Como estreno, una pincelada (3)

Acaba la tarde noche en la que empieza a descubrir como puede llegar a sentirse.

Capitulo 3 mi cuerpo, usado como lienzo.

Bueno, pienso (más bien siento) para mí, ya estoy, ya está; estoy decidida a ser usada como quiera y como Él desee.

Sin mediar palabra, ha vuelto a acariciar el óvalo de mi cara; a acariciar mis papos, mis ojos, mis cejas con la punta de Sus dedos.

Bueno, cielo, ya ha llegado la hora de que conozcas más "íntimamente" el contenido de Mi maletín.- dice el Sr Txiria.- maría, firebird{}, vamos a la mazmorra que esta niña tiene que conocer unas cuantas cosas.

Como no puede ser de otra manera, las tres nos levantamos como movidas por un resorte (yo un poco más lenta he de reconocerlo) y Él me señala con la cabeza el maletín para que lo lleve.

"Vaya pesa bastante más de lo que pensaba" no puedo dejar de pensar al levantarlo para llevarlo al interior. Sin embargo, no me pregunto ni lo que hay en él; en realidad, me da igual, sé que todo irá como debe de ir, que Él cuidará de mí y que lo que me pase será aquello que yo deseo que me ocurra.

Nos dirigimos hacia la habitación de al lado debe ser lo que llaman la "mazmorra". Veo cuatro elementos que llaman mi atención: una gran equis de madera en la pared, una especie de "celda" miniatura que está cerrada con una gran reja, un "asiento" raro y bajo que tiene los travesaños verticales con anillas en su cenit pero no los reposabrazos y una camilla con una serie de anillas que dividen los laterales de la misma en 4 tramos.

Con un movimiento de cabeza el Sr. Txiria indica a maría y a firebird{} el aspa de madera.

Átala en la cruz y que las tetas se queden al aire, Mi niña.-dice el Sr. Txiria.- Eso es una cruz de San Andrés, esto de aquí una jaula, este mueble es un potro de multiposición y por último… por último esto es una cama de bondagge.- me indica mientras me va señalando cada uno de los elementos que hay en la mazmorra. Deja en maletín encima de la cama.

Lo hago y, bruscamente sin decir una sola palabra pero haciéndome ver claramente cuál es Su voluntad, me arrastra hasta el centro de la cama de bondagge colocándome ligeramente separada y perpendicular a la misma. Inconscientemente apoyo mis manos en su borde quedando doblada por la cintura y con mi culo totalmente expuesto.

Una mano hurga en el botón de mi pantalón y lo desata; noto como unas manos tiran del pantalón hacia abajo dejando mi culo al aire. En silencio tiran de mi pierna derecha hacia arriba y extraen tanto la pernera del pantalón como mi sandalia. Miro con el rabillo del ojo y veo que es el Sr. Txiria el que lo está llevando a cabo. Sin solución de continuidad repite la operación en la otra pierna y quedo desnuda y descalza.

Se vuelve hacia la Señora María y la dice:

Quiero que pongas una corona de 13 pinzas en cada una de las tetas de firebird{}

A continuación y sin interrupción, Su mano penetra en mi coño y tira de él hacia arriba haciendo que me ponga de puntillas. Estoy tan entregada que me parece normal encontrarme en esa posición.

Mira cómo has mojado Mi mano, perra estúpida.- me dice al oído.- lámela pero separa tus piernas bien abiertas para que todo el mundo pueda ver como llevas el coño de depilado y expuesto dado que te gusta exhibirte como lo que eres.

En realidad no me gusta exhibirme pero si en este momento me hubiera mandado ir abajo a la barra manteniendo las puntillas y con las manos en la nuca… lo haría sin importarme para nada quién pudiera verme o quién no.

En esta postura acerca su mano mojada a mi boca y entiendo que debo lamerla.

Según doy la primera lamida cae el primer azote en mi culo; no es muy fuerte pero me pilla de sorpresa y casi pierdo la posición. Centro mi atención en las dos acciones que debo llevar a cabo como son lamer Su mano ofrecida y mantener la postura que me ha mandado mientras me azota.

Para cuando quiero darme cuenta no sé el número de azotes que han caído en mi culo; solo sé que he lamido su mano a conciencia tragándome mis jugos de perra en celo, que tengo el culo caliente… y el coño mucho más caliente y chorreando.

mi Señor, esta perra viciosa ha lamido toda Su mano, ¿desea que continúe haciéndolo???.- pregunto

No, niña linda.- me contesta al tiempo que retira Su mano.

