Como conocí a Rosa, la diseñadora de interiores
El relato de como conoci a esa madura tan caliente en un bar, una relación que duraría más de dos años...
Saludos desde México y felicitaciones por esta excelente y cachonda pagina, hace tiempo la descubrí y ahora soy un asiduo lector!
Gracias a cada uno de los que mandan su relato, compartiendo así sus experiencias con los demás, me he animado a compartir esta historia que sucedió hace ya unos años, tengo 33 años, eso paso hace 13 años, es la historia real con una Mujer Madura muy caliente a quien conocí en una ciudad de Estados Unidos, su nombre es Rosa, hija de migrantes Mexicanos...
Todo comenzó una noche en la que acudí con un a una Barra (Bar) en una ciudad cerca de Los Ángeles, generalmente iba ahí un par de veces a la semana, acompañado de una amigo Zacatecano, generalmente solíamos tomarnos unos tragos en la barra, desde donde podíamos controlar el resto del bar y así poder "cazar" a la mujer que mas nos atrajera, modestamente he de decir que para "ligar" en ese lugar había que ser un buen bailador, a las mujeres y más a las maduras eso les encantada... resulto que ella estaba ahí cuando la vi casi al extremo opuesto donde nosotros, iba con un par de amigas, parece que también iban de "conquista", comente con mi amigo que me había atraído ella, con una hermosa sonrisa, unas ligeras marcas por la edad en la cara que la hacían aun mas seductora, iba con un vestido escotado discreto, y corto, desde mi posición pude ver sus piernas, tremendas piernas, voluptuosas y carnosas muy antojables, coincidimos las miradas y sonreímos... en ese momento di una palmada a mi amigo y le dije adiós.
Me acerque a su mesa, dando las buenas noches la invite a bailar, ella de primer momento note que vacilo un poco, en ese momento le calcule 45 años, (yo tenia 20), su pelo al hombro, un tanto ondulado, pintado de rubio, la hacia atrayente, con un aire misterioso y con mas incredulidad que gusto acepto, estirándome su mano, que muy tersa y tibia sentí un cosquilleo en el resto de mi cuerpo, un pequeño choque eléctrico; en ese momento supe que esa noche iba a ser mía, que iba a hacer realidad esa fantasía de Poseer a una Mujer Madura a mi edad!
He de decir que no me considero un tipo "guapo", por palabras de Rosa, que después me dijo "eres un tipo muy interesante, no guapo, pero tienes algo que atrae", supongo que por eso dudo al salir a bailar conmigo, una vez en la pista trate de hacer gala de mi mejor forma de bailar a lo que ella puso en evidencia, tan gentil como pude le di las gracias, diciéndole que era ella quien merecía el merito y no yo, acercándome mas a ella, percibiendo así la delicia de ese perfume que llevaba puesto y que tengo tan presente, era un aroma que te invitaba, incitaba, embrujaba (nunca he sabido el nombre), yo estaba fascinado con su presencia y con tenerla entre mis brazos, cada vez que podía iba siendo más audaz a la hora de rodearla con mi brazo por la cintura, ella se dejaba llevar, la pieza termino muy pronto, así que le pedí que se quedara conmigo, empezó una platica habitual de la presentación, de donde eres, que bien bailas, cada cuando vienes a bailar, con quien vienes...
La próxima canción fue de corte un poco mas relajado, aproveche para deslizar mi mano derecha por su cintura, y traerla tan cerca de mi como pude, a la vez que bailábamos nuestros cuerpos al compás de la música ella se dejaba llevar, la pegue más a mi cuerpo, ya sentía sus pechos pegados a mi cuerpo, los sentía más bien duros, apetecibles, trataba de sentir y disfrutar con cada milímetro de mi cuerpo el contacto que se iba incrementado con el de ella, llego el momento que al sentir mi cadera tan cerca de ella, fue separando un poco sus piernas para permitir que posicionara mi bulto que comenzaba a crecer entre ellas, ya no hablamos mucho, todo nuestra comunicación fueron esos pasos, ese estar frotándonos mutuamente, rozar su mejilla con la mía, eran prácticamente caricias y no un simple abrazo de una pareja que baila las que nos proporcionábamos, fundirnos en el compás que marcaba la música, disfrutando etéreamente ese contacto; termino la pieza e inicio la siguiente, al termino de ésta, encantado por su actitud la invite a mi mesa, ella pidió que fuéramos con sus amigas, y que invitara a mi amigo, que para ése momento ya se había enfrascado alegremente, con otra chica...
