Como el Perro de las dos Tortas? parte 1
Se veía preciosa, he de reconocer que su cuerpo me maravillo enormemente, sus pechos casi reventaban de la parte superior de su bikini, su cinturita pequeña y sus maravillosas nalgas.
Me llamo Alejandra Arroyo. Tengo 19 años no soy muy alta mido 1.66 soy esbelta con muchas curvas gracias a la herencia latina de mi madre nada exagerado solo lo justo y necesario para ser bastante femenina y sexy; no me gusta mucho el sol, (¡me quemo horrible!) por eso casi no salgo cuando hay mucho, soy como un vampiro solo salgo en las noches; bueno en mi caso también en las tardes...je jeje. Yo soy guapa, la verdad es que referente a mi autoestima siempre lo he tenido bastante alto. « Me quiero mucho y se que soy sexy. Jejej ya se, ya se!!! Referente a mi personalidad soy algo ego centrista!!! Y tengo un gran autoestima»
«Si les cuento esto, es para que se hagan una idea de lo buena que estoy. Si ya se, (que chica tan pesada) a veces pasa. Y siempre creí que por ser así, fácilmente conseguiría lo que fuera con mi linda sonrisa o mi súper encanto.»
Pero hoy, quiero compartir con ustedes algo que cambio mi vida y me hizo darme cuenta. Que no todo es color de rosa, ni la belleza infinita es belleza sin corazón para describirla.
-¿Como comenzó todo?, mmm......-
Fue hace 2 años, recuerdo que recién había entrado a la universidad, iba caminando por los enormes pasillos. La universidad se divide en facultades y cada una tiene un gran perímetro para abarcar diferentes estancias de cada carrera. La facultad de ciencias, a la cual yo me dirigía quedaba un poco lejos de la entrada a decir verdad era la penúltima por lo que tenía que atravesar casi toda la escuela. Pero bueno, el caso es que entre a la facultad de ciencias y subí las escaleras no había muchas personas todavía, busqué mi salón 307, hasta el 5º piso. Cuando llegué solo habían algunas personas y los salude, entonces empezaron a llegar mas gente, me busqué un asiento en la 3º fila y me senté hasta atrás. No quería parecer la cerebrito de la clase, "aunque realmente si soy de esas"... Por lo que decidí irme hasta atrás en una fila donde podría ver todo y a todos.
Me recosté en mi banca y me estaba quedando dormida, cuando unos minutos después, sentí un rico aroma a lado mío, levanté mi cabeza y me encontré a una rubia guapísima; más o menos de mi estatura 1.65, ojos verdes azulados como aceitunados expresivos a más no poder, eran enormes y tenían un brillo particular entre inocencia y picardía. Su nariz perfilada y chiquita al igual que su boca, me llamaron mucho la atención se veía tan inocente y sensual; bajando un poco mas la mirada, pude notar que sus pechos eran mas bien pequeños pero se veía que era de acuerdo a su complexión, muy delgada pero proporcionada con sus caderas y sus piernas, de piel blanca pero ligeramente bronceada. Analizaba detenidamente su estructura física, que no me di cuenta cuando ella empezó a hablarme.
-Hola, hola, ¿estas bien?- se veía algo ruborizada.
-Ehh, esteeee...-que vergüenza, estaba balbuceando, seguro pensaba que estaba idiota.-sentía un revuelco en el estomago bastante extraño.
-Disculpa, mmm.-me aclare la garganta,-estaba pensando «te»...-.
-Me llamo Nicolle Berbén- dijo extendiéndome la mano y sacándome de mi parálisis y pensamientos profundos.
-Yo soy Alejandra Arroyo, pero me puedes decir Ale, mis amigos me llaman así.- sentí un delicioso espasmo por todo mi cuerpo al sentir el contacto de su mano; lo que me puso nerviosa.
-Bien, ¿oye sabes algo de la lista de selección de becas? Leí en el periódico de la escuela que solo se aplican las 2 primeras semanas de clases. Y como casi no hay gente, te vine a preguntar a ti.
