Como me pone mi prima

1.No sales de mi cabeza Mary.- Desde pequeño mi prima Mary me pone muy cachondo, este año me he ido a vivir con ella a su piso

COMO ME PONE MI PRIMA

  1. No sales de mi cabeza, Mary

Este año, por motivos de estudios, me he trasladado al piso de mi prima, en la capital. Ella es médico, aunque ahora mismo esta en paro, y lleva viviendo allí desde que se fue a empezar la carrera. No es que sea una mujer fuera de lo común, pero, tengo que reconocer que desde pequeño me pone mucho. Ella tiene 30 años, aunque aparenta unos 24 o 25; es rubita de media melena con unos preciosos ojos azules. Mide más o menos 1.60 y es delgada. Sus pechos son de la talla 70 (lo he comprobado varias veces en sus sujetadores) y su culo es prieto aunque un poco grande para mi gusto. Aun asi, no puedo evitar empalmarme cada vez que ella sale de la ducha envuelta en su toalla y nos cruzamos en el pasillo.

El agua resbalaba sobre mi cuerpo mojado mientras me pajeaba furiosamente. Con los ojos cerrados, imaginaba que tenia a Mary (que asi se llama mi prima) arrodillada en el plato de la ducha mamando sumisamente mi miembro. Yo embestia agarrándole la cabeza y empujando mi polla hasta su garganta. Sus manos recorrían mis nalgas mientras me miraba directamente a los ojos; con cara de gata en celo. Le deje que se la sacara un momento de la boca para respirar. Mientras me hacía una paja me dijo:

  • Estaba esperando este momento desde hacía mucho tiempo. Ahora que ha llegado, no es justo que disfrutes sólo tu.....

La agarre por su melena mojada y la levante la acerque mucho a mi y lamí su boca. Luego la cogí por la cintura y la senté sobre mi pene erecto. Se ensartó de golpe con un grito de placer. Acto seguido, empezó a cabalgarme. Yo manoseaba su culito y lamia sus tetas, mientras empujaba con fuerza hacia arriba. Ella estaba muy colorada, igual que yo, y su respiración era agitada y entrecortada. Mi glande buscaba el fin de su agujero, pero no daba tocado fondo. Empuje más, y más y más. Mis huevos se estrellaban contra sus nalgas una y otra vez provocándome dolor y placer. Ella tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta. Empezo a soltar un gemidito mientras paraba de cabalgar. Yo embestí más mientras la agarraba con fuerza por la cintura e introducía mi lengua en su boca. La apoye contra la mampara de la ducha, mientras el agua caliente pegaba su melena a su cara. Seguía follándola cada vez más rápido y fuerte mientras ella se dejaba hacer con cara de dolor. Se iba quedando en un estado semiinconsciente caida contra la mampara de la ducha. Aunque su cara era de dolor y parecía estar exhausta me susurraba una y otra vez:

  • Vamos! Si, sigue, hasta el fondo venga dame tu leche, quiero chupartela, si si, siiii.....

Justo en ese momento me corrí, salpiqué toda la mampara mientras el chorro de agua caliente me caía sobre la cabeza. Con la mano libre me apoyé en la mampara y seguí lanzando los últimos chorritos de semen. Vi pasar una sombra por la puerta del baño y lancé un gemidito mientras terminaba. Siempre dejo la puerta del baño abierta, por si pasa mi prima, para que me vislumbre a través de la mampara. Creo que yo también despierto algo en ella, ya que de la misma forma que busco cualquier excusa para meterle mano (pelearnos por el sofá mas cómodo, hacerle cosquillitas...), ella hace lo mismo conmigo. Salí de la ducha y me sequé. Me envolví la toalla alrededor de la cintura, de forma que se notara que mi polla aun tenía ganas de guerra. Salí al pasillo y fui hasta la cocina, allí estaba mi prima desayunando. Yo me acerqué a ella y le di un beso de buenos días en la mejilla, procurando que mi paquete se apretara mucho a ella. Cuando me separé, sonrío, miró hacía mi dura polla y sonrió de nuevo.

  • Me voy a un cursillo-me dijo. Luego se levanto y se fue.

Antes de ir a vestirme, pase por su habitación. Como de costumbre estaba bastante desordenada. Revolví sobre su cama desecha y encontré unas de sus bragas. Eran negras y a mi me ponían mucho. Las olí y le pasé la lengua. Había dormido con ellas, estaba segurísimo. Cerré los ojos y seguí lamiendo. El olorcillo penetraba por mis fosas nasales y llegaba a mi cerebro....

Imagine a Mary completamente desnuda sobre su cama desecha, empapada en sudor y gimiendo.

  • Sigue, más, siii- me decía mientras mi lengua se introducía entre los labios de su coño. Una mano recorría su vientre, llegando de vez en cuando a sus pechos duros. Ella se retorcía y respiraba rapidamente. Mi lengua empezó a lamer su entrada de arriba hacia abajo, cada vez más rapido mientras ella se agitaba. No tardé en lamer bien un dedo e introducirlo en su vagina, metiendolo y sacándolo furiosamente al tiempo que lameteaba su pequeño clítoris enrojecido. Con mi mano libre me hacía una paja disfrutando del olor y el sabor de las entrañas de mi querida prima.

Volví a correrme, esta vez mi semen cayó sobre las sábanas de la cama de Mary, aunque yo no tenía pensado limpiarlo. Aparte las bragas de mi cara y las dejé junto a la corrida; ya era hora de que mi prima se fuera enterando de cómo me pone...