Como Gatitos ronroneando tras el placer
Tras llegar al coche, vemos que somos objetos de miradas de deseos más hacia mí que hacia él, soltando este la lindeza Es mí puta os la cedo a buen precio. Aquellos hombres no pasaban de los treinta y cinco años, hombre que no son mi estereotipos.
Como Gatitos… ronroneando tras el placer
Buenos días, como he dicho en algún que otro relato, soy de Sevilla… Sevilla capital. Soy pasivo y a veces sumiso, todo depende del día y como sea él. Como ya he explique me inicie como “Activo”, siendo mis iniciadores activos también quien me hicieron saber que como “Pasivo”, obtendría mayor placer y aprendería más, no solo dando placer sino recibiendo.
Las experiencias que os hago llegar mediante este medio son reales, no me importa que digáis que tengo mucha fantasía, bueno la verdad sí que me importa vuestros comentarios… al menos aquellos sinceros, aquéllos que me valoran como pasivo y saben como yo lo que gozamos, aquellos que saben de aquellos sitios como reales y que pocos saben de su existencia a no ser por haberlo frecuentado.
Os puedo contar lo que ayer mismo me aconteció (ayer que fue martes 15 de diciembre), no siempre tengo encuentros pues muchas veces me he ido de vacío, pero quizás la oscuridad y el frio, ayudan mucho. Mirad ayer mismo cuando salí de trabajar, me acerque a la zona de aparcamientos que hay frente a la torre de Triana, estos que están junto al río y que no tienes que porque entrar por el acceso que da al “Mercadillo Charco de la Pava”, sino que puedes acceder desde la Calle Juan Antonio de Vizarrón, pasando bajo la carretera de Ctra. Cádiz-Huelva en dirección al Estadio Olímpico.
Pues tras entrar me situó en uno de tantos aparcamientos que hay en batería, allí me quedo esperando dentro de mi coche hasta que aparezca alguno que me guste, pues hay mucho movimiento y sobre todo de jóvenes. Mientras miro comienzo a vaciarme los bolsillos de llaves, monedero y cartera, tras poner a mano aquellos objetos de placer… me da por oler algo de pope, mientras observo a lo lejos algunos merodeando. Pues también hay que tener cuidado por los chaperos que hay, siendo estos rumanos, gitanos o moros. Hasta que llego un conocido que nada mas verme… se acerco, comenzó a preguntarme lo lógico…
- “Esperas a alguien”, suelta.
- “No”, contesto.
- “Buscas algo”, vuelve a decir.
- “Sí”, vuelvo a contestar.
- “Sí tienes tiempo y te apetece pasarlo bien, sígueme”, soltó.
Mientras contestaba a sus preguntas, comenzó a acariciar mi cuello y pecho al tiempo que yo bajaba la cremallera de mi suéter y desabotonaba los botones de mi camisa. A este le gusta acariciar mi velludo cuerpo, le excita muchísimo pellizcar mis pezones hasta verme enrojecer de dolor, pues sabe que cayó por no delatarme, sabe que reprimo el dolor y que lo aguanto con placer.
Mirábamos a nuestro alrededor pues a varios metros de nosotros había una grúa de Mapfre en otros vehículos pasando, somos discretos y fingimos una conversación entre amigos, aunque sea difícil.
Comencé con mi mano izquierda a tocar su polla morcillona, comencé a magreársela hasta que fue despertando, acaricie su ingle y sus genitales. Hasta que este me pidió que le acompañara nuevamente, cosa que hice tras coger algunas cosas… preservativo, vaselina y toallitas.
Camine detrás de él hasta el fondo de los aparcamientos, fondo que hay un camino de albero y bancos tras unos metros, fondo que es el límite entre los aparcamientos y la loma que conduce hacia la dársena del río, cuya maleza y matorrales hacen como orilla.
Antes de llegar… lo alcance, comenzando este a magrear mis nalgas mientras caminábamos, mirábamos hacia atrás y observábamos que había varios hombres, cosa que a este no le importaba. Pues como me dice…
- “Quiero que vean todos lo puta que eres, quiero que vean que eres mi zorra”, suelta.
