¿Cómo me converti en sumiso de mi mujer?
Soy Félix desde que comencé a salir con mi mujer, Ama Gloria, me convertí en sumiso suyo, cuento como me convertí en ello.
Soy Félix, sumiso de mi mujer, Ama Gloria, desde que comencé a salir con ella, tuvimos sexo desde el principio, pero no me dejo follarla hasta estar casados, por temor a quedarse preñada por temor a sus padres.
Desde la primera vez que vio el culo desnudo me dijo: “¡Vaya culo!, si tuviera una polla me lo follaba”. A mí me atraía ser dominado por una mujer, así que le dije “¿Te apetece follarme el culo?, me respondió: “Claro que sí, significará que mando yo”, le contesté: “podrás follarle siempre que te apetezca, me gustará obedecerte”.
Me dijo que debía regalarle un arnés con una polla similar a la mía, 18x4, así ambos seríamos follados por una polla similar, cuando éramos novios sólo no veíamos los fines de semana, me dijo: “el fin de semana que viene quiero tener el arnés para follarte el culo de puta que tienes”, al decir eso, se me empino la polla, ella se dio cuenta y añadió “veo que eres puta de lo que yo pensaba, y en más puta te voy a convertir”.
Al fin de semana siguiente fui a recogerla a la estación, era verano y vestía unas bermudas y una camiseta. La recogí y nos subimos al coche, nos fuimos a un sitio apartado y me dijo “sácate la polla”, me baje las bermudas y el slip y se puso a chuparla, pensé “algo trama”, la chupaba de maravilla, le dije me corro, pensé que no iba a dejar que me corriese en su boca, pero me equivoqué y aunque si tramaba algo, cuando acabé de correrme me beso en la boca y me paso la gran cantidad de semen que eché, me lo trague todo y me gustó su sabor.
Al comprobar que me lo había tragado todo, dijo “me alegra que te guste, tendrás que tomarte todo tu semen y cuando me follen otros también su semen”, y añadió “¿qué te parece puta?, yo le respondí “obedeceré en todo lo que pida”, me interrumpió y dijo “a partir de ahora cuando te dirijas a mí terminaras la frase con Ama Gloria”, “sí, Ama Gloria” le respondí.
Otro fin de semana me dijo que tenía una sorpresa para mí que me iba a gustar, le dije: “me puede adelantar ¿qué es?, Ama Gloria”, “ya lo veras a su tiempo”.
Después de llegar a casa, preparé la cena y cenamos, me dice “no tomes postre, que te lo voy a dar yo”, y me dice “¡puta, desnúdate, póstrate ante mí y chupa mi coño!, mi coño te dará tu postre”, me desnudé, me postré ante ella que estaba sentada en el sofá, se abrió de piernas y se quitó las bragas, “al quitarse las bragas llegó a mi boca los jugos que manaban de él”, pensé para mí “¡qué rico postre!
Le encanta que le chupé el coño y a mí me gusta chuparlo y tragar los jugos que salen de sus corridas, se corrió 3 veces, me tragué todos sus jugos, pero tenía una sorpresa para mí, “después de correrse la tercera, sentí en mi boca caer su meada”, me dice “¿verdad que te gusta mi meada?, puta”, “sí, me encanta Ama Gloria”, le respondí, y ella añadió “traga y saborea mi meada, la tomarás muchas veces”.
Antes de casarnos, nos fuimos de vacaciones a una casa rural, desde ella hacíamos rutas de senderismo, era un sitio muy bonito, casi no veíamos a nadie, un día que salimos de senderismo, estábamos descansado, me mira y me dice: “puta, ¿harás lo que yo te diga?”, “sí, Ama Gloria”, le respondí y ella se abrió de piernas, se bajó las bragas, y añadió “puta, póstrate ante mí y recibe mi meada, no te la tragues toda, deja que te empapé todo tu cuerpo”, me postré ante ella y empezó a mear, meo más de 1 litro, trague mucha meada y quedé todo mi cuerpo lleno de su meada, sacó la cámara de fotos y me hizo una fotografía, me dijo “para el álbum de mi puta”, “cómo diga, Ama Gloria”.
Después por la noche en la casa rural me dijo, “quiero que sepas que no he follado con otros, porque no me puedo arriesgar a quedarme preñada, pero una vez casada lo haré cuando lo crea oportuno”, le pregunté “¿te quedarías preñada de otros?”, respondió ella “me da mucho morbo que me preñé otro, pero pensándolo mejor no quiero ser preñada por otro”.
Añadió “quiero que sepas, que el coño me los desvirgarás tú, pero el culo no”, “lo que diga, Ama Gloria”. Y continuó, “antes de casarnos debemos establecer los límites que no puedo sobrepasar, puedes establecerlos libremente”, “aceptó humillación sin dolor físico, salvo azotes no muy fuertes en el culo y lluvia dorada, sólo de mujeres Ama Gloria”, le respondí y ella añadió. “de acuerdo, puta”, “sí, Ama Gloria”.