Como conocí a mi esposo 3
Mi novio me disfruta por todos mis huequitos
Pasaron muchos años y yo seguía con mi querido Juan. Como éramos muy jóvenes y estábamos tan enamorados. Terminamos la universidad, Juan conoció a mis padres y a toda mi familia. Estábamos listos para hacer realidad la petición de Juan, casarnos. Mis padres enviaban todo el dinero para que pueda seguir la universidad, así no tenía nada de qué preocuparme, solo de estudiar y disfrutar mi sexualidad al máximo. (ellos pensaban que era virgen)
Comencé a buscar trabajo, así que decidí irme de guía de turismo en una zona muy remota de la amazonia, mi novio quería irse conmigo, era una especie de perrito o talvez los celos no le dejaban estar lejos de mí, si yo planeaba algo él también quería hacer lo mismo, pensaba que podíamos hacer todo juntos.
Encontré un Lodge llamado Birding Lodge, cerca de la ciudad de la Libertad, que es una especie de hotel, pero en zonas alejadas, que estaba recibiendo guías fijos para trabajar un mes dentro de la selva y 8 días afuera. Ya había llamado y me pidieron que vaya en persona para hablar un poco más.
Fuimos con Juan a las oficinas:
- Hola buenos días, yo soy Loren, llamé el día de ayer para una entrevista.
- Hola Loren, yo soy Ana, sigue don Manuel les está esperando.
Entramos a la oficina del dueño.
- Hola Loren mucho gusto mi nombre es Manuel, y supongo que ¿él es Juan?
- Si es mi novio, ambos seguimos turismo ecológico y queremos comenzar a trabajar. Mi pasión siempre han sido los animales y ser guía es mi trabajo perfecto.
- Y tu Juan cuéntame un poco
- He viajado varias veces a la amazonia y me gusta mucho, siento que puedo quedarme allá sin problema.
- Como ya les habíamos dicho estamos interesados en contratar guías, pero solo tenemos plazas para una persona, si los dos desean aplicar lo pueden hacer, pero el ultimo día les daría mi respuesta para ver quien se gana el puesto. Nos comentó don Manuel.
- ¿Están de acuerdo? Porque no me gustaría ocasionar problemas entre ustedes y que acaben esa bonita relación. Dijo don Manuel
- Juan, no hay problema Lore y yo tenemos una relación muy madura y si cualquier de los dos consigue el trabajo es para poder comenzar nuestro matrimonio.
- ¿Se piensan casar?
- Sí, estamos muy enamorados y ya lo hemos venido planeando incluso mucho antes de terminar la universidad. Le comento muy serio Juan
- Está bien entonces si están tan decididos vamos a revisar sus carpetas.
- Por favor déjenme sus hojas de vida con todos tus datos con Ana y el día de mañana por la tarde les daré una llamada.
- Gracias don Manuel.
- Gracias a ustedes.
Manuel era un hombre de unos 50 años, moreno, pequeñito casi de mi tamaño. No despertaba ni un mal pensamiento.
fuimos donde la secretaria
- Ana, don Manuel nos indica que debemos entregarte todo.
- Si Gracias Loren.
- ¡Hasta mañana Ana, y que tenga un excelente día!
Salimos a comer algo y fuimos a casa de Juan para pasar el rato y hacer el amor un poco.
La casa de Juan tenía 3 pisos, de color crema. Tenía dos puertas grandes con un garaje, el cual nunca habían usado porque nadie en su familia tenía vehículo.
Subimos y no haba nadie, pasamos a la habitación de Juan y nos quedamos dormidos.
La familia de Juan era muy religiosa, rezaban al comer, al despertarse muy temprano. pagaban por misas en la iglesia del barrio, etc, etc. Había imágenes religiosas por toda la casa.
Por la tarde llegaron mi suegra y mis cuñadas.
- Hola Lore ¿cómo estás?
- Todo bien señora Rosario ¿y usted?
- Bien, pero vengo cansada de hacer tantos tramites gubernamentales
- Siéntese si desea yo cocino, le dije emocionada y para ganarme la confianza de la suegra.
- No Lore mis hijas ya cocinan.
Las llamo y comenzaron a cocinar.
Mientras tanto estábamos con Juan sentados en el comedor hablando con mi suegra del posible trabajo. Juan le contaba todo con mucho interés.