Tras llegar al camino de albero me hace detenerme junto a uno de los bancos, comenzando a besarme o al menos intentar… pues no le dejo, mientras me acaricia mi pecho y mis nalgas… yo no dejo de magrear su polla, polla que ya tengo fuera de su pantalón deportivo. Este no me deja de llamarme…
- “Puta, te voy a follar ese chocho que tienes”, me suelta.
No deja de insultarme, no deja de hacerme saber que soy una putilla, no deja de recordarme que soy de su propiedad y hace de mí lo que desea, palabras e insultos que me ponen. Tanto que no me importa que deje caer mis pantalones y calzoncillos, tanto que no me incumbe que comience a follarme con sus dedos al tiempo que chupa mi pecho y muerde con fuerza mis pezones… aaayyyy!!!.
No deja de recordarme su porra de agente de la ley con la cual me penetra a veces, objeto que me hace introducir hasta la mitad… mientras se la chupo, objeto que cuyo tamaño no es más de sesenta por veinte ocho milímetro de diámetro (60cm x 28 mm.), cuyo tamaño para el placer es de cuarenta y cuatro centímetro.
Comienzo a besar su cuello e ir descendiendo hasta su pecho y vientre, volviendo a ascender hasta su pecho, lamiendo y mordisqueando sus pezones. Mientras este entre insultos me ordena…
- “Arrodíllate y cométela”, suelta enérgicamente.
No nos ha pasado desapercibido la aparición de algún que otro mirón, mirón que mi amigo se queda mirando con descaro, pues su idea es que se una alguno a nosotros, ya que le pone verme comérsela a otro mientras me como la suya o me penetra o viceversa.
Arrodillado me encuentro saboreando su polla y genitales, descapullo haciéndole estremecer, levantando su rabo para poder chupar sus testículos. Deteniéndome cuando pasaba un pesado ciclista, volviendo a lo mío… volviéndole a acariciar, besar y magrear su cuerpo. Este me hace sentar al tiempo que él se sube al banco, colocando poco después sus manos en mi rostro, colocando su miembro en mi rostro al tiempo que se masturbaba, haciéndome saber que le gustaría echar su corrida en mi cara o pecho.
Desde esa forma comienzo a comérsela… sabiendo de sobra que de este modo es un reclamo, reclamo que es más que efectivo cuando se nos acerca hasta cuatro, descartando a dos jóvenes y un magrebí. Aceptando la participación de un hombre mayor, cuyos cabellos canosos le hace delatar, comienza este a acariciar mi cuerpo mientras mi amigo se lo ofrece. Diciéndole…
- “Te gusta mi puta, es tuya si lo desea”, dice.
- “Esta puta esta salida, tiene hambre de comer un buen rabo mientras le follan”, suelta.
- “Pues si desea rabo… rabo le voy a dar”, nos suelta este.
Bajándose la cremallera se saca su miembro, acabando por soltarse la hebilla de su cinturón y bajarse tanto el pantalón como los calzoncillos, tras acercar mi boca a su polla… comienzo a comérsela, dándome cuenta que es mucho mayor y gruesa que la de mi amigo. Momento en que mi amigo me hace levantar del banco pero sin dejar de chupar la polla de ese otro desconocido, me hace inclinar a modo de tener mis nalgas a su disposición. Tras agarrar mi pierna derecha y hacérmela flexionar, dirigiéndomela hasta apoyar mi espinilla sobre el banco, colocándose detrás de mí y al tiempo que restriega su miembro contra mis desnudas nalgas… aaahhh!!!.
Que placer tan grande… sentir el tacto de una polla en mis nalgas, como he dicho… este comienza a restregar su miembro por mi culo, golpeándome una vez tras otra… como si de una fusta se tratara, mientras me impregna mi orificio con vaselina, vaselina que sabe que llevo y que coge sin pedirla. Siento con gran placer sus dedos hurgar en mi interior, deseo gemir ante el numero de dedos que tengo ya, desapareciendo ese dolor aunque más que dolor es incomodidad cuando me introduce su glande… ooohhh!!!.
Comenzando a moverse… comenzando a penetrarme, primero lentamente al tiempo que me va acabando por desnudar allí mismo, aprovechando que estoy muy caliente y lo sabe, siento como tira de mis prendas superiores hacia atrás al tiempo que mis brazos los es tiros. Hasta que los puños tanto de la camisa como del suéter topan con mis manos, quedándose finalmente en mis muñecas, dejándome maniatado mediante mis prendas a la espalda.
