Como empezamos a jugar

Estaba disfrutando de algo increíble, tenía la verga de mi esposo en mi boca y la verga del camarero clavada en mi concha dándome un loco placer, mientras el camarero me follaba, acariciaba mis senos

COMO EMPEZMOS A JUGAR (Como cambio nuestra vida sexual)

Voy a relatarles como empezamos a "JUGAR", me llamo Marcela, estamos casados hace 16 años, el ahora tiene 46 y yo 36 años respectivamente, y si bien siempre tuvimos una vida sexual activa, yo siempre fui conservadora en mi forma de vestir y en mi forma de ser.

En nuestras relaciones sexuales nunca incorporamos nada fuera de lo "Normal" mas allá de variar posiciones, hasta que mi esposo empezó a leer relatos eróticos en Todo Relatos, y cada vez que hacíamos el amor me comentaba los mismos, y debo decirles que me gustaba, porque me excitaba cada vez mas y mas, y empezaba a imaginarme que era yo la mujer de la historia, unas veces siendo violada, otras siendo deseada y follada por diferentes hombres en todo tipo de circunstancias.

Un día salimos a cenar, y al volver a la casa, mi esposo me dijo que quería ver con que tanguita estaba, así que para que pueda ver me levante la falda, yo estaba con una tanguita de encaje del tipo que a él le encanta, me pidió que me dejara la falda levantada, y mientras manejaba empezó a tocarme por encima de mi ropa interior, eso y le situación de estar en el auto en plena calle me excito increíblemente, pero los autos pasaban al lado nuestro y yo quedaba un poco a la vista.

Entonces baje mi vestido, y el me pidió que lo dejara así levantado, le dije a mi esposo que en esa zona no lo haría, creo que el quiso probarme, porque busco una ruta un poco alejada y nuevamente me pidió que dejara mi tanguita a la vista, yo le dije que porque había decidido "JUGAR" así, el me dijo que si no me excitaba la situación, quise negarlo pero el llevo su mano a mi conchita, y me dijo que la humedad entre mis piernas me delataban, pues había sentido mi excitación en mi conchita.

Llevó su mano entre mis piernas y sin mas volvió a acariciar mi sexo masajeándolo, esto a mi me dejo mojadita de excitación, la calle por la que íbamos era un poco oscura, pero el reflejo de las luces permitía que se me vea desde los senos para abajo, no se que le paso a mi esposo, pero se detuvo donde estaba paradas unas personas, todos hombres a preguntarles supuestamente una dirección de la zona, todo fue tan rápido que a mi no me dio tiempo de bajarme la falda, fue la primera vez que alguien extraño me veía, los tres hombres miraban sin ningún disimulo mi semidesnudez mientras que el otro le indicaba la dirección a mi esposo.

Mientras nos alejábamos del lugar le reclame a el lo que había hecho, pero el por respuesta llevo su mano a mi conchita, y pudo comprobar que mas allá de mi reclamo yo estaba totalmente mojada de excitación.

Llegamos a la casa, y ni bien entramos al cuarto el me tumbo en la cama, saco mi tanguita, y sin mas empezó a follarme, mientras lo hacia me decía que era una perrita arrecha, y que sabia que me había gustado que esos cuatro extraños miraran mi cuerpo y mi conchita por el encaje de mi tanguita, y mientras me follaba y tocaba mi cuerpo me pregunto si había deseado que esos extraños me tocaran, mi excitación era tan fuerte que sin pensar le dije que si.

Entonces me pregunto si sería capaz de volver ese mismo instante y dejar que esos cuatro extraños me metieran mano, yo le dije varias veces que si, pero que no parara de follarme, debo reconocer que esa follada fue diferente a todas, esa situación estaba despertando en mi sensaciones que yo no sabia que tenia, mis orgasmos fueron increíbles, esa noche follamos varias veces, yo estaba insaciable.

Después de esa noche cuando salíamos de noche, él siempre me pedía que use faldas o vestidos, no quería que use pantalón, empezamos a "JUGAR" cada vez mas seguido, cuando salíamos me pedía que levante mi falda y deje descubiertas mis piernas y mi ropa interior, el llevaba el auto por calles sin mucho movimiento y se acercaba donde había uno o varios hombres a preguntar alguna dirección, y después reíamos de la sorpresa que ellos tenían al verme semi desnuda en el asiento.

