Como mi mujer me hizo cornudo y maricon (3)
Continuo contado como cambio la relaccion entre mi mujer y yo y a los limites donde puede llegar mi bisexualidad
Como ya avance en mi anterior relato, Daniel me propuso volver a vernos de nuevo pero esta vez en mi casa.
Asi que poco a poco fui preparando a Maria para darle una nueva sorpresa alegando que en esta ocasion me tocaba a mi organizarlo todo ya que de la anterior se habia encargado ella. Maria me dijo que me tenia pavor, y que no se fiaba en demasia de mi ya que visto lo visto habia llegado a limites insospechables pero que si no habia otro remedio accederia a montar otra juerguecita sexual.
En mi ultimo encuentro con Daniel el me habia comentado que le apetecia quedar en mi casa pero no me dijo exactamente que era lo que queria hacer y yo aquel dia entre la excitacion que me habia provocado la droga que habia consumido y el propio encuentro sexual mantenido en la clandestinidad acepte la propuesta ofrecida por este sin ni siquiera saber de que se trataba.
Asi que proximo el fin de semana me apresure a telefonear a Daniel con el objeto de confirmar el encuentro y a la vez tratar de socabar algo de informacion, pero lo unico que consegui fue recibir ordenes para cumplir y la hora a la que vendria a mi casa el sabado. Me dijo que llegaria a eso de las 11 de la noche y que esperaba que estuviese todo preparado como el habia ordenado, lo unico que consegui sacarle fue que trajera mas polvo blanco del que me habia metido en su casa el ultimo dia.
Asi que una hora antes de lo acordado ya comence los preparativos puse el salon con una luz muy suave, coloque el gran sofa rinconera mirando a todo el largo de la estancia y encima de una mesita de centro puse unas esposas de manos y otras apropiadas para los pies al lado de una silla. Poco antes de la cita Maria ya estaba con la ropa que yo le habia indicado y se estaba colocando sentada en el sofa, me acerque a ella y le di un beso en los labios diciendole que lo iba a pasar genial y despues procedi a vendarle los ojos, estaba realmente preciosa se habia puesto un conjunto de lenceria rojo formado de corpiño dejando su tripita al descubierto, tanguita y medias con liguero todo a juego, la verdad es que estaba increiblemente buena.
Se quedo totalmente quieta y expectante, quizas un poquito nerviosa por el desconocimiento pero inmovil en el centro de nuestro gran sofa. Yo procedi a desnudarme por completo y despues de abrir por el porterillo automatico y dejar la puerta del piso entreabierta procedi a sentarme en la silla colocada frente al sofa tal y como se me habia indicado. No habia pasado ni dos minutos cuando Daniel hizo su aparicion en nuestra casa y para mi gran sorpresa no venia solo, a su lado se encontraba un hombre de color, de gran embergadura, calculo que sobrepasaba el metro noventa, musculoso de gimnasio y con el pelo rasurado al cero.
Daniel saludo a Maria desde la distancia diciendole ademas lo guapa que estaba esa noche y Maria que reconocio su voz le devolvio el saludo y agradecio el piropo, acto seguido se dispuso a colocarme las esposas con las manos por detras del respaldo de la silla y las de los pies entrelazando la cadena entre las patas. Este hizo una señal al negro para que fuese a atender a mi mujer y mientras tanto me preparo a mi un buen par de rayas las cuales me acerco a la cara encima de un libro y a las cuales di buena cuenta volviendo a hacerme estas el mismo efecto que en mi anterior experiencia y consiguiendo una deshinibicion asombrosa. El negro con sus grandes manos habia cogido a Maria y la habia ayudado a tumbarse en el sofa y se encontraba acariciandola suavemente por encima de su conjunto de lenceria provocando en esta ciertos respingos de placer.
Ella estaba totalmente absorta pensando que estaba recibiendo las caricias de Daniel pero la realidad bien distinta era que un descomunal negro la estaba manoseando entera y yo viendolo todo a 3 metros de distancia con una calentura brutal y con la polla como un cacaguete gracias a la droga consumida momentos antes. El negro comenzo a quitar muy despacio la lenceria del cuerpo de Maria y al momento la tenia totalmente desnuda, seguia acariciandola y de vez en cuando pasaba sus grandes manos alrededor de su clitoris provocando pequeños espasmos en todo su cuerpo, se le notaba claramente que estaba muy caliente y a buen seguro tenia el coño encharcado. Entonces la hizo incorporarse de su lecho y la sento a su lado, le puso la mano en su cuello y le acompaño la cabeza en direccion a su polla, Maria abrio la boca y con aspecto sumiso se metio toda la verga de su amante en su boca comenzando asi un vaiven frenetico que provoco en este un placer terrible. Cuando tubo la polla bien lubricada, cogio un pañuelo y ato las manos de mi mujer a la espalda y acto seguido la cogio en brazos agarrandola con sus grandes manos del culo y la penetro de un golpe, haciendo que Maria diera un enorme grito ahogado de placer, comenzo a bombearla en esta posicion, yo veia como se le movian las piernas bamboleandose en el aire y me puse cardiaco, no tardo ni un minuto cuando se corrio como una loca, al ver el negro como se habia corrido, le saco su polla y la sento encima de la mesa que estaba a escasos centimetros de donde yo estaba sentado, le quito la venda y fue entonces cuando Maria se percato quien la estaba follando.
