Como me cogí a mi Puta sumisa (01)

Todo comenzó con una conversación de chat luego de enviar unos relatos a este site.

Como me cogí a mi Puta Sumisa

Todo comenzó cuando se me ocurrió escribir unas historias para todorelatos.com (sitio recomendado). Luego de unos días, recibí un mensaje de "PutaSumisa" indicándome que había leído mis historias y quería conversar conmigo. Su nombre es María Eugenia (o por lo menos eso dijo).

Bueno, comenzamos a chatear por el messenger y comunicarnos por correo electrónico. Comenzamos a conocernos. Que fantasías tenía ella. Cuales son las mías. Claro, mis fantasías están mas o menos en mis relatos. Las cosas que me gusta hacer, algunas de las cuales ya han pasado...

Por otro lado María Eugenia se ofreció para ser mi puta. Para hacer lo que yo quiera con ella (en la cama, claro). Le encanta que la dominen. Le dije que la podía amarrar a la cama, cogerla por el culo... muchas cosas. Estas le gustaron. Le pregunté si tenía una amiguita para hacer una fiesta. Eso no le pareció... bueno, ya veremos.

Una cosa que hicimos fue intercambiar fotos. Luego de varios días de chat, quedamos en vernos en Valencia (donde ella vive). Eso quiere decir que tengo que viajar desde Caracas unas dos horas en carro.

Una fantasía de María Eugenia es convertirse en una puta. Me dijo que nunca lo había hecho. Acordamos un precio por sus servicios y ya veríamos sí los vale.

Quedamos en vernos en un centro comercial de Valencia el viernes luego del mediodía. El local se llama "Liverpool" ó algo por el estilo. De ahí partiríamos para un motel de la ciudad.

Le pedí a María Eugenia que se arregle para ese día. Como venía de clases en la Universidad, no podía ir muy sugestiva. Una falda y blusa. Eso sí. La blusa con botones al frente. Antes de vernos tienia que quitarse el sostén. Cuando nos veamos, no quiería nada debajo de la falda. En todo caso, tenía que estar afeitadita.

En un chateo posterior antes del viernes le dió una crisis de miedo. Me dijo que nunca había hecho algo así. Que ella era una muchacha de su casa, etc. Me preguntó que si se podía echar para atras. Le dije que no. Esto hizo mas crisis. Finalmente le dije que nos veríamos y que no iba a continuar escuchando (chateando) su lloriqueo.

Llegué al sitio de encuentro con algo de duda si ella se presentaría. Me senté en una esquina del local. Sin embargo, luego de esperar 15 minutos, se presentó. La reconocí de la foto y ella me reconoció. Vestía una blusa azul y falda negra, no muy corta. Le pedí que se sentara pegada a la pared en la esquina donde quedaba bastante oculta.

Luego de saludarnos con un besito inocente, le pregunté:

  • Que quieres tomar?

  • No se, que tomas tú?

  • Un Whisky.

  • Bueno, OK, lo mismo que tomas tú.

Llamé al mesonero y pedí su trago. Mientras tanto, comencé a observarla con detalle. Estaba nerviosa, respiraba entrecortada.

  • Miedo?, le dije

  • Si, tu sabes que yo nunca he hecho esto

  • Bueno, vamos a ver que tienes, ó mejor dicho que no tienes

Me percaté que tenía un sostén y al pasar la mano por su costado que tenía las pantaletas.

  • Ve al baño y quítatelas

  • Pero vamos a hablar antes..

  • Nada de eso. Tu tenías que venir como yo dije. Anda y si quieres hablamos después.

Me miró con cara asustada. Pero se paró y salió al baño. Al rato regresó y le hice paso para sentarse. Aproveché para tocarle disimuladamente el culo y me percaté que no tenía nada debajo.

  • mmm, así está mejor. Luego rocé mi brazo en su espalda, notando que había cumplido.

Entonces comenzamos a hablar de temas generales. De como había sido mi viaje, de sus clases ese día, exámenes, temas generales de conversación. Pedimos un segundo Whisky, y continuamos conversando un rato mas, hasta que le dije:

  • Ábrete dos botones de la blusa

  • Se va a notar que no tengo...

