Como fue la experiencia de nuestro primer trio
Mi primer trio con mi marido pedro y yo montse, donde el placer fue de lo más gustoso y agradable, con nuestras reglas y demás. LLevamos 15 años casados y nos gustaba probar algo diferente y nuevo, un trío!
Yo de treinta y cuatro años, con una altura de 1.80 m y con unos mas o menos 15 años de casados, mi nombre es pedro! Ya habíamos tenido dos experiencias en un intercambio, mas sin mucho de que alardear.
Me e estado informando sobre en revistas, contactos o incluso por télefono, que quisieran hacer un trio con mi marido pedro! Donde mi sorpresa fue que pude conocer a un profesor de instituto muy interesante. Donde me dijo que las condiciones podrían ser todas las que quisiéramos nosotros, lo le importaría. Donde este profesor se llamaba miguel, buen físico y muy correcto hablando.
Pues bien tras quedar 2 veces en un sitio de copas conmigo, me llamo montse y comentemos de todo lo que podríamos hacer con el trío. Quedemos en un hotel con todos los juguetitos sexuales que nos gustaban para hacer ese trío. A mi sinceramente me gustaba varios tipos de juguetes, donde encima de la mesa había varios consoladores para mujeres que eran pequeños y juguetones para metermelos por el ano y tener sexo anal!.
Como os iba diciendo, por la tarde tras presentarlos y que el le entregase un pequeño ramo de flores a mi mujer, estuvimos conversando muy entretenido. Tras 1 hora y con 2 copas con mi mujer montse nos dijo que si quería hacer un trío con nosotros. Nos fuimos a un motel a las afueras de toledo, para que no nos vieran mucha gente y no hubiera sorpresas con conocidos. Llegamos a la habitación del motel, donde los 3 estábamos un poco nerviosos.
Donde mi esposa montse me miro y me dijo que si empezábamos a hacerlo con bastante vergüenza. Yo para que se relajara la tome de la cintura y le di un beso bastante apasionado y donde le metí la lengua y disfrutemos de uno de los mejores besos que hemos tenido en estos últimos 15 años, nos detuvimos y le dije: ¡Esta es tu noche mi amor, disfrutalo y que te disfruten de la mejor manera que más te guste!, se dio la vuelta para abrazar a el profesor, que se hallaba a su espaldas, lo miró a los ojos y sin articular palabra lo beso con furor.
Yo veía como se intercambiaban sus lenguas, entre mi mujer montse y el profesor y se abrazaban sus cuerpos de una manera muy sexual y placentera. Yo únicamente le afirmé a el profesor,» es tuya también está noche de pasión»! Esto dio pie a que los dos cerraron más su abrazo inclinando sus pelvis uno contra el otro.
Yo estaba muy caliente, jamás había visto a mi mujer montse con esa pasión besándose con un desconocido, deveras que le había gustado nuestro nuevo amigo! Se estaba cumpliendo la fantasía de ella como la mía!
Tras varios minutos de una gran pasión, montse se paro para que yo me acercara a ella! el profesor ya estaba metiéndole la mano por debajo de la falda a mi mujer, donde cada vez estaba más excitado. Me la pegue a mi cuerpo y la besé donde empecemos a tocarnos más sexualmente uno de sus pechos con mi mano y ella cada vez le gustaba mucho más!
Montse repitió a darse un beso con el profesor, donde la cogió de la mano y el le cogio el otro pecho. Estábamos los dos muy agarrados a montse, donde no tenia sujetador y sus pezones están de punta por la gran excitación que teníamos los 2 con ella.
El profesor y yo empecemos a besarle los pechos, chuparlos de mi mujer montse. Ella empezó a calentarse de una manera que nunca la había visto así en ninguno de mis momentos sexuales.
Sus manos delicadas tocaron el pene de él, y donde tardo poco en encontrarlo, su excitación y su humedad en la vagina de montse era muy grande. Montse empezó a chupar el pene de el profesor como el de su mário pedro . El profesor y yo no dejemos de tocarle los pechos tan ricos con nuestras manos.
El primer trío con el profesor y conmigo fue de lo mejor de lo que me a pasado en la vida. Mi esposa montse estaba loca porque se la metieramos los dos de una manera muy sexual como salvaje. Es más tanto le gusto que los consoladores para mujer que teníamos encima de la mesa dejo de pensar en ellos por si no le gustaba y ayudarse de un consolador.
En fin no paremos en toda la noche de darle placer muy rico, para durar más en la cama el profesor le chupaba los pechos y yo le chupaba la vagina a mi esposa para así cuando estábamos a punto de corrernos dejarlo y comerle todas las partes intimas de mi mujer. Sin duda una noche que nunca olvidaremos y que volveremos a hacerlo.