Como curar una cruda 1ra parte

Como empezar un relato de algo que sucedió hace más de 20 años y que mantuvimos en secreto desde niños.

LA SITUACION

Cabe mencionar antes de iniciar que este relato será contado por los dos involucrados, cada uno desde su punto de vista.

Relatado por Viviana.

Como empezar un relato de algo que sucedió hace más de 20 años y que mantuvimos en secreto desde niños, él llego a la familia contando con apenas 6 años de edad, recuerdo su cara de miedo al entrar a la reunión familiar, era de esperarse todos éramos desconocidos para él, pero a mí por alguna extraña razón mi corazón latió de gusto, ¡era mi nuevo primo!,  cuando nuestras miradas se encontraron fue lindo, le sonreí y él me devolvió la sonrisa, ¡era maravilloso!, tendría alguien más con quien jugar, lo que nunca nos imaginamos fue lo que pasaría después.

Pasaron los años y con ellos lo inevitable de nuestro crecimiento, nos hicimos los mejores amigos,  a su lado me sentía tan bien y podía ser siempre yo, nuestras travesuras era desaparecernos de la vista de toda la familia para irnos a fumar, en realidad no recuerdo mucho de  las platicas que teníamos, porque la mayoría del tiempo compartíamos silencios deliciosos, no era necesario decirnos nada, nuestras miradas lo hacían en vez de  nuestra voz, claro que la familia nos satanizaba siempre que nos desaparecíamos, hasta que llego el punto en que nos prohibían estar juntos y solos,  argumentaban las matriarcas que era porque Santiago no era hijo de mi tío y que él estaba enamorado de mi, claro que si le dices eso a una adolecente de 14 años y por demás rebelde solo conseguirás que te insulte y que te mande directo al diablo, lo cual hice yo, ya que en ese momento de mi vida no  lo  veía completamente de ese modo, ¡claro que si  lo amaba!, pero  para mí Santiago era mi primo y eso  no  cambiaria nunca, con el paso del tiempo dejamos de vernos, cada uno  tomo caminos separados y claro que la familia se encargo de que no  nos encontráramos en las reuniones pequeñas, solo en las  grandes como  los quince años de las primas, los bautizos, navidad y año nuevo, pero aún en estas festividades no llegábamos a coincidir del todo, además de que siempre estábamos vigilados, y llego un  punto en que  dejamos de vernos casi 7años, en los cuales ambos preguntábamos por el otro pero sin  resultados, hasta que un día en el cumpleaños de  nuestro nuevo sobrino, mi tío (el papá de Santiago), se acerco a mi mesa y después de saludarme, me pidió mi número de celular, claro que jamás me imagine que era para mi querido Santiago.

-Viviana, que gusto verte, oye me  pidió Santiago que si me das tu número de celular, quiere hablar contigo-

Esas palabras fueron como una descarga a m i corazón, ¡después de tantos años volvería a hablar con él y a verlo!

