Como encontre a mi hombre - 9

Cris comienza el tratamiento de reafirmación sexual, Arturo la rechaza

COMO ENCONTRE A MI HOMBRE – 9

A la hora de salida del colegio, yo ya estaba a la puerta, para recoger a los diablos de la casa, cada uno llevaba en sus manos el regalo que habían preparado, con los nervios propios de su edad querían apurar el paso para llegar antes.

Al llegar, vieron que mama le estaba dando el pecho a Sofía, y sin hacer ruido se acercaron a la cama y por orden le dieron un beso, al terminar, la enfermera cogió a Sofía, para cambiarla, mientras Ingrid, se lavaba el pecho, Raquel, se fijo lo que hacía su madre, y con curiosidad le pregunto.

Mama, porque haces eso, te dolió?

No, hijita, lo que hago es lavarme, tu después de comer te lavas la boca y yo lavo los platos, verdad? Si respondió, Pues la enfermera, ahora está limpiando la boquita de Sofía y yo lavo el plato de donde ella comió, para que esté limpio, ¿entiendes?

Bueno, pero eso es tu teta, no un plato.

Claro, mientras sea pequeña ella comerá de mi teta, como lo hiciste tú, Alfredo y Felicidad, y cuando tú seas mayor, y tengas hijos, también les darás de comer de tus tetas, entiendes ahora. Si mama, dijo sonriendo.

Ingrid, le dije, los niños te traen unos regalos, y quieren dártelos, empecemos por Felicidad.

Se acerco con su flor en la mano, y le dijo: Mami, esta flor es para ti que eres también muy bonita y gracias por ser buena con nosotros. Y trepando un poco por la cama le dio un beso.

Ahora es tu turno Raquel, ella, más consciente por ser niña, le dijo, Mama, yo la voy a cuidar, como Cris nos está cuidando a hora, te ayudare en las cosas de casa, ya que cuando estés buena, y Cris este casada con Arturo, ella tendrá que cuidar de Arturo y de sus hijos. Te quiero mami. Y acercándose le dio un beso.

Alfredo, tu turno. Bueno mama, yo te prometo que seré bueno, te ayudare a ti y a papa no me tendrás que reñir y cuidare de todas las mujeres de la casa, se acerco y le dio un beso.

Ingrid estaba emocionada, y sus ojos brillaban queriendo soltar alguna lagrimilla. Abrió los brazos y les dijo. “Venir aquí diablillos darme un abrazo todos juntos que os quiero, mucho, mucho, mucho” repitiendo todos los niños MUCHO, MUCHO, MUCHO.

En eso llego James y detrás Arturo, estábamos todos juntos, James llamo a una enfermera y le dijo.

Por favor, ahora que estamos todos, sáquenos unas fotos, cediéndole la máquina de fotos.

Nos acomodamos todos alrededor de mama, a su lado, James que tenía en los brazos a Sofía, yo al lado de Arturo, Felicidad, sentada al lado de mama y Alfredo y Raquel en primer plano.

Luego, una a Arturo con Sofía, otra los dos con Sofía, Raquel sosteniendo a Sofía, con la ayuda de Alfredo, Felicidad sentada al lado de mama que tenía en el brazo a Sofía y la ultima Papa y Mama con Sofía.

Habíamos armado un pequeño alboroto en la habitación, y por orden del Dr. Arturo, mando que las vistas fuesen a tomar un helado a la cafetería, que la mama y la niña, tenían que descansar.

Las órdenes fueron cumplidas con alegría, y nadie se quedo sin helado.

A la hora de despedirnos, fueron pasando por la habitación uno a uno, para darles un beso a mama y en silencio después del beso fuimos desapareciendo. Al cerrar la puerta me llamo y me dijo:

Gracias hija, por cuidarlos te quiero.

Yo le dije, soy la hermana mayor y es mi obligación en ausencia de mama, me incline sobre ella y le di un beso, descansa, mañana volveré por la mañana.

Ya en casa, les indique que todos tenían que cumplir lo que le habían prometido a mama y por lo tanto, tenían que ponerse a hacer sus tareas, mientras yo les preparaba la cena. No fue necesario decir las cosas dos veces, todos desaparecieron para cumplir con sus tareas.

Ya habían terminado y por orden fueron a bañarse, primero Raquel con Felicidad a la que ayudaba yo, Raquel me dijo que no necesitaba ayuda, ya que era casi una mujer. Le deje que lo hiciese ella fijándome que lo hacía bien.

Al terminar, Alfredo, se metió en el baño y el solo se ducho, le pregunte si necesitaba ayuda, y me dijo: No que soy un hombre, gracias.

Después de cenar se acostaron sin revolucionar la casa, ya en la cama me acerque a desearles las buenas noches. Raquel me dijo: Cris ¿verdad que Sofía es muy bonita? Claro Raquel todos los niños recién nacidos, son muy bonitos, como lo eras tú cuando naciste. ¿Entonces ahora no soy bonita?

Raquel, tú sigues siendo muy bonita, y la belleza, no solo se mide en el rostros, se mide en el corazón y es más importante ser bonita en el corazón que en el rostro, pero tú eres bonita en los dos sitios.