Pero estos "juegos" a mi excitaban, me dejaban mojadita, cada vez fuimos introduciendo mas y mas variaciones, y cada vez éramos mas osados, empecé a echarme sin ropa y solo con mi tanguita en el asiento trasero, así entramos a cargar gasolina varias veces a una estación de servicio donde veíamos que por lo tarde de la noche solo había un empleado atendiendo y como yo no podía ver, después de salir de ahí, él me comentaba las reacciones de los encargados que nos atendían, si bien nos divertía, también esta situación nos excitaba.

Pero era un juego que iba subiendo cada vez mas y mas de tono, cuando llegábamos a la casa follábamos como locos por la situación que habíamos pasado con nuestros juegos, un día yo estaba echada desnuda solo con mi tanguita en el asiento trasero y mi esposo me pregunto si deseaba igual que un relato que habíamos leído que algún extraño me toque, y me meta mano, esta pregunta me excito, pero al mismo tiempo un resto mío me decía que no, pero la excitación y la curiosidad pudo mas, le dije que si, pero no creía que alguien quisiera tocarme, no se por donde fue, pero sentí que el detuvo el auto.

Me paso una pañoleta para cubrir mi cara (Esto para que no me vean y después me reconozcan en la calle) y bajo del auto, demoro muy poco, y luego sentí que se abrió la puerta y alguien entro al auto, mi esposo se sentó adelante, y me dijo que el joven iba a llegar con sus caricias hasta donde yo quiera y por el tiempo que yo quiera, el empezó a tocar mis piernas, y a acariciarlas, quise decir que no que pare, que baje del auto, que ya no siga, pero me gano el morbo de la excitación por la nueva situación.

El joven recorría mis piernas hasta que llego a la altura de mis senos, el los tocaba de tal forma que mi conchita empezó a mojarse, no se si queriendo o no, apoyo su verga dura en mi pierna esto aumento mi excitación, el era cada vez mas y mas osado, deslizo su mano a mi sexo y por encima de mi tanguita empezó a acariciar mi clítoris.

Yo abrí mis piernas instintivamente por la excitación, creo que esto lo motivo, porque deslizo mi tanguita hacia abajo y empezó a acariciar mi sexo directamente con su mano, la situación me hizo tener mi primer orgasmo con alguien que no era mi esposo, creo que empecé a gemir bajito, el joven al ver mi excitación, paso a acariciar todo mi cuerpo, subía sus manos hasta mis senos y después de masajearlos con delicadeza, bajaba su mano por mi espalda hasta mis piernas, bajo su boca entre mis piernas y empezó a chupar mi conchita.

El contacto de su lengua con los labios de mi vagina me llevaron a las nubes de placer, entonces al ver mi excitación, se levanto y quiso acomodarse entre mis piernas, eso me hizo reaccionar, lo empuje haciéndolo desistir de su intento y le dije a mi esposo que era suficiente, él dijo al joven que tenia que bajarse y le prometió que otro día volveríamos.

Después de lo sucedido, durante un tiempo no quise hablar del tema con mi esposo de lo que había ocurrido, pero mientras follábamos me excitaba increíblemente que el me recuerde lo sucedido, esa noche mientras me metía su verga me pregunto sobre que hubiese hecho si el desconocido me hubiese abierto las piernas y me hubiese metido su verga y me hubiese follado, yo le dije que nada, que lo hubiese dejado follarme, el me pregunto si me excitaba la idea de que un desconocido me folle, mientras me hablaba, mi esposo no dejaba de meter y sacra su verga de mi conchita, y yo por la situación de tener su verga dentro mío le decía que si.

Después de esta experiencia, yo no quise volver a "Jugar", y ni a hablar del asunto. Un mes después de que vivimos este "juego" como lo llamamos, viajamos a Santa Cruz, nos alojamos como siempre en un apart hotel donde los apartamentos son en dos plantas, quedando el dormitorio en la planta alta.

