Cómo duele
Incluso un corazón roto puede amar.
Es increíble como alguien puede romper tu corazón, y sin embargo sigues amándole con cada uno de los pedacitos.
Eso es lo que me está sucediendo a mí. Mi corazón se ha roto en mil pedazos y aún así le sigo amando tanto como el primer día. Incluso más. Cada trozo de mi maltrecho corazón grita su nombre en la oscuridad. Y su nombre sabe a sangre en mi boca según lo pronuncio. Sangre que brota de mi alma desgarrada porque me ha sido infiel.
Pero le amo tanto que soy capaz de perdonarle y olvidarlo todo, porque no puedo ni quiero vivir sin él, porque sin él mi alma y mi corazón si que sufrirán. Por que mi vida no es nada si no le tengo a mi lado.
¿Cómo es posible amar tanto cuando por una noche te han cambiado por otra mujer, cuando sus labios han tocado otros labios que no son los míos, cuando sus manos han recorrido otro cuerpo, cuando ha estado en el interior de otra mujer que sólo buscaba pasar un buen rato?
Y lo peor no es eso. Lo peor es pensar que me lo he merecido. No tengo nada que ofrecerle, tan sólo mi amor y mi ilusión de pasar el resto de mi vida a su lado. En cambio ella... lo tiene todo, incluso le ha tenido a él, que es lo único que me importa en este momento. Realmente hacen buena pareja, ambos de la misma edad, mismo estado civil, sus familias se conocen. Y eso me está matando aún más.
Si hubiera sido una mujer cualquiera lo hubiera llevado algo mejor; pero con ella... mi mundo y mis ilusiones se han venido abajo.
Pero le he perdonado. Deseo estar con él, volver a confiar en él, volver a ser yo la dueña de sus besos, de sus pensamientos, de sus miradas, de sus dulces palabras.