¿cómo excita un relato erótico?

Breve explicación de cómo se produce la excitación sexual con un relato erótico y cómo deberían ser estos (estructura) para ser lo más excitante posible.

Me voy a estrenar en esta categoría de textos educativos (al menos en esta web) con uno que creo que es de interés en esta comunidad. Con una pequeña explicación de cómo excita la lectura de un relato erótico y como adaptar el relato a esa excitación.

Pese a no gozar de mucha popularidad, los relatos realmente son una parte importante de la sexualidad. Todos conocemos varias páginas de contenido audiovisual para adultos, pero si se pregunta por páginas para leer literatura erótica, salvo esta, la gente que contesta no tiene mucha más idea.

Lo más curioso es que no existe tanta diferencia entre un vídeo porno y un relato erótico bien hecho. En ambos casos se produce la excitación de la persona y en algunos casos, hasta una masturbación que termina con una explosión de placer. Todo es culpa del cerebro. El órgano sexual más potente que tenemos. Independientemente del género que se tenga y de la orientación sexual.

Como bien estarás intuyendo, es todo cuestión de imaginación. Estimular la imaginación provoca que se ponga toda la maquinaría química del cerebro a funcionar. Así de forma rápida, comentar que como reacción química que es, para que comience necesita un catalizador. En este caso es el relato. Es un estímulo externo, al igual que los vídeos, fotos o incluso las caricias. Este estímulo hace que comience la reacción. Es una reacción en cadena que hace que según aumente la excitación se necesite más. Eso nos lleva a sumerginos más en la historia del relato. (De ahí la importancia de que esté bien escrito y tenga un ritmo ascendente y natural). Con las diferentes hormonas circulando por la sangre, el resto del cuerpo reacciona de igual forma. Aumenta la presión sanguínea y el ritmo cardiaco. La zona genital se comienza a llenar de sangre y las terminaciones nerviosas se activan para estar alerta. Ya estamos en una dinámica que es exactamente igual que si fuera una relación sexual física. Con más imaginación y quizás algún pequeño roce que tengamos. El placer se abre paso por nuestro cuerpo.

No es de extrañar y algún caso ha ocurrido, que solamente la lectura y la imaginación de la persona que lee, he conseguido llevar a ese cuerpo a una situación de placer cercana al orgasmo. En el caso de hombres, una eyaculación inesperada.

Parte de esto, es lo que hace que un relato erótico tenga éxito o no. A parte de la historia en sí, que ahora después le dedicaré unas líneas, también importa como está construido. Lo ideal es que se ajuste en tiempos a la curva que produce la excitación. Según el género varia, por lo que los relatos eróticos no sirven para toda clase de público. De hecho, por eso unos funcionan mejor en un género y otros en el otro. En el caso de los hombres, la curva es más abrupta. Tiene fase de deseo y excitación igual que en las mujeres, pero suele aumentar más rápido. Esto traducido a relato, debería ser que la historia comienza y relativamente rápido se entra en harina. Después viene un tiempo que se conoce como meseta. En el caso de los hombres, no es realmente una meseta. Se está estable pero va ligeramente en aumento. Hasta que se llega a una especie de punto de no retorno que es cuando conduce al orgasmo que es el pico máximo de excitación y por consecuencia de placer. Por un tema fisiológico, suele coincidir con la eyaculación. Para las mujeres, la meseta si que es más plana. Por lo que aquí en los relatos para mujeres, es donde se puede aprovechar para incluir acciones secundarias o trabajar más la fantasia en otros términos no tan sexuales o descriptivos respecto a la genitalia. Llegando al punto de no retorno femenino, el orgasmo es similar al de los hombres. Con la salvedad de que las mujeres pueden mantenerse en ese nivel repetidas veces. Si hicieramos gráficamente la curva, sería una especie de dientes de sierra donde cada pico es un orgasmo. Aquí la acción del relato, lo ideal es que sea trepidante y vaya sorprendiendo o añadiendo distintas acciones. Para intentar replicar los dientes de sierra. Después de la fase orgasmos, en ambos géneros hay una "vuelta a la calma". Muchas personas pueden seguir leyendo un relato, otras dejan de leer cuando se dan por satisfechas. Para las que siguen, lo ideal es que el relato también vaya hacia ese relax y la trama se cierre.

Como he mencionado antes, la trama también es importante. Aquí depende de la persona que lea. Yo diría que exiten varios perfiles de personas que leen relatos. Hay personas que leen relatos para simplemente evadirse y con que la situación sea erótica o sexual ya les es suficiente. Otro perfil es la persona que busca en un relato erótico "cumplir" una fantasía que no le es alcanzable. Y por último exite un perfil que es el que busca en los relatos todas aquellas fantasias que se escapan al mundo real y que solo podrían ocurrir en la imaginación.

¿Qué os ha parecido?

En mi blog de divulgación sexual (link en perfil) suelo escribir más de esto que de relatos, asi que si os gusta este texto puedo ir haciendo más publicaciones similares en el futuro. ;)