Siento que me deja ahí abandonada y expuesta al que quiera verme.

Sin embargo no debe parecerle que estoy suficientemente expuesta pues Su mano empieza a desatar uno a uno los botones de mi camisola; pronto cae a los costados abierta y Él tira de las copas del sujetador haciendo que mis tetas salgan por encima de él y queden expuesta a la vista de cualquiera grandes como son y colgantes como dos ubres.

Además, y al objeto de que se vean mejor, enrolla la camisola alrededor de mis hombros dejando, prácticamente, mi torso al aire.

¿Qué te ha parecido la pequeña azotaina, niña???

"Si ésta ha sido pequeña como será una realmente fuerte" pienso para mi coleto.

Ha estado muy bien, mi Señor.- otra vez he dicho "mi Señor"; tengo que controlarme más.- de hecho me ha excitado más que dolido.

Bien, así das otro de los pasos el de comprobar cómo el dolor se puede convertir en placer.

Tira de mi pelo haciendo que me ponga en pie y me hace dar la vuelta para mirar a firebird{} atada en la cruz. Dos hileras de pinzas recorren sus tetas a lo ancho; 6 a cada lado del pezón y otra en el mismo. Solo nos mira (más bien mira a su Dueño con intensidad) y noto que se encuentra feliz y excitada por la profundidad de la entrega que veo en esos ojos.

Pon tus manos en la nuca de perrita y no pierdas las puntillas.- me ordena con voz cortante pero que no deja lugar a la réplica.- Vas a ver como actúo con Mi sumisa; pero… hay una cosa de la que debo advertirte, verás como actúo ahora mismo con firebird{} y cómo eso la proporciona mucho placer y puede que haya mucha gente que te diga (incluso que tú misma lo pienses) que esto es lo habitual, lo que siempre sucede; pero no lo es, para que esto suceda es necesario conocerse y hablar previamente pues Yo, en este momento, no la voy a dirigir la palabra.

Sin más preámbulos, se dirige al maletín y coge una fusta de cuero marrón (esa de la cuál sobresalía el mango) y la hace vibrar en el aire.

Suena de forma más que amenazadora. "Esta fusta sí que tiene que doler", pienso para mí, sin decir palabra.

Estira el brazo, mide la distancia con respecto de las tetas de firebird{} y hace vibrar la fusta en la mano.

Ni un gemido, ni un solo sonido, Mi niña.- dice con voz imperiosa.

Cómo Ud. desee mi Amo.- contesta ella.

La Señora María se ha colocado imperceptiblemente a mi lado para dejar todo el espacio libre. Sin casi darme ni cuenta admiro su capacidad para aparecer y apartarse de la forma más oportuna.

La fusta inicia un bamboleo lento en el que va tocando las pinzas, haciéndolas moverse. firebird{} se muerde los labios con fuerza cuando nota dolor mientras vuelve ligeramente la mirada y se muerde los labios.

yo, casi sin quererlo, me acerco a la Sra. como buscando Su protección pues la escena me resulta tremendamente erótica, morbosa y excitante al tiempo que siento que no estoy preparada para que me hagan algo similar.

De repente, y sin previo aviso, la fusta bambolea más fuertemente y cae sobre el punto de la primera pinza lateral de la teta derecha de firebird{}. Un suspiro de dolor fuerte y mudo escapa de sus labios.

La fusta recorre el camino de forma rápida, primero el exterior de la teta derecha y 6 pinzas saltan por los aires; luego el de la teta izquierda y son otras seis las que lo hacen.

A continuación, empieza por el interior de la teta derecha y las seis pinzas vuelan en todas direcciones mientras el pecho toma un color rojizo uniforme; luego… luego acaba con las seis pinzas del pecho izquierdo y yo espero aliviada que el castigo haya terminado aquí.

El Sr. Txiria baja la fusta, se dirige a firebird{} y la besa apoderándose de su boca; acaricia el óvalo de su cara y la vuelve a besar ahora de una forma tierna y dulce, especialmente cariñosa. ella sonríe, Le sonríe a Él; es evidente que Él ocupa su mundo y su visión.

Siento envidia, envidia sana de lo que veo; yo también deseo estar así.

Tengo que acabar, Mi niña.

Lo estoy deseando, mi Señor; sabe que todo mi cuerpo Le pertenece para que haga con él lo que desee.

