Como cuento de hadas 4

En ese momento ese solo roce, hizo que la piel de las dos se erizara, pero fue interrumpido por el vergonzoso momento en el que Fernanda no pudo sostener el peso de las dos

Emmm...primero que todo...lo siento...ya saben por tardarme tanto...xD pero en serio estaba en examenes finales...la buena noticia es que me tarde menos que el capitulo anterior...ok ok...no me vayan a asesinar ok fue mi culpa..jajaja...bueno no...la verdad es culpa de paoxD ella ¬¬ me distrae saben...matenla a ella :D son bromas preciosa, te amo mi vida, cuidense amigos y aca les dejo la conti...:P

CAPITULO 4

Chica desconocida: pues emmm…Mi nombre…mi nombre…es…Shirly…

Fer: mu…mucho gusto Shirly…mi nombre es...

Shirly: Fernanda si lo sé…

Fer: ¿disculpa te ayudo a levantarte? Perdóname, en serio, a veces soy tan torpe-le extiende su mano- Lo siento pero que lindas manos tienes son tan… suaves.

En ese momento ese solo roce, hizo que la piel de las dos se erizara, pero fue interrumpido por el vergonzoso momento en el que Fernanda no pudo sostener el peso de las dos, y en un descuido volvió a caer encima de Shirly, dejándola casi sin aire no solo por el impacto.

Shirly:gra….cias…¡diablos!, no es que me moleste, pero, ¿podrías dejar de caerme encima? Jajaja

Y otra vez en el mismo lugar, Fernanda sorprendida se veía entre sus manos, y más sonrojada que la primera vez se levanto, y trato de ayudar a la chica, pero por obvias razones Shirly se negó, y se puso de pie con dificultad.

Fer:yo…lo siento..Discúlpame…enserio déjame recompensártelo…te invito a un helado.

Shirly: no, no te preocupes.

Fer: insisto, claro a menos que no quieras, que lo entende…

Shirly: a…acepto, pero, si no te vuelves a caer encima mío, jaja, eres peque pero pesas mucho.

Fer:jaja.. entonces, nos vemos en este lugar después de clases, ¿sip?

Shirly: vale, nos vemos entonces.

Y asi cada una se fue para su clase, y el día transcurrió normal para las dos, con mucho nerviosismo aun Fernanda se preguntaba que había sido todo eso, y por qué había invitado a Shirly a un helado, no sabía nada de ella, era una total desconocida, pero, definitivamente, en sus ojos, veía algo mas, algo mas que había que descubrir, que estaba escondido dentro de esos ojos, esa bondad con la que la miraron, fue especial para Fernanda, de alguna manera le gustaba como la miraba, como si solo ella existiera, aunque fueron menos de cinco minutos eso sintió, muy dentro de su corazón.

Por otro lado una Antonia, muy enojada paseaba en el jardín de la entrada de su mansión, cuando en ese momento, alguien le tapo los ojos con sus manos.

Antonia: ¿Quién eres?, no eres un violador, porque no creo que un violador tenga unas manos tan delicadas y bien hidratadas como las tuyas asi que, deja de jugar Fernanda.

Olivia: pues no soy la idiota de tu amiga-decia con enojo- ¿me ves acaso los cuatro ojos, y esos jeans de niño inmaduro?

Antonia: suficiente-grito con furia- Olivia vete de mi casa, tu y yo ya no tenemos nada, ¡NADA!

Olivia: ok, se ve que nadie para ti es suficiente, solo la fea de tu amiga, pero bien, soy modelo no tengo por qué soportar tus desplantes, bye.

Y asi Antonia, se quedo estupefacta, de cómo le había hablado Olivia, definitivamente este no era su día, así que se sentó en el jardín, y respiro profundo con los ojos cerrados, y sintió como unas manos de mujer otra vez le tapaban la cara, a lo cual las quito con enojo, pensando que eran de Olivia.

