Como convertí a Andrea en mi esclava (3)

Que gran sorpresa, decidió aceptar mi ofrecimiento y convertirse en mi puta personal.

A las diez de la mañana ella toco la puerta y al abrir la puerta la sorpresa fue mundial, Andrea estaba desnuda frente a mí y me dijo:

Amo acá esta tu puta, soy solo tuya y estoy para complacerte en lo que se te ofrezca, ¿Qué necesitas amo?

Yo tarde un par de segundos en recibir toda esa información en mi cerebro, por un momento solo pude hacerle el gesto de que entrara y después le dije:

Veo que elegiste lo correcto, quiero que vengas y le des un buen saludo a mi amigo – mientras dejaba mi miembro al descubierto.

Claro amo, como ordenes, soy tu puta y me encanta hacerte esto.

Comenzó a lamerla como si fuera cualquier cono, hasta me lambía las pelotas, estaba en el cielo, después se la metió en la boca y comenzó a chuparla con fuerza, al cabo de unos minutos termine en su boca, ella no se retiro y se trago todo si semen, no podía creer que la tuviera así, era un sueño hecho realidad tener a una puta a mi disposición, era fabulosa.

¿Tu madre que ha dicho de las clases?

Que si estoy aprendiendo algo amo, que no piensa pagarme por algo que no aproveche.

De ahora en adelante le dirás a tu madre que solo tenemos clases una sola vez a la semana, que ya estas nivelada, pero te seguirás viendo conmigo todos los días, ¿hay algún problema con eso?

No amo, ella me deja sola todas las mañanas, solo se entera de lo que yo le cuento.

Bien, ¿Cuándo tienes el periodo?

La semana que viene debe llegarme amo.

Tan pronto te llegue me tienes que avisar ¿entendido?

Si amo, como ordenes.

Ahora ven acá y dale una buena mamada hasta que recobre fuerzas.

Si amo.

Ella se acerco y comenzó a mamar mi órgano flácido, con el paso del tiempo comenzó recobrar fuerza y a ponerse duro. Me senté en una silla.

Ahora como premio por lo bien que te has portado, quiero que te coloques encima mío, así controlaras la penetración, no sentirás tanto dolor y podrás disfrutar más.

Andrea se acerco, dudo unos instantes.

¿Me va doler igual que ayer Amo?

No, pero si vas a sentirte un poco incomoda, después que lo hagamos un par de veces ya solo sentirás placer, anda acércate.

Ella se coloco encima mío y poco a poco fue introduciendo mi pene, daba pequeños gritos de dolor, al fin logro que entrara toda, se quedo quieta, yo la cogí de la cintura y la levante levemente y la volví a sentar, apenas uno o dos centímetros, ella se quejo una vez más, repetí la operación un par de veces, hasta que esos quejidos de dolor se transformaron en quejidos de placer.

Andrea se movía como loca, se levantaba y se sentaba, me lo sacaba casi todo y se lo volvía a introducir, después comenzó a apretarme con fuerza y acelerar el ritmo hasta que tuvo su orgasmo, yo la levante y la acosté sobre el tapete, se la metí y comencé con ese fabulosos mete y saca, ella comenzó a quejarse, creo que debió dolerle un poco por el hecho que ya no tenia ganas, pero al rato estaba gritando de placer, al cabo de unos minutos ella llego y casi inmediatamente llegue yo.

Salí a la droguería y compre una de esas pastas del día después, para que no quedara embarazada, se la hice tomar y le pedí que se tomara una por la mañana y por la noche de cada día, cuando tuvo su periodo le hice aplicar una inyección para que no quedara embarazada.

Ya llevaba una semana con mi nueva esclava, demostraba bastante sumisión, pero muchas pruebas faltaban para convertirla realmente en una gran puta sumisa, esto hasta ahora empezaba.

Decidí que era de quitarle la virginidad por el único lado que le quedaba, su hermoso, prieto y apretadito culito, pero decidí que lo iba a hacer sin que se lo esperara para poder ver hasta donde llegaba su sumisión.

Al entrar a mi cuarto, desnuda como era costumbre me dio su saludo normal:

Amo acá esta tu puta, soy solo tuya y estoy para complacerte en lo que se te ofrezca, ¿Qué necesitas amo?

Perra por este par de horas que vas a estar conmigo te queda prohibido hacer algún ruido con la boca, solo te permito que me respondas si te pregunto salvo eso deberas quedarte en silencio, ¿entendido?

Si amo.

Ven acércate.

Le ate las manos a la espalda, me baje los pantalones dejando afuera a mi miembro y ella sin que se lo ordenara comenzó a darme una gran mamada, yo comencé a empujarla con más fuerza, coloque mis manos en su cabeza y comencé a moverla, la retiraba y la acercaba a mi decisión, procuraba cada vez entrar más y más, hasta el punto que sentí que la tenia toda, estaba en su garganta, podía sentir como su garganta me oprimía y la veía como se hacia grandes esfuerzos por no retirarse.

