Como Farid llegó a mi vida
Como sin pretenderlo conocí un semental que me hizo conocer cumbres de placer y una cultura absolutamente extraña para mí.
Por simple cuestión de privacidad voy a cambiar los nombres de las personas que se citan , los lugares genéricos y los hechos que relato ocurrieron tal cual o en mi recuerdo así aparecen.
Me llamo Tony y en la época en que relato este suceso tenía 21 años, habitualmente resido en la costa Catalana , en el Maresme , una comarca al norte de la ciudad de Barcelona , en una localidad costera, industrial con fuerte composición de emigración, básicamente marroquíes, argelinos, del África negra y en la actualidad también , chinos , pakistaníes, rumanos y de América latina.
Tengo por costumbre desde finales del mes de Marzo , hasta finales de Septiembre acudir a la playa cada día en el horario de descanso para la comida, de 12 a 3 y llegar unos minutos antes para poder darme una ducha en los vestuarios de la empresa y eliminar los restos de sal del agua marina. Habitualmente me llevo un bocadillo , algo de fruta y algunos frutos secos y el agua y refrescos para hidratarme. Me encanta broncearme temprano y lucir los efectos del sol en mi piel cuando el resto llevan una piel blanca. No soy excesivamente dado al deporte , pero un poco de natación me sobra para mostrar mi musculatura en forma y mantener mi cuerpo fibrado.
Hay un lugar algo apartado , donde habitualmente no asiste mucha gente y en estas épocas del año aparece casi desierto, de arena no gruesa , pero tampoco excesivamente fina, una arena dorada que a estas alturas del año prácticamente nadie ha pisado. Si bien la ciudad se extiende a lo largo de la costa , esta zona sin llegar a ser peligrosa , si está aislada de la ciudad ya que las vías en ambos sentidos del tren de cercanías actúa como barrera. En realidad solo hay 2 accesos a través de 2 puentes subterráneos que comunican la ciudad con esta parte de la playa y quedan bastantes alejados.
Este aislamiento hace que sea una zona propicia para tomar el sol o bañarse desnudos. La mayoría de la gente que asiste a esta zona , tiene asumido que sin ser una zona nudista declarada , si lo es en la práctica, esto y su aislamiento mas la época del año , primeros de Abril me hizo elegirla para mi práctica favorita, tomar el sol desnudo, resguardado por las rocas que formaban un leve acantilado y por el cañaveral tupido de varios metros de altura que aísla la playa de las vías del ferrocarril. Habitualmente dejo aparcado mi automóvil, un 4X4, en un camino paralelo a las vías y realizo los 200 m. finales a pié con mi mochila.
Este no era un día esplendido de sol, algunas nubes blancas hacían que el sol apareciera y desapareciera, pero eso no sería un impedimento para mí. Elegía una zona algo reservada, en forma de pequeña cala que impide ser visto desde cualquier extremo, pero si me permitía a mí ver con anticipación a cualquiera que se acercara por la arena. Extendí mi toalla y coloqué la mochila entre 2 rocas, a la cabecera de la toalla , para mejor refugio de la vista de posible merodeadores y evitar que el sol calentara en exceso la bebida.
Una vez instalado, me deshice de mi ropa deportiva y de mi bañador de licra y lo dejé junto a la cabecera , al lado del agua de protección solar.
Por fin mis 3 horitas de descanso y relajamiento de los problemas laborales típicos de una empresa de servicios con mas de 350 empleados. Ya por entonces los primeros conatos de la crisis que golpea a las sociedades industriales en la actualidad, empezaba a hacer su aparición , y si bien aún no éramos conscientes de su magnitud global , al menos si empezaba a inquietarnos las noticias de cierre de empresas de la competencia y la evidente disminución de actividad de la nuestra.
