Como me volví gay

De como siendo un atractivo heterosexual, gracias a una gran tormenta termino por descubrir el mejor sexo de todos -completamente verídico-.

Jamás creí que mi vida cambiaría por salir tarde de trabajar aquel día. Debido a una lluvia torrencial en el sur de la ciudad tuve que retrasar mi salida del trabajo por espacio de 2 horas, cuando salí las vías de comunicación estaban verdaderamente hechas un caos.

Cerca de las ocho de la noche tomo el metro que me iba a conducir a mi hogar, pero al parecer, debido a la lluvia, el servicio se había retrasado mucho, por lo que los vagones estaban repletos. Sólo logramos entrar dos personas, primero yo y detrás de mí un tipo rubio un poco más alto que yo. No cabía nadie más en el vagón, cuando de repente siento claramente como alguien me empieza a acariciar mis nalgas. Aquí cabe aclarar que siempre fui heterosexual, con una gran actividad sexual pero toda con mujeres, me encantaba que me practicaran sexo oral y cogérmelas por atrás. Por eso en cuanto siento una mano acariciando mis redondeadas y fuertes nalgas (era mi mejor atributo y por mucho) mi primera reacción es apretarlas debido al rechazo y tratar de encontrar quien era el imbécil, lamentablemente no podía moverme prácticamente nada y sólo veo como el rubio detrás de mí tiene una ligera sonrisa.

Como no estoy lejos de la estación donde me voy a bajar y no quería hacer escándalo no dije nada, pero de repente el tren se sacude y queda detenido con las luces apagadas, momento que aprovecha el rubio para tomarme de las caderas y restregar su verga en mi culo, mi primera reacción fue sacudirme para evitar el arrimón, pero por mi situación en el vagón me resulta imposible, trato de voltear pero el tipo me tenía bien sujeto, extrañamente sentir su aparato en mi trasero no me molestaba en lo absoluto y me di cuenta que en vez de separarme estaba parando el culo para sentir mejor su herramienta y ya definitivamente estaba muy flojito, el tipo lo notó y ni tardo ni perezoso mete la mano en mi pantalón, pero con mi ayuda; siento como su mano empieza a sobarme mis nalgas y después como intenta abrirse paso por mi raja hasta mi hoyito posterior, pero increíblemente yo tenía una erección impresionante y abrí las piernas para ayudar a la invasión.

De repente siento como con la mano que le quedó libre guía la mía hacia su instrumento que no se como ya estaba fuera de su pantalón, al principio no sabía que hacer, pero me excitaba mucho tener en mi mano el hierro caliente de alguien que me estaba tratando de meter el dedo por mi culito, así que hice lo primero que me paso por la mente, masturbarlo. Así estuvimos un momento hasta que el metro reanudó su marcha, por supuesto que no solté el aparato y seguí haciéndolo pero con más discreción.

Así estuvimos hasta que pasamos dos estaciones más, de repente él saca la mano de mi trasero y retira la mía de su herramienta, yo estaba completamente avergonzado cuando en eso él acerca su (hasta ahora lo veía) hermoso y varonil rostro y me dice muy bajito para que nadie escuche: - si quieres que sigamos la fiesta bájate en la siguiente estación.

Fue el único momento en el cual realmente traté de entender lo que sucedía, por un lado era un tipo atractivo y con suerte con las mujeres que gozaba de los favores de varias de ellas, y por otro, tenía algo que nunca había sentido, además de la erección más grande que había tenido jamás, decidí bajarme.

Ya en el andén veo que nos bajamos en una estación que da a un zoológico, el cual también tiene un gran parque llamado bosque de Aragón. Se voltea y me dice:

  • Hola, me llamo Claudio, desde que te vi en el andén me gustaste mucho, sobre todo ese culote que te cargas. Después de esto suelta una gran carcajada.

  • Mmmmmhhhhhh, yo me llamo Alberto, mira, no se que hago aquí, nunca había estado, pues, con un hombre. Le contesto

  • Vaya, con que eres virgen, pues eso podemos arreglarlo, mira conozco un muy buen sitio en el bosque, muy solo a donde podremos ir y prometo quitarte ese pequeño problema con tu virginidad. Volvió a soltar la carcajada, y la verdad es que después de ese momento inicial tan tenso, también yo me reí.