Noto como al hombre mayor le pone mucho, tanto que el mismo ante mi falta de ayuda, saca su polla de mi boca y levanta su tronco a modo de poder saborear sus genitales, volviéndolo a introducir… uuummm!!!.
Estoy súper excitado, viéndome como una puta allí mismo, viéndome penetrado por uno mientras se la como a otro, llevándome la sorpresa al ver como mi amigo se coloca delante ofreciéndome su polla. Dándome cuenta que estoy siendo penetrado por otra persona, persona que no puedo ni ver y menos ver quién es, precisamente no por estar maniatado sino por estar precisamente chupando a otro hombre… uuufff!!!. Chupando a un hombre cuyas manos me tiene sujeto la cabeza, sujeto desde hace minutos al tiempo que penetra mi boca, sintiendo su glande golpear mis amígdalas una vez tras otra, penetrándome con fuerza sin importarle las nauseas. Pues como me hace saber…
- “Como vomites, te lo hago tragar mientras te rompo el culo”, dice.
Mientras que el que me está penetrando, coloca su mano izquierda sobre mi hombro izquierdo, sujetándose con fuerza hacia él al tiempo que su mano derecha me sujeta mi cadera, viéndome encastrado a sus deseos y propósitos… aaahhh!!!.
Entre lamentaciones descarga el hombre mayor en mi garganta sin previo aviso, sintiendo como llena mi boca de su leche sin poderlo evitar, no pudiendo apartarme y menos este dejarme hacerlo, sintiendo la fuerza de sus manos presionar mi sien por ambos lados. En el vaivén de su polla entrar y salir de mi boca, comienza a resbalar tanto mi propia saliva como su semen por mis labios hacia la barbilla, resbala por la barbilla hacia el cuello, diluyéndose unos hacia el pecho y otros cae en forma de gotas a mis pies.
Mientras siento con dolor las incesantes penetraciones de mi penetrador, síntomas de su pronta llegada, siendo dolor ya no solo por la intensidad… sino por la violencia, penetrándome al tiempo que retira su mano derecha de mi cadera y colocarla ahora sobre mi hombro derecho. Mientras siento su glande golpear mi próstata y tras algunos alaridos de satisfacción, logra este su orgasmo al tiempo que noto sobre mi cuerpo gotas caer, gotas que me hacen pesar sobre su procedencia. Gotas que podría ser sudor, saliva o lógicamente semen, pero descubriendo que no es la tercera y si las dos primeras.
Tras marcharse aquellos que me han usado como instrumento de placer… claro está bajo el beneplácito de mi dueño, me quedo allí con su compañía mientras me repongo. Metiéndome prisa pues debe de volver con su familia, como si yo no tuviera una, tras vestirme nos marchamos ambos a nuestros respectivos coches. Vemos que somos objetos de miradas de deseos… más hacia mí que hacia él, soltando este la lindeza antes de marcharse…
- “Es mí puta os la cedo a buen precio”, soltó.
Hombres que me miraba con deseo, hombres que no pasaban de los treinta y cinco años, hombre que no son mi estereotipos. Pero la llamada de una amiga me hace meterme en mi coche, amiga que me pide quedar mañana miércoles y desayunar pues esta nervosa ante mi petición, petición que ya os hare saber. Bueno os dejo hasta una nueva experiencia… vale, ya me contáis que os aparecido y mis confidentes deciros que me hagáis saber si me he olvidado de algo, os dejo y hasta pronto.
Mientras que a mí me da igual el sitio mientras gocemos ambos, pues para el momento que vamos a disfrutar el lugar es lo de menos, ya que busco encuentros esporádicos a conveniencia y no hay maduro que deseen ser mamados y follar un buen culo, deseando que estos sean bien apretaditos.
Bueno espero que os haya gustado tanto como me gusto a mí… obviamente habréis notado que soy pasivo y algo sumiso, siendo mis preferencia hombre maduros. Bueno os dejo y espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque sea una buena putita que dicen que soy, mi email es Jhosua 1970 @ gmail . com, hasta pronto.