En ese pensamiento estaba cuando para relajarme decido comprobar la temperatura del agua del mar , habitualmente por esas fechas en torno a los 16 ó 17º , lo que es decir , helada. Para evitar un choque térmico para mi organismo , inicio un caminar por la orilla con mis pies parcialmente dentro del agua. Esa sensación en mi cuerpo desnudo es difícilmente describible en palabras, es algo semejante a una leve descarga de electricidad, a un déficit de oxígeno , a una pequeña urticaria que te hace sentir deseos de rascar cada centímetro de tu cuerpo al entrar en la fría agua del mar. Por fin sales a la superficie y buscas la bocanada de oxígeno que impide que tus pulmones estallen. Esta primera zambullida no tiene comparación con ninguna que efectúes después, nadé primero con furia hasta agotar mis energías, después me dejé llevar por el placentero mantenimiento sobre la superficie marina , en calma en esos momentos, flotar sin esfuerzo sobre mi espalda actuaba como un relajante poderoso. Podía sentir sobre mi cara la caricia cálida del sol y en mi espalda el frío del agua del mar.
Decidí que para el primer chapuzón , era suficiente y me acerqué a la orilla , donde me senté en la arena , manteniendo parte de mi cuerpo en el agua y jugar con el ir y venir de las olas , que apenas alcanzaban 1 metro en su flujo y reflujo. Esa calma marina actuaba sobre mi de forma relajante. El ambiente era sumamente agradable, para los que somos amantes de los ambientes calmos y sin bullas prácticamente un paraíso. Dirigí mis pasos hacia mi lugar , tomando conciencia de la insignificancia de mi pene tras el chapuzón ( en estado normal de erección de unos 17 u 18 ctms) y agradeciendo la soledad del lugar, no hay nada tan frustrante como observar el propio pene encogido por el efecto del frío del agua marina, en comparación de los penes morcillones de quienes juegan en la arena a boley o bien descansan sobre la toalla; pero por suerte para mi ego , la soledad en la playa era total. Cientos de metros hacia un lado y hacia otro , no dejaban ver presencia humana y en consecuencia relajado me dejé caer sobre mi toalla con la intención de tomar mis primeros rayos de sol del día, una leve brisa fresca hacía que fuese mas agradable el calorcito del sol sobre la piel, en estos pensamientos estaba , bien apegadito contra la toalla, en la arena cálida cuando el soporcito típico del momento y la relajación me hizo entrar en un estado cercano al sueño, eso era bastante habitual cuando estás completamente relajado, al despertar sentí la sed habitual tras un esfuerzo y exposición por leve que sea al sol. Me levanté y fui a la mochila para coger un agua para saciar mi sed y una bebida energética para estimularme , apenas dejando caer la mochila observo a unos 5 o 6 metros sobre mí , entre las cañas que hay alguien observándome. Mis sentidos se pusieron alerta y disimulé no haber visto nada. Mi primera reacción fue la de ponerme el bañador, pero inmediatamente desistí de hacerlo , para no dar pistas al mirón , ya que ignoraba sus intenciones , si bien , no sabía cuanto tiempo llevaba allí, no era menos cierto que no había intentado molestarme.
Decidí cambiar la posición de mi toalla , que hasta ese momento era vertical respecto de la posición del mirón , a una posición horizontal , que me permitiera poder a mi vez verlo si bien furtiva y ocasionalmente. Aparentando tranquilidad que estaba muy lejos de poseer, me tumbé sobre la toalla , esta vez boca arriba y dí unos tragos a mi botella de agua mineral, todavía fresca , mirando de reojo hacia el lugar que me pareció ver al personaje. Efectivamente estaba allí , era un hombre de unos 25 o 27 años, moreno , no negro pero si evidenciaba rasgos típicos del mestizaje de razas, estaba tranquilo ,mitad sentado , mitad incorporado a media altura en el pequeño acantilado poblado de cañas. Pude observar que su actitud era tranquila, lo que me dio confianza para mirar descaradamente hacia él y hacerle saber de que era consciente de su presencia. El en señal de saludo mostró una media sonrisa, que me pareció entre divertida y pícara, pero para nada burlona ni despectiva. Noté o presentí como cierto cansancio en su rostro , por otra parte bello si bien bastante descuidado.