En eso llega mi cuñado, se llama Eduardo.
- Hola Lore
- Hola madre
- Que fue hermano
Alzo la mano y se fue a su habitación
Era igualito a mi Juan, pero la diferencia es que tenía la piel más clara y que era más religioso, no podía ver a una mujer porque quería llegar virgen al matrimonio… ya tenía como 29 años, dudo que lo fuese, pero al menos él se presentaba de ese modo.
Mis cuñadas terminaron de cocinar y sirvieron la comida.
Conversábamos de todo un poco. Ayudé a lavar los platos y nos fuimos a dormir.
Su familia sabía que nos comportábamos bien, así que nos dejaban dormir juntos.
Juan había contratado televisión satelital y por la noche puso una peli porno, sin volumen, yo estaba cansada así que venía de reojo hasta quedarme dormida, me abrazaba de cucharita y nos quedábamos dormidos. Claro sin antes pegarnos un pequeño polvito de buenas noches.
Me lo metía en la vagina medio dormida y yo poco a poco me iba mojando y despertando. Así de ladito me daba muy suavecito, hasta que tenía un orgasmo, no era prudente que mi suegra nos escuche, procurábamos no hacer ni un solo ruido. mi Juan me llenaba el chocho de semen, me abrazaba y nos dormíamos.
Al siguiente día el sábado por la mañana me llaman:
- ¿Aló?, Loren
- Si con ella habla, ¿cómo le puedo ayudar?
- Loren te habla Ana, me indicó don Manuel que les espera el día lunes en la entrada a la Libertad, junto a la estación de los lobitos a las 10h00.Él va a estar allí. Recuerden que deben tomar el autobús por la noche del domingo.
Lleven todos los implementos para trabajar.
Deben llevar jabón para lavar la ropa, implementos de aseo etc.
Por la tarde nos tomamos unas cervezas con nuestros amigos para celebrar el posible trabajo. Llegamos a casa de Juan en la madrugada y su familia ya estaban durmiendo, mi Juan estaba ebrio así que no podíamos hacer nada, me toco meterlo a la casa por poco y cargándolo en hombros.
El domingo por la mañana fuimos a mi casa a organizar mi equipaje. Juan ya había organizado el suyo. En mi casa estaba la amargada de mi hermana, así que pedimos comida a domicilio porque yo no quería cocinar para ella. Como a eso de las 14h00 mi hermana salió en su auto.
Almorzamos y preparamos el resto del equipaje, nos quedamos jugando PlayStation toda la tarde, juagábamos mortal kombat. por la noche me comencé a depilar todo, estaba a punto, todo suavecito. Mi Juan no era muy afín a la depilación, a duras penas se rasuraba la barba. la zona de su pene siempre era una mata de vellos, pero me encantaba así peludo porque cuando me lo montaba mis jugos se quedaban en sus pelos y me los restregaba en el clítoris, era como una esponja que me restregaba muy rico.
Salí del baño y Juan estaba acostado desnudo
- amor vamos a hacerlo un ratito sí?
- No Juan ya estábamos tarde, Juan me alcanzo a ver el chocho.
- Que rico mi Lore se ve deliciosa tu vagina.
- ay papi ya vamos tarde, me visto y nos vamos.
- Bueno amor y me dio un beso en la boca intentándome seducir, pero no lo logro porque si nos endulzábamos en la cama podíamos perder el autobús .
Llegó la hora de salir a la estación de autobuses, bajamos y tomamos un taxi. Compramos los boletos y subimos al autobús. Nos sentamos en el último asiento, solo había dos espacios en esa fila, estábamos junto a la entrada del baño, pero no importaba, la buena suerte fue que el autobús no iba lleno.
Pusimos las mochilas en el compartimento para el equipaje y sacamos una mantita muy caliente para el frio del camino, el trayecto era largo casi 10 horas en autobús. Juan se sentó al lado del pasillo y yo junto a la ventana, como soy pequeñita me acomodé en los brazos de Juan y recogí las piernas, así nos quedamos dormidos.
Era la madrugada y comenzaba a hacer más frio, me acurruqué más, y desperté a Juan sin querer.
- Lore que paso? ¿Ya llegamos?
- Ja ja ja, no mi amor, no vamos ni en la mitad del camino.
