Como me converti en una ninfomana 1
Este primer relato cuento en primera persona, intentando reflejar un deseo de contar su historia segun ella misma me la conto y como mi mujer me es infiel con el hijo de nuestro vecino de 22 años y ella 35 y es el comienzo de su adición al sexo.
Esta es la historia en cómo me convertí en ninfómana.
Tengo 35 años me conservaba regular he adelgazado varios kilos, está felizmente casa con mi marido cesar de 40 años, guapito un poco bajo 1,73 pero mejor conservado que yo le gusta el deporte yo mido 1,70 buenos pecho una 95C algo de barriga y el culo caído es la parte de mi cuerpo, soy rubia con el pelo largo.
La historia empezó, hay que reconocer que era una mujer de una vez cada 10 y siempre en posición de misionero alguna chupada a mi marido pero corriéndose en el suelo, y poco más.
Llevábamos casi un mes sin hacerlo y yo sabía que él tenía ganas pero por alguna razón no teníamos el tiempo, pues pensé que el finde le compensaría con una chupadita, pero el llego el finde y él no tenía ganas, y yo pensé este se ha desahogado con alguna me ha vuelto a poner los cuernos, pero no le dije nada e intente hacerlo porque además tenía ganas, entonces me empieza a decir lo de siempre que soy una sosa que él quiere más y yo no se lo doy, que quiere un trio, queme trague su corrida y demás cosas que he comprobado que todos los hombres quieren y le vuelve locos.
Hay me sentí ofendida y enfadada, ya que además de todo lo que me dijo me rechazo y me quedo con ganas.
Entonces le dije que me iba a salir de fiesta y follar con el primero que me encontrase, como hacia el con la tía que estaba liado. Entonces se empezó a reír y lo que iba hacer era salir e irme a casa de mi hermana como siempre.
Me empecé arreglar, me depile, me puse el único tanga que tenía, un sujetador que me relanzaba el pecho unas medias, y un vestido corto negro que tenía que me quedaba justo, mis pechos parecían que iban a explotar.
Y Salí de casa con la idea como bien sabia mi marido de irme donde mi hermana aunque le dijese que no, pero al salir me encontré a mi vecino un yogurin de 22 años muy alto y que es muy guapo, se llama Carlos y me dijo que guapa andaba y que si iba a salir de fiesta con las amigas que iba a romper muchos pantalones, le conteste que era mi vieja y estaba gorda para eso y que no tenía amigas con las que salir de fiesta.
Carlos contesto que si quería podía ir con mirándome con su ojazos color miel y con cara de deseo, la cual me hizo estremecer, y no sé porque le conteste que sí, pensando que era un crio y que se aburriría de mí y lo controlaría
Me llevo a tomar con sus amigos todos más o menos como el me llamaron la atención dos u primo suyo tan alto como el pero que no hablaba nada y feúcho de cara y bajito y bastante gordo como que no pegaban en el grupo y no se separaban de Carlos, el cual le entraban muchas chicas pero no las hacía caso estando pendiente todo el rato de mí.
Cuando llevábamos cuatro sitios y yo me había tomado ya tres copas por la falta de costumbre y el no cenar, me estaban haciendo efecto
El sitio era un lugar de salsa y Carlos me saco a bailar, como bailaba empezó a junarse mucho a decirme que estaba preciosa y que estaba para comerme acariciaba la espalda me soplaba el cuello, y yo me estaba poniendo cardiaco. Lo peor fue que cuando íbamos a sentarnos se agarró a mi metió su mano por detrás de mí vestido toco con sus dedos la piel de mis muslos y de mi culo, y sus labios alcanzaron mi cuello lo que me hizo estremecer.
Me aparte de él pero me gusto cuando nos sentamos me pido disculpas que no pudo contenerse y que no volvería a suceder, que la culpa tenía el calentón que tenía, que para demostrármelo agarro mi mano y me la llevo a su paquete, el cual sentí grande y no pude apartar la mano de él, Carlos aprovechando mi duda se lanzó a mis labios los cuales le recibieron, ansiosos estuvimos como minutos besándonos juntando nuestras lenguas y mi mano acariciando su duro paquete.
Sus amigos dijeron que se iban a otro lado momento que aproveche para tener un poco de lucidez diciendo que me iba a casa, el cortésmente me dijo que me llevaba ya que tenía que llevar a casa al gordo y a su primo, que primero me dejaba a mí y luego a ellos lo que me dio tranquilidad ya que no quería ser infiel a mi marido.
En el viaje me senté adelante con el cual con su mano como sin querer acariciaba mis muslos, cuando llegábamos cogió un desvió y me dijo que era un momento que había un sitio precios para ver las estrellas. Yo confiada de mi al ser un cerca de casa, no pensé que allí era un picadero, al llegar si es verdad que se veían muy bien las estrellas, en esto que sus amigos se bajan para mear
En cuanto salieron de una forma rápida como si tuviese un muelle salta hacia mí me empieza a besar y con una mano la mete entre mis muslos, la verdad que sus dedos recorren mi clítoris de arriba abajo y saben lo que hacen, me corro enseguida como una cría, y necesito más le pido que se la saque y me la meta, entonces vi una maravilla una polla recta grande y gorda totalmente descapullada y le digo Carlos necesito que me folles, él se agarra la polla y me la mete de un golpe, lo que me hace chillar tanto de placer como de dolor nunca me habían metido nada tan grande, no es que fuese enorme para mi si lo era le mide 19 cm, me saca mis pechos del sujetador para agarrarlos y apretarlos al ritmo de sus empujones lo cual provoca que mis pezones alcancen un tamaño que jamás había visto y una sensibilidad enorme que con cada pequeño mordisco hace que me recorra un escalofrió por mi espalda, y descubra lo que es tener varios orgasmos seguidos hasta que después de casi veinte minutos se corre dentro de mi provocándome otro fuerte orgasmo y dejándome sin respiración.
A los varios minutos empiezo a recuperarme y veo que el ya está vestido y sus amigos están en el coche mirando mis partes íntimas que están al aire. Y él me dice vamos que ya hemos llegado a tu casa, según me bajo me agarra de la nuca y me pega un fuerte morreo y me dice el próximo día dejo que me la chupes.
Cuando llego a casa me recompongo como puedo y entro en cas mi marido duerme al sentirme me dice has llagado pronto de casa de tu hermana, le digo que sí que me encuentro un poco mareada y que me voy a dormir.
Al levantarse se levanta con ganas de guerra el cual me la mete y pienso que no es la de Carlos le mide 16 lo he comprobado que no es tan pequeña hasta ese día me parecía enorme pero no es la de Carlos, y que cuando me va a volver a follar. Pero esa es otra historia
Si os ha gustado la historia decírmelo y os agradecería cualquier comentario para corregir la redacción o la expresión, la historia está contada en primera persona que es como me lo conto mi mujer