Decidí que su actitud lejos de asustarme o inquietarme despertaba en mí cierta curiosidad, por lo cual opté de nuevo en relajarme , y tumbarme boca abajo de modo que sin mirarlo directamente, si podía observarlo a mi placer. Pude comprobar que llevaba un pantalón tipo pirata corto beige amplio y una camiseta negra. Decidí relajarme y quitar de mi cabeza la figura del aparecido si bien de vez en cuando furtivamente le lanzaba una mirada , para comprobar que estaba allí , no ya porque me molestara su presencia , mas bien todo lo contrario, porque deseaba que se quedase.
Decidí abordar directamente el hecho de su presencia allí, si bien era evidente de que se trataba de un extranjero, probablemente por su aspecto árabe. Le dije si le apetecía un refresco, debí hacerlo tan bajito que se tocó su oreja en señal de no haberlo escuchado, dejándome en la duda de si es que no lo había escuchado o bien que no comprendía español. Repetí de nuevo mi ofrecimiento, esta vez en voz mucho mas audible, a lo que respondió en perfecto español , vale, gracias. Me quedé sorprendido de que su respuesta fuera tan segura y en un español perfecto. Lo invité a que bajase y se sentase cerca, lo cual hizo con cierta desgana, era evidente de que algo le molestaba o bien le hacía sentirse incómodo. Por un momento en mi mente acudió la idea de que quizás se sintiera incómodo por el hecho de que yo estaba completamente desnudo, poniéndome inmediatamente el bañador, para cuando llegó ami lado ya estaba con el puesto.
Al llegar a mi altura, comprobé que se trataba de un chico de 185 ctms aprox. De etnia árabe pensé por su aspecto, de facciones muy marcadamente masculinas , de pelo muy corto , levemente rizado , de color negro, era evidente que estaba muy descuidado , si bien no aparecía como sucio , si era evidente que estaba descuidado , portaba barba sin afeitar desde hacía días. Me dijo , me llamo Farid , yo le respondí Tony. El toque de sus manos, firme me indicó que era de cierta confianza. Siempre he tenido esa percepción, el primer toque es el que me hace formarme una primera impresión del personaje y en este caso derribó los restos de barrera que pudieran quedar respecto de el. Sus manos eran largas , elegantes, si bien estaba claro que eran manos de un trabajador y no precisamente en labores delicadas.
Le ofrecí la pequeña neverita de material aislante donde guardo los refrescos y eligió una bebida reconstituyente , como la que yo estaba tomando. Ambos nos sentamos en la toalla e iniciamos una conversación intrascendente pero nada forzada, era evidente de que el se sentía cómodo y yo también, le pregunté si llevaba mucho tiempo allí y me respondió que desde la noche anterior, me quedé sorprendido, ¿como era posible que no lo hubiera visto a mi llegada?, al observar mi extrañeza e incredulidad , subió en un instante donde estaba instalado cuando lo descubrí y me enseñó desde el lugar un cartón a modo de colchón y una vieja manta. Mi sorpresa fue total, el menor atisbo de resistencia hacia el se derribó. Resultaba evidente de que él ya estaba en ese lugar antes de mi llegada y que en cualquier caso , el intruso era evidente de que fui yo . Ya no cabía la menor duda de que la presencia suya en el lugar no obedecía a la intención de robar o causar algún daño. Eso me tranquilizó aún más teniendo el efecto de abrir mi corazón y mi sensibilidad hacia Farid.
Cuando tomó asiento de nuevo junto a mí, le pedí disculpas que aceptó inmediatamente.
