Como descubrí que me gustaban los tíos

Experiencias sexuales de un adolescentes con las que descubre que le gustan las pollas. 1. Experiencia con el Primo de mi mejor amigo 2. Con el buenorro del instituto en las duchas.

Buenos días, me llamo Manuel, tengo 18 años y el día de hoy les vengo a contar la historia de cómo descubrí que era bisexual, espero que les guste y que me hagan saber alguna experiencia suya en los comentarios.

Desde bien pequeño me han gustado las chicas, de hecho he tenido algún enamoramiento, por desgracia no correspondido, acompañado en la adolescencia de alguna fantasía sexual con mi compañera de clase Selina (relato el cual subiré). Respecto a los chicos, la relación no era tan similar, tengo amigos varones, pero nunca he sentido nada o eso creía yo.

Resulta que en mi caso la bisexualidad es algo que se va mostrando desde pequeño, mediante una serie de eventos, hasta que por fin despiertas, relacionas todos esos acontecimientos  y te das cuenta de tu bipolaridad amorosa, al menos es de la forma en la que me dí cuenta de ello. Por lo tanto comenzaré relatando algunos de estos eventos y para concluir traeré el momento en el que la simple condición de (hetero curioso) paso a ser (bisexual amateur) jajjaja. Nota: me da gracia la excusa que nos ponemos al principio de “soy hetero, pero me gusta curiosear, en plan no soy gay vale, o quizás sea bise... , ¡venga no digas tonterías!”.

El primer acontecimiento dio lugar cuanto tenía aprox unos 8 o 9 años, estaba en casa de mi mejor amigo Gonzalo, cuando llegó su primo mayor Alex, estuvimos jugando toda la tarde al fútbol y merendando, cuando de repente el primo de Gonza, nos dijo que iba a mear que si veníamos con él, en aquel momento le acompañamos y tan normal, meamos todos a nuestra bola en mitad del campo. Gonza, sorprendido señaló la polla de Alex “¿Alejandro, por qué la tuya es tan grande?” él bromeando se la sacudió más, me imagino para tenerla incluso aún más grande y se giró para enseñármela. En aquel momento con toda mi inocencia, me quedé fijo, observando aquel nepe que nunca antes había visto y el cual aún a día de hoy recuerdo. Era gorda, carnosa, sin circuncisión, morena, como la de las estatuas esculpidas pero 5 veces más grande, es decir, a mis ojos se veía perfecta, el caso es que  desde aquel momento me gusta sobre todo ese tipo de pollas, no se si tendrá algo que ver con ese día en mi niñez, pero sinceramente me ha dejado marcado.

Tras todos estos años he tenido algunas cosillas las cuales podemos considerar elementos relacionados con este tema, pero no tienen mayor trascendencia, excepto el día que ví la polla que me enamoró.

Lo dicho, era quinceañero, vamos estaba en plena pubertad con las hormonas a tope, aún no había reconsiderado este tema, simplemente veía porno y de vez en cuando admiraba los nepes de los actores, incluso más que la propia actriz. El caso es que me encontraba en la clase de gimnasia, ya terminada, cada uno se estaba cambiando, y habían dos grupos: los que se duchaban y los que simplemente se pasaban una toalla mojada por las zonas con más sudor y se cambiaban, adivinen en qué grupo estaba yo. Pues evidentemente un adolescente con complejos, el cual en ocasiones quizás si ve alguna cosa que le gusta, sufre una erección involuntaria, no iba a exponerse delante de todos en las duchas jajjaja.

H - Me encontraba hablando con el profesor tras la clase, por un problema que había tenido. Por lo tanto, llegué tarde al vestuario, justo cuando los del grupo de toalla y para clase se habían ido y los de las duchas aún seguían en su cometido, tranquilamente me desvestí, me sequé el sudor y comencé a ponerme el uniforme, cuando de pronto sale de las duchas mi amigo Pablo, el cual era también amigo de Gonzalo y con el que habíamos compartido algunas cosas en la casa de Gonza (si quereís relato decir en los coments, pajas entre niñatos).

Pablo - Heyy Manu! ¿qué tal?

Manuel - Pues nada tío que le estaba comentando una cosa al profe y he llegado tarde.

Pablo - Bueno, ¿qué te ha dicho? (bajando la toalla de su bajo vientre para poder secarse bien todo el cuerpo)

Yo con todas mis fuerzas intentaba mirarle a los ojos, y él como si estuviera intentando que yo le mirara la polla, la dejaba delante mía y no paraba de moverla, incluso parecía que comenzaba a crecer poco a poco, aunque de reojo no podía observar con esplendor aquella  maravilla.

Manuel - Puess (con la voz entrecortada) nada que para mejorar mi puntuación en comba tengo que practicar más en casa porque aquí hago mucho el burro jajajaj.

Pablo - Yo practico en casa con tutoriales de YouTube, si quieres te enseño el canal. (de repente saca el móvil de su macuto y se acerca a mi desnudo para enseñarme el canal que veía).

De pronto me había puesto rojo y me iba el corazón a mil.

Pablo - Manu estás bien? Te noto un poco tenso bro jajaja.

Manuel - No es nada jejeje (muy nervioso por tener cerca la polla y al chico que más me atraía de la clase).

Pablo - No te pongas nervioso, que pasa ¿nunca me la habías visto? Si se que me miras de reojo cuando te cambias y yo estoy en las duchas. Venga tío a mi también me gustan los tíos, aunque estos son mis compas de clase y del fútbol y no es plan.

Manuel - ¿En serio, estás de coña tío, por qué no me habías dicho nada? Estoy como un gilipollas súper nervioso cada vez que te veo y me dejas así, cuando también te gustan los tíos.

Pablo - A ver se que parezco hetero, por los líos que tengo con Ainoa pero todo eso es un rollo, aunque de vez en cuando me pone bastante cuando me la chupa. Y no te había dicho nada porque no sabía cómo ibas a reaccionar y hoy decido probar jajaja.

Manuel - Ya te la han chupado tío?

Pablo - A ver, si chupar es darle un beso a mi capullo, pues sí.

Manuel - Eres tonto? Pues claro que eso no es chupártela jajajja.

Pablo - Pues vaya M, yo que me había hecho ilusiones. (bromeando conmigo)

La situación se fue calmando y como no teníamos mucho tiempo, decidimos quedar en mi casa por la tarde.

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