Al cabo de unos 15 minutos llegue dentro de su boca, le ordene que no se retirara hasta que me la dejara limpia, así lo hizo primero se comió todo y después me la lambió como si fuera un delicioso chupete.

Ahora perra me la vas a mamar hasta que recobre toda su fuerza.

Ella apenas asintió con la cabeza y comenzó a lamérmela y a meterse ese pedazo de carne en su boca, duro como una media para poder ponérmela otra vez tiesa, verla de rodillas en el piso con las manos atadas y chupándomela con tanta dedicación era un espectáculo fabulosos, aun viéndola hay me costaba creer que era cierto.

La hice girarse dejándola en cuatro patas, acerque un dedo a su rajita, la muy puta ya estaba mojada no mucho pero estaba mojada, comencé un mete y saca con un dedo por varios minutos hasta que sentí que estaba bien lubricada.

Le metí en esta posición mi pene de un solo golpe hasta el fondo, ella lanzo un gemido que inmediatamente callo mordiéndose los labios, se la saque y la volví a meter, repetí este procedimiento varias veces, le abría las nalgas para poder ver como la penetraba la vista era espectacular.

Cuando sentí que mi verga estaba lubricada con los fluidos de ella, la saque y en vez de metérsela como estaba haciendo, se la metí de un solo golpe en el culo, ella lanzo un grito de dolor, yo la agarre del cabello y la levante aun con mi verga en su culo mientras gritaba.

Te ordene que no hicieras ruido, ¿lo olvidaste perra?

.. – no contesto, lo único que hizo fue dejar de gritar, lo cual no le era muy fácil pero había que valorar el esfuerzo que hacia para no gritar.

Perra te he hecho una pregunta, te ordeno que me respondas.

Lo siento amo, no esperaba que hicieras eso y me estas causando demasiado dolor, no creo poder soportarlo – mientras hacia todo lo posible por no gritar.

¿No crees soportarlo?, por eso ya te mereces un castigo, pero si vuelvo a escucharte gritar tu castigo va a ser cada vez peor, ¿entendido?

Si amo, entendido, pero paaara duele muchísimo, haz cualquier otra cosa, te lo suplicooooo.

Acá el que da ordenes soy yo perra, ahora cállate y no me hagas enojar.

Comencé un mete y saca desenfrenado, se lo sacaba todo y volvía a metérselo hasta el fondo, el ruido que producía mis pelotas con su culo me animaba a hacerlo con más fuerza, de Andrea apenas se escuchaban unos quejidos entre su boca, por raro que pareciera cerro completamente su boca, lo cual no permitía que se oyera su sufrimiento.

Con un mano le jale el cabello y la hice levantase, coloque el codo del mismo brazo en su espalda y le jalaba la cabeza hacia atrás, mientras seguía con mis embestidas, al ver que no se quejaba comencé a pellizcar sus pezones con mi mano libre sin dejar de jalarle el cabello ni de penetrarla, pero seguía igual, cerraba su boca y apenas unos pequeños ruiditos de dolor se escuchaban, al ver ese esfuerzo decidí masturbarla por delante mientras la penetraba por detrás.

Le metí dos dedos por delante mientras seguía dándole como un poseído por detrás, al cabo de unos minutos se escuchaban unos pequeños suspiros de placer, yo llegue en todo su trasero dejándola llena de si semen.

Muy bien perra viste que si podías aguantar, ¿Cómo te sientes?

Me duele mucho, creo que me rompiste el culo amo.

Déjame ver – mientras le abría las nalgas y miraba su ojete – no todo esta bien, vas a ver como con el tiempo te va a gustar tanto como por delante, es igual que tu primera vez, te dolió pero ahora lo disfrutas o no perra.

Si amo ahora lo disfruto muchísimo.

Es hora de tu castigo, quiero que me lo lamas como lo hiciste hace un rato, no quiero que dejes nada en mi pene, aun cuando te sepa a mierda, es mierda de tu culo y no puedes dar signos de asco, ¿entendido puta?

Si … amo, como ordenes.

Hay donde te vea dar arcadas, tu castigo será diez veces peor, más te vale hacerlo bien.

Andrea se acerco y comenzó a lamerlo, no se si realmente lo disfrutaba lo cual lo dudo, pero coloco una cara de gata golosa que parecía que lo disfrutaba, así la deje por mas de media hora hasta que mi verga comenzó a ponerse dura de nuevo, no podía creer que lo hubiera hecho, esto era un gran hallazgo por que no solo podía tenerla como mi puta, si no sacarle jugo a mis más retorcidas fantasías.

Como recompensa por su sumisión la coloque boca arriba en el piso y me monte sobre ella, aun estaba amarrada lo cual le daba más morbo al sexo, comencé u mete y saca, ella alcanzo dos orgasmos mientras yo tenia el mío.

CONTINUARA … comentarios a mauro.relatos@gmail.com