Como logré cogerme a mi sobrina 4

Al fin llegó el día de mi tan deseada ilusión, cogerme a mi sobrina.

Después de haberme enterado de todo lo que había vivido mi sobrina en su afán de obtener una mejor calificación, no había noche que pudiera dormir con tantas vueltas que daba en mi cabeza, sobre el video donde tenían sometida a mi Vanne, ahora mi morbo estaba al mil ya que además de mi deseo, mi sobrina ya sabía que era un pene, que era el sexo, que era tener adentro de ella y de todos su hoyitos un miembro masculino, sabía del sabor del semen, y todo eso me traía completamente loco.

Durante su ausencia, ya que andaba de vacaciones con sus papás después de haberla premiado por obtener “excelentes” calificaciones, iba yo casi a diario a la casa de mis suegros donde ella vivía con sus papá, y hurgaba desesperado sus cosas, sus pantaletitas imaginándolas hasta sus rodillitas mientras era sodomizada por sus maestros, paja tras paja y no me cedía el apetito sexual por mi niña, así pasaron los 20 días de sus vacaciones por el Caribe, ya me urgía verla,

mirarla a los ojos y tratar de imaginar que estaría pensando, si aún conservaba fresco los recuerdos de su abuso sexual, no lo sabía, hasta que la viera y que su expresión me dijera su estado de ánimos.

Era un sábado cuando retornaron de su viaje, intencionalmente ahí estaba yo, cuando la vi llegar junto con sus papás, mi corazón latía con fuerza, estaba emocionado y a la ves nervioso por ver de nuevo a mi güerita linda, traía un pantalón blanco y una ombliguera en color rojo, lo mejor de todo era su tono de piel bronceado que hacía que resaltaran aún más sus ojitos verdes, me saludó de beso y aproveché para darle un abrazo con ansia, como si la hubiera dejado de ver por años, la tomé en mis brazos apretándola discretamente, mi Vanne pronto serás mía, pensaba para mis adentros, ese día entre charla y charla pasó el tiempo y más tarde me despedí y a descansar en casa.

Habían terminado sus vacaciones escolares y a la semana siguiente entraría a la Universidad, específicamente a la facultad de Medicina donde estudiaría Médico Cirujano, era su gran sueño llegar a titularse en ese ramo, pero mejor sigamos con la historia donde finalmente la hago mía, tendría que esperar el momento propicio, no quería espantarla y echar a perder mi plan, pero creo que la suerte estaba de mi lado, porque a las dos semana tuvieron un fiesta de bienvenida o novatada como se le llama a quienes recién ingresan a la facultad, casualmente por la tarde que ella llegó estaba yo en casa de mis suegros, había bebido cerveza en sus festejos, no estaba acostumbrada y eso la hacía que pareciera ebria, muy contenta y mucha risa, todo le causaba hilaridad, así subió a su recámara, yo mientras tanto me despedía de mis suegros quienes no se perdían sus telenovelas favoritas, así que ni caso me hicieron, pero en vez de salir me dirigí a las escaleras y discretamente subí hasta la habitación de mi pequeña, sabía que sus papás aún tardarían como un par de horas en llegar de sus trabajos, se oía música, ella sola seguía su fiesta, la verdad no me atrevía a dar el siguiente paso, pero tenía que aprovechar esa maravillosa oportunidad, a ver hasta donde llegaba, súper nervioso gire lentamente la perilla de su puerta y logré verla bailando como loquita y quitándose su ropa a la vez, el ruido de su música le impedía darse cuenta de que la atisbaba tras puerta medio abierta, en esa ocasión traía jeans con una sudadera deportiva blanca, calcetas y tenis, su cabello suelto a la espalda, quitó su sudadera quedando con su pequeño brasiere blanco, arrojándose a su cama sin dejar de bailotear, trataba de zafarse sus pantalones no sin antes quitarse sus tenis de color rosa, finalmente lo logró quedando sólo con su ropita intima, ese calzoncito blanco que sin duda ya había yo olido en repetidas ocasiones, sin más ni más se puso boca abajo dispuesta a dormir un poco, a los pocos minutos entró en un profundo sueño, se notaba por su pesada respiración, es cuando me decido a entrar, santo cielo, que vista, lo que tanto he deseado ahí estaba, dormidita y en ropa interior, se había quedado así con el volumen alto de su música, así que cualquier otro ruido ni lo percibiría por su escándalo y menos por la somnolencia provocada por las cervezas que había ingerido, enfocando la cámara de mi teléfono móvil me dispuse a tomar fotos a diestra y siniestra, de lejos y de cerca, no quería perder detalle de mi linda Vanne semidesnuda, acerqué mi rostro a su trasero, tenía que percibir su aroma, dormía sobre su brazo derecho y sus piernas estaban semi abiertas, flexionada una sobre la otra, lo que me facilitaba el olfatear muy cerquita sus intimidades, era una mezcla como de sudorcito dulzón, a genitales limpios, yo aspiraba profundamente mientras mi pene se ponía muy duro, también aspiraba entre sus nalguitas, aroma a culo joven, también como a sudor aunque un poco más fuerte que su vaginita, pero era un olor delicioso, a quién es amante de los aromas sexuales femeninos sabrá perfectamente a que me refiero, sencillamente delicioso, así estuve más de media hora, después de ese manjar aromático deslice su pantaletita hasta debajo de sus blancas nalgas las cuales estaban marcadas por su biquini de playa, con sumo cuidado para no correr el riesgo de despertarla, y tomando en mis manos cada uno de su glúteos, los separaba ligeramente hasta descubrir su rosadito esfínter, mas abajito podía admirar también sus pequeños labios vaginales apenas cubiertos por algunos pelillos castaños, volví con mi teléfono a tomar más fotos, ahora ya conocía su rosado anito, ya sabía cuál era su olor, ahora me tocaba probarlo, así que pensando y actuando, llevé mi lengua a su agujerito, mmmmm que bien sabía, trataba de introducir la punta de mi lengua, como era posible que ese estrecho hoyito ya había probado varias vergas, aunque sea sin su consentimiento, pero ya se las había comido por su trasero, mientras mis labios trabajaban ahí, mi mano pajeaba mi pene, era tanta mi calentura que no tarde en venirme con un chorraso de semen que deposité en esas blancas nalguitas escurriendo hasta su tierno ojetito, debía de retirarme ya que sus padres estaban por llegar a su hora acostumbrada, así que limpié con pañuelos desechables mis evidencias, subí de nuevo su calzoncito y cerrando la puerta por fuera salí con mucho cuidado para que mis suegros no me escucharan.