Empezamos a hablar con cierta cercanía , a bromear y ocasionalmente a cierto contacto físico , resultado de las bromas. Entonces es cuando me dijo que llevaba 4 días durmiendo allí , en aquel cañaveral , lejos de la mirada de la gente , que el día anterior había hecho una sola comida y en el día de hoy , ese refresco había sido su desayuno. Me explicó que si bien tenía residencia legal y permiso de trabajo, la empresa de la construcción donde trabajaba , había quebrado y los 30 trabajadores de la plantilla habían quedado en la calle, el había recibido una pequeña indemnización , que le había permitido ir tirando unos meses , a la espera de encontrar algún nuevo trabajo, pero que la situación laboral era mala en todos sitios y había albergado la esperanza de que en Barcelona , la situación fuese mejor, con lo que con sus último ahorros decidió sacar un billete de tren hacia la capital catalana, pero la situación era igual o peor que donde residía con anterioridad , pues aquí no conocía a nadie. A grandes rasgos este fue el relato de su historia , que comprendí al instante.
Le ofrecí el que comiéramos juntos el bocadillo que tenía, cosa que rechazó , no por faltas de ganas , mas bien por timidez o bien por desconfianza , dado que no consumía ningún producto del cerdo. Insistí diciéndole que el bocadillo era de tortilla y unas lonchas de queso, que yo prácticamente tampoco consumo cerdo o sus derivados. Aceptó compartir el bocadillo , junto al refresco que tenía en mano, también compartimos las piezas de fruta fresca que llevaba conmigo.
Una vez recuperadas las fuerzas, era evidente que su estado de ánimo era otro distinto. Le propuse darnos un chapuzón en el agua y nadar. Le pregunté si sabía nadar , a lo que me respondió que sí, que si bien su lugar de procedencia de Marruecos es de interior , su lugar natal, poseía un pequeño río , donde desde pequeño había aprendido a nadar , junto a sus hermanos y que en la ciudad donde residía con anterioridad , también es un lugar costero de la franja mediterránea. Le propuse nadar juntos un rato para no hacerlo durante la digestión, comprendí que algo no iba bien , noté cierta resistencia en su actitud, con lo que opté por pedirle disculpas , si no le apetecía , no tenía porque hacerlo; me respondió que estaría encantado de darse un chapuzón conmigo , pero el problema era que no tenía ropa interior. Fue la respuesta que menos esperaba, dado que para mi , eso no era ningún impedimento. Le dije que yo habitualmente no usaba ropa de baño a lo que me respondió que me había visto hacia un rato. Le ofrecí el que usara mi bañador y yo lo haría desnudo, en principio pareció algo confundido , después aceptó no sin cierto pudor. En primer lugar se sacó la camiseta , dejando a la vista un torso perfecto ,de un color caramelo cálido , adornado con un bello pectoral rizado , no excesivo , pero suficiente , que bajaba del pectoral hacia su estómago como un cordón indicativo de lugares ocultos por el pirata beige. Era evidente su renuencia a despojarse del pantalón , pero yo me deshice de mi bañador y se lo ofrecí, quedándome completamente desnudo de nuevo, el pareció dudarlo por un instante. El cogió la prenda y la colocó descuidadamente sobre la roca que tenía mas próxima, desabrochando la lazada que mantenía el pantalón ajustado a su cintura, se dio media vuelta para quitarse el pantalón , momento que aproveché para admirar su trasero y sus piernas musculosas, no era excesivamente velludo , pero lucía unos muslos desarrollados cubiertos de un bello rizado que provocó en mí el inicio de una erección, noté como mi sangre acudía veloz hacia mi pene. Farid por un segundo miró el bañador y me miró a mí de nuevo ,diciéndome , vamos , estamos solos. La vista me jugó una mala pasada o al menos eso creí. No podía dar crédito a lo que estaba viendo, era imposible que ese pene fuera de las dimensiones que mis ojos veían. La cara de estupidez sin duda tubo que ser tal que Farid soltó una carcajada, dándome un pequeño empujón para sacarme de mi asombro, acto seguido inició una carrera hacia el agua, que seguí inmediatamente. Al llegar al agua se lanzó de cabeza haciendo una entrada limpia, por unas décimas de segundo pude admirar la plenitud de su cuerpo en el aire, quedó grabado en mi retina la perfección de un cuerpo sin un solo gramo de lípido, una musculatura que cubría a la perfección una formación ósea