No hay una palabra más. El Sr. se aleja de firebird{} a la misma distancia anterior; la fusta vuelve a cimbrear en Su mano y toca ligeramente las dos pinzas que quedan en el cuerpo de, en este momento, mi hermana en la sumisión.

yo sigo sin moverme, con mi cuerpo expuesto; de puntillas, con las manos en la nuca y prácticamente desnuda excepto por la camisola que está abierta y el sujetador que cuelga debajo de mis tetas. Estoy fascinada y paralizada de lo que están viendo mis ojos; son escenas que se leen pero que nunca había creído poder disfrutar como espectadora de primera fila ni, mucho menos, como participante en ellas.

Noto como una mano tranquilizadora se posa en mi cintura. Es la Sra. María que ha visto mi inquietud, mi excitación y mi confusión y pretende que sepa que Ella está ahí y que todo va bien. Se lo agradezco volviéndome ligeramente y dedicándola una sonrisa; no es lo mismo sentir lo que te pasa a ti que ver lo que la está pasando a una amiga, prácticamente, una hermana.

De repente, la fusta cimbrea con mucha mayor velocidad y se abate sobre ambos pezones.

La pinza del pezón derecho salta con violencia por los aires pero la del izquierdo queda ligeramente colgada y firebird{} no puede reprimir un pequeño gemido de dolor y un involuntario escorzo.

Sin embargo, recupera la posición instantáneamente.

La fusta se vuelve a abatir con fuerza sobre el pezón izquierdo y la pinza, ahora sí, salta de su posición. El gemido de firebird{} es de dolor y de placer; de entrega y de felicidad.

Bueno, Mi niña, te has quejado pero lo entiendo. ¿Qué tal estás???.- pregunta el Amo Txiria con una sonrisa en la cara

Muy bien, mi Dueño.- responde ella con una sonrisa en la cara y recuperando la posición en la cruz.- aunque me duelen los pezones, especialmente el izquierdo.

Esperad que traigo hielo.- oigo a mi izquierda.

Dicho y hecho, la Sra. María va a donde están nuestras bebidas y toma dos cubitos de hielo de la tónica del Sr. Txiria. Con mucho cuidado se acerca a firebird{} y se los va pasando por los pezones, refrescándolos.

El Señor se vuelve hacia mí, me sonríe y me dice mientras hace que la fusta cimbree y roce mis pezones:

¿Qué te ha parecido lo que has visto??? Creo que ahora debería seguir por estos, ¿no crees???

Las palabras se atropellan en mi garganta luchando por salir y peleando entre el miedo a no soportar los fustazos y el deseo de complacerle. Lo miro con la boca abierta y diciendo:

Señor, yo…; mi Señor, es que yo

¿Qué te pasa, ^nectar_sometido^?? Se te ha comido la lengua un gato.- dice sonriendo irónicamente.

Apenas la entreveo pero, con el rabillo del ojo, observo que la Sra. María menea la cabeza; es evidente que no está satisfecha.

No, me contengo más y contesto con la voz más humilde que tengo una vez respiro profundamente:

Señor, será como Ud. desee pero no me siento en absoluto preparada para que haga una décima parte de lo que ha llevado a cabo con firebird{}

Me mira, sonríe (cómo se ilumina Su cara cuando sonríe) y acaricia mi cara.

maría, ven aquí que quiero que te ocupes de ponerla unas pinzas a ^nectar_sometido^.- dice sin volver la cara.- y tu niña ya puedes depositar tus pies en el suelo que si no te Me vas a caer sin darte cuenta.

Dice esto y me besa, me besa posesivamente apoderándose, una vez más, de todo mi ser; mientras me besa bajo mis talones apoyando los pies en el suelo, me doy cuenta de lo cansada que estoy de permanecer de puntillas y también de que mis manos estén en la nuca pero… no se me ocurre bajarlas sin Su permiso.

La Sra. María llega a nuestro lado y el Señor toma 4 pinzas del maletín. La explica algo al oído y Ella va asintiendo a lo que La dice.

Es curioso la veo como una gran amiga y, al mismo tiempo, como una Gran Dama; y, sin embargo…, sin embargo siento que Sus manos solo son las extensiones de las manos del Señor.

Se acerca a mí con las 4 pinzas en la mano izquierda; me mira con intensidad y asiente con la cabeza. Mientras tanto, el Amo Txiria ha ido donde está firebird{} indefensa y atada a la cruz, y la ha cogido del pelo con una mano mientras la besa y azota sus tetas con la otra.