Lo seguí hasta la salida de la estación, él era sumamente divertido y ocurrente, yo no soy nada serio, pero estaba demasiado nervioso mientras el alababa mi culo (-válgame, jamás vi culo tan firme, tan bien formado-), se burlaba de mi seriedad (-habla, di algo, cuando estemos en el bosque si no te voy a dejar hablar-) y de mi virginidad (-no creo que esa boquita y ese culo sean vírgenes, vaya cena que va a tener mi amiguito-). Después de estos comentarios me di cuenta de que a pesar de ser jovial y divertido era de un carácter muy fuerte, y que además siempre hablaba como si el fuera a cogerme a mí, cosa que comprobé justo al entrar al bosque, ya que me nalguea e inmediatamente me dice: -ya quiero cogerme ese culito, quiero decirte que yo soy completamente activo, y por lo que vi en el metro no te molestará hacerla de nena, verdad. No lo podía creer, me iban a coger por todo lo alto y yo ahí como estúpido, aunque he de aceptar que su decisión me sedujo al instante, pues en cuanto me nalgueaba mi verga se estimulaba muchísimo.

Después de caminar durante un trecho bastante iluminado, llegamos a un recodo en la pista de corredores, mientras la pista continuaba hacia la derecha el se fue hacia la izquierda hacia un lugar obscuro y que me di cuenta era la parte del bosque que daba contra un edificio público de recreación, todo alrededor estaba obscuro, sin embargo había una única lámpara que alumbraba una pequeña zona del bosque, justo la que estaba junto a la pared del edificio.

En cuanto llegamos Claudio me abrazó, y me besó en la boca, yo estaba demasiado aturdido para reaccionar, cuando sentí su lengua dentro de mi boca y sus manos manoseando mi culo sólo me dejaba llevar respondiendo sus ardientes besos y acariciándole la espalda, después del beso el se separó un poco y me dijo que me relajara, que sólo lo disfrutara y me cerró un ojo pícaro; definitivamente esa fue la acción correcta por que de inmediato me sentí más tranquilo y con curiosidad de probar su verga que sentía tan cerca de mí, después de otros besos y caricias igual de apasionados me arrodillé delante de él y le saqué la verga mirando fijamente a sus ojos verdes y su gran sonrisa, jamás había visto otra verga tan de cerca pero de inmediato se me antojó, me di cuenta de que estaba erecta pero no en su máxima expresión, y realmente quise hacerle la mejor mamada que le habían hecho a Claudio ya que por fin había aceptado que me gustaba mucho.

Recordé las innumerables mamadas que me habían hecho mis novias y traté de hacer la que mejor recordaba así que empecé besándole la puntita, no había sido tan malo, un poco salado; de inmediato saqué la lengua y empecé a lamerle el tronco de la verga mientras le sacaba el pantalón, después de unas buenas lamidas, me empecé a tragar toda su verga, pero por mi falta de experiencia no pude llegar más que a la mitad, y eso que no estaba muy grande y aún sin una erección completa, la verdad, la sensación fue deliciosa, seguí el mete saca en mi boca mientras lo masturbaba con mi mano y con la otra le acariciaba su firme trasero, Claudio empezó a gemir, y yo a mejorar mi técnica, cada vez me cabía mas carne en la boca, le daba besitos, lamidas y chupaba hasta que al fin él me tomó de la nuca y me empezó a coger por la boca dándome cada vez más fuerte, me dieron algunas arcadas pero las controlé, aún estaba muy verde como chupa vergas, y mientras el me daba por la boca me decía cosas sucias como: -no puedo creer que nunca hayas mamado-, -come verga, putito- ó –así la querías, verdad, te gusta?- y yo diciendo que sí con la cabeza. Después de un rato en el que me estuvo cogiendo por la boca, me suelta de la nuca y yo aprovecho para levantarle la verga y empezar a lamerle los huevos (algo que me encanta que me hagan, pero casi ninguna chica me lo hacía), que eran dos grandes bolas que le colgaban deliciosas y peludas, con un sabor sumamente salado pero muy erótico. No se cuanto tiempo se la chupe, pero era la primera y la verdad estaba deliciosa, yo tenía una erección fenomenal y lo que tiraba su verga (que aún no era semen) sabía fantástico.

