Como es mi idea para masturbarme
Como sin ser homosexual un hombre hecho y derecho, llegó a usar las medias y los tacones extremadamente altos para darse la satisfacción mas completa a sus deseos de masturbarse.
La descubrí cuando tenía unos 9 años, siendo un muchacho muy desarrollado para mi edad. Una tarde estando resfriado en cama, mi pene se puso muy erecto con el calor de la cama y yo lo comencé a tratar de bajar rozándolo entre mi puño, lo que me produjo una curiosa sensación de placer, por lo que seguí haciéndolo con el intento de reducir la erección, lo que aumentó esa sensación tan placentera y cuando la cosa se hizo mucho mas fuerte, sentí de repente que el placer me invadía muy fuerte y del extremo del pene me brotó un chorro de líquido perlado que saltó lejos mojando las sábanas y mi cuerpo llegando hasta mi cara y mi boca, lo probé y encontré que tenía un gusto algo salado y muy extraño, enseguida me invadió una flojera muy pronunciada y dulce y luego me dormí con mi pene ya fláccido en la mano.
Cuando desperté tenía nuevamente el pene erecto y quise disfrutar nuevamente del placer ya conocido, por lo que comencé nuevamente la operación y volví a sentir la sensación tan `placentera, pero ahora la cosa me había gustado tanto que seguí en la función y nuevamente eyaculé aunque no con tanta fuerza y cantidad, pero había quedado embrujado por el nuevo placer descubierto, por lo que seguí con el bombeo, hasta que después de varias eyaculaciones seguidas el pene me comenzó a doler y paré la maniobra, hasta que me dormí nuevamente y en los días siguientes seguí disfrutando de esa deliciosa masturbación, lo que he seguido haciendo sin parar cada vez que puedo por el resto de mis días.
Mi madre junto con sus relaciones femeninas, comentaban muy a menudo a mis espaldas, pero yo curioso las escuchaba, que aunque los tacones altos eran algo incómodos, ellas los seguían usando siempre porque eso les convenía ya que las hacía mucho mas atractivas y podían disfrutar mejor de la compañía de sus esposos y amistades.
Incluso una de mis tías, que era muy bonita, les contaba que ella los usaba tan altos como le fuera posible y los importaba, ya que las tiendas de acá no los tenían de esa altura, y un día le regaló a mi madre en su cumpleaños uno de esos pares de importación, ya que calzaban igual.
Mi mamá corrió en su compañía a probárselos al dormitorio, pero cuando se subió a ellos a penas podía caminar, pero ambas reían nerviosamente y como locas. MI tía le dijo que esos tacos eran los mas altos que se hacían en los EE.UU, y que tenían nada menos que 13,7 cm. lo que para sus pies del Nº 38, Nº 8 de EE.UU. eran sumamente altos, pero que ella los posia usar muy bien ya que había estudiado ballet desde pequeña. MI madre le agradeció cordialmente el regalo y le dijo que iba a tratar de acostumbrase a esa fabulosa altura para ver su efecto en la casa y en las fiestas.
Días después mi padre esa tarde cuando llegó a casa, se puso muy cariñoso con ella, ya que mamá había ensayado toda la semana el caminar bien con ellos y mi padre la invitó a salir a comer afuera para celebrar su hazaña, por lo que ambos no volvieron hasta muy tarde cuando yo ya estaba durmiendo, pero con sus risas reprimidas, desperté y pude oir como comentaban el éxito de mi mamá esa noche, ya que había sido la admiración de todos en el restaurante y luego me quedé nuevamente dormido.
Pocos días después, vi que mamá salía con una amiga a tomar el té, y me fui a su dormitorio a curiosear en sus zapatos, para ver en detalle esos maravillosos zapatos que según comentaba ella le había regalado mi tía. Dada mi corta edad siempre había en casa una persona a mi cuidado, pero esa tarde la cocinera estaba de permiso y la chica del aseo estaba muy ocupada en su reemplazo, por lo que era muy poco probable que me vigilaran demasiado.