Me presento a sus amigas, solicitamos más tragos, brindamos, bromeábamos como si fuéramos viejos conocidos, estaba en la más que fascinado al estar departiendo con ese trío de maduras, que a decir verdad era ninguna de ella estaba de mal ver, de edad similar todas, muy francas y sabientes de su experiencia, brindábamos una y otra vez, el alcohol fue haciendo efecto y el ambiente poniéndose mas cachondo, con preguntas más directas y subidas de tono, volvimos a la pista me dijo que era divorciada, con dos hijos, diseñadora de interiores, las caricias fueron más audaces, incluso bese su mejilla y cuello, en ese momento como reflejo involuntario sentí como movió más su pelvis contra mi, sentí claramente su abdomen plano, con una ligera protuberancia, era su monte de Venus, una deliciosa mata de bellos en su vientre bajo; me dijo al oído "vamos afuera, necesito aire"...
Fuimos directos a su carro, una vez ahí al empezar la platica, también comenzaron las caricias, lleve mi mano hasta su pierna, su vestido corto, se hacia aún mas por estar sentada, lo tenia por encima de la mitad de sus piernas, los besos fueron siendo cada vez más apasionados, intensos, mis manos recorrían ya por completo su cuerpo, ella emitía pequeños gemidos, lamía mi cuello y lóbulo de la oreja, la pasión era mas fuerte, recorrí sus piernas, esos ricos muslos, deslice la pala de mi mano por debajo de su ajustado vestido, afortunado me sentí que llevaba un liguero, llegue hasta su entrepierna, tibia, mas que tibia, estaba ya muy caliente, jadeo un poco, también llevo su mano hasta mi bragueta del pantalón sintiendo mi bulto crecido que prácticamente luchaba por ser liberado, frote su rica concha, llevaba además una tanga, que solo alcanzaba a cubrir esa pequeña línea de bellos que dejaba sin afeitar, era de seda, estábamos tan excitados que no nos importo estar en ese estacionamiento, nos acariciábamos ya como un par de locos, jadeando, con el asiento del carro abatido, me puse encima de ella, en un momento de lucidez Rosa, que pidió que nos fuéramos de ahí, que salir del bar había sido para decidir si se acostaría conmigo, eso me encendió aun mas, estaba a punto de cocerme a esa rica señora madura, era un sueño hecho realidad y estaba a mi alcance...
Salimos del carro, y para fortuna, solo tuvimos que caminar unos cuantos paso, puesto que había un hotel contiguo a ese bar, pague y apresurados fuimos a la habitación asignada, iba toqueteándola, pegándome a su rico trasero, iba yo detrás de ella y pude ver sus posaderas, era un rico par de nalgas frondosas y que perecía mover aún más sabedora que la observaba... una vez dentro del cuarto las caricias fueron casi desesperadas recorría por completo su cuerpo mientras de pie nos besábamos intensamente, muy intensamente diría yo, estábamos ardiendo, en esa semioscuridad frente al espejo hice que se me diera la espalda quedando ella frente al espejo, me pegue a su trasero, que al sentir mi contacto empujo para atrás, y agitándolo un poco sintió mejor esa tremenda erección que tenia yo!, deslice mis manos por su cintura y me pegue completamente a ella, tratando de posicionar mi erecta verga en medio de sus ricas y apetecibles nalgas, le dije al oído "que ricas estas mamita", ella respondió, "que rico lo que tengo detrás papito", eso si cabe decir me encendió aun mas, baje su vestido sus pechos, solo cubiertos por el bra quedaron expuestas, lo deslice hasta que llego al suelo, mientras ella con sus manos puestas hacia atrás luchaba por abrir el cinturón y despojarme del pantalón, yo seguí acariciando ese suculento par de tetas y la libere del sujetador, toqueteando un erecto par de pezones, listo para ser lamidos, chupados...
La incline un poco al tocador y la despoje de su tanga, sacudiendo un poco ese trasero que iba a taladrar hasta sentir mi mazo de carne caliente y duro en medio de sus ricas nalgas, puesto que ya me había desecho de la ropa faltante...
Al sentir mi verga entre sus ricas masas, ella apoyada con sus brazos al tocador, inclinada hacia mi y yo viéndole a la cara en el espejo, pude disfrutar una de las escenas mas eróticas que recuerdo en mi vida.