No sé cuanto tiempo se la chupe, pero yo no sentía su transcurrir, sólo se que de repente se detuvo y me dijo que ahora sí me tocaba mi culeada, que no se iba a ir contento si no me enculaba, a pesar de mi temor inicial (la única chica a la que había enculado le dolió muchísimo la primera vez que le di) realmente quería sentir su tranca en mi trasero.

Así como estaba de rodillas me empiné y me baje los pantalones a la altura de los tobillos y me agarré las nalgas con mis manos como veía hacer a mis novias cuando la querían por atrás. Claudio vio, me tomó de las caderas y dijo: -ahora si vas a saber lo que es una verdadera verga, siempre quise cogerme un culo peludo-. Acto seguido escupió en mi culo e intentó meter un dedo, yo estaba muy nervioso por lo que lo tenía muy apretado, por lo que Claudio me dijo que me relajara que me iba a gustar mucho, que no tuviera miedo; lo hice y sentí como su dedo entraba lentamente en mi culo (mi erección era tremenda), así estuvo hasta que su dedo entraba y salía sin dificultad, después escupió de nuevo e intentó meter dos dedos, al principio fue muy difícil y me dolía, pero yo apretaba fuerte los dientes y aflojaba las nalgas, así después de varios intentos entraron los dos dedos e hizo lo mismo que con uno, los metió y los sacó hasta que entraban y salían de forma normal; de repente dice: -ahora si, ahí te va toda la verga-, y después de eso pone la punta que tan bien conocía yo en la entrada de mi ano y empieza a empujar poco a poco, al principio no fue difícil meter la cabeza, pero después fue infernal, yo gritaba como poseído pero el me decía: -tranquilo putito, que va poco a poco y no te la voy a sacar-. Ya que tuve toda la tranca adentro (lo sabía porque sentía su cuerpo cerca, en especial sus huevos), se detuvo un poco para que se acostumbrara mi cola a su rabo, cosa que agradecí mucho, pero no duro, de inmediato empezó el mete-saca, primero suave (aún me dolía y gritaba) y cada vez más duro, hasta que por fin mis gritos de dolor se empezaron a conjugar con los de placer, tanto que empecé como una puta a pedir más y más, no solo estaba siendo enculado, sino que pedía que me rompieran mas, a pesar de que realmente me ardía la cola.

Así estaba dándome Claudio cuando de repente de la obscuridad del bosque sale un policía panzón y feo diciendo: -así los quería encontrar par de putos-; Claudio y yo nos quedamos inmóviles, el con su verga en mi ano y yo con ardor en ese mismo lugar, se acerca el poli y empieza a decirnos: -vaya, vaya, no sabía que este era un puterío, que buena fiesta se están montando-, en eso Claudio trata de decirle que no molestamos a nadie y que ya nos íbamos, en eso el poli responde que no, que por que tanta prisa, al final, le digo: -poli, ya nos encontró así que le vamos a hacer, pero no lo podríamos arreglar de otra forma?-, e hice el universal símbolo del dinero; el poli se rió y me dijo que no podía dejar, que no podría hacer eso, que la ley es clara y que nos tocaba ir a la delegación, pero que quería ahorrarnos problemas, así que por la módica suma de 1,500 pesos (unos 120 euros) nos dejaría ir, (vaya cuadro, yo de rodillas y con un cabrón metiéndome la verga por el culo –porque Claudio no me la sacaba- sobornando a un poli); claudio dijo que el traía 300 pesos y yo le dije que llevaba 400, que nos dejara ir, a lo que el poli nos dijo que no, que todavía que nos quiere ayudar nosotros nos aprovechamos de el, naturalmente le decimos que no es así pero que nos entendiera que éramos jóvenes y que no lo haríamos de nuevo, así que el poli sonrió y dijo: -muchachos, lo que hacen está muy mal, pero para que vean que por mi no queda, les propongo que me den 500 pesos pero que me inviten a su fiestesita, se ve que a la putita esta que esta empinada le gusta la verga ya que sus gritos se escucharon hasta la pista de corredores, y la verdad me calentó mucho- Claudio (sin sacarme la tranca, no se como seguía empalmado) se acercó y me dijo: -es tu decisión, es tu boca y tu culo-; después de pensarlo solo un momento, dije que si, no podía arriesgarme a que más personas se enteraran de esto.

