Como llegué a ser Alexia (17)
Lo que paso con mis padres cuando llegaron a visitarme
Como llegué a ser Alexia (17)
Al levantarnos por la tarde aun sentía que me dolía mi culito. Por lo que Vanessa aplicó nuevamente una pomada y una toalla sanitaria. Para fijar esa toalla sanitaria me puse una pantimedia negra de lycra, que me ajustó bastante. Y me vestí únicamente con un pantalón de pescador blanco tan transparente que se veía mi buen torneado culito cubierto por la pantimedia negra y con una blusa transparente, de color negro, que parecía gasa dejando ver mis tetas que para ese entonces eran copa B. Me puse unas sandalias de plataforma, de color dorado, con tacón de 5 cm. lo que hizo que mis nalgas se vieran más paraditas.
Vanessa de vistió con mi camisón negro transparente que llegaba hasta el piso, cubriéndola desde el cuello hasta el tobillo que dejaba ver su faja. Y se calzó unas sandalias sin tacón y con muy poca suela. Ella si se maquillo y yo no tuve ganas de hacerlo. Pues al sentarme, al estar de pie o al acostarme me seguía mortificando el dolor en mi ojete.
Todo el día la pasamos platicando y tomando café y vino tinto. La plática fue muy variada. Desde porque me había ido que esa era mi noche hasta lo que Roberto quería hacer conmigo. Me dijo que esa era mi noche porque lo más probable que no volviera a tener a dos machos dispuestos a satisfacerme en todo, además que con ese semen con sabores tan especiales. Debido a que Roberto era muy celoso y solo él quería tener mi cuerpecito. Así que tenía que aprovechar esta oportunidad.
Así pasaron los días y hasta el viernes recordé que mis padres acudirían a verme. Me puse muy nerviosa y le dije a Vanessa que iba hacer. Ella tranquilamente me dijo que lo dejara a su cargo. Me compró unos jeans, camisa de hombre y unos zapatos tenis unisex.
Llegó el sábado y me vistió con esa ropa. Al llegar mis padres al departamento, los recibimos en la sala. Mi madre muy extrañada pregunto quién era la mujer que le había abierto. Que ella no la conocía. Le dije a mi madre que era una vieja amiga y que se había prestado a cuidarme. Se las presenté y luego Vanessa me dijo que la dejara sola con mis padres. Al salir de la sala, me dijo al oído ve a ponerte tus mejores ropas, te maquilla y luego pasas a la sala cuando yo te diga.
En la recamara me puse un conjunto de ropa interior de color blanco, con encaje. El sostén de media copa dejando al descubierto la areola y pezón de mis pequeñas tetas. Una tanga con un hilo dental y con apenas un triangulo de tela en la parte de enfrente. Un liguero también blanco, con unas medias de malla de color blanco. Y me puse un vestido amplio, color rosa muy pálido, que se ceñía por debajo de los pechos y hacía abajo era amplio. Era muy corto pues casi dejaba ver donde terminaban las medias, que era una pequeña zona de encaje blanco. Me puse unas sandalias rosa pálido con una plataforma de 2 cm. y un tacón de 5 cm. Mi maquillaje fue muy leve, dándole más importancia al rímel de las pestañas y a mis labios. Así me puse a esperar que me hablara Vanessa.
No paso mucho tiempo. Pues casi terminado de vestirme me habló Vanessa. Acudí con mucho miedo pues era la primera vez que mis padres me verían tal cual era. Al verme mis padres casi se mueren de un infarto. Mi padre dio que quien era esa muchacha que él quería ver a su hijo. Cuando le dije que yo era su hija, que su hijo se había muerto para que naciera yo, se indignó tanto que salió del departamento gritando que había hecho mal, porque ese castigo. Mi madre más comprensiva me abrazo y decía no es posible que hubiera cambiado tanto. Después de un rato platicando mi madre comprendió que estaba ante un hecho irreversible. Y se conformó y hasta se alegró después. Ya que éramos únicamente hermanos y ella siempre había deseado tener una hija y yo le había cumplido su deseo. Se despidió muy cariñosa y me dijo que no me preocupara por mi padre que ella sabría convencerlo y también a mis hermanos.