Aunque mi atención se concentra en la Señora, no puedo dejar de oír gemir tanto de placer como de sorpresa a firebird{}. Sin decirme ni palabra, la Sra. María toma con Su mano derecha mi pezón izquierdo y lo empieza a amasar y pellizcar suavemente; no me considero ni lesbiana ni bisexual pero el toque tiene una tremenda carga sensual que hace que me excite sobremanera.

Tampoco tengo la impresión que para la Señora el toque esté cargado de erotismo sino de Dominación y sumisión, de entrega y guía: Metódica pero sensualmente va haciendo que mi pezón crezca y se ponga duro.

Cuando está ya realmente grande, me mira a los ojos, coge mi barbilla con su mano izquierda y dice:

Ahora te lo voy a pinzar; procura que si tienes que decir algo sea un gemido suave, a nuestro Señor no le gustan los gemidos fuertes.

Mientras hablaba, su mano derecha ha abierto una de las pinzas y, rápidamente sin dejarme tiempo a que lo piense la ha colocado en mi pezón; "ostras, duele" pienso para mi mientras una descarga recorre desde mi pezón hasta mi coño a través de la columna vertebral y hace que tenga una nueva descarga de fluido. "Es verdad, duele pero es tremendamente placentero" reflexiono para mí.

Sin desearlo, de mis labios ha surgido un pequeño gemido que he cortado mordiéndome el labio inferior; espero no haberme hecho sangre pues he mordido fuerte o eso creo.

El otro pezón se ha puesto duro solo de la impresión, ¿lo pinzo así o prefieres que te lo masajee primero otro poco???

Cómo Ud. desee, Señora.- la contesto.- sé que hará lo mejor para mí; si me atreviera

Si te atrevieras… ¿qué???

Si me atreviera la pediría que me lo chupara, por favor.- contesto roja como un tomate maduro.- nunca he sentido placer lésbico pero esto que Ud. me está haciendo está llevándome a un increíble éxtasis.

Sonríe, me mira y agacha la cabeza para lamer y besar el pezón derecho; pronto está duro como un guijarro y, alejando ligeramente la cara, lo pinza igual que hizo con el izquierdo. Mi reacción es similar pero aún más intensa; mi quejido no es de dolor sino únicamente de placer, del placer de estar sometida, de ser guiada, de sentirme entregada, de entregar mi ser

El Sr. Txiria me ha dicho que, si eres capaz de soportarlas, coloque estas otras dos pinzas en perpendicular a las que he puesto.- continúa la Señora.- ha dejado la decisión de colocarlas o no en mis manos pero yo quiero saber lo que opinas tu porque el dolor aumentará y, además, no permitirá que el pezón descanse de la presión soportada.

Señora, ¿es muy duro lo que propone???

Sí, niña lo es.- me responde seria.- pero a Él le gusta llevar las cosas a los límites y yo deseo que tú seas consciente de lo que te pide y que te sientas capaz de soportarlo.

Suspiro profundamente, miro al frente y meneo mi cabeza. "Qué narices" pienso "para esto ha venido aquí; para hacer la voluntad del Señor"

Señora, Amiga, si me permite llamarla así, lo aguantaré aunque me tenga que hacer sangre en el labio.

No, no; si ves que llegas a ese extremo, avísame que te las quito inmediatamente, aunque creo que el que desea hacerlo es Él.-dice con una sonrisa.- Mírame directamente a los ojos; olvida que en mis manos tengo las otras pinzas.- me ordena

Es difícil hacerlo cuando ves como se acercan las manos para colocar la segunda pinza perpendicularmente hacia el exterior de la primera, así que levanto la vista y la fijo en lo que está haciendo el Sr. Txiria.

Ha vendado los ojos de la sumisa y ha encendido una vela de las que lleva en el maletín; está derramando cera caliente por los pechos de firebird{}, la cual se remueve cuando siente como se derrama en ellos.

Sin embargo, lo que más me llama la atención es que la sonrisa de firebird{} no desaparece de su cara y de su gesto en ningún momento. Decido imitarla y sonrío centrándome en el placer que estoy sintiendo cuando noto como un picotazo fuerte en el pezón derecho.