-¡pero por supuesto tío!, y ¿cómo esta él? Tiene mucho tiempo que no lo veo-

-bien hija, mucha gracias, pues le daré el número para que te marque-

-si, tío, muchas gracias-

Pase casi toda la fiesta en un estado casi de ansiedad y de nerviosismo, casi quería mandar a mi tío a su casa para que le diera mi número y me marcara, pero la bendita llamada no llego sino hasta  el  tercer día, claro que mis nervios ya estaban más que destrozados porque no llamaba, ya era tarde y sonó mi celular no reconocí el número y estuve a punto de  no contestar pero  la curiosidad fue mayor y conteste, del otro lado de la línea escuche un hermoso –Hola primata, ¿Cómo estás?-, me quede un segundo sin aire ¡era él!, mis nervios estallaron en un grito de absoluto gusto, -¡hola primate, ¿Cómo estás?, ¿Qué milagro que me llamas?- mi corazón latía desbocado dentro de mi pecho, era una combinación de felicidad, alivio, emoción, y  si lo confieso ahora, amor, quedamos de vernos pronto, y nos pasamos los correos para mantener mejor la comunicación, poco después le pedí me acompañara al centro de la ciudad a buscar unas cosas y así aprovechar para vernos, cuando lo ví me abalance a su cuello y lo abrace lo más fuerte que pude, creo que casi lo ahogo, pero era demasiada la emoción de verlo que no  lo pude evitar, platicamos largo de lo que había sido nuestra vida en los últimos años, era súper feliz por fin volvía a tenerlo solo para mí como antes, nos vimos más seguido, y cada vez que lo veía mi corazón latía como loco, yo el principio lo atribuía a que  era la felicidad de tener de nuevo a “mi primate” a mi lado, pero casi  hoy puedo decir que era porque por fin tenia al amor de mi infancia a mi lado, ambos nos habíamos casado, él tenía un hijo y  yo aún no, creo que en ese momento era feliz al lado de mi ahora ex esposo, y Santiago así lo creía también, pero cada vez que nos veíamos, nos tomábamos de la mano, nos abrazábamos, comencé a escribir sobre nosotros, y le enviaba lo que escribía, él  me decía que le gustaban, ¡era tan feliz!, y en algunas ocasiones podía ver en sus ojos amor, me veía de un modo tan lindo pero claro que nunca lo aceptaría, es demasiado cuidadoso y tiende a negar lo que en realidad siente aunque sus ojos gritaban otra cosa.

Chateábamos casi todos los días y cuando no lo  hacíamos, yo me sentía triste lo extrañaba, entonces de nuevo se desapareció de mi vida, intentaba llamarlo pero no contestaba, mandaba mails, y tampoco los respondía, eso a mí me ponía de verdad mal, no entendía porque de nuevo se había alejado de mi, llore mucho su ausencia de nuevo, sentía un gran vació sin él, paso de nuevo casi un año sin verlo, hasta que un día nos volvimos a hablar y me  da la noticia que ya tenía novia, es de esperarse que sentí celos, sí yo sentí celos cuando normalmente no soy celosa, y de hecho ya vivía con ella, para este punto yo tenía muchos problemas en mi matrimonio y lo estaba pasando muy mal, pero  él estuvo siempre al pendiente de mí, me escuchaba, llore con él por la separación, entonces decidí que era tiempo de en verdad separarme de mi esposo, me había sido infiel y yo ya no podía estar a su lado, me mude  a mi casa y Santiago me iba a visitar, me abrazaba dándome  ánimos, pero  esos abrazos me decían mucho más de lo que  a él le hubiera gustado, un día me fui de fiesta con unos amigos y la verdad tome demasiado,, le llame para qué fuera por mí, pero ya estaba en su casa y se había tomado unas pastillas para poder dormir, por lo cual no pudo ir por mi pero me prometió que al día siguiente estaría en mi casa, al día siguiente yo tenía una cruda espantosa, llego por la tarde y yo  no aguantaba la cabeza y claro la desvelada, obviamente se rió mucho de mi lamentable estado post fiesta, nos acostamos en mi cama y me abrazo.