Amber: ¡tranquila Antonia lo siento!-decía Amber asustada por la reacción de Antonia-no crei que te asustaras así, lo siento.

Antonia: no, discúlpame tu a mi bonita, pensaba que era Olivia, ¿te hice daño?

Amber: solo me rompiste una uña, y ¿por qué pensabas que era ella?

Antonia: Porque  hace un momento me tapo los ojos igual que tu, espera, espera..¿se te quebró una uña por mi culpa? Déjame ver.

Amber: mmm y ¿eso te molesto? Es decir, te veo molesta ¿Tiene que ver más con Fer que con Olivia, no? –dándole la mano a Antonia- auch

Antonia: tienes razón-suspiro con amargura- es mas por Fer, oye eres modelo y te quebré una uña y me dices que no pasa nada, eres única, ven vamos te la curare.

Amber: no exageres, estoy bien, auch.

Anto: tu dedo sangra asi que si es para tanto, se puede infectar, vamos a mi casa.

Amber siguió a Antonia por una vereda, muy hermosa llena de flores de todos los colores, llena de arbustos de todo tipo, se veía como de ensueño, llegaron a la mansión por la parte de atrás, donde entraban las personas de servicio, Antonia saludo a todos los que se cruzaban por su camino desde el chef de la mansión, hasta la señora de la limpieza, se veía que cada uno de ellos le tenia un cariño especial a Antonia, Amber, jamás creyó de ese modo a Antonia, siguió con su camino y veía de reojo a Amber, hasta que llegaron a unas escaleras amplias al centro de la casa, las cuales subieron y llevaron a muchos pasillos todos ellos ambientados al siglo 18, con muchas habitaciones, entraron a una, era la habitación de Antonia, era amplia, pintada de muchos colores, con un televisor y muchísimas consolas de videojuegos, una cama grande con sabanas de seda negras, un escritorio, dos grandes libreros, con libros de todos los tipos, desde política hasta arte, en varios idiomas, y una mesa de dibujo

Antonia:mmm.. déjame ver dónde está el botiquín de primeros auxilios.

Amber: ¿tú dibujas?

Antonia: si, por lo menos tarto de hacerlo jajaja.

Amber: esos dibujos que están sobre tu mesa, ¿tú los hiciste?

Antonia: si nena, ¿Por qué?

Amber: son hermosos, ¿me podrías enseñar?

Antonia: y ¿para qué querrías aprender a dibujar?

Amber: no lo se, me encantaría aprender, quisiera diseñar ropa, pero me cuesta un poco dibujar.

Antonia: encontré el botiquín, claro que te podría enseñar.

Amber: ¿qué haces?¿qué es eso?

Antonia: hermosa es solo un poco de algodón y alcohol, para limpiarte la herida, y una curita.

Amber: ¿por que no solo me pones la curita?

Antonia: no te dolerá, lo prometo, es más te apuesto a que no te dolerá.

Amber: ¿Qué apuestas? mmm… dame un beso si es que me duele.

Antonia: está bien, te lo daré, pero tienes que cerrar los ojos.

Amber: ok

Amber cerró los ojos sin saber, que Antonia ya tenía el algodón lleno de alcohol solo para aplicarlo encima de la herida, y lo paso tan rápido en el dedo de Amber, que esta, apenas y sintió un leve contacto con algo, y seguido de esto le puso la curita en el dedo lo más rápido que pudo.

Antonia: ábrelos.

Amber:¿ y mi beso?-aun con los ojos cerrados-¿Qué paso?

Antonia: abre los ojos bonita.

Amber: no puedo creerlo, como me la pusiste que no sentí nada-con cara triste- perdí la apuesta, y el beso.

Antonia: jajaja, te daré el beso de todas maneras-agarrando su mano- pero en la herida, para que te sane más rápido- y le dio un beso en el dedo de Amber- ya esta!

Amber: gracias – con una sonrisa en la cara- seguramente ya se curó, sabes, yo te imaginaba , diferente.