Al segundo día que estábamos en Santa Cruz, esa la tarde, mi esposo se encontraba trabajando en su computadora en la sala de la planta baja, yo estaba viendo una película en el dormitorio, y el me pregunto desde la sala si deseaba alguna bebida para refrescarme, le dije que si y continué viendo la película.

Yo estaba solo con mi tanguita, recostada sobre la cama, y estaba en realidad dormitando entre sueño y sueño y la película, un leve ruido después de unos instantes me despertó, aunque no abrí totalmente mis ojos, vi que era el camarero que había subido al cuarto a dejarme mi refresco, al verme así desnuda el se quedo mirándome, creyendo que estaba dormida, quise reaccionar, pero un cosquilleo interior me detuvo.

Lo mire con los ojos entre cerrados, fingiendo estar dormida, el camarero intento ver mi conchita entre mis piernas semi abiertas, yo como estaba fingiendo estar dormida gire un poco mi cuerpo abriendo mis piernas, dejándole una visión casi completa de mi sexo, sentí como mi conchita se humedecía por la situación.

Escuche un ruido en la salita, lo que asustó al camarero, quien bajo rápidamente y luego salió del apartamento, mi esposo subió y al verme desnuda me preguntó si estaba así cuando el camarero subió a dejarme la bebida, le dije que si, y el me pregunto que había hecho el camarero, quise hacerme a la que no sabía, pero el se me acerco y llevo su mano a mi sexo, y al comprobar la humedad de mi conchita se dio cuenta que en el fondo me había gustado lo sucedido.

Mi esposo me pidió que le cuente lo que había pasado y le comente lo que hice fingiéndome dormida, y como el camarero se había parado para verme así casi desnuda. Y mientras le contaba, mi esposo empezó a besarme mientras acariciaba mi cuerpo, hizo que me echara en la cama, separo mis piernas, saco su verga y solo aparto mi tanguita dejando paso a su verga, el empezó a meterme despacio mientras me hablaba sobre lo que había pasado.

Mientras me follaba me preguntó que hubiese hecho si el garzón se acercaba y me tocaba, yo le dije que nada, y que lo hubiese dejado tocarme, entonces me pregunto si deseaba ser tocada por el camarero mientras el me follaba, sin pensar y por la excitación le dije que si.

El continuó metiéndome su verga, su follada me estaba dejando loca de placer, sin mas pero con mucha delicadeza me hizo a un lado, y bajo a la salita, lo escuche hablar algo por el teléfono, el volvió al cuarto, retiro mi tanguita y nuevamente empezó a follarme, me metía con fuerza y luego paraba, yo le pedía que no pare que quería gozar, entonces me comentó que había pedido nuevamente unas bebidas, y me preguntó si quería jugar cuando llegue el camarero.

Con su verga en mi conchita, y estando excitada como estaba le dije que si, que quería todo, mientras me follaba, llamaron a la puerta, mi esposo se tapo con una toalla y bajo a abrir la puerta, luego subió, se echo en la cama con su verga dura apuntando al techo y me pidió que lo montara, así lo hice, me clave esa verga que tanto placer me da prácticamente de un solo golpe, estaba súper excitada, empecé el sube y baja, y mientras disfrutaba de la verga de mi esposo, sentí unas manos desde atrás que empezaron a acariciar mis senos, esto me paralizo y mire a mi esposo, el hizo que acerque mi oído a su boca y me dijo que era el camarero, y que solo llegaríamos hasta donde yo quiera, y si prefería le decía que se retire.

El camarero no dejaba de pasar sus manos por mis senos y mi cuerpo, y mientras este extraño me metía mano por todo mi cuerpo, la verga de mi esposo clavada en mi conchita me estaba enloqueciendo de placer, volví a moverme acompañando el mete y saca de mi marido, y el camarero empezó a manosearme cada vez mas y mas, me sentía en las nubes, las manos de aquel extraño me excitaban, sentía electricidad cuando tocaba mis senos y se detenía a jugar con mis pezones duros.

Entonces el camarero subió a la cama y mientras me tocaba acerco su cuerpo al mío y empezó a rozar su verga en mi espalda, el sentir por primera vez la verga de otro que no era de mi marido me produjo un orgasmo instantáneo, automáticamente y sin pensar lleve mi mano a la verga del camarero.