Es así como cuando registré el armario con los zapatos de mi madre, no me costó nada encontrar esos famosos de los EE.UU. De verdad que eran realmente preciosos, abiertos en el talón en gamuza negra, bien escotados, con la punta muy afilada y larga, terminada en una puntita de metal dorado, al igual que el finísimo tacón que se veía de una altura vertiginosa. Mirándolos solamente, sentí que mi pene se erectaba muy fuerte y por supuesto que lo tomé para calmarlo como ya sabía hacerlo tan bien, y entonces me vino la inspiración. ¿Qué me pasaría si me pongo yo mismo estos zapatos tan lindos.? ¿Acaso me vería también muy atractivo.? Y sin pensarlo más le saqué un par de medias con liga del cajón vecino y me las puse, y después los calcé, para lo cual tuve que ajustar la hebilla trasera, ya que mis pies eran un poco mayores. Cuando me puse de pié con ellos puestos empecé a irme de bruces y tuve que sujetarme de la puerta del armario, esos tacos eran realmente imposibles, pero tanto mi tía como mi madre los usaban y yo por tanto también podría hacerlo con algo de ensayo.
Pero cuando logré comenzar a pararme bien con ellos, aunque con las rodillas casi dobladas, el pene se me puso tan tieso como nunca había estado antes y comencé a masturbarlo de inmediato, pero sólo al segundo movimiento solamente, brotó tal cantidad de semen y con tanta fuerza que el espejo cercano de la puerta recibió casi toda la descarga la que comenzó a chorrear por su luna hacia abajo, mientras a mi se me doblaban las piernas de la inenarrable delicia en tal forma que me tuve que sentar en el suelo para no irme de bruces.
Fue algo fabuloso, todas la experiencias de delicias anteriores se esfumaron ante el fantástico placer que me proporcionó el masturbarme con esos zapatos y las medias puestas en mi persona, fué así como desde ese mismo instante me convertí para siempre en el fanático fetichista de tacones altísimos para todo el resto de mi vida.
Desde esa ocasión, siempre que veo una mujer calzando unos lindos zapatos con tacones muy altos y finos, sea en la vida real , en los espectáculos o en las revistas, me viene un tremendo deseo de masturbarme, lo que llevo a cabo cada vez que me es posible, tratando de repetir esa escena sexual tan fabulosa trepado en tacones de altura sensacional.
Yo los he importado ahora no solo de los EE.UU. sino también desde Europa, Canadá y Australia. Y ahora tengo una colección enorme de zapatos de todas las clases posibles, sean reinas (Court Shoes), puntillas sin talón y punta aguzada, abiertos al costado a ambos lados, sandalias con tirillas finísimas, puntillas con pulseras al tobillo o sandalias con tirillas que envuelven hasta el muslo, Etc.Etc., todos los modelos son sin plataforma y todos con tacones muy delgados que cubren todo el rango entre los 13 (5") y los 19 (7 ¾")cms. , siendo mis altos favoritos los 15 cm. o sea 6" y los 18 cm. o sea 7", Las botas no me atraen igual y los zapatos tipo ballet tampoco.
Además, cuando ya las masturbaciones me han dejado muy cansado de tantas y tan seguidas, puedo seguir con más todavía, poniéndome también ropa interior de suave seda, rellena con enormes y casi naturales senos de gel de silicona y otros rellenos del mismo material para abultarme las nalgas y las caderas , todo bajo ceñidísimos corsets de lycra negra o roja con los espacios necesarios para los rellenos.
Como soy muy lampiño y mi figura es suficientemente esbelta, puedo pasar fácilmente por una mujer muy seductoramente vestida y que usa los tacones mas altos y sensuales conocidos, aunque lo he hecho sólo dos veces cuando completé por pura curiosidad mi atuendo con las pelucas, afeites y maquillajes correspondientes y apropiados.
Pero eso no es mi tema ya que para masturbarme me bastan las medias y los tacones del alto del cielo, y eso lo hago tan a menudo como me es posible.