Como dos gotas de agua (2)
Continuacion del relato anterior.
COMO DOS GOTAS DE AGUA (II)
Al otro día, como era domingo, me levante tarde, me bañe y al ir a la cocina ahí estaban mi madre y mi tía, las dos con una sonrisa medio irónica, como si se burlaran de mi, de inmediato mi madre me dice.
-¿Qué tal dormiste hijo?
-Muy bien mamá ¿y tú?
-Se puso un poco colorada y contesto.
-Yo también muy bien, la que quien sabe es tu tía.
-Yo dormí divino, dijo Gloria.
Me serví un café y me senté al lado de mi madre, notando que estaba sentada como de lado y se movía lentamente sobre la silla.
-¿Te duele algo mamá?
-No hijo, es que estoy un poco indispuesta.
Comimos muy normalmente y después de la comida se acerca mi tía y me dice.
-¿Por qué no dormimos una siesta?
De inmediato pensé <
-Al rato tía, al rato.
Me salí a la calle a dar una vuelta y después de un rato regrese, mi tía ya estaba algo inquieta pues se le veía a leguas las ansias de irse a la cama. Decidí que me la tiraria en ese momento por lo que me metí en mi recamara diciéndole antes.
-¿Te espero?
Ella solo se sonrió con mi madre y se metió en mi cuarto, al estar solos la abrace y empecé a besarla, de inmediato respondió a mis caricias y agarro mi verga empezando a acariciarla, me abrió el pantalón, la tomo en sus manos y al verla en su extensión exclamo.
-Que hermosa es.
-¿Te gusta?
-Es hermosa.
-Tal parece que es la primera vez que la ves, como si no me la hubieras mamado anoche.
-Pero no es lo mismo verla a plena luz.
De inmediato se la llevo a la boca y comenzó a mamármela con pasión.
-¿Quieres que me venga en tu boca como anoche.
Simplemente abrió los ojos con cara de sorprendida, pero con su actitud me dijo que si. Siguió mamandomela con deleite y después de unos minutos estalle en su boca.
-¿Te gustó?
-Deliciosa mi amor, nunca había tragado tanta leche.
Descansamos un rato y luego comenzó a jugar con mis huevos dándoles masaje, lo que provoco que tuviera otra erección, comencé a acariciarle la raja y cuando ya estaba a punto la abrí de piernas y comencé a penetrarla.
-Despacio mi amor que la tienes muy grande.
-No te preocupes ayer la gozaste mucho.
-Pues has de cuenta que es la primera ves.
-Ya veras que rápido te acostumbras.
Comencé el mete y saca y al poco tiempo la tenia toda adentro sin hacerle gestos, sentí como se tensaba y comenzó a tener un orgasmo, el cual duró bastante tiempo, yo contuve mi venida pues tenia planes para mas tarde.
Después de descansar un rato, nos bañamos y nos fuimos a la sala a platicar con mi madre.
-¿Qué tal la pasaron.
-Yo muy bien, mi tía quien sabe.
-Yo la pase divino.
-¿Puedo hablar con ustedes?
-¿Qué pasa hijo?
-Quiero que me enseñen cada una la nalga izquierda.
Las dos se quedaron petrificadas pues era lo último que se esperaban.
-¿Qué quieres ver?
-Quiero saber cual de las dos tiene un lunar en la nalga pues anoche lo tenia y ahora no.
Se quedaron viendo las dos a los ojos y se dieron cuenta que estaban descubiertas, se quedaron calladas por un momento, que yo aproveche.
-Mamá, anoche fue la mejor noche de mi vida, quiero saber que piensas tú.
Después de asimilar mis palabras levanto la cabeza y con una media sonrisa me contesto.
-Para mi fue el momento mas feliz de mi existencia.
-Entonces estamos de acuerdo. Quiero repetirlo esta noche.
En ese momento ni tía respingo
-¿Y yo que?
-¿Tú? me vas a explicar como es que sucedió esto pues creo que tienes mucho que ver en ello.
-Pues muy fácil, cuando llegué a vivir con ustedes de inmediato me di cuenta de que Adela te deseaba pero no se atrevía a proponerte nada, como a mí también me gustaste y aparte de algunos rumores que oí sobre ti en la Universidad, le propuse a tu madre un plan. ¿Por qué si teníamos tal verga en casa no podíamos disfrutar de ella? Todo fue pensarlo y ponerlo en practica, yo tenia que ser la primera en coger contigo, pero tu madre no aguanto las ganas de ser ella la que iniciara esto, lo de más ya lo sabes. En algún momento pensábamos decírtelo, pero tú lo descubriste y creo que es mejor así. Lo principal es que los tres estemos de acuerdo. Somos adultos y sabemos lo que hacemos.
Mi madre se acerco a mi buscando mis labios y yo le respondí, nos dimos un beso y nos quedamos abrazados un rato como asimilando la nueva situación.