No bajo la mirada, sigo centrada en la tremendamente sensual escena que veo enfrente, las caricias alternadas con los azotes, la cera con el hielo, los besos con la exigencia de posturas informes. Todo ello acompañado de breves susurros a la oreja, de búsquedas con la boca de la sumisa a la cara y la mano del Amo para besarla, para lamerla.

En esto estoy cuando noto el segundo picotazo en el pezón izquierdo; ni me arqueo del dolor, aunque duela porque lo que noto es como mis jugos me empapan por dentro y como crece, en mi interior, un manantial de flujo y placer.

Ya está, mi Señor; ya tiene a la perrita pinzada.- dice la Sra. María. mi coño responde a Sus palabras con una nueva contracción y una nueva emisión de flujo. "Soy Suya" pienso y siento "en este momento soy Suya"

Se toma un tiempo para acariciar a firebird{} para meter los dedos en su boca y que ella los chupe, para dejarla con una sonrisa de oreja a oreja esperando, ciega pero feliz.

Viene hacia nosotras, toma a la Sra. María por el talle y la besa:

Qué feliz Me haces, Mi niña preciosa. Hoy has hecho unas auténticas obras de arte. Porque eso es lo que son, dos esculturas, dos obras de arte a la sumisión, como tú lo eres de la entrega a Mí.-la dice con una gran sonrisa en Su cara.- vete donde firebird{}, límpiala las tetas, la sueltas y que se cierre el vestido. Luego venís para aquí.

La Señora va a hacer lo que La ha dicho mientras que Él se dirige hacia mí.

Muy bien, niña, ¿qué tal están tus pezones???? ¿Cómo prefieres que los alivie, con la fusta o con las manos???.- me pregunta

Cómo Ud. desee, mi Señor, mi Dueño, mi Amo.-contesto sin percatarme de que es una pregunta retórica

No, no, no.- responde riéndose.- si te las quito con la fusta no es que vayas a ver las estrellas es que vas a inaugurar la exploración interestelar.

Viene a donde mí; yo sigo con las manos en la nuca, con delicadeza me las baja y las pone a mis costados, su mano izquierda se posa sobre mi pubis ("oh, no" pienso "va anotar lo mojada y salida que estoy") y la derecha se dedica a jugar delicadamente con las pinzas.

A cada pequeño movimiento de ellas, lo mismo; una descarga desde el pezón correspondiente hasta el coño a través de la columna vertebral, haciendo que mi pubis se contraiga sobre Su mano y que Él note como mis flujos están descontrolados.

Le miro a Sus sonrientes ojos y Lo veo orgulloso y feliz y no me importa lo que note; Él está a gusto y es feliz, eso es lo que vale. Su mano se separa de mi entrepierna y me la muestra toda húmeda; saco la lengua para chuparla pero Él la retira mientras niega con la cabeza.

En silencio, toma con Sus dedos la primera pinza de mi pezón derecho y la suelta; no puedo reprimir un pequeño grito de dolor.

shhhh, no te preocupes que ahora se pasa.- me dice mientras acaricia mi cara.

shhh, tranquila niña que esto no es nada.- me dice después de besarme.

Béseme mientras me las quita, por favor.- Le suplico.- calle mis quejidos con Su boca, traspáseme Su fuerza al poseerla.

Me mira sonríe y empieza a besarme posesivamente; yo me pierdo en Su interior. Noto como el pezón derecho queda totalmente liberado pues el golpe de sangre es fuerte y me duele pero me llena tal y como mi chocho me recuerda.

A continuación es el izquierdo, también en dos fases, también con dos dolores intensos, también con dos golpes de flujo vaginal.

Me los acaricia con dos dedos para que restablezcan su circulación y separa Su boca de la mía. Los miro y no puedo creer lo que veo, mis pezones están aplanados pero... más salidos que si fueran dos pequeños dedos índices señalando a un punto en el horizonte.

Toma mi sujetador por detrás, lo suelta y me lo quita, haciendo que mis tetas caigan sobre mi estómago. Me mira y me dice:

Ya es hora de que te presente al contenido de Mi maletín

Y me va indicando, paletas, fustas, varas, gatos de colas, etc…, luego pinzas con cadenas, pinzas sin ellas, collares de perra, con correa y sin ella, cuerdas, cadenas con enganches, esposas, muñequeras, etc..

No sé cuantas cosas puede llevar ahí dentro.