Que tarde tan fabulosa me pasé, comenzaban mis sueños de hacerla mía, más días pasaron y yo regocijándome con las imágenes tomadas aquel día de su hermoso culito.

Ahora mi deseo crecía más por ella, que podría hacer para lograr del todo lo que tanto quería, la suerte sin duda me seguía favoreciendo, ya que en su primeros exámenes parciales había reprobado de nueva cuenta una materia, pero en aquella ocasión, el catedrático corrupto sólo quería dinero a cambio de ayudarle, el caso es que de nuevo no podía decirle nada a sus papás ya que los defraudaría y su auto estaba en juego, además de que sus papás trabajaban para el gobierno por lo que su suelo apenas era para vivir con lo necesario, estaba desesperada aquel día en que pasé de visita, la notaba nerviosa y traté de darle confianza para que me dijera que le pasaba, yo creo que la urgencia de tratar de resolver su problema la hizo abrirse conmigo y me puso al tanto de su situación, sabía que yo no le diría nada a sus padres ya que no había mucha simpatía entre nosotros, al escucharla con atención de entrada le dije que no se preocupara, que yo le ayudaría a salir de esto, sin embargo tendría que pensar muy bien para salir beneficiado, ver sus ojitos angustiados y sabiendo que ya había probado el sexo y que yo ya conocía sus partecitas intimas y su rico sabor, me daba ternura verla indefensa con un problemón a cuestas, la abracé con ternura y le día todo mi apoyo, bueno, por lo menos eso le demostraba, ya que mis intenciones ustedes ya las conocen.

Limpiándole las lágrimas de su rostro le dije que al día siguiente la quería ver pero no en su casa para no exhibir sus problemas, la esperaría en mi auto al salir de su escuela, para hacerle saber mi respuesta de apoyo, ella aceptando me dio un beso y nos despedimos.