-Mmm.... No la verdad es que no se nada de eso. Pero mira ahí viene creo, la profesora.-
-Si, gracias Ale-
Nicolle, la chica rubia. Se fue a platicar con la profesora y poco a poco se fue llenando de gente el salón. La profesora nos hizo presentarnos a todos. Éramos un grupo bastante reducido éramos como 10 personas. Seis chicas y cuatro chicos. Además de Nicolle, también llamo mi atención una mujer algo más alta que yo, de cara y cuerpo muy sensual, ella era más bien morena. Nicolle a mi gusto tenía más personalidad que la morena; o bueno en ese momento eso pensé yo. A mi obviamente, me gustó la rubia.
Yo siempre me he considerado lesbiana; desde pequeña, me encantaban las Barbies, disfrutaba mucho el momento en que las desvestía y las volvía a vestir. Pero definitivamente la apariencia física de la muñeca, es algo que siempre busqué en cualquier mujer (yo las prefiero rubias).
Terminando la clase, ya sin tantos nervios encima de mi. Se me acercó Nicolle y empezó a abrirse conmigo. Fuimos a conocer la cafetería de la Universidad y pedimos algo para desayunar. Me contó que era de San Lucas, se mudó hace 3 años a la ciudad y aquí fue donde decidió estudiar. Antes de escoger ciencias pensaba escoger medicina, pero debido a una desagradable experiencia, decidió finalmente quedarse en ciencias. Es hija única y solo vive con su mamá ya que sus padres son divorciados.
«Quiero aclarar algo en este punto. No vayan a creer que es la típica historia de una chica linda que se enamora de otra y todo es color de rosa o es drama de lágrimas. NONONO... Aquí yo ni era ni la mala ni la buena. Y ella mucho menos, su único defecto era ser mi debilidad y el Mío.... »
Desde el principio tuvimos una conexión especial su personalidad dulce, más su toque de ingenuidad, hacían mi mente volar y delirar. Yo estaba que me moría de ganas de besarla y hacerle un poco de todo. La verdad es que me ponía bastante excitada viéndola caminar, hablar, sonreírme y a mi lo único que me nacía era abrazarla.
Momento Mágico
No se si era mi imaginación o que, pero siempre sentí esa química de su parte. «Ya saben, se dice que todas las mujeres son heteroflexibles» demasiado cariñosa. Yo me sentía en las nubes, recuerdo que Nico, solía tomar clases de ballet, yo tomaba de idiomas. Como salíamos mas o menos a la misma hora, yo un poco antes. Me sentaba en las bancas de la cafetería y ahí la esperaba. En una ocasión estaba sentada viendo una revista, de repente sentí que alguien «obvio ella, pero yo no sabía» me abrazo del cuello y me lo beso. Ufff me estremecí enormemente, me quede un poco tonta, ella como que ni se dio cuenta y me dijo al oído.
-¿Que lees?- siempre con una sonrisa, lo sentí cuando me beso el cuello.
-Ya sabes, chismes adolescentes, Bieber, Crepúsculo, bla, bla, bla...-
-Ah ya, a ver pásale a la otra hoja- mientras hacía eso, ella me tenía abrazada por el cuello, ligeramente agachada hacía mi con su cuerpo reclinado en el mío. Sentía su vulva detrás de mi espalda, el mayon era muy finito. Yo al mismo tiempo sentía su aroma, su voz en mi cuello, los brazos en contacto con mi piel.
No sabía, que pensar. Pero ciertamente todavía eso es normal entre chicas. El roce o vaivén de su vulva contra mi espalda, no se si era producto de mi imaginación, mi calentura. A partir de ese momento, empecé a tener sueños húmedos con Nico.
Fin del Momento Mágico
Pero pronto me di cuenta que la empezaba a querer también como una amiga, digo a pesar de que me gustaba, realmente disfrutaba el tiempo que estábamos juntas y compartíamos momentos especiales. Con nadie podía platicar también como con ella.
La morena, con la que tenía muy poca relación, se llamaba Beatriz Ozuna. Ella a diferencia de Nico, tenía un carácter muy fuerte. Lo que tenía de belleza lo tenía de antipática y amargada. La verdad es que no nos hablábamos mucho, una vez tuvimos una discusión por una estupidez y desde entonces la cosa se pone muy fuerte entre nosotras.
Momento del pasado
Llegamos temprano ese día al salón, había estudiado toda la noche para Ciencias Ambientales y de Moderación, estaba algo estresada y gruñona. Nico, me daba besos en la espalda y me decía palabras bonitas al oído, todo para tranquilizarme, ella sabía que me ponía Grumpy. Así me pongo cuando no duermo.
