Como hermanos pero… ¡NO LO SOMOS!

Dos hermanastros...

Que puedo decir, tengo un chico, que es como mi hermano, bien si es mi hermanastro, pero no somos hermanos de sangre.

Nuestros padres nos han tenido jóvenes y se han separados, en buenos términos con cada uno.

Mi madre y yo vivíamos bien, mi padre iba a buscarme fin de semana por medio y a veces se quedaba a cenar para yo poder estar con mi madre, a todo el mundo le parecía rarísimo pero mis padres pasaron de ser marido y mujer a los mejores amigos.

-He conocido un hombre, Antonio- Le había dicho mi madre a mi padre. –Que bien Lucia, y como se llama cuéntame, te respeta, te habla, cuéntame- Era rarísimo, yo tenia 3 años y los había escuchado, pero como siempre la televisión me tenia hipnotizada. Aun así mi madre le contó sobre Juan. Quien dos años más tarde paso a ser mi padrastro. Durante esos dos años los conocí a ambos, tanto a Juan como a Ezequiel, mi futuro hermanastro.

Nos caímos bien desde el principio y nos pusimos a jugar enseguida. Una noche que mi padre me iba a llevar con el, me vio tan entretenida contigo que decidió quedarse a cenar para que jugáramos mas rato.

-Mira que bien se llevan Lucia, que suerte tienen, dime Juan… -Seguía hablando mi padre con el tuyo, aparentemente se hicieron los mejores amigos, seguía siendo raro.

El tiempo pasó, tu, tenias 12 años y medio casi 13 y yo 10. Tu madre y mi padre habían ido a comer a casa, yo había corrido escaleras abajo para abrazar a mi padre, como resultado caí de boca al suelo y me esguince un tobillo. Corriste hacia a mi para ver como estaba, el resultado final fue los 6 en urgencias y yo con una bota hinchable en la mitad de mi pierna. Aun así me ayudaste todo el camino hacia el coche e insististe en ir en el mismo coche que yo solo para cuidar que no moviera el pie. Me cuidaste todo el tiempo durante el mes que tuve que llevar aquella bota. Me ayudaste para ir al colegio, me llevabas la mochila ida y vuelta y muchas cosas más. Yo estaba feliz por aquello.

Pero dos años más tarde cambiaste tanto. Una tarde del verano yo estaba con mis amigas y las revistas de moda para adolescentes de aquel momento, y tú… Tu con todos tus amigos jugando al fútbol. Me llevaba bien con algunos de tus amigos, sobre todo con Roberto, tu mejor amigo, que estaba buenísimo, pero tú te avergonzabas de mí, ya no eras aquel niño dulce y bueno que me cuidaba cada vez que estaba enferma ni me halagabas cada vez que preparaba alguna comida por mi misma. Me sentía tan… frustrada.

La noche anterior hable con Roberto, me dijo que preparara limonada para ustedes en el partido. Decidí hacer 2 botellas para ustedes y una para nosotras.

Esa tarde salí con una botella de limonada para nosotras y unos cuantos vasos. Roberto me saludo y le señale la limonada y mi vaso y me hizo una seña de asentimiento, en señas le pregunte que donde se los dejaba, el dijo, con señas también, que en una esquinita que había allí. Entonces entre y puse las dos botellas de la limonada en un termo grande y puse muchos vasos descartables y lo lleve en un bolso para ustedes.

Cuando le agache a dejárselos hiciste un gol, pero lamentablemente, “hermanito”, lo hiciste porque todos se distrajeron mirándome… el culo. Si, a mi temprana edad de 12 añitos había desarrollado buen cuerpo, y según mi doctora voy a desarrollarme mas hasta los 17. En fin recuerdo que pasaste como un relámpago y golpeaste todo a tu alrededor y luego llegaste enfrente mío.

-¡Lárgate!- habías dicho muy enojado.

-Pero Eze, yo… solo traje algo para que tomen… -dije algo temerosa por tu reacción.