Al día siguiente, yo nervioso por cómo se estaban dando las cosas, la esperé hasta que la vi salir, jeans blanco, blusa rosa que dejaba al descubierto su ombligo, y su cabello recogido, yo la veía estupenda a mi niña, subiéndose al auto la llevé a la casa de un amigo que de vez en vez me prestaba cuando no la ocupaba, para llevar alguna amiga ocasional, Vanne solo veía pero no me decía nada, confiaba en mí seguramente, al llegar entramos y ya en la sala le invité un refresco, estaba ansiosa de saber mi decisión, y pues la hice sufrir un rato más, tomándola de sus manitas e hincándome frente a ella y mirándola directamente a los ojos, le dije que estaba bien, que le iba a prestar ese dinero que le pedían para mejorar su calificación, le comenté que lo haría a pesar de que no estaba bien lo que hacía, de que no había nada mejor que estudiar de veras y dejar a un lado sus redes sociales y amigas que lo que hacían era distraerla con sus fatales consecuencias en sus estudios, quería hacerla sentir peor para que valorara lo que vivía, - ¿sabes qué pasaría si tus padres se enteran de todo esto? - Le preguntaba yo -, asentía con su cabeza como aprobando lo que le decía en mi discurso de tío comprensivo, dime Vanne y como piensas pagarme ese préstamo, el dinero no me sobra, es más tendré que conseguirlo, mentía, con sus ojitos de súplica argumentaba que juntaría sus ahorros y trataría de ver que vendía para pagarme, no era mucho para mí, cinco mil pesos, pero para ella era una fortuna, insistía en que eso no sería suficiente para pagarme, cuanto ibas a tardar, y animándome de valor con mis mirada en sus ojos le solté a quemarropa mi propuesta; sobrina, estás en un soberano problema, sin embargo te propongo algo, estoy enterado por tu excompañera Elisa, mentí de nuevo, que en la Preparatoria también tuviste que comprar tus calificaciones, pero que allá no fue precisamente con dinero, sus ojitos ya lloraban, como rayo trataba de asimilar lo que le decía, yo seguí atacando, he visto un video que tú ya conoces muy bien y la verdad es que no sé si decirle a tus papás o callar, - ¿ pero cómo tío, de que me estás hablando? -

decía -, no sé de qué me hablas, ¿estás segura? – insistía yo - ya estoy totalmente enterado de lo que pasaste en esa escuela con tus tres maestros y la verdad es que me dio mucho morbo y excitación verte desnuda, empinada y recibiendo penes por todos lados, y sin ir más lejos te ofrezco callar con tus padres, prestarte para tu calificación de la facultad pero a cambio de que me dejes gozarte, siempre me has gustado y no sabía cómo decírtelo, ahora se me

presenta esta gran oportunidad, o aceptas o tus papás conocen el video del cual ya tengo una copia, tú dices…., mi Vanne lloraba y estaba colorada por la vergüenza de saberse descubierta, pero tío, lo que pasó fue un chantaje de la cual fui víctima, me da vergüenza recordarlo y más ahora que tú ya lo sabes, yo te respeto mucho pero no me pidas eso; mira sobrina, haz de cuenta, que no soy tu tío, que soy un maestro más del cual obtendrás un beneficio en éste caso económico, ah y tu integridad como hija modelo y estudiante ya que no diré nada a tus lindos papis, la estaba chantajeando, su voluntad ya casi era mía y ella también, medítalo y verás que no tienes salida.

Levantándome y tomándola de las manos la abracé y es cuando empecé a acariciarla, ya no decía nada, ya estaba convencida que no le quedaba de otra, mi manos recorrieron su cintura y su espalda bajo su blusita rosa, su piel estaba muy suave y tibia, besaba su cuello y mordía suavemente sus orejitas, se retorcía pero aguantaba sin palabras, así lentamente deslice su blusa por sobre su cabeza hasta sacarla por arriba, en esa ocasión traía un brasiere blanco con bolitas rosas, a juego con su blusa, temblaba en mis brazos, no sé si por miedo, la emoción, o si le estaba gustando,