Así en esa incomodidad quería sacarlo de su pantalón, pero no podía, el camarero entendió y liberó su verga, empecé a masturbarlo con mi mano hacia atrás, sentir esa verga en mi mano me despertó las ganas de sentirla dentro mío, mi esposo aumentó sus movimientos yo ya gemía sin control de placer y pese al placer de tener la verga de mi marido en mi conchita, me desmonté de encima de mi esposo y incline mi cuerpo.

En esa posición, tome la verga de mi esposo y empecé a chupársela, dejándole mi cuerpo doblado hacia delante con mi traserito a disposición del camarero, este empezó a pasar su verga por mi trasero, cosa que me estaba enloqueciendo de placer, el camarero trato de meterme la verga en la conchita, pero yo me hice a un lado y no lo deje, acerque mi cara a mi esposo en esa posición y le dije que quería ser una perra.

El entendió y le paso un preservativo al camarero, volví a chupar la verga de mi esposo, y mientras chupaba esa verga tan deliciosa sentí la verga del camarero en los labios de mi vagina, ahora si abrí mis piernas para facilitarle, el me clavo su verga casi de un solo golpe, lo que me hizo lanzar un gemido de dolor y placer.

Estaba disfrutando de algo increíble, tenía la verga de mi esposo en mi boca y la verga del camarero clavada en mi concha dándome un loco placer, mientras el camarero me follaba, acariciaba mis senos y mi cuerpo, era una locura de placer, el camarero me follaba la conchita y mi esposo la boca.

A cada embestida del camarero sentía un placer increíble, creo que tuve unos dos orgasmos continuos, el tocaba mis senos, acariciaba mi clítoris y pasaba a mi trasero, yo sentía que mi vagina iba a explotar de placer, estuvimos así en ese ritmo loco hasta que sentí que el camarero explotaba dentro del preservativo en mi conchita.

El camarero saco su verga agarrando el preservativo, y sin decir nada se fue al baño, no se que instante se retiro del apartamento, pero se que yo quería ahora sentir la deliciosa verga de mi marido en mi conchita, le pedí que me follara, entonces me hizo acostar, levanto mis piernas sobre sus hombros y empezó a follarme.

Yo le decía que era una perra que era su perrita y su esclava sexual, esto lo excito mas y empezó a follarme con mas fuerza, su verga parecía de acero por lo dura que estaba, le pedía que no termine rápido, que quería sentirlo fuerte dentro de mi

Así lo hizo, con mis piernas en sus hombros podía sentirlo totalmente dentro mio, su ritmo en sus movimientos me enloquecían mas y mas, luego ajo mis piernas y me giro, y volvió a follarme y increíblemente hasta que ambos terminamos unidos en un abrazo y un beso de placer.

Mi esposo me abrazo para darme confianza, le dije que no sabia como había dejado que el camarero me follara, la verdad es que lo había disfrutado, pero al mismo tiempo sentía remordimiento, el me abrazo, me dijo que me amaba, y que todo estaba bien, y que se sentía bien habiéndome dado ese día un tipo de placer diferente, esa noche casi no dormí, empecé a recordar nuestros juegos previos con lujo de detalles, y cuando recordé la follada del camarero, la sensación de su verga en mi mano y luego en mi conchita, nuevamente empecé a excitarme, comprendí que había despertado en mi unos deseos y sentimientos que no conocía.

Al día siguiente mi esposo se fue a reuniones de trabajo, yo aproveche para ir de compras, pase por una tienda de lencería, entre y empecé a buscar ropa interior sexy llamativa, quería ropa interior que me hicieran deseable, nunca hasta entonces había tenido ese sentimiento, antes solo escogía mi lencería pensando en mi esposo, ahora quería inconscientemente ser deseada por todos.

Mi esposo volvió al hotel al final de la tarde cuando ya oscurecía, me dijo que tenía que ir al aeropuerto a recoger unos planos y que era urgente, le pedí dos minutos para cambiarme, tenia una calentura interior increíble, me sentía excitada, es mas estuve excitada todo el día, me coloque una faldita corta sin ropa interior, cuando baje mi esposo me dijo que parecía que estaba saliendo a conquistar a alguien, yo le di un beso y le dije que solo me interesaba conquistarlo a el.

