Cómo la calientapollas perdió su virginidad

La primera vez de María.

“Cuéntame... cómo fue... tu primera vez”, pregunté tratando de no romper el ritmo de mis empujones.

“Tuve... quince años”, me contestó, no sin cierta dificultad.

“Eras joven”, dije.

“Sí. Pero mis pechos... han desarrollado muy temprano. Y era media machona. Siempre jugaba... con los chicos”.

“¿Ellos eran... Atraídos por ti?”

“Sí. Supongo. Al menos... oohhh... les gustaban mis tetas”.

“¿Quién podría culparlos?” me reí. Ella tiene tetas muy bonitas, con pezones grandes y oscuros que parecen ser hechos de caucho cuando se ponen duros. "Lo dudo... que hay muchos... hombres adultos... que puedan resistirlas. Ni pensar... en los chicos... de ese edad" dije, luchando de hablar en frases completas.

“Sí. Mi madre... también me advirtió. Ohhh... Ella me dijo... 'María... ya no eres... una niña. He visto... cómo esos chicos... te miran'”.

“¿Pero no... Le dio caso?” pregunté.

“No. Le dije... 'Ay, mamáahh... noo... te preocupes. Yoohh... puedo cuidarme'”.

“¿Y cómo... Te respondió?”

“Me dijo... 'Las quinceañeras... siempre piensan... eso. Pero también... he visto la forma... en que tú... miras a ellos'”.

“¿Y mirabas... A ellos?”

“¡Por supuesto que sí! Ahhh. ¿Por qué no? Siempre estaban... fijando sus miradas... en mí”.

“¿Así que... Que no... Prestó atención... Ahh... Tu madre?”

“Noohhh. Sólo... le dije... 'Ay... mamá... basta'. ¿Y sabes... que me dijo?”

“¿Qué?”

“Me dijo... 'Es que... ahora tú eres... uuuu... una mujer, María. Y uuuu... un día... no serás... capaz... de... detenerte'”.

“¡Vaya!”

“Sí. Debe... haber pasado... por la misma”.

“Y me imagino... Que un día... No pudiste... Detenerte”.

“Claro...” me dijo con aire ausente, obviamente recordando lo que había sucedido.

“Pues... Cuéntame”.

“A laahhh... la hora de salir... de la escuela... yoohhh... siempre... solía... ir a jugar... en el bosque... con un grupoohhh... un grupo... de chicos” me dijo, ya obviamente sufriendo el mismo problema que yo con las oraciones completas. “Al principioohhh... era... inocente. Pero... a medida... que estaba creciendo... me empezóohhh... ahhh... a gustar... coquetear... con ellos. Inclusoohhh... ahhh... mostrarles... mi cuerpo”.

“¡Debes... Haa... Haber sido... Una chica... Mmmm... Muy... Popular!” dije, imaginando cómo yo mismo hubiera seguido detrás de ella como un perro cachondo si fui su compañero de clase.

“Bueno... por lo menos... les gustóohh... mi cuerpo. Y... Ahhh... a mí... me gustaron...ohhh... los suyos. Así que... empecé... Ahhh... a dejar... que... me tocaron. Ellos... tomaron turnos... jugandoohhh... con mi coño... maahhh... masajeando... miii... mis tetas... yyyy... besándome. A veces... uno... se chupóohh... se chupó mis pezones... mmiii... mientras... que otroohhh... frotó... sus dedos... contraahhh... contra mí clito... yyyy.... otro... me besó”.

“Ummm.... ¿Y qué... Hiciste... A... Ellos?”

“Al principio... nada. Pero... mi mamáahhh... tuvo razón. Después... de un tiempoohhh... no pude resistir... a tocar... sus poohhh... pollas. Y luego... de chuparlos”.

“¡Qué... Puta... eras!”

“¡Oye! No creo... que estés... conmigo... si estuvo... uuuu... una monja”.

“No. Discúlpame. Es que... Estás... Poniéndome... Caliente”.

“Está bien. Parezco tener... ese efecto... en los hombres. Ahhh... a pesar... de que... estoohhh... estoy... siempre... uuuu... una dama”.

“Ya veo. ¿Pues... Mi señora... Hiciste... Que... Ellos... Se vinieron?”

“Sí... por supuesto. Mmmm... me gustaron... mucho... sus penes. Me gustóohhh... me gustó... hacerlos... perder el control... y eyacular. No importaba... lo mucho... que ellos... intentaron... aguantar, siempre... podía... hacerles... acaahh... acabar. Me hizoohh... sentir... poderosa”.

“Hiii.... Hicieron... Que... Tú... Viniste?”

“Oh, ¡Sí! Taahhh... Tantas veces... que era... difícil... caminar... haaa... hasta mi casa... después. Miiii.... Mis piernas... eran.. tan débiles”.

“Entonces... ¿Cómo... Perdiste... Laahhh... Virginidad?”

“Un día... me estaahhh... estaba... chupandoohhh... el más grande. La polla... más grande. Recuerdoohhh... que me parecía... enorme”.

“¿Más grande... Que... La mía?”

“Noohhh. No como... lahhh... la tuya, Pollón. Pero... sólo tenía... quince años... y en este momentoohh... me paahh... parecía... enorme”.

“Claro. Estaahhh... Estabas... Mmmm... MUY... Inocente” dije sarcásticamente.

“Mejor... digamos... inexperta”.

“De acuerdo. Entonces... ¿Elegiste... A él... Porque... Tuvo... El pene... Más grande?”

“¡Siempre... piensas...que busco... ooohh... los grandes! Pero... yooohhh... yo... no... elegí... a él. No... exactamente” me dijo poniéndose un poco tímida, comportamiento muy extraño para ella.