Había un montoncito de exámenes en el escritorio del profesor. Cada quien tenía el suyo designado, el profesor salió por unas copias, mientras nosotros buscábamos la prueba y nos sentábamos en nuestro lugar.
-Oye, tomaste mi examen- me dijo Beatriz tratando de quitarme el papel de la mano.
-No, este es mío- la verdad es que tome el papel que tenía cerca, no vi si era suyo. Pero la forma en que me lo dijo, ni si quiera fue amable, fue entre reclamo, protesta y no se que mas que me puso de un altanera a mi también.
-Tiene mi nombre, dámelo-
-No, no tiene tu nombre-
-¿Que te pasa?, ¿no tienes cerebro, no sabes leer ehhh, tu carita linda y tus ojitos hermosos no sirven?-mmm........ eso si me puso a hervir el cerebro.
-Mira, no se que te pasa. Ni se porque eres tan grosera conmigo, pero se ve que eres de un barrio de donde no saben modales-
-Ah si, y la nena rica y ¿fue a una escuela de monjas?
-Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu- empezaban las bullas a nuestro alrededor, nuestros compañeros se dieron cuenta de nuestra pelea. Nico, me susurraba en el oído, que no me enojara y que le diera su papel;
-Ya, Ale, dale su hoja. No te enojes, no armes un escándalo- yo seguía en mi mundo enojada. -Ale, princesita vente vámonos a sentar....- en ningún momento la voltee a ver. Me tomaba del brazo para jalarme con ella.
Pero yo estaba bien enojada con esa, tenía ganas de golpearla, no se que se creía. Trataba de tranquilizarme pero no podía.
-Quizás, nunca lo sabrás. Pero lo que si se ve, es que tú eres una verdulera. Quieres pelear conmigo y que me rebaje a tu nivel. Pero déjame decirte algo, eso no va a pasar. Ah y sabes que, es probable que sea tu examen este que tengo en mi mano, pero no seré yo, quien lo investigue.- lancé el papel, el cual por cierto no era mío, pero tampoco de ella. Lo malo es que ella lo tuvo que recoger del suelo y revisar nuevamente si era suyo. Se puso toda roja y venía rápido hacía mí, afortunadamente llego el profesor y me fui rápido a mi lugar. Ella se quedo con las ganas, pero ni loca le iba a dar la oportunidad de pelearse conmigo.
Fin del Momento Pasado
Desde entonces, la tensión entre nosotras es fuerte. Obviamente no soy ciega, me daba cuenta que la chica estaba buenísima y guapísima. Me gustaban mucho sus curvas y su cara enojada, quizás internamente gozaba viéndola arder. Sus ojos se ponían más negros si cabe la posibilidad, buscaba en la escuela cualquier momento para hacérsela pasar mal.
«No se crean que ella era una santa, también cuando podía se vengaba de mi»
Momento bochornoso
Se organizó una fiesta en casa de Nicolle, para celebrar su cumpleaños. Le compré un peluche enorme y lo metí en una bolsa llena de dulces, ya que a ella le encantaban los peluchitos y las golosinas. Su carita de nena chiquita me mato Yo con tal de recibir todos sus mimos era capaz de darle la luna.
-Hola, mi señora-
-Oye, no soy señora-
-Si, ya eres. ¿Cuantos cumpliste, 30? jajaaja hasta creo que te salieron arruguitas...-
-Eres una mala, ya no te quiero-
-Ajaj jajaj, estoy jugando nenita, eres preciosa para mi eres una de las mujeres mas bonitas del mundo. Pero así fueras Miss Universo, te seguiría molestando para verte esa carita tan hermosa que tienes enojadita- se lo dije y le apreté sus cachetitos, dándole seguidamente dos besitos en cada uno.
-No se si darte un golpe o un abrazo-
-Yo te ayudo- y la abrace fuertemente entre mis brazos, la princesa se colgó de mí y subió sus piernas alrededor de mi cintura.
-Oye, no creo, que hayas cumplido 10, estas como pesadita.-
-Pues me tendrás que cargar todo el día, porque es mi cumpleaños-
-Ash, no ¿que? ya bájate- la puse en el piso y la volví a abrazar.
-Por cierto que guapa estas, con ese bikini, si te hago un hijo- me dijo y me dio una nalgada.
-Eres una tonta, jajajaja, tu siempre te ves preciosa- se puso como coloradita y me abrazo.