Sin embargo, lo que más Me gusta en este momento es este vergajo o "picha de toro" que es francamente dura y, por supuesto,

Y tanto, mi Señor.- tercia firebird{} que se ha acercado en el entretanto junto con la Señora.

esta fusta que ya he usado en firebird{} y que usaré en seguida contigo. Venga apóyate en la cama de bondagge con el culo bien salido en pompa

Sí, Señor.- contesto rauda mientras tomo la postura señalada.

De repente cae el primer fustazo fuerte y duro como un mordisco; me retuerzo del dolor, no lo esperaba y, menos aún, el segundo que cae en el otro glúteo. las lágrimas acuden a mis ojos.

¿Te ha dolido, verdad cielo???.- me pregunta inesperadamente mientras me acaricia intensa y dulcemente en la cabeza.

Sí, Señor, me ha hecho mucho daño.

Lo sé, pero lo he hecho porque deseaba explicarte una lección que creo que la única forma de verla es sintiéndola. Cuando te pongas en manos del Amo que te merezca ten en cuenta que lo primero es conocerlo bien pues un instrumento de estos manejado por una persona irresponsable puede hacer mucho mayor daño del que nos creemos.

Quiero que veas una cosa.- continúa el Señor.- firebird{}, ponte en paralelo con ^nectar_sometido^ y levántate la falda.- mientras habla me doy cuenta de una cosa curiosa, no he movido mis manos de encima de la cama ni me he separado de la posición qué Él me había indicado.

No, mi señor, por favor, no me haga eso.

¿Qué pasa, niña??? ¿Por qué no deseas hacer lo que te digo???

Es que no deseo que ^nectar_sometido^ pueda pensar que es Ud. un sádico y yo una masoquista, mi Dueño.

No, tranquila.- intervengo.- no lo voy a pensar. A pesar de los recientes y dolorosos fustazos entiendo que hay algo especial que me desea explicar.

firebird{} ya no se resiste; se coloca en paralelo a Mi y se levanta la falda… a mi pesar el color de su culo me impresiona; está totalmente morado.

Mira eso niña.- dice el Señor Txiria.- ¿ves ese culo todo morado??? En el caso de firebird{} corresponde a su mala circulación-. continúa diciendo el Sr. Txiria.- pero, así y todo Yo Me preocupé el otro día de preguntar todo el rato como estaba y ella… ella lo disfrutó como una niña. Así y todo mucha gente ha empezado a decir que Yo soy un sádico inmisericorde y ella una masoquista sin remedio.

Me refiero a que no te dejes llevar por lo que pueda decir la gente y que estés muy segura de con quién estás, cielo, que a veces pasan cosas como ésta que ves y… no es por mala circulación.

En realidad no me asusto pero sí que entiendo lo que desea decirme; que no me confié en la gente; que la conozca primero y que luego me entregue.

Así y todo puede ser que sufras daños o decepciones, cielo.- termina el Señor.- por ello, entrégate pero… cuando estés segura de que es la persona con la que deseas estar.

Gracias, Señor.- respondo sin darme cuenta que, inconscientemente, he retirado el "mi".- lo tendré, muy en cuenta y sí, procuraré conocer a la gente bien y quedar en sitios públicos como este hasta que esté segura.

Entiendo que es prácticamente la despedida que mi situación ha cambiado pero yo, aún, no deseo que termine así que hago lo que debo:

Señor, debo llamar a mi pareja para que venga a buscarme, ¿Le importa???

No, para nada, niña. Pero tendrás que bajar a la barra pues aquí la cobertura es muy deficiente.- en este instante, me mira y se sonríe.- ¿estarías dispuesta a bajar cómo estás???

Si Ud. lo desea, mi Señor, lo haré.- sin darme cuenta estoy en la montaña rusa del "Señor" y el "mi Señor".

No, no que luego se hacen una paja a tu salud; vístete pero no te pongas ni el sujetador ni las sandalias y baja solo con el móvil… cuando subas Me cuentas como te has sentido.

Lo hago así sin dudar; de hecho dejo un botón más de la camisola abierto para que se vea bien el canalillo; tomo mi teléfono móvil del bolso; dejo este último y mis ropas en las manos de ellos 3 y bajo a llamar.

Tardará algo más de media hora y me hará una llamada perdida al llegar.- Informo al Sr cuando llego.- deberemos de hacer las cuentas, ¿no??

Ellos tres están sentados en las butacas exteriores ocupando una mesa con cuatro asientos y charlando animadamente; tanto la Señora como firebird{} me reciben con una sonrisa cómplice.

