Como me convertí en cornudo sumiso (2)
Después de un año sin poder follar a Mónica, esta me prepara una nueva sorpresa.
COMO ME CONVERTI EN CORNUDO SUMISO (2)
Después de un año, con un embarazo de por medio, me ha vuelto a dejar follar con ella. Mónica me domina, me humilla, me controla y me quiere. Soy su exclavo y ella me llama puto cornudo sumiso. Desde que me anunció que quería quedarse embarazada de alguno de sus amantes, me prohibió follar. Como les dije, ella folló mas que nunca y con mas amantes que nunca hasta que quedó embarazada de uno de ellos ( hoy todavía no sabe de quien). Durante todo el embarazo, me ha prohibido follarla, pues a decidido humillarme, y dejarme todo el año sin poder follarla, pues no quería que yo metiera mi polla en ella durante el embarazo. Para humillarme mas si cabe, han sido los nueve meses que mas a follado. Siempre lo ha hecho sin condón para que yo limpiara de su coño el esperma de sus amantes.
El embarazo le ha hecho mas fuerte y dura con sus humillaciones. Desde que empezó a tratarme y hacerme un carnudo sumiso, cada paso que ha dado, la ha hecho mas fuerte y a puesto el listón mas alto. Los nueve meses de embarazo, han sido mas humillantes si cabe que todo lo que me había hecho hasta entonces. Recuerdo cuando me anunció su embarazo. Me hizo subir a nuestro dormitorio, me hizo que me desnudara completamente y me pusiera un tanga. Una vez en tanga, me ordenó que me arrodillara y bajara la cabeza que quería anunciarme algo:" Querido carnudo sumiso, desde hoy, eres mas carnudo y sumiso de lo que nunca hubieras podido imaginar, te he humillado mas de lo que nunca hayas podido soñar, pero mi reto es superarme a mi misma, y pienso humillarte cada vez mas. Tengo que anunciarte, que uno de mis amantes, me ha dejado embarazada. Voy a tener un hijo, que será el símbolo de tu humillación, sumisión y cornamenta. Toda tu vida te sentirás humillado y cornudo.
Para celebrarlo, esta noche van a venir 3 amigos mios a casa, y tu te vas a ocupar de que todo salga bien y lo pasemos en grande. No te cambies de ropa, quédate con el tanga, que quiero que nos sirvas así la cena. Estarán aquí dentro de 2 horas, así que ve preparando la cena y la mesa, que luego quiero que me prepares a mi para esta noche". El sentimiento de sumisión, humillación, rabia, incomprensión, confusión y excitación, no lo podré olvidar jamás. Cuando me dijo que follaría sin protección con sus amantes para quedarse embarazada, creí que era simple aderezo para humillarme mas, pero no podía o no quería imaginar que fuera verdad. Cuando me anunció el embarazo, sentí escalofríos por todo el cuerpo. No daba crédito hasta donde había sido capaz de llegar Mónica con aquellas fantasías que teníamos al principio de nuestro matrimonio. No tenía límite y no se cansaba de humillarme, someterme y cornearme. Me fui a preparar todo para la cena y después tuve que bañarla y vestirla. A la hora que me dijo, llamaron a la puerta y abrí vestido solo con el tango que me puse.
Entraron tres jóvenes de unos 20 a 25 años y me miraron con grandes carcajadas en su cara. Evidentemente, Mónica ya les habría contado la situación. "¿Dónde está tu ama, exclavo, que tendrá unas ganas locas de follar?" Les dirijí al salón y ella les recibió con un beso en los morros a cada uno. Me dijo que me ocupara de todo y les atendí para el aperitivo y la cena, mientras no paraba de ver como reian y se sobaban continuamente. Cuando les serví el café, Mónica me dio una nueva orden. "Cornudo sumiso, arrodíllate debajo de la mesa y ve preparándome las pollas de estos hombres, que me muero de ganas por follármelas todas." A estas alturas de nuestra relación, yo no discutía lo mas mínimo sus ordenes, y me metí debajo de la mesa a sacar las pollas de sus amantes y a chuparlas para que estuvieran a punto para ella. Cuando terminaron los cafés, nos subimos a la habitación. Mis ordenes eran que tenía que desnudarles a todos, a Mónica la primera y a medida que desnudaba a los hombres, tenía que chuparles la polla de rodillas, en señal de respeto a las pollas que me hacían cornudo, como a ella le gustaba decir. Los comentarios de los hambres cuando me veían en el suelo chupándoles la polla para que se follaran a mi mujer, a pesar de la gran cantidad de veces que me ha pasado, hacían que me sintiera un perro. Cuando tuve a punto la primera polla, abrí las piernas de mi ama e introduje la polla del primer hombre en su coño. Tuve que mover su cintura con mis manos para que empezara a follársela y tuve que volver a oir comentarios humillantes de mi mujer "muy bien cariño, que bien me follas, moviendo el cuerpo de otro" Me pidió que le metiera la polla de otro en su boca y eso hice.
