Como encontre a mi hombre - 3

Regreso de Arturo a la Casa Madre y anuncia que se casa

COMO ENCONTRE A MI HOMBRE – 3

Arturo regreso a la casa madre, inmediatamente fue a buscar a su madre, Ingrid, la encontró en su despacho, al verla sonrió, se acerco a ella la abrazo y le dio un montón de besos, Ingrid se levanto del sillón, con dificultad, su 8º mes de embarazo le impedía la agilidad que solía tener, se aparto de la mesa y se dirigieron a un sofá, mas cómodo para ella, con una mano sostenía su abultada tripa, mientras que con la otra la llevaba a la altura de los riñones y decía.

Hijo, ya antes de venir al mundo nos hacéis sufrir,

mira que andares tengo.

Mama, le dijo Arturo, tienes ante ti al número 1 de la promoción de las universidades colaboradoras del CIDE, y como te dije tu serás mi primera paciente, pasado mañana te voy hacer una exploración ya daré las órdenes oportunas para que me pasen tu historial. Pero tengo una cosa muy importante que decirte.

Hijo, tú estabas empeñado en verme el coño, y lo conseguiste eres un picaron, jajaja, Dime qué es eso tan importante que tienes que decirme.

Bueno es,…. QUE ME CASO,

la próxima semana la conocerás, va a venir, te encantara es maravillosa y ….

Le conté toda la historia de Cristina, me escucho callada y con gran atención, cuando termine me dijo:

Hijo, cuando tomaste la decisión de ser médico, dijiste que querías ayudar a las mujeres a conseguir su propósito, vas a comenzar con la mujer que elegiste para ser tu compañera de por vida, tienes que hacer una obra maestra, te felicito.

Me abrazo, al mismo tiempo que comenzaba a llorar, le di todos los detalles de Ingrid, el plan que tenía previsto, todo, pero quería que ella, al conocerla, hablase de lo que íbamos hacer y ella era la mejor muestra, salimos del despacho del brazo, le pregunte por Chu, fue entonces que su sonrisa cambio, me dijo que hacía un año, había fallecido, un cáncer se lo llevo en seis meses, fue una gran pérdida para el CIDE, antes de morir la había nombrado directora general del CIDE, con todos los poderes y atribuciones, podía modificar aquello que en un principio estaba prohibido siempre que no perjudicase a la fundación. Quise ir a visitar su tumba, pero me dijo que había sido incinerado, y sus cenizas se habían repartido por todas las casas de la fundación, aquí solamente teníamos una placa recordatoria al pie de un busto que colocamos en la entrada principal.

Nos fuimos a casa, los gemelos aun no habían regresado del colegio, solo estaba Felicidad, que no me conocía personalmente ya que cuando me marche ella tenía 3 meses y ahora tenía 6 años, solamente las fotografías que le mandaba me relacionaban con ella. No obstante cuando llegamos y nos vio, enseguida corrió a los brazos de mama, que como es natural por su estado no podía agacharse ni levantarla se agarro a sus piernas y le dijo

Mami, te quiero mucho, mucho, mucho.

Era la frase de la familia, me vio, de arriba abajo

un poco extrañada, y entonces grito:

ARTURO, abrazándose a mis piernas, me reconoció por las fotos, tenía una mía dedicada a ella en su cuarto, y según mama, todas las noches al acostarse la cogía le daba un beso y decía:

Arturo, te quiero mucho, mucho, mucho, y se dormía.

La aupé a mi regazo, se colgó de mi cuello y me lleno de besos, nos sentamos y nos pusimos a charlar sobre los gemelos, y James, todos estaban muy bien.

Cuando hablábamos de los gemelos, me dijo que quería que le hiciese una revisión a Raquel que ya tenía 12 años y no presentaba ningún síntoma de su primera regla, la tenía un poco preocupada, además así le daba una charla sobre lo que tiene que venirle. Eso me iba a facilitar las cosas con Cristina, para instruirla al respecto, ya que ella no tenía ningún conocimiento sobre la menstruación. Llamo por teléfono a Estela, quería darle una sorpresa, a los quince minutos se presento Estela y mama le dijo:

Estela, vamos a recibir a una persona muy importante, asígnale la mejo habitación y quiero que tu personalmente la atiendas.

Estela se extraño, ya que no eran normales esas atenciones con un aspirante a donante, pregunto quién era. Yo estaba escondido, entonces salí de mi escondite y dije:

Mi prometida, tía Estela.

Se asusto, por verme, enseguida se acerco, me abrazo y me lleno de besos diciéndome.

¿Pero qué me dices? Tu prometida y nosotras sin saber nada, que callado lo tenias, picaron, y cuando llegara, quiero tenerla a mi lado me tiene que contar muchas cosas de ti que no sabemos.

No te preocupes tía, no hay nada que contar, en ese aspecto no salí a “Arturo”, ¿verdad mama?

Tenemos que dar una fiesta de bienvenida, tienes que avisarme con tiempo suficiente para organizarlo todo.