Se intentaba quedar dormido de nuevo. Y se me entraron las ganas de jugar con él un poco. Le comencé a besar el cuello y le mordía despacito.
- Lore que haces, no ves que estamos en el autobús?
- No pasa nada amor solo son unos besitos inocentes, así nos calentamos un poco.
El bus tenía todas las luces apagadas, y el pasajero más cercano estaría a 5 filas de nosotros.
Comenzamos a besarnos y Juan no perdió el tiempo, desato el botón de mi pantalón y metió la mano dentro de mi tanga.
Me decía al oído:
- que rica vagina esta mojadita,
- Si papi hagámoslo ¿sí?
Me metió los dedos en la vagina y comenzaba a sacarlos y meterlos muy rápido.
- Que rica que te pones, así cachonda me gustas más.
Yo estaba acostada sobre su pecho con las piernas a un lado apuntando a la ventana, bien abiertas para que tenga espacio para “maniobrar”. Juan disfrutaba mi chocho sin parar, hasta que me hizo terminar, le lamia la boca y el cuello como una zorra.
- Ay papi que rico me los metes, pero quiero que me metas otra cosa ¿quieres?
- No Lore, nos pueden ver.
- ¿Quién nos va a ver? si las luces están apagadas
Le comencé a besar y me subí un poco más, se senté casi sobre él. Como estábamos con la mantita no se podía ver nada.
Me quite el pullover que llevaba y me quede en camiseta.
- Ven papi chúpame las tetas, a ver si así te animas a metérmelo.
Le abracé la cabeza y le escondí debajo de la manta. Y comenzó a chuparme las tetas como desesperado, las juntaba y me succionaba, me las mordía y me chupaba los pezones, me las manoseaba formando un circulo con su índice y su pulgar, dejaba a la vista mis areolas y se turnaba para mamármelas, Él ya estaba muy caliente, yo ya podía sentir su pene erecto debajo de mi espalda. Metió su mano de nuevo en mi pantalón y me comenzó a masturbar de nuevo, lamiéndome las tetas y masturbándome
- Espera papi déjame poner mejor
me di la vuelta y me puse boca abajo, le dejé mi culo para arriba, metió su mano, paso sus dedos entre mi rajita, sacaba su mano olía sus dedos y los chupaba
- mmm que rico sabes
metía de nuevo la mano en mi pantalón y comenzó a meter los dedos en mi vagina. Yo aproveche y le baje el cierre del pantalón, metí la mano y saque su verga, tapada toda con la mantita no se notaba la mamada que le estaba dando.
Me lo metí en la boca y comencé a chupársela. El metía sus dedos en mi vagina sin parar, de repente me dice:
- quédate quieta y se escucha que alguien entra al baño.
Yo me quede con la verga en la mano, así que aprovechaba y le daba lengüetazos a su cabecita, como a un chupete.
Mmm que rico, le lamia la puntita y su verga estaba saladita.
De repente me aplasta la cabeza para abajo y me la mete toda la verga en la boca, me llego hasta la garganta, que rico se sentía.
Alguien cerró la puerta del baño y se fue.
Seguimos en lo nuestro, le mamaba tan rico que sin avisarme comenzó a salir semen y comencé a succionar. Me trague toda su leche, se la deje limpiecita. Que delicioso chupete de carne.
Ya me faltaba el aire, me destapé la cabeza y me di la vuelta.
- ¿Te gusto amor?, le pregunté
- Si mi putita, que rico que la mamas.
Pero no me iba a quedar con las ganas de que me lo meta, mi vagina pedía verga a gritos, me baje el pantalón y me senté encima, me tape de nuevo el cuerpo con la manta, metí la mano entre mis piernas moví la tanga aun lado y me clavé la verga hasta dentro, que rico se sentía uff y además el morbo de que me vean, me sentí más puta que nunca.
Me agarre del cuello con el brazo izquierdo y cogía la mantita para que no se caiga. Juan con su mano en mi seno y con la otra mano me tenía de la cadera para que no me caiga. Yo le besaba en la boca mientras me seguía moviendo, pero no podía moverme bien me sentía incomoda y con el poco espacio no podía moverme a gusto.
Así que deje de moverme, me comencé a sacar el pantalón y me deje la tanga puesta, todo con la verga adentro, no podía desaprovechar ni un momento de ese pedazo de carne.
