Cómo empecé en esto
tengo 50 años y mi amamnte es una amiga de la misma edad, quien me inicio en la zoo, desde entonces hemos pasado por hermosas situaciones.
Después de pensarlo mucho me decidí a compartir con ustedes, amigas virtuales, algunos hechos de mi vida que quisiera conocieran. Este año cumplo 35 años y por la forma como me miran, creo que todavía llamo la atención, me cuido físicamente en mis dietas y hago ejercicio. Mis senos son muy grandes 43D, cintura estrecha y amplias caderas.
Tengo una amiga de mi misma edad, también casada y con hijos, con la cual hemos compartido momentos lujuriosos inolvidables, somos amantes por más de 30 años, nuestros esposos son amigos, pero jamás han sospechado de nuestras andanzas pues el trabajo los tiene obnubilados.
Todo comenzó un día hace 12 años, y tengo muy presente la fecha por lo que ya van a saber, cuando Lila, mi amiga me llamó y me contó que su esposo, llegó a la casa con un perro gran danés arlequín (de manchas), que le dejaron unos amigos pues se mudaron de país. El asunto fue que ella insistió para que fuera a visitarla a las 9 a.m. hora en que los chicos y esposo estarían ausentes, me aseguró que me gustaría algo que descubrió. Estuve muy puntual, Lila me recibió en un baba doy rosa transparente estupendo, se notaban sus pechos gigantes adornados de un pezón erecto 2mm, lo menciono pues es algo que me excita muchísimo, me hizo a pasar y de una vez fue al grano, me invitó a sentar no sin antes darme un beso y hacerme su caricia favorita, tocarme mi vagina con su delicada mano.
Inmediatamente llamó a Tomy y apareció un gigantesco animal y se vino directo a olfatearme, pero hizo algo que me dejó petrificada y fue el meter su hocico por debajo de mi falda y olfatearme, tocándome, lo cual despertó muchas sensaciones, entre ellas el temor por algo fuera de lo común yo ya había sido estimulada por mi preciosa Lila.
Voltee a mira a mi linda y soltó una carcajada a tiempo que me dijo. ¿Cómo te pareció?, no salía de mi asombro, cuando a un llamado el gran perro se retiró. Lila lo tomó por el collar y lo haló un poco para que yo pudiera respirar.
Me dijo, con una risita socarrona: ¿Quieres probar un poco de Tomy?
Yo le dije: ¿Acaso tu....? Sin dejarme terminar contestó con un rotundo SI, SI y SI, fue delicioso y distinto, no para cambiarte, pero puede ser nuestro este secretito, insistió.
Yo le dije: muéstrame cómo es; inmediatamente se arrodilló en la alfombra y comenzó a tocarle la verga con movimientos rítmicos, simultáneamente me hacía señas para que me sentara a su lado y dijo: ven tócalo tú también para que se familiarice contigo y tú con él.
Acerqué mi mano temblorosa y la coloque junto a la de Lila, seguí cu compás me junté aún más y le di un beso muy apasionado, que ella contestó con su otra mano en mi vagina aún más húmeda.
Ella, me llamó la atención para que volteara a mirar y cual no sería mi sorpresa al ver una descomunal verga roja y tapizada de venitas, de su punta escurría un líquido bastante fluido, no era semen, pero si aquello, que me imagino usarán para lubricar a su perra. Lila acerco su boca y sin ningún escrúpulo, paso su lengua por la punta para recoger ese flujo y luego engulló ese miembro, como si se lo fueran a quitar.
Yo no dejaba de salir de mi asombro y empecé a quitarme las bragas para poder masajear mis labios y clítoris que ya estaba erecto y pedía a gritos ser calmado.
Mi preciosa, estaba transportada, seguía y seguía succionando con los ojos cerrados y haciendo ruidos que jamás le había escuchado, lo cual me puso muy cachonda y sentí venir un borbotón de flujo espeso y color crema, pues mis orgasmos siempre han sido así, lo que me obliga a usar diariamente toalla higiénica.
Lila sintió mi gemido, abrió los ojos sin soltar la verga del animal, estiró su mano y me aprisionó mi cucota que ardía en llamas, comenzó a refregarme mi lechita por los labios y monte de Venus dejando mi frondoso vello púbico, como si se le hubiera aplicado gel.
Soltó finalmente la polla de Tomy, abrió mis piernas y comenzó a chupar mi clítoris, que para esos momentos era gigante, luego les contaré cómo lo desarrolle hasta lograr que tenga 4cm.
Se retiró un instante para acomodar al perro sobre su espalda, Tomy ni corto ni perezoso, se encaramó y empezó a moverse desaforadamente, en busca de su premio, pero aún no sabía calcular bien todos los movimientos por lo que obligó a Lila a terminar la tarea, ella condujo el estilete a su funda vaginal, yo intentaba mirar por encima pero no me quedaba fácil ver lo que sucedía allá.
De repente Lila empezó a gemir como loca apretó con sus labios mi clítoris, lo que me hizo botar más lechita. Yo me retiré y fui a mirar lo que estaba pasando, pues Tomy la había penetrado, Lila estaba inmóvil, con los ojos cerrados y los labios de su boca apretados, gemía en tono bajo, de pronto abrió los ojos e hizo una mueca de dolor y dijo, me metió todo nena y siento que está creciendo dentro de mi, gemía aún más yo no supe qué hacer, le pregunté: ¿Te duele mucho mi linda? a lo que respondió si, pero déjalo que termine; el animal siguió bombeando su pollota y jadeaba a más no poder, hasta que en un instante hizo un movimiento que jamás había visto y se bajó de la grupa de Lila para quedar pegado cola contra cola, yo me acerqué para mirar detalladamente y solo veía un fragmento de verga y mucho líquido fluir por los lados, intente separarlos y Tomy me gruño, Lila también y me increpó, diciéndome déjalo que en un momento todo se resuelve.
Pasaron 15 minutos, más o menos, y se soltaron, Tomy se retiró a lamerse su vergota, Lila dio un tumbo y cayó de espalda, totalmente extenuada, sudorosa y dolorida; me acerqué a acariciarla y me llevó mi rostro hacia su vaginota ensanchada y pegajosa por los efluvios del nuevo amador.
No me hice de rogar y comencé mi función, dejar esa vaginita limpia para la mía, pues nos fascina el tribadismo, para quienes no conocen el término, nos encanta frotar nuestras vaginas después de haber tenido orgasmos, con el propósito de incitar otros y otros.
Caímos en el sopor de la dicha, nuestros sexos se juntaron, la humedad que tenían produjo unos sonidos característicos, una balada musical llena de sexo y lujuria así pasamos el resto de mañana, luego a la ducha y salimos de shopping, riéndonos de cuando en cuando al recordar esa experiencia que solo era el entremés de lo que vendría.
Háganme llegar sus comentarios, únicamente leeré los de otras mujeres.
Ciao, hasta la próxima