  • No importa, en esta esquina solo yo me voy a dar cuenta

Y procedió a soltarse los botones, con movimiento nervioso de los dedos.

  • Ahora vamos a brindar, le dije, vamos a celebrar tu inauguración como puta, como MI puta

Ella asintió y chocamos los vasos.

  • Que te parece, vas a hacer TODO lo que yo te diga

  • Todo?

  • Todo en la cama y en algunos otros sitios.

Le puse la mano derecha en su rodilla izquierda y subí la falda. Ella tembló

  • Tranquila, le dije, - Vamos a abrirte un poquito.

Y coloqué la mano, tapada bajo el mantel, entre sus rodillas procediendo a separarlas. Luego subí mi mano unos 15 cm, obligándola a abrir las piernas.

  • Tócate el pezón derecho y haz que se pare. Quiero verlo. Ella se tocó con disimulo y pude ver que efectivamente se paraba el pezón.

  • Ahora el otro, le dije, mientras mi mano recorría sus piernas, subiendo y bajando, amenazando con llegar donde ella temía. Sin embargo, tendría que esperar. Su respiración se hizo mas larga, como suspirando, pasando a la excitación.

  • Te gusta mostrarme los pezones?

  • Si

  • Te gusta que te acaricie las piernas?

  • mmm.. Si

Me acerqué al oído y le pregunté

  • Se está mojando tu cuquita?

  • Si

Aproveché para pasarle la lengua por el oído. Se estremeció

  • Quiero sentirla.

Ella aflojó un poco las piernas, pero yo la sorprendí sacando mi mano derecha y poniéndola sobre su hombro

  • Súbete la falda

  • Pero, aquí?

  • Si, solo nosotros vamos a saberlo.

Se incorporó un poco y con las dos manos procedió a subirla hasta quedar sentada con las nalgas directo en el sillón. Entre la mesa y el mantel no se notaba. Además había poca gente y poca luz. Mientras se subía la falda, aproveché mi mano derecha y le toqué el pezón que seguía durísimo. Se lo apreté con dos dedos con lo que ella pegó un gritico.

Luego bajé la mano y la metí entre sus nalgas y el sillón, buscando su cuquita. Su humedad me guió.

Efectivamente, estaba supermojada.

  • Afeitadita mmm, le dije con aprobación, notando su piel lisa

  • Excitada? le pregunté aunque sabía la respuesta

  • Si, mucho

  • Te gusta que te manosee?

  • Si, me estas poniendo a millón

  • Y vas a ser mi puta?

  • Si, TU puta

Mientras hablamos mis dedos recorrían desde su clítoris hasta su culito, pasando por su raja húmeda. Le metí el dedo medio hasta el segundo nudillo, y ella suspiró

  • Quieres que te lleve al hotel para cogerte? le dije al oído

  • Si, no aguanto mas

Le saque el dedo y lo pasé hacia su culito, donde entró con un poquito de dificultad, pero ayudado por la humedad que traía.

  • Creo que me voy a dar un banquete contigo

  • Si, quiero ser TU puta

  • Mejor que eso, vas a ser mi perrita

  • Si, lo que tu quieras.

Moví el dedo de nuevo hacia adelante, mojándolo nuevamente con sus jugos. Empecé a meter y sacar

  • Ahora que lleguemos al hotel te vas a poner en cuatro.

  • mmm... si, como tu quieras

  • Como mi perrita

  • Como TU perrita

  • Bueno, vamos a ver, dije, y saqué la mano y me llevé el dedo a mi nariz.

  • Hueles rico.

Ella se quedó suspirando. Quería mas.

Le pedí al mesonero que me diera la cuenta. Mientras esperábamos para que llegara la cuenta y pagar, ella se acomodó la falda y trató de cerrarse la blusa.

No la dejé.

  • Te vas así hasta el carro

  • Pero me pueden ver

  • Mala suerte, o mejor dicho, buena suerte para el que se fije

Y me levanté, tomando su mano para que me acompañara.

Esta historia continuará....

Pueden enviarme sus comentarios a: eabfm@hotmail.com