Pasado este trago amargo y de haber salido bien librado. Ahora era pensar en la propuesta de Roberto. Pero antes debería pensar en lo que pasaría el fin de semana. Para festejar la aceptación de mi familia. Ya que durante la semana mis hermanos y mi padre hablaron conmigo y al final se alegraron por mí de que al fin haya decidido que sería de mi vida. Porque habían estado muy preocupados por la forma que veían que me comportaba, pues no veían un futuro muy claro.
Zanjado eso, el sábado, decidimos salir a una Disco. Yo iba dispuesta a todo ya que mi culito había sanado completamente. Me vestí para la ocasión con unas botas, con un liguero y medias negras, sin tanga, y una minifalda que permitía ver los tirantes del liguero y las medias. Con una blusa transparente sin sostén. Vanessa iba con un conjunto de pantalón de pescador, sin medias, con unas sandalias de plataforma y un tacón de 10 cm. con una blusa suelta sin escote. Que tapaba adecuadamente su faja. Ricardo y Julián iban con un traje de lino muy transparente y por lo que se veía traían un suspensorio, de esos que usan los deportistas para que los testículos no le bamboleen, o iban sin ropa interior. Esto lo descubrí más adelante.
A llegar nos fuimos a una mesa lo más apartado de la pista. Pedimos unas bebidas y charlamos por un rato. Julián me pido que si bailábamos. Por lo que nos fuimos a la pista a bailar, Julián era un trompo. Durante el baile, con los movimientos, estuve mostrando más de la cuenta. En algunos pasos de baile me hacía que mostrara completamente mis nalgas haciendo que el público aplaudiera y me dirigiera algunos piropos, algunos subidos de color. Que en lugar de malestar a Julián más bien lo excitaron porque empecé a ver un aumento en su paquetazo. No regresamos a la mesa hasta después de 30 min.
Al llegar, no veo a Vanessa y le pregunto a Ricardo y este con me señala con el dedo hacia abajo. Cuál no sería mi sorpresa que Vanessa estaba hincada, dándole una soberana mamada. Por lo que nos quedamos de pie. Entonces Julián se sentó en una especie de jardinera y me jaló para que me sentara sobre de él. Entonces sentí su verga erecta entre mis nalgas. El muy aprovechado se la saco cuando estaba buscando a Vanessa. Lo que hice fue poner abundante saliva en mi mano y aplicársela a su verga. Con mis dos manos separé los cachetes de mis nalgas, dejando al descubierto mi ojete. Julián le aplicó abundante saliva y entonces me senté sobre su cabezota chata. Al principio hubo cierta dificultad y dolor, pero menor que las veces anteriores, pero al vencer mi esfínter se pudo acomodar sin ninguna dificultad toda esa verga erecta como si fuera un tronco con la punta chata. Así estuvimos con movimientos lentos, pero sentándome hasta sentir su pubis en mis nalgas. Hasta que se eyaculo su lechita en mi intestino y yo tuve un prolongado orgasmo. Con una servilleta de papel tapó mi hoyito para evitar que se escurriera el semen por mis muslos.
Al ver nuestra mesa vi otra vez a Vanessa sentada muy cómodamente y en tremenda charla. Parecía que no había dado una buena mamada y se había tragado todo su semen. Ya que no había huellas en su exterior, de que hubiera habido pasado un accidente. Nos acercamos y Julián se sentó. Y en lugar de hacer lo mismo, me coloqué en la misma posición de Vanessa y le inicie una buena mamada, esto fue con la disculpa de limpiarle su aparato. Pero nuevamente se puso tieso y no tardo tiempo en venirse en mi boca. Tomé todo el semen y lo retuve en mi boca. Al sentarme a un lado de Vanessa, le di un beso en la boca y aproveche para pasarle parte del semen que le había sacado a Julián. Ella se deleitó con eso. Pero a los muchachos los calentó tanto, que salimos del lugar apresuradamente. Y durante el camino al departamento nos estuvieron diciendo lo que no iban a hacer. No les importó que el taxista estuviera escuchando, que por la forma de mirarnos se vía que se había calentado. Y más se calentó cuando vio a Vanessa darle un adelanto a Ricardo, mamándole su aparato de tal forma que esté terminó con abundante eyaculación. Cuando bajamos y pagó Ricardo, el taxista tomó el dinero todo tembloroso. A unos metros más adelante detuvo su auto. Ricardo nos dijo que se estaba masturbado, ya que había visto demasiado.
Antes del entrar al departamento ya iba desnuda y Vanessa con únicamente su faja, si ese el inicio como estaría cuando terminaramos
Esta historia continuará