No te preocupes tía, le dije, te avisare pero solamente en casa y los más allegados, no quiero que los demás donantes se enteren de quien es, ya que recibirá un tratamiento menos agresivo que los demás, cuando la veas lo comprenderás.

Pasado el mediodía, llegaron los gemelos, me vieron de espaldas y no se percataron de quien era, fue mama, la que les dijo.

Alfredo, Raquel, no se saluda a la genta cuando se llega a casa? ¿Qué modales son esos?

Avergonzados, dieron media vuelta y se pusieron delante mía, yo estaba despaldas, entonces me di la vuelta y vi la cara de alegría que inundaba sus rostros al mismo tiempo que al unisonó

Gritaban, ¡ Arturo! Abrazándome,

y viendo a mama, que se reía por la sorpresa.

Raquel me abrazo y no me soltaba, me acariciaba la cara estaba embelesada, hacia 6 años que no me veían, en una de esas caricias me dice, ¡Arturo, que guapo eres ¡ me hizo gracia y sin decir nada me cogió del cuello y medio un beso en la mejilla con mucho sentimiento, Alfredo, me preguntaba de que equipo de futbol era y si tenía amigos . Le dije que el futbol, no me interesaba, que me había dedicado a estudiar muy duro para ser siempre el primero de la clase y como lo había conseguido, había regresado, que tenía muchos amigos y que pronto iban a conocer a una persona muy importante que les va a gustar.

En eso llego James, tan pronto me vio me dio un abrazo bien fuerte, y me dijo:

Hijo, me alegra mucho tu regreso, y sobre todo en estos momentos por el estado de mama, te va necesitar.

Yo le dije. Se lo prometí ¿verdad mama? Afirmando con la cabeza con un poco de esfuerzo, se levanto y nos abrazo a los dos. Otra vez estaba la familia toda junta.

Por la tarde apareció Kevin, me dio un abrazo y me dio las gracias, yo le dije ¿Por qué?

Por tener esta familia, es maravillosa, me trajo a su hija, una niña preciosa de 4 años, la mezcla de las dos razas había dado una belleza sin par, su color de piel era de un tono beige oscuro, sin llegar al marrón, y con unos ojos verdes como su madre, como no la vigilasen de mayor traería a los chicos de calle. De eso ya me preocupare yo, dijo Kevin riéndose., la niña se fue a jugar con Felicidad y nos quedamos charlando hasta que sin darnos cuenta era la hora de los pequeños que tenían que cenar. Kevin y su hija que se llamaba Esmeralda, por la tonalidad de sus ojos, marcharon.

La casa se quedo vacía de visitas, me levante y me puse a ayudar a mama con los gemelos y Felicidad, de reojo la veía y la notaba alegre, feliz, incluso tarareaba una canción de su época.

Por la mañana, llame a Cristina, por el tono de su voz se notaba que esa llamada, le alegraba el día. Le conté mi llegada y le dije que por correo electrónico le enviaba un pasaje de avión para dentro de dos días, solo tenía que imprimirlo, la estaría esperando en el aeropuerto. Como dos enamorados que éramos estuvimos hablado cerca de una hora ¿ y qué nos decíamos, durante ese tiempo? , pues lo que se dicen dos persona enamoradas y que están separadas por un montón de Km, de tonterías, “Hola cariño te quiero” “Yo también” “Te echo de menos” y así todo el tiempo, hasta que mama me dijo:

Hijo, deja algo para cuando este aquí, dale mis saludos.

No veía que llegase el día de ir a buscarla al aeropuerto, pero antes estaba mama con su última visita médica antes del parto, seria mañana por la mañana.

Acudí a la consulta, quería disponer de la información necesaria sobre mama, y estudiarla, además quería conocer al personal sanitario que colaboraría en mis funciones, tenía tres ayudantas, todas ellas eran Transexuales, dos de ellas, ya eran auxiliares de enfermería, antes de su tratamiento de transformación y la otra hizo el curso posterior al tratamiento, sus edades oscilaban entre los 28 y 33 años, y sus figuras las hacía más jóvenes, sus nombre eran, Eva, Rosa y Yurena por ese orden de edad

de mayor a menor, tenía que hacerles un examen sobre sus conocimientos, aunque seguramente lo pasarían con nota, ya que mi anterior colega había estado trabajando con ellas durante 4 años.

Estaba en el despacho, cuando Yurena me anuncio.

Doc. Dª Ingrid acaba de llegar para su revisión.

Dígale que pase, respondí.

Al entrar me levante y me acerque a Mama, le di un beso y se sentó, fue cuando me dijo:

Me siento muy orgullosa de verte así con tu bata de médico, sé que estoy en buenas manos.

Mama, vete a hacer pis y sácate la ropa, Rosa te dará una bata.

Cuando salió al baño le dijo a Rosa: Te das cuenta, con qué seguridad da las órdenes, se nota que es mi hijo.