-duérmete, estas cansada y un poco crudita creo, jajajajaja-

  • no lo vuelvo a hacer te lo prometo, me duele mi cabecita-

Entonces me abrazo , me sentí tan segura en sus brazos que  en verdad quise dormir pero no podía, estaba hecha un manojo de nervios, ¡él estaba acostado abrazándome y en mi cama!!!, entonces mi cerebro se imagino un beso, levante mi cara hasta casi rozar su mejilla y lo apreté a mí, entonces él se giro y me miro,  sus ojos me gritaban ¡te amo!, y me beso, fue un beso lento y delicioso, podía sentir su respiración agitada y su corazón latir tan rápido como el mío, desconecte el cerebro y solo deje que mi cuerpo y mi corazón dominaran, me acarició toda completa, cada vez que sus manos me tocaban mandaba descargas eléctricas a mi entrepierna, mis manos tomaron vida propia y también lo acaricie, en un momento la ropa nos estorbo y nos deshicimos de ella, me beso cada parte de mi anatomía, mi cuerpo era un completo receptor de caricias, y besos entonces beso mis pechos de un modo que me hizo gemir de placer, bajo por mi abdomen hasta mi intimidad, abrí los ojos de sorpresa, sentir su boca besando esa parte tan sensible de mi cuerpo, me hizo arquearme de placer y soltar un gemido alto, le pedí que no parara, era demasiado delicioso, podía  ver tantas estrella que pensé que explotaría de placer, sentí su lengua recorrerme, y se detuvo en la parte más sensible, jugo son su legua sobre mi clítoris, el placer era tan grande, y además era algo tan deseado, entonces saque un condón de el cajones de mi cómoda y  se lo di, se lo puso a toda prisa y  entonces abrí más las piernas para recibirlo, la primera embestida fue casi como llegar al cielo, podía sentir su miembro duro, erecto dentro de mí, entrando y saliendo, mandando descargas de inmenso placer a todo mi cuerpo, mi cerebro parecía estar en  el limbo, solo podía sentirlo, sentía su respiración agitada sus besos en mi boca y  mis gemidos llenando mi habitación, comencé a mover más rápido mi cadera, entonces el orgasmo me golpeo con tanta fuerza que casi grite, me mordí mi labio inferior y deje que la sensación me invadiera completa, creo que él se dio cuenta y acelero el ritmo de las embestidas hasta que lo escuche gemir, entonces moví más mi cadera, quería que él también sintiera ese delicioso orgasmo que yo había tenido, su gemido fue más ronco y más fuerte, entonces lo sentí tensarse y exploto dentro de mí, me volvió a besar con desesperación, con pasión, con lujuria y con tanto amor que casi me hizo llorar, entonces en ese momento fuimos uno solo, ese instante fue la recompensa a la espera de tantos años, fue la unión de dos seres que  siempre quisieron separar, me aferre a su cuerpo no quería dejarlo ir, deseaba que se quedara conmigo, me volvió a besar,  y se dejo caer a mi lado, tratamos de regular nuestras respiraciones y en un  acto de absoluto amor me abrazo muy fuerte y no me soltó, no dijimos nada solo nos abrazamos, después me reí, ¡era totalmente feliz! Santiago me miro y me sonrió también.

-¿de qué te ríes?

-de que si  el cuerpo de matriarcas nos vieran…. Creo que se morirían-

-jajajajajajaja, sí, creo que ahora si podemos decirles que en efecto, hicimos todo lo que ellos siempre pensaron que hacíamos cuando éramos más chicos, jajajajajaja-

-sí, ¿te imaginas?, jajajajajaja, creo que ahora si le daría el  ataque a mi abuela, jajajajaja-

Entonces se puso serio y me miro a los ojos.

-en todo caso, no me importa tener que enfrentarme a toda la familia por ti, no me importa lo que digan, después de todo  no compartimos lazos de sangre, y creo que tenemos ya la suficiente edad para manejar esta…-

Se quedo  pensando como describir lo que acababa de pasar, entonces se sonreí

-no le pongamos nombre, es mejor así, solo llamémosle…. La situación.-

-me gusta, si  tienes razón-

Me volvió  a besar, fue la primera de muchas noches que se quedo en mi cama, claro que esa noche  hicimos el amor muchas veces más, y cada vez fue más deliciosa que la anterior, por un tiempo él se iba a su casa y yo me quedaba en la mía, aguantándome las ganas de decirle que no se fuera, que la dejara pero  era demasiado egoísta de mi parte, además de que me sentía culpable de que  ahora yo me había convertido en la amante y eso era lo que había llevado a la ruina mi matrimonio, pero me di cuenta de que en realidad era el resultado de lo inevitable, Santiago y yo estábamos destinados a estar juntos desde  niños, claro que ahora él ya vive conmigo, dejo a su novia y se mudo  conmigo, ahora vivimos felices, me siento completa y creo que él también, lo veo con tanta paz en su rostro y en su mirada ya no hay tristeza, solo amor y felicidad, ahora solo nos queda avisarle a la familia que vivimos juntos, sabemos que nos espera una gran batalla, pero al final del día no nos importa, somos felices y estamos completos en esta situación.