-Dije que te lar…-

-Déjala Eze, yo le pedí algo para tomar, gracias Delfi –Dijo Roberto y me dio un beso en la mejilla, ahí supe que todo estaba mal, porque ahí fue cuando le pegaste una piña en la nariz a tu mejor amigo y saliste corriendo a casa.

Le dije a mis amigas que se fueran y le pedí a Roberto que si no iban a tomar la bebida, dijo que lo llevara tranquila que me hablaba a la noche en el MSN.

Corrí a la puerta de tu habitación, cerrada por supuesto.

-Eze, por favor… ¿Que hice mal?

-Vete de aquí  ¡NIÑA!

Corrí a mi habitación y luego al baño, y me duche por mas de cuarenta minutos, en realidad llore en la ducha, mis lagrimas se confundían con el agua de la ducha.

-Hija ¿Estas bien?

-Si mama, ya salgo…

Cuando yo cumplí los 15 hubo un cambio bastante radical, ese verano nos mezclamos tus amigos con mis amigas, a Rocío, una amiga que muuuucho mas tarde paso a ser mi mejor amiga, le gustaba Roberto, el problema? A Roberto le gustaba yo, y una semana atrás habíamos empezado algo, y ver que pasaba y ese día se lo íbamos a decir a todos, pero antes de decirlo estábamos adentro hablando.

-¿Porque no quieres que seamos novios Del?

-No lo se, quizás ir despacio es lo mejor…

-Del nos conocemos desde pequeños ¿Que mas tienes que conocer de mi?

-No lo se ¿Esta bien?

-Entonces pescadita- así me decía, pero cariñosamente, porque era un juego de palabras con mi nombre, me llamo Delfina, así que ese apodo era un gran juego de palabras- ¿Quieres ser mi novia?

-Esta bien cachorro- ese apodo era de hace mucho, una anécdota graciosa cuando él llamó a una cría de conejo, “cachorro de conejo”- Seremos novios- El se me acerco y me beso- Vamos que nos esperan fuera tontito.

Fuimos…

-Chicos escuchen- dijo el y tu le lanzaste un chorro de agua con la manguera- Eze! Las niñerías después.

-Ya ya entonces habla.

-Solo voy a decir que el y yo somos novios- Dije y me quede callada mirando al suelo.

Te habías quedado hecho una piedra hermano, y entraste y corriste a tu habitación queriendo estar solo.

Roberto y yo habíamos salido durante dos años, fueron hermosos pero te habías vuelto un huraño conmigo, aun así, no hicimos nada… bueno casi.

En esos dos años no quise dejar de ser virgen con el, pero si hacíamos otras cosas.

El me enseño a masturbarlo y mas adelante a chapársela. El me masturbaba a mi, con el había descubierto el placer, sin perder mi himen, era virgen teóricamente, pero en la practica en dos años me había convertido en una guarra, tanto que no pasaba día sin chapársela, me encantaba y la recompensa de eso era genial, cada vez me daba orgasmos bestiales y así. Pero con el correr del tiempo me di cuenta que éramos mas amigos que novios, pasábamos los días como amigos, y las noches solo nos masturbábamos.

-Cachorro…-

-Ya, entiendo, creo que te trate como una cualquiera, yo estaba tan… ilusionado contigo, y creo que hicimos todo mal-

-Aun así eres el amigo de mi hermano, ¿Amigos cachorrito?

-Claro pescadita- Dijo y me abrazó – ¿Un besito de despedida?

-Veeen aquí cachorrito

Y nos besamos por última vez y se fue. Al otro día vino y se puso a hablar contigo y quedaron todo el día dentro de tu habitación.

-No hermano, anoche me tuve que hacer mi pajita solo, no sabes como extraño eso de tu hermana-

-Ya no me cuentes esas cosas, aparte Delfina no es mi hermana-

-Igual, sabes lo bien que lo hace, despacito hasta que te deja bufando como un toro y luego va rápido y uff te corres que no veas-

-Ya vasta Roberto-

-Que ¿Te estas poniendo cachondo? –

-Si, hay algún problema con eso…-

La conversación había seguido pero yo me fui a mi habitación, así que te ponía cachondo hermanito…

Ese día en la piscina me puse mi mejor bañador.