Buenas noches Raquel, y le di un beso, Buenas noches Cris, hasta mañana.

Ya estaban durmiendo y tras una corta sobremesa abrazada a Arturo le dije: Que hermosa tarde todos juntos sacando las fotos, sabes una cosa. Dime cariño, me contesto. Te quiero mucho, mucho, mucho, y quiero estar siempre a tu lado.

Bueno mi amor, prepara el culete, tenemos que poner la inyección, vete subiendo a tu habitación que yo voy ahora.

Cuando entro, me encontró desnuda completamente, deseaba que me abrazase y me poseyera estaba muy excitada. Pero el me dijo.

No cariño, ahora soy tu medico, y te veo con los ojos de médico, ya llegara el día que te vea con los ojos del amor. Además no tengo por dónde meterla.

Le dije, poniendo mi pompis en posición de ser penetrado. Y este agujerito no te dice nada.

Ese agujerito, la naturaleza, lo hizo para salir, no para entrar, que la gente lo utilice para satisfacerse, no me opongo, pero yo te amo y siempre te amare por amor.

Me desilusiono un poco, pero comprendí lo que quería decirme, tendría que esperar a mi reafirmación sexual. Entonces me dio la vuelta y Zas, otro pinchazo, ¡Hay! eso se avisa, espera mi venganza, será terrible, le dije entre sonrisas.

Luego me tumbo en la cama, y poniéndose los guantes y llenarlos de la crema para los pechos, comenzó a masajearlos, yo cerré los ojos para imaginarlo en unos juegos pre coitales, sus manos eran suaves y los círculos que describía sobre mis pechos me lanzaban a un éxtasis que me ponía a cien, cuando estaba a punto de correrme, me dijo. Ya esta, vístete, y a dormir que estarás cansada. Me quede triste por no haber llegado a correrme.

Mañana por la mañana, después de desayunar, cuando los niños no estén, te pongo la inyección y la crema, de acuerdo.

Bien Dr. Le dije. Me daba rabia que en esos momentos me tratase como a una paciente, yo quería que me tratase como a la mujer que amaba, pero el separaba el trabajo del placer. Me acosté disgustada, y enfadada con él.

El despertar de un nuevo día, me traía recuerdos de cuando mi madre me llevaba de paseo, vestida de niña, me estaba viendo dentro de unos años con una hija y de compras, me puse una bata y baje a prepararles el desayuno, estaba en ello y bajo James, no le habíamos oído llegar, se quedo hasta tarde con Ingrid en la clínica.

Buenos días, hija, perdona por el trabajo que te estamos dando.

Papa, mama está en la clínica y como la hija mayor tengo que suplirla en estas labores, no es trabajo, es mi obligación como tal.

De todas maneras, Gracias, y me dio un beso.

Comenzaron a bajar la gente menuda, Felicidad, Alfredo y Raquel, reclamando el desayuno, dando a entender que tenían hambre y que el sueño había sido reparador. Arturo les seguía, se acerco a mí y me dio un beso, yo le vi y le puse morros de enfado. Me vio y me dijo: Después hablamos.

Durante el desayuno, comente con James, que tenían que ir pensando en la habitación de Alfredo, se estaba haciendo un hombre y convenía que tuviese su propio cuarto, así Raquel y Felicidad, como hermanas, compartirían un dormitorio, Alfredo podría pasar al de Felicidad y cuando Arturo y yo, vivamos juntos, Raquel podrá pasar al mío, de esa manera cada uno tendría el suyo, ya que Sofía, durante un tiempo estaría en el de ellos.

Me parece muy buena idea, se lo comentare a Ingrid, dijo, deja pasar todos estos días de ajetreo y lo estudiaremos todos juntos.

Desayunados todos, comenzaron a ausentarse, los niños al colegio y James a su trabajo como director de Seguridad.

Nos quedamos Arturo y yo, solos en casa, entonces me dijo.

Qué te pasa cariño, porque esos morros. Es porque te rechace ayer por la noche.

Si, le dije, medio llorando, ya no me quieres como antes.

No seas tonta, claro que te quiero, pero yo me hice una promesa, cuando te conocí, no te poseería hasta que no fueses una mujer, cuando se efectué la reafirmación entonces sí.

Sabes que yo cumplo las promesas, me cuesta mucho cumplir esta, pero eso me hace más fuerte y el futuro cada día está más cerca, ten por seguro que el primer día que estemos solos y preparados te juro que no lo olvidaras en tu vida. Ayúdame a conseguirlo.

Me cogió por la cintura y me dio un beso al mismo tiempo que me decía. ¿Me ayudaras a conseguirlo, cariño?

Si mi amor perdona, yo no sabía eso, te ayudare.

Mira, mientras me ducho, recoge la mesa, y cuando esté, subes a ponerme la inyección y la crema, te aviso, le di un beso y me metí en el baño.

A los 15 minutos, estaba saliendo, del baño, con una toalla enrollada en la cabeza y otra alrededor de mi cuerpo. Sube cariño, ya estoy le grite desde mi dormitorio.