En ese momento, mi mujer follaba con uno y le chupaba la polla a otro mientras yo, de rodillas, chupaba la polla al tercero. El que se estaba follando a mi mujer, se corrió con un orgasmo impresionante y enseguida, mi mujer me dio la orden que mas le gusta darme. "límpiale bien la polla con la lengua y luego me limpias el esperma del coño, que no quiero levantarme a limpiarme." Obedecí como siempre y tuve que limpiar todo el esperma con mi lengua. La noche siguió de manera parecida, follándose todos a Mónica y yo limpiándoles a todos con la lengua. Ya por la mañana, Mónica me anunció mi nueva humillación delante de sus 3 amantes. "Cornudo sumiso, ponte de rodillas, que tengo que decirte algo importante. Ya sabes que estoy embarazada de alguien que por supuesto no eres tu. Pues en señal de respeto ha nuestro hijo, te prohíbo que me folles durante el embarazo. Durante estos nueve meses, te limitarás a limpiarme con tu lengua cada vez que folle con mis amantes." Los 3 hombres empezaron a reírse y uno irónicamente me dijo que no me preocupara, que ellos follarían a Mónica todas las veces que hiciera falta. Yo como siempre, acepté con un "si mi ama, lo que tu ordenes". Todo el embarazo transcurrió de la misma forma mas o menos, humillándome mas si cabe cuanto mas se le notaba la tripa, contando todo a todos los amantes que venían a mi casa a follarse a mi mujer en mi cama y mientras yo les limpiaba la polla con mi lengua.
Nació el niño y durante la cuarentena, todo parecía normal, no había amantes, no había ordenes excesivamente humillantes y la situación parecía normal. Casi 2 meses después de que naciera el niño, me dijo que esa noche, (casi un año después) podría follarla. Estuve todo el día nerviosísimo, a la vez que intrigado, porque conociendo a Mónica, estaba seguro que algo me ocultaba, pues nunca pierde ocasión de demostrarme su dominación y poder. Cuando llegó el momento, me dijo que subiera a la habitación, que me desnudara, que ella subiría enseguida. Me desnudé y la esperé en la cama. De repente, entraron en la habitación dos hombres y me vieron en la cama desnudo. Entró Mónica y me explicó lo que se traía entre manos. Luis, como hoy es un día especial, pues llevas casi un año sin follar, quiero que mis dos mejores amantes, vean tu estreno después de un año y luego me follen ellos de verdad, porque sino me voy a quedar a medias. De nuevo sentí la fuerza de sus humillantes palabras sobre mi y como por arte de mágia, mi polla desapareció.
No me lo podía creer, un año esperando y ahora iba a dar un gatillazo. Mónica me preguntó que por donde quería empezar, que por el coño o por el culo. Le dije que quería follarla por el culo, pues he visto como todos se la han follado por ahí y a mi jamás me había dejado. Me las prometía muy felices, pues por fin follaría el culo de mi mujer, algo que creí quedaría reservado solo a sus amantes. Me dijo que adelante, pero mi polla no crecía y empecé a ponerme nervioso. Después de un rato esperando, me dijo algo que me dejó helado: "como quieres que tu y yo follemos por el culo y como todos podemos ver, no eres capaz de follarme tu a mi, te voy a follar yo a ti." Se puso un arnés con una polla artificial, me puso boca abajo, me lubricó el culo y empezó a follarme con todas sus fuerzas. Se me salían las lágrimas, no se si de dolor, de placer, de frustración o de que.
Después de un rato follándome, me empalmé y Mónica me dijo que podría follarla. La tumbé y la penetré después de un año, viendo como cientos de hombres se la follaban y yo solo podía mirar. Follé por fin el coño de mi mujer, el coño que llevaba un año limpiando con la lengua el esperma de otros hombres. Se me olvidó por momentos que estaban 2 de sus amantes viéndonos hasta que de repente, uno de ellos, me metió la polla en la boca y el otro por sorpresa, se puso en mi espalda y empezó a darme por el culo. Mónica me miraba con cara de vicio y malicia. Me corrí enseguida, pero no me dejaron hasta que no me tragué hasta la última gota de esperma de uno de ellos y el otro se corrió en mi culo.
Ahora, seguimos nuestro matrimonio con "nuestro hijo" y estamos mas unidos que nunca. Mónica disfruta como nada en este mundo, humillándome, ideando cosa para que yo me sienta humillado, carnudo y sumiso. Pero yo la quiero con locura y se que ella a mi también. Todo lo hace por mi, todo lo que hace, lo hace pensando en mi. Estoy seguro, que si no supone una humillación para mi, ni siquiera follaría con otros. Folla con otros, para humillarme, ha tenido un hijo con un amante para humillarme, me hace limpiarle a ella y a sus amantes para humillarme. Se que es difícil de entenderlo, pero cada vez somos mas felices y nos queremos mas. Soy su exclavo y disfruto con todo lo que me hace. Se que me quiere y me lo demuestra todos los días.
EXCLAVO SUMISO