Cuando regreso, ya con una bata puesta, se tumbo en la mesa de exploración, Eva le coloco el tensiómetro para medirla la tensión arterial, mientras yo revisaba la ficha médica.

Mama, tus últimos análisis son de hace seis meses, conviene hacer otros, tome nota Eva los análisis de rutina en estos casos, orina y sangre, mañana por la mañana, pasa por su casa antes de venir y hace las extracciones de sangre antes de desayunar, y tu mama, guarda el primer pis de la mañana y se lo das a Eva, los lleva ella al laboratorio, de acuerdo.

Comencé la exploración, medidas, auscultación del feto, y le dije, mama quieres oír su corazón?

Si me dijo, y conecte los altavoces del fonendo electrónico, fue cuando la vi reírse, era la primera vez en sus embarazos que lo hacía.

Palpe su vientre, para comprobar la posición, sus pechos, comprobando que estaban limpios de algún nódulo y por ultimo vagina y cérvix. Fue cuando me dijo:

Ves Eva, se salió con la suya de verme el coño, ya me lo dijo hace seis años, y se pusieron las dos a reír.

Mama, en espera de los análisis te veo muy bien, aun no está encajado pero eso no tardara, sigue con el régimen, cuidado con la sal y si necesitas algo me lo dices, si no me encuentras llama a Eva, de acuerdo.

Claro que me ves muy bien, sobre todo mi CHICHI verdad? Eres un pillo.

Los tres nos reímos, le ayude a bajar de la mesa. Le di un beso y le pedí a Rosa que le ayudase a vestir.

Tenía otras revisiones que hacer, una de ellas era Jennifer, que no sabía que había llegado.

Me alcanzaron la ficha de Jennifer, la revise y la mande pasar a la sala de exploración le di las mismas ordenes a ella y a Rosa, hacer pis, una bata y a la mesa.

Cuando ya estaba tumbada y en posición de exploración le dije:

Bueno Jennifer, vamos a ver como esta ese aparato después de lo que sufriste.

Ella, se extraño de la confianza con la que le hablaba, levanto la cabeza un poco y me vio, fue hacerlo y se puso a llorar, me agarro de la mano, y sin soltarla me dice:

Arturo, cuanto te hemos echado de menos, tu madre y todas nosotras, si hubieses estado aquí hace unos años yo no hubiese pasado lo que pase.

La tranquilice, Jennifer, hace unos años yo no sabía nada de esto y voy a procurar que estés lo mejor posible. Según las notas tuviste un varón de 2,900 hoy tiene tres años y seguro que es tan guapo como su mama.

La exploración fue rutinaria, análisis prueba de Papanicolaou,

y una vida normal según te la dirigió mi colega anterior. De acuerdo. Pues ala, te puedes levantar y para casa, haber cuando conozco a tu hijo, y estate tranquila, que es lo mejor para la salud. Le di un beso y salió de la sala para vestirse.

En la ficha, se indicaba, que por los traumatismos que había tenido, no le recomendaban que quedase embarazada nuevamente ya que pondría en riesgo su salud con desenlace no deseado. Ella lo sabía y se había resignado a tener un solo hijo, que era el tesoro más grande que tenia.

A lo largo del día fueron pasando varias señoras, que no eran de la casa, pero mama había dado orden de que se abriese la consulta de ginecología y obstetricia al publico falto de recursos económicos ya que cuando decidí mi futuro dije que quería ayudar a las mujeres del centro y a las que no lo son, que fuesen felices como mi madre. Mi deseo se estaba empezando a cumplir.

Por la tarde, pasaron algunos de los donantes, a los que ya se les estaba dando los consabidas sesiones de hormonas, necesitan una exploración y medidas antropomórficas.

Les revise los incipientes senos que les crecían y marcaba la fecha aproximada para su implante mamario, además, les media las caderas, cintura, si la nuez era muy pronunciada debería pasar por quirófano para suavizarla, también les comprobaba el estado de los genitales, pene y testículos, sobre todo a aquellos que serian candidatos a reafirmación sexual.

Termine el día completamente agotado, aun me quede un rato repasando las fichas y trasladando las visitas del día siguiente para otra fecha, ya que mañana llegaba Cristina y tenía que ir al aeropuerto, por lo que no pasaría consulta, me fui para casa, al llegar mama me encontró cansado, y me dijo.

Arturo, valla día para ser el primero, estas agotado, pero has demostrado una gran profesionalidad, de todos los médicos que me atendieron ninguno ha sido tan amable como tú, sabiendo mi posición en la casa, si eran correctos pero tú sabes tranquilizar a las pacientas les haces disminuir la tensión de los nervios y nos encontramos mas confiadas nos mimas y nos distraes haciendo que pensemos en otra cosa mientras tu trabajas.

Mama, le dije, tú no sabes que los obstetras y ginecólogos, trabajamos donde los demás se divierten.

Se cayó y quedo pensando y de repente hecho una carcajada diciendo: Tienes razón hijo mucha razón.

Nos reímos los dos y nos preparamos para terminar el día en familia.