Cuando entro en mi dormitorio, me estaba vistiendo, me tumbe en la cama y puse mi pompi en posición de recibir la inyección consabida, me pregunto si había notado alguna molestia, con respecto a los resultados de las inyecciones, le dije que de momento no, que lo único que sentía era que los pechos los tenía más sensibles y me parecía que los pezones comenzaban a aumentar de tamaño. Así hablado me inyecto, no sentí nada me di la vuelta para que me pusiese la crema, se fijo en los pezones y afirmo su estado, Si están reaccionando a la crema, dentro de un par de semanas, no vas a necesitar tanto relleno en el sujetador, volverás a ponerte los más pequeños, ya que están comenzando a sobresalir del plano del tórax. Me hizo mucha ilusión, pensé que Raquel y yo íbamos a echar una carrera haber a quien le crecían más rápido.

Terminada la revisión médica, me vestí lo más rápido posible y salí con Arturo con destino a la clínica,

a la puerta de la misma él se dirigió a la consulta avisándome que más tarde pasaría a ver a mama.

Cuando entre en la habitación, mama estaba levantada había dado un paseo hasta el nido para ver a Sofía, la acompañe y las dos nos quedamos viéndola en su cuna, ella entro y se sentó al lado de su cuna y se dispuso a darle el pecho. Al sacarlo comprobé que los tenia enormes, la leche le había subido y tan solo con tocar los pezones rezumaban el alimento de Sofía, en sus brazos la niña y ella semejaban un oleo de maternidad de cualquier pintor del Renacimiento.

Al terminar de darle el pecho, la acompañe al cuarto, comentamos sobre el asunto de los dormitorios, le pareció muy buena idea, ya que Alfredo y Raquel con 12 años, casi 13 deberían tener cada uno su dormitorio, Raquel ya empezaba a mostrar pudor, no le gustaba cambiarse de ropa delante de su hermano, como hasta hace pocas fechas lo hacía, comenzaba una etapa púber muy importante en las niñas. Y Alfredo, con los comentarios que había hecho cuando me conoció también despertaba a la curiosidad propia de su edad.

Cuando regrese a casa, nos pondremos sobre el asunto, me dijo y vosotros ir pensando en vuestro hogar, no quiero echaros pero pronto necesitareis estar a solas, se te ve que lo estas deseando Cris, me dijo.

Bueno en verdad, claro, con las inyecciones y encima cuando me aplica la crema en los pechos, me pone a cien. El me rechaza, incluso, me ofrecí para que me tomase analmente, fue cuando me dijo que estaba hecho para salir no para meter, me enfade por eso y me acosté con pena, hoy antes de venir me dio una explicación, y es que se había prometido que hasta mi reafirmación, no me poseería, que el también lo estaba pasando mal y quedamos en ayudarnos mutuamente.

Cris, En una ocasión yo también le ofrecí a James mi trasero, yo ya estaba acostumbrada, pues había recibido a muchas pollas por ese lado.

Y él me dijo una cosa parecida, desde entonces mi ano es virgen y nuestro amor lo realizamos vaginalmente, la muestra la tienes en el nido y en el colegio, y cuando no puedo por la regla y el tiene a tope sus testículos, le hago una mamada y quedamos satisfechos los dos. Hija ten un poco de paciencia.

En eso llego Arturo, la visita médica fue rápida, la vio, todo estaba perfectamente y le dijo:

Mama, esta tarde te vas para casa, estarás un par de días en cama y luego a hacer la vida normal sin esfuerzos, te mandare por la mañana una enfermera para que te ayude con la niña, mientras la hermana mayor no coge la experiencia necesaria, de acuerdo.

A la orden Dr. En este asunto tú mandas, pero en casa, mando yo, de acuerdo. Jajaja.

Así fue, a última hora de la tarde, James la llevo a casa, la alegría de los niños fue grande, pero les dije, que mientras mama no estuviese caminando por la casa, la que mandaba en ella era yo y tenían que obedecerme y pedirme permiso a mí.

Se quedaron viéndome, al mismo tiempo, que buscaban la opinión de mama, ella con un gesto confirmo mis palabras, se entristecieron un poco, al mismo tiempo que tomaron las ordenes con resignación. Cuando se retiraron a sus cuartos, Ingrid me dijo.

Ha sido una buena idea, de esa manera, tú realzas tu posición como la hermana mayor teniendo todo mi apoyo, y no se nos suben a la parra.

Las semanas fueron pasando con plena normalidad, un día al despertarme y verme ante el espejo, comprobé que mis pechos ya habían crecido bastante, mis caderas se estaban ensanchando al mismo tiempo que mi cintura era más estrecha, el tratamiento empezaba a dar sus frutos, me sentía más femenina, mi pene lo note un poco más pequeño, pero no mucho mas, ya que cuando lo cogía y masajeaba su tamaño se ponía hermoso y gordo, no había afectado a su tamaño, pero si a la producción de espermatozoides, no me importaba, yo quería los de Arturo.