-Delfi- Me saludaste efusivamente, incluso me abrazaste.

-Eze, hace cuanto que no me saludas así-

-Bueno eso va a tener que cambiar-

-Mejor, hermano, mejor-

Ese día estábamos solos en casa y no me habías soltado del abrazo.

-Es mas creo que te saludare cada día mejor.

Me susurraste al oído y me estremecí, tu papa y mi mama se habían ido de segunda luna de miel solos.

Al otro día no solo me abrazaste si no que me tocaste el culo, y al otro lo sobaste y así hasta que me besaste, no lo podía creer.

-Eze!

-Delfi, no somos hermanos, y lo sabes bien, esto –me volviste a dar un pequeño beso- no esta mal.-

-Claro que lo esta

-No, no lo esta.

Seguiste besándome y luego nos separamos y quedamos en la misma tumbona recostados.

-Siempre me gustaste Delfi- Me decías suave al oído –Toda la vida vi tus cambios, como pasabas de una niña tímida a una señorita casi mujer extrovertida, vistes adecuadamente para cada ocasión, comes con modales refinados hasta una hamburguesa en un local de comida rápida,  eres amorosa, buena con tus padres, y también con los míos –Hablabas en un susurro tan hipnotizante que yo me perdía en tus palabras y acariciabas mi cadera suavemente- ¿Sigo? Bueno sigo con tu cuerpo, he visto todas tus etapas, de niña a preadolescente y mas tarde una adolescente en toda regla y ahora… tu cuerpo es hermoso- Tomaste uno de mis pechos entre tus manos –Mira, entra justo, y son ideales, y lo mejor no están operados, desde que desarrollaste tuviste un culo precioso- Yo ya cerraba los ojos y me mordía los labios –Tu cuerpo es para el pecado y tienes una carita de angelito- Apoyaste tu erección en mi cadera –Mira como me pones Delfi, ¿Sientes?

Volviste a besarme suave y delicadamente y luego me sacaste el bañador de a poco.

-Dejame estar contigo Delfi. Se que ya haz estado con Roberto, pero aunque eso quiero estar contigo-

-Hey escucha, puede que yo haya estado con Roberto, pero solo eran… ¿Pajas? Si eso, el y yo jamas…

-¿Tecnicamente sigues siendo virgen?

-Sip, ¿Quieres ser el primero en mi vida?

-Delfi! Eso seria… ¡Maravilloso!

Y asi fue que tomaste mi virginidad.

A los pocos dias mama y tu padre llegaron, con tan mala suerte que nos pescaron besandonos.

-Que te dije- Dijo mi madre – Se gustan.

-Toooma- Dijo tu padre dandole un billete

-Mama yo

-Esta bien hija, no son hermanos, solo, tenemos que acostumbrarnos a verlos, pero esta bien.

Y si que lo estuvo. Cinco años y medio hace ya que salimos.

-Entonces doc… ¿Qué tengo?- Dije apretando tu mano por miedo, habia estado con nauseas en unos cuantos dias-

-Estas embarazada Delfina-

Los dos la quedamos mirando. Asentimos y nos fuimos a un bar. Tomando un café y yo un chocolate.

-Que vamos a hacer Eze?-

-Como que ¿Qué vamos a hacer? Vamos a ser padres Del-

-Si pero….

-Nada Del, tenemos 21 y 24, somos adultos y mayores-

-Creo que debemos decirle a todos esta noche.

Y asi lo hicimos, resulto que hacia mucho tiempo tu madre y mi padre tambien salian. Todo en familia, decia mi madre este ultimo tiempo.

Todos se emocionaron. Esa noche lo celebramos en grande, y luego durante casi entrando al septimo mes  seguimos “celebrando” claro, luego mi vientre distendido no nos lo permitio y me sentia cansada todo el tiempo.

Hace 10 meses he parido a Lucila, no se lo que nos deparara el destino, pero se que es estar juntos…

PD: vuelvo a escribir con poco sexo, perdonen, tengame paciencia, ya lo cambiare.