Nico, nos había invitado a todos los del salón a su casa, sería como una carne asada y piscina. Ese día yo llevaba un bikini chiquito de color rojo que me quedaba muy bonito. Fui de las primeras en llegar y me quede platicando con unos compañeros del salón y con Nico, de repente a la media hora llego ella, Beatriz, traía una falda color mezclilla muy chiquita y una blusita para tapar sus pechos. Se veía muy guapa, saludo a todos, menos a mi «la mal educada». Se hizo la loca y solo me dio la mano.
-Perdona, no te vi- me dijo dándome un ligero toquecito en la espalda.
-Si, tranquila. De por si se ve que eres media tonta, no dudaría que también seas medio ciega-
-Mmm.... jajaja tu siempre tan chistosita-lo dijo con tono molesto y sarcástico.
Me di la vuelta y murmure algo bajo, pero no tanto, lo suficiente para que me escuchara susurrarlo.
-Verduleraaaa-
Al rato pasamos a la piscina y ella se quitó la falda y la blusa quedándose en un hermoso conjunto amarillo que combinaba perfecto con su tono de piel moreno. Se veía preciosa, he de reconocer que su cuerpo me maravillo enormemente, sus pechos casi reventaban de la parte superior de su bikini, su cinturita pequeña y sus maravillosas nalgas. Era una lastima que fuera tan sangrona y amargada. Todos estuvimos jugando en el agua, aventándonos y yo tratando de darle ahogadillas a Nico. En un momento su mamá nos gritó para que fuéramos a comer, así que todos salieron corriendo, era como una carrera yo me quede al final, veía como algunos se caían y me mataba de risa, preferí observar y reír.
Cuando me di cuenta ya no había nadie, solo quedaba Beatriz al otro lado, buscaba algo en el fondo. Me acerqué para ayudarla «tampoco soy tan bestia».
-Ey, necesitas ayuda-
-Si, ven es que se me cayó un arete-
- A ver, déjame ver como es el otro- Me acerque a su cuerpo, nunca había estado tan cerca de ella. Sentía su respiración y el olor de su pelo y su boca muy cerca de mí. Tomé entre mis dedos su oreja, la que tenía el arete y la acaricie. Una electricidad exquisita me recorrió la mano, tuve que soltarla y le dije que le ayudaría a buscarla.
-Gracias-
-De nada-
-Tengo una idea, porque tú no la buscas de ese lado (señalando la otra punta de la piscina) y yo de este- me dijo mirándome fijamente y con una sonrisa agradable.
-Me parece buena idea.- me fui del otro lado, al principio no veía nada, me emocione tanto que ni me di cuenta como pasaba el tiempo.
-Ey, Ey,- en ese momento voltee y Nico me llamaba.
-Nico, es que estaba buscando el arete de Beatriz-
-¿De que hablas tontis?, jajaja, ella esta adentro con los demás desde hace mas de una hora-
-Pensábamos que tenías algo o que estabas con alguien afuera, picarona- me dijo haciéndome una mirada coqueta y cerrándome un ojito con picardía.
-Ella esta contando que te dio por nadar, porque hace mucho que no te bañas, esa Beatriz tan chistosa- ellas si se caían bien o bueno medianamente bien.
-¿Queee?.- Maldita bruja. Salí inmediatamente de la piscina, me sequé con la toalla y me dirigí con Nico a la casa, quería insultarla y agredirla pero no valía la pena. Ella se reía fuertemente de mi y yo de estupida buscando su maldito arete.
Así paso la tarde, comí ya algo frío todo, pero bueno, y bebí unas cervezas. Ya poco a poco se hacía tarde, yo seguía todavía muy enojada con esa idiota por lo que me hizo. Me dieron ganas de darle unas cachetadas. En un momento vi que ella, se levanto hacía al baño y me acerque por atrás.
La tome de la muñeca y la voltee hacía mí.
-¿Que te pasa?, verdulera. ¿Crees que puedes jugar conmigo cuando quieras ehhh?, te voy a enseñar modales, porque veo que tú no tienes ninguno-
-¿Qué me va a hacer la descerebrada?, le vas a llamar a tu papi o a tu mami para que me den unas nalgadas? Jajajajajaa- me enojo más su risa
-¿Sabes, que? Me acabas de dar una gran idea, las nalgadas te las voy a dar yo-
La voltee y la avente contra la puerta del baño, ella pareció darse cuenta que iba enserio y empezó a moverse rápidamente. Pero no tanto como para evitar que le diera una fuerte nalgada. Ella brinco y se retorció del dolor. Entonces la tome nuevamente del brazo quedando frente a mí y la azote contra la puerta, me pegue a su rostro y la mire fijamente.