“¿Qué... Pasó?” pregunté con la limitada cantidad de cariño que pude reunir en mi estado de excitación.

“Le hice... calentar mucho... y empezó... ahhh... a rogarme... 'María... ya basta. ¡Quiero follarte!' Pero yooohhh... yo... no estaba... seguro. Ahhhh... Así que... seguí... chupándolo. Pero cuanto más... que él... se acercaahhh... acercaba... a acabar... mmmaaaah... más... insistente... se convirtió”.

“¡Puedo... Imaginar! Tu... Sabes... Chupar... Muy bien” interrumpí, abandonando cualquier pretexto de preocupación.

“Gracias, mmmm.... mi amor. Bueno, por últimoohhh... creo... que él... simplemente... nooohhh... no podía... soportarlo... más. Les dijo... ahhh... a los otros... chicos... que... me mantenga puestoohhh... contraaahh... contra... el tronco... de un árbol... mientras que él... abriooohh... abrió... mis piernas... y puso... su polla... dentroohhh... dentro... de mi”.

“¿Dolió?”

“No. Estaahhh... estaba... muy... mojada. Quise... su polla... taahhh... tanto... como él... quisiera... dármelo”.

“¿Y... Qué pasó... Con... Los otros... Chicos?”

“¡Esos cabrones le animaron! Y él... les dijoohhh... que... iba... a follarme... haaaahh... hasta que... rogué... por más”.

“¿Lo... Hiciste?”

“¡Yo no ruego!”

“¿Ni por... Un pene... Enorme?" dije mientras pensando que debo probar esto después.

“¡Hamas! Pero... ¡Sí!... quería... más. Me encantóohhh. Se sentía... muy bien. Follaaahh... Follándome... con su gran polla. Pero... no pude... haaahhh... hablar... paahhh... para... decirle nada. Sohhh... Sólo... me limitabaahhh.... jadear... y... murmurar... cooohhh... cosas... ininteligibles”.

“¡Pobrecita!” dije burlonamente.

“Bueno... paahhh... pasaba peor... para él” dijo con una leve sonrisa. “No podía... contenerse. Me di cuentaahhh... de que... estaba... a punto de acabar. Así que... le aparté... de mi. Justoohhh... justo antes... de que...comenzaahhh... comenzaba... eyacular”.

“¡Qué... Calientapollas!”

“¡Oye! Tuvo... quince años. Noohhh... no... estábamos... usando... nada... de anticonceptivos”.

“De acuerdo. Tienes... Razón. Pero... ¿Ayudó... Ahhh... Él... De... Acabar?”

“Huuuu... Hubiera. Pero noohhh... no pudo... esperar. Agarró... su pene... y... lo acarició... él mismo. Recuerdooohhh... recuerdo... sus tiros... de esperma... saahhh... saliendo... en un arco... y cayendo... sobre... laahhh... las... hojas secas”.

“¿Y... Acabaste... TÚ?"

“Noohhh. No en ese momentoohhh. Me asusté... y... salí corriendo... ahhh... a mi casa. Pero esaahhh... esa... misma noche... me conseguí... hacerme venir... varias veces... con una vela”.

“¿Una... VEhh... Vela?”

“Sí... una vela. Peroohhh... eso... es... otraahhh... otra... historia. Dejaahh... hacerme preguntas... y fóllame... duro. Ya quiero... tener... un orgasmo”.

“¡Pues... Dehh... Debes... ROhhh... Rogarme!”

“¡Ja! ¡Jamás!”

“Entonces... Voy... Ahh... Sahh... Sacarlo. Igual... Que... Hiciste... Ahhh... Ese... Novio”.

“No... Noohh... loohh... harás” me dijo envolviendo sus piernas alrededor de la parte baja de mi espalda y jalándome contra su coño. “Estoy... aahh punto... de... aahhh... acabar”.

“Igual... Lo Haré” dije liberándome de sus piernas y separándome de ella apenas que comenzó su orgasmo.

“¡Cabrón!” me grito, mientras haciéndose terminar con sus mismos dedos, “Eehhh..Sstoy... Ahhh... A..Ca..Baahhh..Nnddooohhh... Sóloohhh”.

“¡Lo mereces... Calientapollas!” le dije. Pero al mismo tiempo me di cuenta de que yo también estaba al borde de correrme. Traté de aguantar, pero no pude. Un fuerte “Agghhh” escapo de mi boca mientras agarré sus brazos y empujé mi pelvis hacia delante involuntariamente. Sentí el primer espasmo sacudir mi cuerpo.

Elle levantó su cabeza para ver que estaba pasando, justo en tiempo de recibir el primero tiro de esperma en la cara. “¡Sí! ¡Dámelo!” jadeó.

“¡Chúpame!” rogaba mientras todavía tratando de frenar la eyaculación.

“¡No puedo! ¡Me estás presionando contra la cama!”

“Aggghhhh.... oohhhh...” grité mientras dos tiras más salieron y aterrizaron en sus tetas. Solté sus brazos y imploré “Por fahhhhgghh...”

Ahora libre para moverse, ella me empujó sobre la espalda y chupó el semen que quedaba en mi polla palpitante. “Ahhhh... gracias... gracias” gemí.

“De nada” se río, limpiando la esperma de su cara con la mano.

“Qué está tan graciosa?” pregunté.

“Es que no aguantaste mucho más que él. Y al fin de cuentas fue tú que estabas rogando, no yo.”

Nota de autores: Somos María y Roberto, una pareja autentica.  Si le gustó a este cuento le invitamos ver nuestros perfiles en Facebook: "Maria LaCocktease" y "Roberto Aguante".