elegante y delicada. Como pude fui ingresando lentamente en el agua , con la esperanza de que ya mi más que evidente erección, al contraste frío del líquido elemento , fuese cediendo y me ahorrara el bochorno de que Farid se diese cuenta de mi estado, estando en este pensamiento, me cogió por la espalda , lanzándome por encima de el, era evidente que se había dado cuenta de mi estado, pero pareció no darle importancia, e iniciamos una pequeña carrera de natación, me cogió la cabeza y me la hundió en el agua , me hice mucho el ofendido e intenté hacerle lo mismo , cosa que conseguí en parte y en parte se dejó, para tomar impulso y agarrarme por la cintura desde mi parte posterior. Me agarro con fuerza , pensé que para volver a lanzarme al agua , pero para mi sorpresa, noté una tremenda erección en su pene , que parecía tener vida propia e independiente aún en ese medio frío y hostil . Me mordió desde mi espalda el lóbulo de mi oreja derecha , diciéndome: quieres? . Mi corazón galopaba, no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, con cierta vergüenza me fui girando hasta quedar frente a el , a solo unos centímetros, miré a sus ojos color café algo rasgados y media sonrisa algo burlona, me cogió de la cintura y me elevó en el agua, pasando mis piernas por su cintura sintiendo su mástil pegado a mí junto a mi culo, mirando fijamente a sus ojos hice gesto evidente de acercar mi boca a la suya , que en ese instante lo deseaba, mi calentura crecía por momentos; el dulce , pero firmemente rechazó mi boca, acercando de nuevo la suya a mi oreja mordiendo mi lóbulo y haciéndome patente su deseo. Me dejó de nuevo en el suelo, el agua nos cubría hasta algo por encima de las caderas, pero en su caso , insuficiente para tapar su pene que sobresalía del agua, de nuevo quedé admirado por las dimensiones de ese pene moreno.
Me cogió de la mano y salimos del agua, fuimos rápidamente hasta la toalla , donde nos tumbamos los dos. Mi toalla es tipo sábana , que puede albergarnos a los dos sin problema yo me tumbé bocabajo y el de medio lado , desnudos ambos. Su pene descansaba cálido y duro sobre mi muslo, prácticamente rozando mis glúteos, en varias ocasiones noté como su pene vibraba , endureciéndose aún más, sin la menor prisa y saboreando el momento en extremo morboso cogí con mi mano por primera vez el pene de Farid y lo cogí por la parte mas cercana a sus testículos , también la mas gruesa, tanto , que mis dedos no pudieron abarcar su totalidad, impidiendo el grosor del pene cerrar mi mano completamente su diámetro, empezó a besar mi cuello y chuparlo con pequeñas mordeduras morbosas de deseo. Se encaramó rápidamente sobre mí pasando su mástil sobre mi ano , notándolo extremadamente duro debido a su circuncisión, en ocasiones colocaba el glande en la puerta de mi ano a modo de presentación, sin llegar a penetrar mi esfínter, era evidente que no estaba ni relajado ni dilatado para recibir tamaño monstruo de carne en mis entrañas. Con su mano me pidió saliba para humedecerme el culo y lubricarlo, lo hizo, abriéndome mi culo y depositando en el mi saliba y una cantidad generosa de el , que distribuyó con su dedos, aprovechando para ir introduciéndome un dedo , después otro y masajearme mi esfínter hasta conseguir una respuesta positiva de mi cuerpo que se movía a la par de su mete y saca. Farid se mantenía de rodillas sobre la toalla , dominando mi trasero y en ocasiones acercando su glande a mi culo y comprobando las respuesta de este, a todas luces incapaz de aceptar la invasión del mástil de carne de Farid. Al notar que en una de las ocasiones la presión del pene de Farid se volvía mas intensa temí sufrir un desgarro , pues resultaba evidente que o bien no conseguía relajarme como con otros penes o bien este dado su tamaño era incapaz de resistirlo. En mi desesperación, por un momento se hizo en mi la luz y quizás tuviera el remedio. Le pedí que parara un segundo y busqué en mi mochila un pequeño bote de crema lubricante que por suerte para mí estaba en uno de sus bolsillos. Aproveché el momento para meterme en la boca ese pene , que prácticamente me obligaba a abrirla por completo, por un instante me sentí como que mis mandíbulas se querían desencajar, me acudió a la mente esas serpientes que tiene que descoyuntar sus mandíbulas para tragar sus presas. Apenas conseguía tragar medio pene y ya las arcadas me impedían continuar.