Ahora que lo pienso, no se que me motivo a lo siguiente, seria mi borrachera, mi enojo, no lo se.
Impulsivamente la bese en la boca, le metí la lengua agresivamente no espere a que me dijera nada. Agarraba sus manos fuertemente para que no me golpeara, ella ponía mucha resistencia pero al final empezó a ceder en el beso, abrió su boca y la saboree, quitaba su lengua para que no la tocara con la mía, pero la tome de la nuca y la metí más profundamente. Cuando la toque, la solté empujándola nuevamente contra la pared. Me fui de ahí, ni siquiera regrese a verla. Me retire mejor a mi casa, no sabía bien que había pasado ahí. Decidí no hacerme mas dramas y a continuar ignorándola.
Fin del Momento Bochornoso
Deje pasar todo lo que pasaba con Beatriz, pasaron algunos días y decidí ignorarla. No sabía que pasaba entre ella y yo, la verdad solo me parecía una chica muy atractiva con muy malos modales. Además me caía como patada en el culo, lo cual no ayudaba mucho. Mejor así, con un poco mas de distancia a ver si deja de molestarme y viceversa.
Me concentre nuevamente en Nicolle me encantaba todo de ella. Era una chica muy dulce, yo por mi parte la adoraba y no sabía si lo que sentía por ella era atracción, amistad, deseo sexual. Estaba muy confundida además habían muchos contras que no me permitían ser sincera con ella:
# Era como mi mejor amiga
# No quería arruinar nuestra amistad
# Heterosexual
# Estaba "enamorada" de un patán o stupid (El cefalópodo se llamaba Pedro). Con el que por cierto no había salido porque tenía novia. ¡Puntos a mi favor ¡
Momento Mágico
Cierta vez, vino uno de sus tíos de Cancún y me invito a su casa a una comida para darle la bienvenida y la despedida ya que solo había venido a dejarle unos papeles a su papa. La fiesta comenzó en la tarde y duro hasta la mañana del día siguiente. Dormí con Nico, y después de unas horas ella y yo fuimos a dejar a su tío al aeropuerto.
Al despedirse de nosotras nos abrazo y se fue, Nico estaba a mi lado y me abrazo por la cintura. Yo voltee mi cabeza y la vi intensamente a los ojos igual que ella ami. Sonreímos y ella me tomo de la mano.
Estuvimos casi dos horas recorriendo el aeropuerto agarradas de la mano, la gente se nos quedaba viendo, pero para mi fue la mejor sensación del mundo. Nunca había agarrado a alguien de la mano y me había sentido así, la suavidad hacia una combinación fabulosa, masajeábamos nuestros dedos y sentir sus uñas largas apretar mis manos fue majestuoso. Al dirigirnos a la salida, antes de entrar a su coche me dio un beso suave y húmedo en la mejilla. Suspire, saque todas mis ganas en el aire, tenía ganas de agarrarla de la mano y apretarla al carro y besarnos hasta que nos dolieran los labios.
Fin del Momento Mágico
El caso es que, después de 6 meses de amistad le confesé que era lesbiana. Me costo un mundo...
-Hola princesa- me dijo cuando me vio entrar al café de nuestra universidad.
-Hola Nico, necesito decirte algo muy importante pero vamos a mi depa, tenemos la que sigue libre- estaba muy nerviosa.
-Ok. No me asustes, tu sabes que yo te quiero mucho y pues que puedes confiar en mi. -me dijo abrazándome muy fuerte.
Nos dirigimos a mi apartamento que quedaba a 5 minutos caminando. Cuando entramos la hice pasar a la sala y le dije que me esperara, fui por un shot de whiskey... ¡Si... Un shot!. Estaba tan nerviosa que necesitaba algo de valor.
-Nico, yo soy lesbiana- zaz así lo solté de jalon y con todas sus palabras.
Ella quedo muda un rato, creí que ya no me iba a hablar o que se yo. Pasaban muchas cosas y Nico, ahí estaba como en trance. Tuve que sacudirla un poco para que reaccionara.