Pasamos el resto del día haciendo planes de cómo llevaríamos nuestra relación de ahí en adelante, las dos quedaron de acuerdo que podía tener novia, pero que a ellas nunca les debería de faltar su ración de pene.
Después de cenar descansamos un poco y nos pusimos a ver televisión, y alrededor de las 22:00 hs nos preparamos para pasar nuestra primera noche juntos. Como la recamara de mi madre tenia la cama más grande decidimos que ahí fuera. Me fui al baño a prepararme y cuando entre en la recamara ¡uff! Que espectáculo, tenia dos hembras en celo, en la plenitud de la vida, con cuerpos hermosos y deseando ser disfrutadas como nunca. Estaban desnudas sobre la cama y al verlas, me quite la bata que llevaba y quede tan desnudo como ellas. Al ver mi verga se abalanzaron sobre ella y mientras una me la mamaba la otra me acariciaba.
-¿Te gusta mi amor, te gusta que mami te mame la verga?
-Me encanta mamá, es lo máximo que me ha pasado.
-¿Te gusta que tiíta te agarre los huevos y te acaricie el culo?
-Me encanta tiíta, me hacen gozar mucho.
Yo no sabia que agarrar pues lo mismo les tomaba una teta que les acariciaba el culo, después de un rato mi madre quiso tenerla dentro.
-Quiero que me la metas a cara descubierta, sabiendo que somos madre e hijo, quiero disfrutar de este momento con todos mis sentidos.
Se puso boca arriba sobre la cama y mientras mi tía me ensalivaba la verga yo le acaricie la raja notando que estaba completamente mojada y lista para recibirme. Poco a poco le fui introduciendo la verga, primero la mitad y después toda, hasta que se acostumbro a ella y empezamos el mete y saca normal, unos minutos después estallo en un orgasmo que la dejo desmadejada. Al salirme de ella ya mi tía me la estaba mamando de nuevo, y como yo no me había venido, la tenía mas dura que antes.
-Sobrinito adorado, quiero que me rompas el culo como se lo rompiste a tu madre anoche. Quiero gozar esa verga en mi culo aunque no me pueda sentar en una semana.
Dicho y echo, se volteo y me puso el culo a tiro de cañón, lógicamente que no me hice del rogar y poco a poco fui relajándole el culo, primero con un dedo y luego con dos, hasta que sentí que soltó el esfínter por lo que apoye la punta de la verga a la entrada de su ano y empecé a introducirla poco a poco.
-Despacio mi amor, que la tienes muy grande.
-No te preocupes tía, yo se contenerme, cuando entre la mitad tu sola vas a ir moderando la cantidad que quieres dentro.
Después de un rato en que se acostumbro, ella sola comenzó a ensartarse en la verga hasta que se la trago toda, aguanto un rato y comenzó a moverse, primero gemía como quejándose y después de placer, hasta que no soporto mas y se vino en un orgasmo largo y profundo.
Cuando se la saque, mi madre se le quedo viendo como con ganas de que se la metiera por el culo, pero solo me dijo.
-Aun me duele un poco por lo de anoche, mejor nos esperamos a mañana para que lo disfrutemos los dos.
Como yo no me había venido, entre las dos me la mamaron hasta que lograron que me viniera en sus bocas disfrutando las dos de mi leche. Un rato después nos quedamos dormidos, yo en medio de las dos y abrazado a ellas.
A partir de entonces la vida se convirtió en un paraíso. Tenía dos hembras en celo a mi entera disposición que nunca me negaron nada y entregadas a darme placer. Lo que yo les pedía ellas me lo daban, así desarrollaron técnicas para relajar el culo para que yo pudiera "analizarlas" todos los días. Al principio se alternaban una cada día pero a los pocos días las dos me pedían sexo anal a diario. Ninguna había tenido sexo lesbico pero cuando les dije que me excitaría mucho verlas mamarse en un 69 no lo pensaron mucho y esa noche me cumplieron el capricho, eso hizo que nuestro placer creciera a gran nivel.
El día comenzaba con el mañanero a las 07:00 de la mañana, desayunábamos y me iba a la escuela y ellas al trabajo. Al regresar, después de medio día, la que estuviera en casa me recibía con una buena mamada y si estaba muy caliente le tiraba un garrotazo por la vajina para bajarle la calentura. Después de comer no dormíamos una siesta juntos y salíamos a la calle a hacer alguna compra. Después de la cena, dejábamos pasar un rato y nos encerrábamos en la recamara de mi madre, donde teníamos verdaderos combates sexuales hasta quedar agotados. Practicábamos toda clase de posturas y cuando ellas descubrieron el Fisthing fue maravilloso, pues mientras le metía la verga a una por el culo la otra le metía la mano en la vajina acariciando mi verga por dentro. Les gustaba mamarse el culo después de que yo me venia y tragarse mi leche que le salía por el orificio trasero y todo esto duro muchos años que hasta la fecha ya casado y con hijos de ves en cuando paso temporadas con ellas para divertirnos un rato.
Francisco