Cogió abundante crema lubricante y la extendió a lo largo de su pene y otra cantidad , para ponerla en mi ano, me masajeó con fuerza , introduciéndome repetidamente los dedos.
Su estado de celo era brutal. Sobre la toalla tendido de espaldas , cogió mis piernas , colocándolas sobre sus hombros , dejó mi trasero completamente a su disposición, sin posibilidad de defensa alguna, colocó su glande en mi trasero e inició su presión, inicialmente se produjo la resistencia esperada , pero la crema lubricante y la postura sin defensa posible hizo que el esfínter cediera y el glande de Farid iniciara la invasión definitiva de mis mas íntimas posesiones, el alarido que surgió de mi garganta pudo haber nacido en mis entrañas y magnificarse hasta surgir a través de mis cuerdas vocales , ronco e impotente. Mi cuerpo se resistía a recibir ese huésped inesperado e invasor, pero la embestida había introducido medio pene dentro de mí, Farid me introdujo 2 o 3 dedos dentro de mi boca , ignoro si con la intención de hacerme callar o por puro placer y hacerme olvida con su lascivia el dolor que su macizo pene causaba en mi derrotado culo, quedó quieto quizás unos instantes, dando tiempo a que mi esfínter se adaptara y abrazara el tronco de su pene, engañosa estratagema para mi pobre esfínter , pues aún bien no se había adaptado, de un segundo empujón me introdujo la totalidad del mástil de carne, ahora si estaba completamente ensartado, los colores y olores adquirieron para mí significados inconcebibles hasta ese momento , por un tiempo indeterminado perdí levemente la conciencia y la voluntad , por primera vez en mi vida un pene tocó mi punto X , provocándome un orgasmo automático y la eyaculación feroz que siguió. Cuando recobré mi conciencia plena, mi pecho se hallaba cubierto por mi propio semen , Farid crispaba su rostro en señal de que estaba eyaculando en mi interior y me estaba regalando su esencia masculina. Ignoro el tiempo que Farid usó en acabar, pero lo cierto es que el que fuera tuvo como efecto el darme el mayor placer que hasta ese momento había conocido.
Con un bufido de satisfacción se dejó caer sobre mí y sobre mi semen su cuerpo exhausto, así quedamos abrazados , con parte de su pene aún alojado en el interior de mi culo, latiendo con fuerza nuestros corazones por el esfuerzo realizado. Cuando pudimos rehacernos , Farid sacó con cuidado de mi culo su pene , que si bien no estaba duro como al inicio , si mantenía toda su dimensión. Su pene apareció manchado con los restos de su semen y pequeñas gotas de sangre, evidentemente de mis desgarros anales. Sobre la toalla se esparció una parte de sustancia seminal con ciertos depósitos de mi sangre.
Se levantó de la toalla , dándome la mano y tirando de mí con fuerza , no dirigimos al agua para darnos un chapuzón y lavarnos. Durante el camino hacia el agua , incapaz de controlar mi lastimado esfínter , las gotas de semen , mezclado con mi sangre , corrían mis piernas abajo , era el regalo de Farid que yo era incapaz de mantener dentro de mí.
Farid se quedó a vivir conmigo temporalmente , hasta que su situación le permitiera iniciar otro proyecto de vida , pero eso ya pertenece a otro relato que si Dios quiere os contaré ..