-¿Estas bien Nico?-
-Yo, yo....... Yo te quiero así como eres, eres mi mejor amiga y siempre estaremos juntas, aunque me confieses lo que me confieses siempre te cuidare y entenderé- Mmm... No sabía si estar al 100 feliz, ¡"siempre, siempre seria mi amiga"!. Esas palabras rezumbaban en mis oídos. «No tenía posibilidades Mmmm»
-Gracias-
La verdad después de eso nos distanciamos un poco pero poco a poco volvió a la normalidad nuestra amistad. Ella seguía quedándose en mi casa a dormir y viceversa. Nos la pasábamos súper bien viendo pelis, platicando, burlándonos de algunas personas ajajaja; o luego salíamos a caminar o con mas amigos a bailar.
De lejos miraba a Beatriz en clases, a veces parecía que ella se quedaba mirándome un rato. Después de lo del beso, definitivamente cortamos las pocas palabras que teníamos. Yo la observaba a veces, pero me repetía que solo era curiosidad del momento, que no sentía nada por la morena. Saciaba mi vista todo lo que quería, algunas veces nuestras miradas se cruzaban y me hacían sentir choquecitos eléctricos y disfrutaba viéndola. Pero nuevamente volvía a mi realidad Nicolle.
Estar con Nico, era una tortura y un placer. Me parecía cada vez mas preciosa, me enternecían sus gestos y me impresionaba su inteligencia. La verdad es que a pesar de que me gustaba mucho, sabia que entre nosotras no pasaría nada. O bueno eso es lo que yo creía.
Cierto día, ella llego toda emocionada y abrazándome.
-¿Que crees?-abrazándome y dándome besos en las mejillas.
-¡Pedro dejo a la novia, me pidió que yo fuera su novia y acepte!- yo me quede en shock
-¿Estas bien?, pareces no alegrarte por mi. Estaba que me clavaban un palo en el corazón... Horrible tenia ganas de llorar, pero no lo hice. No se, me sentía entre celos y triste, no sabía si eran celos de amistad o celos de amor. Estas hormonas me iban a matar, me sentí muy mal, solo la felicite y le dije que tenía que irme a una clase.
La evite alrededor de una semana, casi. Tenía que pensar todo lo que me estaba pasando. Finalmente decidí aceptar su decisión, dejarla siendo feliz, a lo mejor ella no era para mí. Desde que nos conocimos yo sabía que era heterosexual y que pues de alguna manera ya estaba como prendida con el stupid de Pedro. Tenía que olvidar lo que sentía, ella era mi amiga, la iba a respetar y a apoyar en todo.
Casi al terminar la semana, llego el viernes toda enojada, pidiéndome explicaciones por mi comportamiento y al final termino llorando. Otra vez quería llorar con ella, pero pues ni modo no todas las personas nos corresponden, así que le dije una mentirilla de que "había muerto un familiar" y que por eso andaba así.
Le pedí disculpas y volvimos a ser como antes. Eso si, jamás salí con ella ni con el stupid ese «ni loca». Obvio si nos encontrábamos o íbamos para el miso lugar, pues ya que.
-¿Por que te cae tan mal Pedro?-me dijo mirándome fijamente
-! Es que es un creído ¡Se cree el hombre mas guapo del mundo, no se, su cabeza esta muy grande, me choca, pienso que es un tarado.
-Ayy. Jajajaa... Te adoro, siempre me haces reír. No pero yo quiero que trates de llevarte bien con el, los quiero a ambos el es mi novio y tu mi mejor amiga. No puedo estar sin ninguno de los dos.-me decía haciéndome un adorable pucherito, lo único que me daba eran ganas de comérmela a besos.
Momento Rico
Una de las veces que ella estaba en mi casa viendo una peli de miedo. Hubo un momento de la escena en la que nos sobresaltamos y se fue la luz. Estábamos bien asustadas pero ella estaba encima de mí. Literal, se había subido encima de mí sobre mis piernas, su cuello estaba a la altura de mi nariz y podía sentir su cuerpo pegado al mío. Todavía no recuerdo como es que sucedió lo que paso a continuación. Ella me abrazo fuertemente quedando mi cabeza totalmente hundida en su cuello, yo tenía mis manos en su cintura pero empecé a darle masajes por toda su espalda de arriba hacía abajo.