Subimos al taxi, y camino al aeropuerto vi. que el taxista miraba mis piernas con disimulo por el retrovisor, yo empecé a abrir de rato en rato mis piernas, para darle con que distraerse en el camino, y el se encontró con la visión de mi conchita, asi libre, desnuda para sus ojos.

Sus miradas se volvieron mas descaradas, entonces mi marido percibió que algo estaba raro, entonces empecé a besarlo y dirigí sus manos a mis piernas, fue cuando el se llevo la sorpresa al sentir que no tenia ropa interior.

Mi conchita estaba mojada, no nos importó la presencia del taxista y continuamos besándonos y acariciándonos hasta que llegamos al aeropuerto, le dije que yo iría a recoger los planos.

Al volver vi en el taxista una sonrisa cómplice, le pregunte a mi esposo si el taxista no se había molestado, el me dijo que no y que podíamos hacer en su taxi lo que quisiéramos, que era un hombre de mete abierta y que no había problema.

En el camino de retorno continuamos besándonos y acariciándonos, mi esposo ahora era bastante osado en sus caricias y besos, yo estaba tan excitada que no aguante mas, y aprovechando que llegamos a un sector medio oscuro, saque la verga de mi esposo que estaba súper dura, me levante y me senté en su verga clavándomela de un solo envión.

El taxista detuvo el auto a un lado del camino, mi esposo empezó a follarme, entonces le dijo al taxista que si quería podía meterme mano, el taxista no se hizo rogar, se giro y empezó a manosearme, yo estaba como el día anterior con una excitación descontrolada, quería sentirme una perra, quería todo el placer del mundo, empezaron a pasar varios autos, así que decidimos ir al hotel.

Entramos al apartamento directamente por el garaje, el taxista entro con nosotros, mi esposo me desnudo ahí mismo en la sala delante del taxista, yo estaba tan excitada que no me importo, me incline apoyándome en uno de los sillones de la sala, abrí mis piernas como ofreciéndome, vi como mi esposo le paso al taxista un preservativo.

Mi esposo se colocó delante mío y me ofreció su verga, y empecé a chuparla, entonces sentí las manos del taxista en mis caderas y la calidez de su verga en mi conchita, me hizo para atrás y empezó a follarme, me metía con violencia, me sentía gozar de placer, sus embestidas eran fuertes y rápidas, sentir esas manos fuerte y callosas era algo nuevo, el mientras me follaba tocaba mis senos y los apretaba con cierta fuerza, que aunque me lastimaban un poco, también despertaban en mi nuevas sensaciones y sentimientos, me follaba con cierta desesperación yo me sentía en medio de un sueño erótico.

Estaba nuevamente siendo follada por la boca por mi esposo, y en mi conchita por el taxista, el taxista me follaba con tal excitación que a momentos era torpe y me lastimaba, pero la excitación era mucho mas fuerte y no me importaba, el continúo con su ritmo, hasta que termino, y luego se retiro agarrando el preservativo.

Le pedí a mi esposo que me follara, que quería sentirlo dentro, nada me da mas placer que la verga de mi marido, el me llevo al cuarto y me volvió a follar, me colocó de cuatro, empezó a acariciar mi trasero, sentí su verga en mi conchita, la metió unas cuantas veces, y luego la saco totalmente mojada por mi excitación, dirigió su verga a mi anito y empezó a metérmela por atrás, si bien lo he hecho pocas veces por atrás porque me duele, esta vez estaba tan excitada que quería disfrutar de todo el placer posible, el empezó a follarme con cuidado para no lastimarme, pero yo le pedí que quería tenerla toda dentro, así lo hizo, cuando su verga se clavo toda por atrás, sentí un orgasmo increíble, luego el empezó un mete y saca que me enloqueció totalmente de placer, le pedía mas y mas hasta que ambos terminamos juntos en un climax increíblemente sexual.

Al día siguiente, volvimos a Cochabamba, pero sabía que a partir de ese viaje ya nada sería igual. AUTOR: MARCELA EMAIL: dospordos2006@yahoo.com