ellos y me coloque en una de las paredes laterales de la habitacion y a traves de uno de los cristales reflex de los que disponia me puse a observar como Carlos colocaba a Maria encima de la cama redonda y muy sensualmente la abria de piernas e introducia su cabeza en su chochito para comerselo con frenesi.
Maria comenzo a jadear dejando que sus sonidos se escucharan perfectamente desde donde yo me encontraba poniendome enormemente caliente y no pudiendo evitar pajearme como un poseso. Ademas no era yo solo el miron ya que en otros cristales habia mas gente observando.
Cuando Maria se corrio por el clitorix casi se vuelve loca y le suplico a Carlos que se la metiera, este hizo realidad sus suplicas y agarrandola por los tobillos, la abrio de piernas y apuntando su polla hacia el agujerito de mi mujer se la clavo de un solo golpe provocando en esta un enorme grito de placer, asi estubo bombeandola haciendo que Maria se corriera al menos tres veces, Maria estaba totalmente entregada y asi se lo hizo saber a su macho diciendole que ya era suya y que por favor se corriese dentro de ella, Carlos cumpliendo los deseos de su hembra hizo lo que se le solicitaba y se corrio dentro del chochito de Maria a la vez que le daba un beso en la boca.
Yo por mi parte acabe poniendo la alfombra de color blanco con una corrida descomunal y me fui a esperar a la parejita a el reservado. Al instante aparecieron con una sonrisa de oreja a oreja y tomaron asiento para descansar del esfuerzo realizado.
Maria entonces me obligo a ponerme de rodillas delante de ella y me hizo meter mi cabeza en su coñito para que oliera el semen que su amante le habia inseminado mientras me insultaba y humillaba diciendome que Carlos si que era un verdadero hombre y no el que tenia delante.
Al cabo de un buen rato los tres abandonamos el local y ya en la calle nos despedimos, Maria le propino un morreo en la boca y le dio las gracias por el buen rato que habia pasado, yo le di la mano y tomamos caminos distintos.
No lo hemos vuelto a ver pero nos queda un recuerdo muy grato de aquella noche. Un saludo a todos y espero que disfruteis leyendo nuestra vivencia.