Vale.- me contesta.- en total son unos 45€ ¿tienes suficiente???

Sí, sí ha salido menos de lo que pensaba.

Tomo mi cartera del bolso saco pago lo que me corresponde y voy a sentarme cuando una voz interior me dice "no esperes, díselo ahora; quizá sea la última ocasión que tengas para servirle"

mi Señor, ¿permitiría Ud. que esta perrita viciosa se arrodille a Sus pies y los lama y adore???.- Le pregunto toda roja por el atrevimiento y la vergüenza.

Claro, peque.- responde.- el placer de recibir tu adoración será el Mío. Pero recuerda que tienes que vestirte en cuanto llegue tu pareja; no Me gusta que se haga esperar a la gente.

Sí, mi Señor; así lo haré.

En ese caso, abre tu blusa y tu pantalón para que Yo pueda observar tu culo desnudo y tus tetas mientras Me adoras; así como que tú puedas masajear Mis pies con las ubres esas que tienes que tienen que dar un placer tremendo.

Es decirlo el Señor y hacerlo yo. Me abro la camisola, suelto el botón del pantalón y lo bajo por debajo del culo; me agacho a Sus pies, mitad arrodillada mitad sentada; tomo Su pie derecho, Lo descalzo y lo beso y lamo con cuidado; repito la operación con el izquierdo; mi chocho se vuelve a mojar.

Pongo mi teta derecha sobre su pie izquierdo y hago que pase por mi pezón acariciándolo y mojándome la teta de mi saliva mientras noto como Su mano acaricia y azota ligeramente mi culo ofrecido.

Repito la operación con el pie derecho y noto un azote más fuerte que solo me hace sonreír mientras mantengo mi adoración.

Estoy volviendo a lamer Su pie izquierdo con fruición cuando suena mi teléfono.

Un momento, mi Señor.-digo

Es mi pareja quién llama, lo cojo antes de que cuelgue y… alivio aún le faltan unos 15 minutos pues no encuentra sitio para aparcar. Se lo digo al Amo mientras inclino mi cabeza para besar, lamer y adorar Su pie derecho; repentinamente, toma mi pelo por mi nuca y me hace levantar para colocar mis pezones a la altura de Su boca; coge el derecho entre Sus dientes y lo muerde hasta marcarlo; repite la acción sobre el pezón izquierdo; luego coge mi cabeza y la dirige hasta que mis labios rozan el empeine de Su pie izquierdo.

Lo beso y lo lamo como si no hubiera otra cosa mejor para mí en esta vida; paso al derecho y repito mi acción mientras Él azota mi culo con un poco más de dureza que antes y mi coño chorrea literalmente.

Acabo, lo miro con una mirada intensa y Le digo:

Debo irme, Señor

Lo sé, pequeña; vístete, despídete de todos nosotros y vete; lástima que no hayas podido probar la cera.

Bueno ha sido mucho para el primer día.- Le contesto mientras me pongo el sujetador y arreglo mi ropa.- pero he disfrutado mucho de ello, Señor; de todo ello.

Me despido de firebird{} con un fuerte abrazo y un beso en cada mejilla; a la Señora la doy dos besos en cada mejilla pero la que me abraza fuerte es Ella a mi mientras me susurra: "cuídate".

El Señor me acompaña hasta la barra y me da un fuerte beso de los suyos, posesivos antes de recomendarme que me cuide y que sea feliz. Justo en ese momento, mi pareja toca en la puerta del local y yo Le doy un abrazo de despedida.

Ya en el coche, pienso en todo lo que ha pasado en la tarde y, especialmente, en la noche; cómo he sido tratada y como he disfrutado de todo lo acontecido, hasta de lo que no ha sido tan agradable.

Me doy cuenta, poco a poco, de que he recibido las atenciones del Sr. Txiria (y de la Sra. María) por todo mi cuerpo; qué Él se ha ocupado de reflejar en mi cuerpo los sentimientos de sumisión que tan arraigados tengo; de plasmarlos, de pintarlos en mí misma.

En definitiva, tengo la sensación de que Él ha bosquejado, usando mi ser como lienzo, el recorrido de la sumisión mediante unas pequeñas pinceladas que quedan marcadas en mi boca con el sabor agrio y fuerte de Sus pies; en mis pezones con la marca de Sus dientes; en mi culo con la de Su fusta; y, especialmente, en mi alma con la marca de Su ser.