con delicadeza subí su brasiere a su cuello dejando esos pequeños senos al aire, que hermosos yo los veía, sus pezones ya estaba paraditos, eran rositas como sus aureolas, así los masajeaba mientras mis dedos pulgares hacían círculos en sus pezones, estaba ya duritos, los llevé a mi boca y con suaves chupadas y mordidas la llevé al cielo, me lo demostraba con su respiración agitada, entonces la volteé y la abracé por la espalda, mi mano izquierda seguía en su trabajo con sus senitos pero ahora mi mano derecha bajaba por su plano vientre, introduciéndose en su pantalón hasta llegar a su hermosa cuevita del amor, dio un respingo cuando toqué su botoncito, se estremecía en mis brazos, hábilmente mi dedo medio comenzó a pasear entre sus pequeños labios vaginales, subía y bajaba, desde su clítoris hasta su ya húmeda vagina, sentí sus juguitos mojar mi mano, acto seguido la llevé a mi nariz para saborear su aroma de jovencita en celo, riquísimo, desabroché entonces su pantalón y lo fui bajando junto con sus braguitas que combinaban con su brasiere, la alcé en vilo y la llevé a la cama donde delicadamente la acosté boca arriba, abriendo sus piernitas me apliqué a besar su vagina, lo hacía hasta con desesperación, mi sueño dorado al fin se lograba, bebía y bebía sus juguitos, mi pequeña se sentía ya muy excitada tanto así que en breve la sentí convulsionar en un intenso orgasmo mientras yo absorbía lo posible de su pocito del amor, ya no aguantaba más, mi pene me dolía de lo duro que estaba, era un pene regular, como de 15 cms., pero muy juguetón, jajaja, poniéndome entre sus piernitas apunté mi tolete y abriendo poco a poco sus labios fue entrando despacio, que dicha, que sabrosa estaba mi sobrina, el vaivén se vino enseguida, la sacaba hasta la cabeza y la hundía hasta el fondo, lentamente al principio y rápido ya después, mi güerita hermosa abría su boquita con ansiedad la cual aproveche para besarle sus labios, mi lengua entraba a fondo, sentí como correspondía a mi beso y de seguro con otro orgasmo silencioso, sus ojitos los mantenía cerrados, sólo sentía mis caricias bucales y mi pene trabajando en su vagina, sus pezoncitos como puntitas de lanza en mi pecho, tibios, suaves con su piel tierna, deliciosos; saliéndome de ella, tuve el mejor orgasmo de mi vida, llené de leche el vientre de mi pequeña, después de esta maravillosa sesión vino ese momento relajante después del sexo, y abrazándola a mi torso le pedí me relatara todo lo vivido en su anterior escuela preparatoria, ella empezó su charla, ocultando muchos detalles quizá por vergüenza, pero que yo ya sabía, no la quise forzar y la dejé continuar,

situaciones que ustedes ya leyeron anteriormente…..

Mientras transcurría su charla aprovechaba para acariciarla, esas relajantes y sabrosas caricias después del acto sexual, al poco rato mi pene estaba listo de nuevo, con suavidad pero con firmeza llevé su rostro a mi verga, quería que me la chupara, no quería Vanne pero tímidamente comenzó con sus delicados besos para después mamarla, era obvia su inexperiencia pero a pesar de ello lo disfruté, sus ojitos verdes ya me veían y eso me excitaba más, tenía ensalivado mi tolete mientras sus manitas acariciaban torpemente mis testículos, sentía que me iba al cielo pero con mucho pesar no la dejé que terminara, quería otra cosa más, su culito, tenía que probarlo, quizá sería la única vez que pudiera tener a mi sobrina, así que la acosté boca abajo e inclinándome enterré mi rostro entre sus nalgas, que delicia su sabor, pero sobre todo el morbo de querer penetrar un culito joven, y más de ese culito de tu sobrina tan deseada, gemía al sentir mis caricias bucales, yo creo que también le gustaban, disfruté gran rato de ese sabroso esfínter rosadito, acto seguido me senté en sus piernas y comencé a taladrar su orificio con mi dedo medio, había que horadarlo para que no doliera, sus juguitos que tenía entre sus glúteos me ayudaron,

Vanne no quería y se resistía, me decía ya tío, ya es suficiente, temía sufrir con mi pene, pero cariñosamente al oído le decía que su culito era uno de mis mejores sueños, que aunque se resistiera ya no había marcha atrás, que más valía fuera tolerante, que de todos modos la penetraría, fue entonces cuando inicié con una presión en su esfínter por parte de mi pene, no era fácil, estaba muy estrecha a pesar de que ya se lo habían estrenado, puse más saliva y con mayor fuerza logré meter la cabeza de mi instrumento sexual, trataba ella de quitarme pero mi peso se lo impedía, dejé que se acostumbrara un poco a mi invasión hasta que lentamente me fui dejando caer en ella, guauuuu calientito sentía adentro, dolía mi pene de la presión

de su esfínter, lo bueno para ella es que no duré mucho, ahí sí pude termina sin riesgos a embarazarla, mi leche salía e inundaba sus entrañas, gracias sobrina mía le decía, no te preocupes soy una tumba, me has hecho disfrutar de una ilusión que tenía, me has dado vida y en adelante contarás con todo mi apoyo, la copia de tu video la seguiré conservando porque me encanta verte siendo sometida, además como seguridad mía de que guardarás nuestro secreto.

Si alguna vez necesitas de mí sólo házmelo saber y estaré a tu lado, soy ahora tu confidente y tío predilecto, no lo olvides mi amor.

Después del obligado aseo la dejé cerca de su casa, con la promesa que en familia, nos veríamos como tal, como familia……

NOTA: AGRADEZCO A MIS LECTORES SUS AMABLES COMENTARIOS Y CRITICAS, QUE SIRVEN PARA TRATAR DE MEJORAR NUESTROS FUTUROS RELATOS, ESPERO LES HAYA GUSTADO PARA PODER CONTINUAR CON LA HISTORIA.