Sin mediar palabra, el negro acerco su cara a la de Maria y esta sin dudarlo un instante abrio su boca y recibio la lengua de su amante, despues este la cogio y la puso boca abajo en la mesa, sus piernas no llegaban a tocar el suelo y su cara frente a la mia me miraba fijamente con una cara de vicio descomunal, el negro la abrio de piernas y le volvio a meter su verga para volver a follarsela y asi estuvo un buen rato hasta que los dos se fundieron en un impresionante orgasmo, eyaculando por supuesto dentro del chochito de Maria.
Despues de esto, Maria se incorporo y colocandose a mi lado me dio las gracias por la sorpresa y me dijo que ese tio si que era un verdadero macho y no lo que tenia delante. Maria saludo a Daniel y le dijo que le acompañara a la cocina a por unas copas y hielo mientras el negro se relajaba en mi sofa. Tardaron mas de media hora en salir de la cocina y a juzgar por los gemidos de Maria se corrio como minimo 3 o 4 veces.
Cuando salieron de la cocina los tres se acomodaron en el sofa y bebieron unos cocteles riendo y comentando sobre todo mi mujer lo maricon que yo era. Hubo un momento en el que Maria cuchicheo algo al oido de Daniel a lo cual el respondio que eso estaba hecho, y se levanto en mi direccion para desatarme, una vez liberado de mis cadenas me volvio a invitar a otra raya pero esta vez mucho mas grande que las anteriores y me cogio de una mano para conducirme a mi habitacion.
Yo estaba enormemente caliente, tenia a mi lado a un hombre totalmente desnudo el cual a parte de haberme follado a mi, tambien se habia calzado a mi mujer en un par de ocasiones, en esos momentos deseaba que me obligara a arrodillarme y me metiera su enorme pollon en mi boca, pero no fue asi, al menos de momento, lo que hizo fue abrir el armario de mi mujer y comenzo a sacar su ropa poniendola encima de la cama. Cuando ya hubo elegido, comenzo a vestirme con lo que el quiso, primero me puso un tanga de hilo blanco, luego un sujetador al cual le metio unos rellenos y despues me coloco un vestido blanco de fiesta muy corto.
Entonces volvio a colocarme las esposas por la parte de la espalda y me condujo hasta el salon. Una vez alli los comentarios de los tres fueron multiples y todos ellos muy humillantes, me dijeron de todo, lo guapa que estaba, lo puta que era y las pollas que me iba a comer. Con estos comentarios a parte de ponerme como una moto a mi, vi como al negro se le estaba empalmando la polla y sin que nadie me dijera nada, me arrodille delante suyo y me la meti en mi boca, mi mujer no paraba de decirme lo maricon y mierda que era y que para eso era para lo unico que valia, estaba comiendole la polla al negro cuando de repente note como Daniel me agarro el culo y abriendomelo con sus manos me metia su polla, me follaba sin compasion y yo solo sabia gemir sin parar de comerle la polla al negro.
Al rato y practicamente al unisono mis dos machos se corrieron dentro de mis agujeros llenandomelos de leche. Despues Daniel me empujo haciendome caer al suelo, me solto las esposas pequeñas y me coloco las de los pies en las manos pasandolas por el sofa para que tuviera algo de movilidad pero no demasiada, me dejo a mi lado otra gran raya y me puso el pie en la cabeza humillandome aun mas, la estampa era que yo estaba tumbado en el suelo, con un mini vestido blanco subido por encima de mi culo y con su pie aplastandome la cabeza contra el suelo, entonces me dijo; Maricon de mierda, ahora nosotros tres nos vamos a ir a tu habitacion a terminar la noche y luego a dormir abrazados, y tu te vas a quedar aqui solo como un perro, encadenado y en el puto suelo pajeandote cuando oigas a tu mujercita correrse como una loca con dos pollas en sus agujeros.
Y la verdad es que asi fue, se fueron los tres a la habitacion y Maria no paraba de gemir mientras sus amantes se la follaban por todos sus agujeros, yo me meti la raya que me habian dejado al lado y comence a pajearme hasta correrme como nunca antes lo habia hecho. A la mañana siguiente Daniel y el negro se levantaron me desataron y se fueron de mi casa diciendome al salir que se lo habian pasado genial.
Un saludo a todos y si quereis os contare la proxima.