Antonia: ¿diferente?¿en qué sentido bonita?

Amber: no lo sé, mas niña rica, menos humana, más fría, menos…dulce.

Antonia: pues hay mucho que no sabes de mi.

Amber: bueno entonces cuéntame de ti.

Antonia: pues… soy una chica normal, me gusta la pintura, el dibujo, cantar, soñar, creo en un futuro mejor, me encantan las rosas rojas, quería ser diseñadora grafica, pero me encanto la publicidad, me enamore totalmente de esa carrera, espero estudiar eso, poner una agencia de publicidad, encontrar a una mujer que me ponga en orden, tanto mi vida como mis pensamientos, una mujer que me haga verla cada dia, como la mujer de mis sueños, y cada dia, llevarle el desayuno a la cama con una flor, soy el tipo de persona que cree en el romance en lo dulce, y lo puro, pero normalmente lo busco donde se que nunca lo encontrare, en la belleza de una mujer, cuando lo debería de buscar en el corazón.

Amber: ¿y qué paso con Olivia?

Antonia: es otra niña rica, que cree que por ser bonita, todos deberíamos de caer a sus pies.

Amber: ¿ y con Fer?

Antonia: ella es la única mujer capaz de lastimarme con una sola palabra, es la única mujer que conoce y que conocerá mis secretos de inicio a fin, la única que ha visto el amanecer desde este cuarto, la única que sabe, que es lo que soy.

Amber: ¿y por qué estas molesta?

Antonia: porque ella quiere toda mi atención para ella, cuando solo somos amigas, y no entiendo su actitud, creo que esta celosa de ti.

Amber: ¿y por qué de mi?

Antonia: cree que algo pasa entre las dos, o sea tu y yo.

Amber: ¿y por que piensa eso?

Antonia: por que cree que te veo diferente.

Amber: ¿es cierto eso?

Antonia: si pero, Amber, no te quiero lastimar, creo que todo lo que dice Fernanda en cierta medida tiene la razón, y no quiero que tengas el mismo fin que han teniado varias mujeres, llegan a mi, tenemos una relación, y yo les monto el cuerno, o las dejo, asi de tonta soy para las relaciones.

Amber: comprendo, creo que me tengo que ir sabes.

En ese momento, en la escuela, estaba una Fernanda dando vueltas sobre el mismo lugar una y otra vez, susurrando palabras inaudibles.

Fer: ya debería de estar acá, ¿qué pasa? Soy una idiota, no llegara, soy una chica fea, y las feas nadie las quiere.

Shirly: no eres fea, lo siento, me retrase porque un profesor quería que le ayudara llevando unos papeles a su auto, pero ya estoy aquí, ¿nos vamos?

Fer: ok vamos.

El camino de la escuela al carrito de helados, fue totalmente un poema, ninguna de las dos decía nada, de hecho la imagen era tan divertida, por que las dos estaban totalmente nerviosas, se miraban de reojo, y más de alguna vez coincidían sus miradas, y reían, hasta que llegaron al carrito.

Señor de los helados: Buenos días Shirly, ¿lo de siempre?

Shirly: Buenas tardes Don Martin, si lo de siempre por favor, para las dos.

Don Martin: ten entonces, dos helados de vainilla, disfrútenlos chicas.

Shirly: Gracias Don Martin.

Fernanda: ¿cómo sabes que me gusta el helado de vainilla?

Shirly: corazonada.

Fernanda: si claro, y ¿qué otras corazonadas tienes?

Shirly: que… estas enamorada de Antonia.

Fer:………

Shirly: lo siento, no debí de decir eso.

Fer: el tacto no es lo tuyo cierto, wow, jamás me habían dicho algo asi, tan directo.

Shirly: lo siento, discúlpame, si la verdad es que casi no tengo tacto para decir las cosas, ¿me perdonas?