Inmediatamente el poli se sacó una verga que para mi sorpresa era más grande que la de Claudio y más venosa, se acercó a mi boca y me dijo que se la comiera, cosa que no me repitió, en eso le dijo a Claudio: -tu sigue dándole que después sigo yo- y el ni tardo ni perezoso siguió con su verguiza. La verdad la del poli no me gustaba sabía más sucia que la de mi otro amante, aunque seguía excitándome al tener que chupársela, además de que ayudaban bastante las estocadas de Claudio, a pesar de todo me terminó gustando mamarle la verga al poli, después de que se la limpie ya sabia mucho mejor y estaba bastante venosa, debido a mi excitación se la mame de forma magistral, me la pasaba de un lado a otro, experimentando y viendo que le gustaba más, el poli comenzó a gemir y le decía a mi jinete: -chupa muy bien la putita-, a lo que Claudio (yo creo que con la excitación de verme mamando otra verga mientras el me daba) le dijo: -y también lame los huevos como un profesional-, el poli se ríe, me saca la verga de la boca y me ordena que le lama los huevos, cosa que yo hago de inmediato a pesar del olor tan fuerte a sudor, pero que sorpresa me llevo al ver dos especimenes tan hermosos, enormes y peludos, así que me imagine que hace mucho que no descargaba su leche, y por su físico sería bastante obvio eso, después de la lamidota, el poli me toma con las dos manos de la nuca y me empieza a embestir como si en lugar de tener una boca tuviera un culo o una pucha, no me puedo quejar, vaya no puedo ni respirar, siento que en cualquier momento vomito, en eso el poli dice: -si, trágatela toda puta-, y siento mi garganta inundada de semen, al principio casi me desmayo (solo una de mis novias se tragaba mi lefa y eso con muchos trabajos), pero al estar tan adentro su instrumento no siento el sabor, solo trago hasta no poder, en eso remueve su verga de mi boca y por fin lo saboreo, vaya me sorprende notar que su sabor es muy fuerte y amargo, pero nada desagradable, no se como pude vivir sin esto tanto tiempo, le limpio la verga con mi lengua mientras el poli dice: -que puta, hasta la leche le gusta-.

Yo creí que ya había terminado el poli y que seguiría solo Claudio (que aguante, pero que bien, prácticamente no sentía ardor sino muchísimo placer), cuando empiezo a gemir y a pedir mas por el culo, el poli me dice que siga mamándole que me quiere encular y que quiere recuperarse rápido, obviamente yo obedezco, no sin antes decirle a Claudio: -papi, espero que termines en mi boca, quiero saborear tu lechita-, eso debió poner a Claudio a mil ya que empezó a estocarme durísimo (riquísimo) mientras yo trataba de reanimar al poli.

Después de un rato así, el poli ya estaba recuperado y le dijo a Claudio: -no hagas esperar a tu novia, dale su lechita de las buenas noches mientras yo le doy por culo-. Así se cambiaron de posición y mientras ya estaba consintiendo la verga de mi amante, sentí una estocada durísima en mi trasero, el poli me lo metió de un solo empujon, me dolió tanto que hasta una lagrimita me sacó, pero ya estaba saboreando la verga de mi macho aunque sabía bastante a excremento no me importó era la verga que me había abierto este mundo de placer, mientras trataba de mamarle la verga a mi Claudio el poli decía: -que culazo se carga, si fuera vieja la padroteaba- y diciendo eso me nalgueaba inmisericorde. Ya mi papi no duró mucho en mi boca y se vino de forma abundante y deliciosa, sabía más suave que la del bruto que me daba por atrás pero era igual de amarga, así le exprimí los huevos a Claudio hasta que no quedó ni una gota de su semen, cuando se retiró de mi boca le dije al poli: -me gustaría que se viniera en mi boca de nuevo- a lo que contestó ya vas, pero te voy a avisar cuando ya vaya a terminar, no duró mucho más casi de inmediato gritó: -me vengo- y yo, todo apresurado me desensarté y me fui a recibir mi premio de la verga de ese patán de azul.

Después de eso Claudio y yo somos pareja, vamos bastante seguido al bosque pero jamás nos hemos encontrado con ese poli de nuevo, todo lo que conté aquí es verdad y me siento muy feliz por haber descubierto no solo ese tipo de sexo, sino también a una persona como Claudio

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