-Tranquila amiga, estoy contigo no te va a pasar nada- mientras seguía con mi masaje. Su respiración era entrecortada y la escuchaba suspirar.
De un momento a otro bese su cuello suavemente, ella solo gemía. Estábamos mudas solo escuchábamos suspiros. Metí mis manos debajo de su blusa y seguí haciéndole masajes mientras le seguía dando besos en su cuello, que pasaron a ser lametones hasta su barbilla. A pesar de eso no me decidía a besarla, inesperadamente con sus manos en mi cabeza, sostuvo mi rostro y nos besamos, primero fue algo suavecito, yo esta temblando, su cuerpo me hacia estremecer. Abrí lentamente sus labios e introduje mi luenga, al principio no me correspondía pero después empezamos a besarnos apasionadamente. Sentía una sensación en mi estomago de maripositas y me sentía en una nube y al mismo tiempo sentía un cosquilleo en la parte mas intima de mi cuerpo, el calor subía rápidamente y me quemaba al sentir su piel con la mía.
Estuvimos un rato así besándonos, abrazándonos a más no poder, súper apretadas con nuestros pechos juntos rozándonos y sintiendo las ganas de las dos. Acariciándonos con un poco de miedo estrujando sus tan ansiadas nalgas y acariciando su espalda. Hasta que llego la luz y nos sorprendió, las dos estábamos avergonzadas, a mi me dio un ataque de risa y se lo contagie a ella. Esa noche dormimos juntas pero ya sin hacer nada mas.
Fin del momento Rico
Después de esa vez nos tratábamos con mas cariño abrazándonos en todas partes, mejoramos nuestra amistad al 100%; hacíamos las mismas cosas de antes pero con mas amor si se puede definir... Pero había algo que todavía me perturbaba... El stupid de Pedro. Y ella, no se que pensaba si se estaba burlando de mi o que. Bueno, solo éramos cariñosas ya no había pasado nada después de lo de los besos apasionados en mi casa. Estando en la universidad, sentadas en nuestro lugar en la cafetería, decidí preguntarle.
-Princesa, quiero decirte algo- le dije susurrándole en la oreja y abrazándola por detrás.
-Dime mi vida-me dijo mimosamente
-Me gustas-
-......tu... Tu sabes que yo ando con Pedro y lo quiero mucho es mi novio y tu mi mejor amiga. No hay nada entre tu y yo.-
Mmm... Esas palabras me dolieron hasta el fondo de mi alma, mejor me hubiera pateado en la cara a lo mejor sería menos doloroso.
-Eres una gran amiga y te quiero mucho pero solo eso ya lo sabes, anda princesa perdóname por no poder corresponderte- me seguía diciendo, yo seguía en otro lugar con el corazón roto.
-Si, bueno disculpa. Yooo... No se que decir...será mejor entonces ser amigas- le di un beso en la mejilla.
Decidí irme de ahí, necesitaba estar sola así que solo me despedí, empezaba a tronar el cielo, salí de la universidad pero en lugar de irnos juntas me fui sola. Empezaba a llover fuerte y a lo lejos escuchaba un ruido, fuerte..
-Ale....ale....aleee-me gritaba a lo lejos, ni siquiera me di cuenta que me seguía...voltee a verla y ella estaba empapada. Tuve el impulso y la fuerte necesidad de abrazarla, besarla y así lo hice. Corrí hacia ella, la pegue a un poste de la calle «ya no podía controlarme» y la bese, la bese con toda la pasión que sentía en ese momento por ella... Pensé que me rechazaría pero no, ella hizo lo mismo que yo. Nos besamos intensamente, quería perderme en su aroma, en su cuerpo, en su corazón, ella introducía fuertemente su lengua dentro de mi boca como tratando de adueñarse de mi ser. Ella al parecer se dio cuenta de lo que hacíamos y me soltó y se fue corriendo.
Quise ir tras ella pero la verdad es que quería estar sola con mi dolor. Estuvimos separadas nuevamente unas semanas, hasta que coincidimos en unas clases para nuevo semestre y pues como si nada. Trate de dejar de lado todo lo que viví y a apagar mis sentimientos. No valía la pena, si ella jamás me querría. De igual manera seguí siendo cariñosa con ella, la quería mucho y por supuesto no se me iba a pasar del día a la noche ese amor tan grande que le tenía…..MASOQUISMO?….