Tome en mi mano mi tronco ardiendo y lo dirigí a su también ardiente concha, se la frote por sus labios hasta llegar a su entrada posterior, ella jadeaba, de mijo "métemela ya papito", trate de aguantar un poco más, haciendo que ella sintiera como le frotaba ese mástil que me iba yo a meter, entre mas lo hacia la intensidad y el deseo era mas avasallador si es que cabe decir, por fin fui deslizando mi virilidad en esas paredes vaginales inundadas con sus jugos, hasta estar completa en ella, ambos jadeábamos, empezó en mete y saca, lento primero, y fue incrementando la velocidad y la fuerza, vi su cara en el espejo, era un verdadero espectáculo, una visión esplendorosa, esa mujer incitaba al placer, a la lujuria, había momentos en los que ponía sus ojos en blanco señal inequívoca de lo que experimentaba, mis manos fuero hasta sus pechos colgantes, le masajeaba ese tremendo par de tetas, con el mete y saca se le movían se balanceaban, se las sacudí aún más eso le fascino, me pido más y más duro, mis arremetidas fueron mas fueres y duras, la taladraba hasta el fondo, mi vientre y mis huevos chocaban cada vez más violento con su portentoso trasero, me media "dale papito, dale duro", "dame verga", "métemela, que rica tienes esa dura verga papi", yo jadeaba, comencé a sudar, la tenia tomada de las caderas y la seguía bombeando, la visión era alucinadora, estaba en el cielo, disfrutaba cada arremetida, le sacaba mi pedazo de carne, solo para volver a metérsela con mas violencia, me pidió que le jalara el pelo, asentí y eso la llevo a tener un orgasmo, explotando en éxtasis y lujuria, mientras seguía diciéndome "cabrón, métela, acábame", "que verga tienes", "me encanta como me pones", a lo que yo le pedía "muévete zorra", "enséñame que te sabes mover", "enséñame lo puta que eres". Ella entre espasmos se sacudía y mientras se sacaba mi verga de tu concha rebosada de sus jugos!.
Jadeante me retire, entendiendo que parara para que retrazar mi venida, se volteo y me acaricio, me dijo "llévame a la cama, dame más!, una vez tendida en la cama al borde, levanto sus piernas y me invito a comerle su hinchado y mojada panocha, me decía "cómetela cabrón, dame tu lengua", "mira como me tienes", mientras con la lengua probaba y disfrutaba el suculento liquido que emanaba, le recorría los labios, hasta llegar a su clítoris tan hinchado, me centre ahí y le mamaba, le succionada, me decía "cómetela, es tuya", "me tienes en el cielo", "cabrón que ricos me mamas la panocha". Ella se levanto un poco y viéndose en el espejo dijo "mira que abierta me tienes, mis patitas al aire", "cabrón, "eres mi papito", "si vieras como te veo yo mamándome mi cuca", en ese momento volvió a estallar, se convulsiono y logro safarse de mis lamidas, gemía, apretaba las piernas, el clímax de su orgasmo duro no se, 15 o 20 segundos revolcándose en la cama, mientras me incorpore y le dije "ven zorra, que aun me falta a mi!", como pudo fue hacia a mi, se arrodillo en el suelo y me ofreció una vez más sus nalgas, me dijo "ahora si cabrón, dame duro", voy a dejarte seco", le metí mi verga, estaba a mil, necesitaba descargar mi semen, parecía poseído por la fuerza que solo el sexo te proporciona, se la metí, volví a jalarle el pelo mientras las frases obscenas seguían "muévete putona, enséñame que te sabes mover", las embestidas eran violentas, lo hacia con toda mi fuerza, le daba nalgadas y ella me pedía mas, hasta querer desfallecer me la Coria era agónico, duraba yo más, mucho más que de costumbre, ella pedí: "dame duro papito", "acábame", "dame tu leche cabrón", hasta no poder contenerme y solté mi carga el liquido viscoso sentí que salio con tanta fuerza le llene las entrañas, gemí, me aferre a la cama y a ella quedándome lo más dentro posible hasta vaciarme, hasta que los espasmos disminuyeron, y todo se apaciguo, quedamos inertes, inmóviles, unos minutos quizás.
Nos levantamos y fuimos a acostarnos juntos y desnudos, un tierno beso sello lo que había pasado, la noche perfecta para mi con una madura caliente como ella se había hecho realidad.
Salimos del hotel, aun no amanecía pero sólo su auto y el mío estaban en el estacionamiento del vació bar, caminamos abrazados, mientras calentaba el carro, me dio su numero de teléfono, esa noche ge solo el inicio de una relación que duraría 2 años, en otra ocasión les contare más de Rosa, mi amante madura perfecta.