Fer: no te preocupes, aunque si tienes razón, siento algo por Antonia, me puedes decir por uqe todo el mundo se da cuenta, menos Antonia.

Shirly: fácil, porque es una distraída, una tonta niña mimada, modelito, que no sabe lo que tiene en frente, aunque le pegara y le rompiera su carita perfecta.

Fer: si creo que tienes razón –con mirada triste- así es Antonia.

Shirly: oye, no te pongas así, ella no sabe lo que tiene, pero seguramente habran mas que si lo sepan, ya vendrá alguien que te ponga una sonrisa en tu cara, linda.

Fer: gracias, y ¿por qué nunca te había visto en la escuela?

Shirly: bueno pues primero porque soy nueva, segundo por que toco en un grado inferior al tuyo, asi que no tendrías porque notarme.

Fer: pero tú ya sabias mi nombre, y sabes que sabor de helado me gusta, como es que sabes todo eso.

Shirly: suerte, solo eso.

Fer: tú no hablas mucho ¿cierto?

Shirly: jajaja no, casi no.

Fer: cuéntame de ti.

Shirly: vale, pero vamos a sentarnos en el parque, en esa banca, ¿te parece?

Fer: ok vamos.

Caminaron hacia la otra acera, donde se encontraba un parque hermoso, con una banca, estaba debajo de un árbol, se sentaron, y se quedaron calladas u rato observando la belleza del paruqe, niños pequeños jugando, junto con sus padres, parejas que paseaban alrededor del parque co una sonrisa en sus caras, personas mayores que se sentaban en las bancas a darle de comer a las palomas, o simplemente, personas solitarias que paseaban a sus perros a la luz de la tarde.

Shirly: mm…mi nombre completo es Shirly Welch, no soy de acá, soy originaria de un pueblo muy bonito a las afueras de la ciudad, me gustaría ser una buena doctora, me gusta ayudar a la gente, odio la hipocresía, o la frialdad de las niñas bonitas hijas de mami y papi, como Antonia, soy una persona simple, que le gustan las cosas simples, y no se que mas quisieras que te diga..

Fer: mmm… ¿por qué aceptaste mi invitación?

Shirly: porque eres diferente, además no te ves hija de mami y papi, te ves sencilla, y así me gustan las personas, no se creo que me agradas.

Fer: y tu a mí, gracias por no tratarme como la torpe, y fea que soy.

Shirly: nena tú no eres torpe deja de decir eso, tú vales más de lo que crees, solo porque Antonia no vea lo que tiene en frente no significa que no seas una gran persona, y no eres fea, de hecho emmm… eres… bonita.

Fer: gracias, ¿de verdad crees que soy bonita?

Shirly: mmm… si un poquitín- sonrojada- pero solo un poquitín.

Fer: jajaja ok.

Shirly: mmm… creo que ya es tarde, lo mejor será que nos vayamos a nuestras casas.

Fer: si tienes razón, me llevas a mi casa ¿porfa?

Shirly: está bien, vamos.

Estaban a unas cuatro cuadras de la casa de Fer, cuando de pronto de un callejón muy oscuro salieron dos hombres grandes, con mal aspecto uno con una navaja que miraban a Fer y a Shirly de pies  a cabeza casi violándolas con las miradas.

Hombre: Hola muñequitas ¿Qué hacen dos chicas tan buenas y solitas?

Shirly: alejate de nosotras.

Hombre con navaja: bueno chicas, ¿Cómo lo quieren por las buenas o por las malas?

De repente los dos sujetos forcejeaban con las dos jovencitas, queriéndolas besar con sus malolientes bocas que emanaban olor a alcohol y tabaco, haciendo que instintivamente Fernanda gritara pidiendo ayuda, mientras que Shirly, logro quitarse de encima al otro sujeto, pero el sujeto que tenia la navaja al ver que su compañero no pudo con la chica, instintivamente hirió a Fernanda con la navaja.

Shirly: ¡Nooooooo!¡Fernandaaaaa!