Como soy chiquita me puedo acomodar en todos lados muy fácilmente
- Juan toma la manta y no dejes que se caiga… pero tápame que no me vayan a ver
- Si mi vida si estoy agarrando fuerte, pero te mueves mucho.
Le baje los pantalones y el bóxer hasta medio muslo.
- Papi ponte más al centro de los dos asientos
- Si amor
Me di la vuelta y me puse frente a él, puse una pierna a cada lado y seguía ensartada su pene y me apegué lo que más pude a su cuerpo.
Y me comencé a mover de adelante hacia atrás, muy rico y muy suavecito.
Cogí la mantita y le tapé la cabeza,
Me cogió de la cintura con una mano para que no me caiga por si acaso frena el bus de golpe.
- Ahora si papi date un festín con mis tetas.
Yo me daba el festín de verga y él me amasaba las tetas y me las chupaba.
Le empujaba con mi cuerpo contra el respaldar del asiento y le ponía las tetas en la cara, me seguía moviendo me hacía para adelante y me hacía para atrás clavándome la verga.
- Uy papi que rico le decía al oído.
Él estaba comiéndome de maravilla, me mamaba las tetas con una lujuria única.
- Papi déjame meter las piernas detrás de tu cintura.
le rodeé con las piernas y me la clave lo más profundo que pude
- ahora mi papito te voy a bailar.
Le hacía círculos con el culo mientras tenía la verga clavada en el chocho.
- Muérdeme que me voy, me movía más lento,
- pero más fuerte papi…
yo estaba teniendo un orgasmo delicioso abrí la cobija y le clavé un beso en la boca, nos vinimos juntos.
- Uy amor que delicia de verga que tienes.
- Es toda tuya puedes metértela cuando quieras mi zorrita.
Nos quedamos así besándonos y manoseándonos hasta que su pene salió solo de mi vagina.
Me volví a poner los pantalones y él se arregló el bóxer y se puso bien la ropa.
Me volví a recostar sobre su pecho y me quedé dormida.
- Llegando a la Libertad, comenzó a gritar el controlador.
Abrí los ojos y le di un beso a Juan,
- Papi, ¿descansaste?
- Ya llegamos amor, alístate. Me dijo con una voz seria.
Tomamos el equipaje y comenzamos a guardar todo. La mantita ya nos estorbaba, ya comenzó a hacer mucho calor.
Íbamos bajando primero cuando detrás mía venia un hombre de unos 45 años, alto y medio guapo, se pegó a mí y me pellizco el trasero.
- Ey! Grite
- ¡Que paso amor! Me dijo Juan
- Nada papi, regresé a ver y el tipo me lanza un beso volado.
Me sonrojé, supuse que él nos había visto anoche. Y me dio mucho morbo. Me encanta que me manoseen los desconocidos, pero de manera discreta. Me iba a dar la vuelta y hacerme la digna y decirle algún insulto, pero el tipo que iba detrás se adelanta y me agarra un seno.
¡Uy! salte del susto pero que manotas tenia… le quite la mano de mi pecho. No dije nada porque Juan podía hacer escándalo, y ya me estaba encendiendo y la calentura que llevaba me la tendría que bajar Juan. Mejor preferí bajarme, iba a dar un salto de la última grada del bus, pero Juan ya me estaba esperando, me cogió con las dos manos de la cintura y me ayudo.
- Vamos amor que se nos viene un trayecto largo.
- Si mi vida, le cogí de la mano.
Íbamos caminando preguntando por el lugar de encuentro, estación los lobitos.
- ¿Papi te gusto lo que hicimos ayer?
- Si mi Loren estuvo riquísimo cada día te pones más cachonda, eso me encanta.
Llegamos y don Manuel ya nos estaba esperando con otros pasajeros.
- Loren, Juan cómo están?
- Todo bien, gracias. Dijo Juan
- Vamos que el tiempo no espera, hay que ir a tomar el transporte para ingresar hasta el puerto, nos indicó don Manuel.
Nos subimos a un autobús pequeñito, y comencé a sudar como nunca, era un calor infernal me sudaba todo. El trayecto duraba casi 3 horas, Llegamos al puerto, almorzamos y aproveche para cambiarme de ropa y limpiarme el coño que estaba lleno de semen, mmm olía delicioso.
- Mi vida acompáñame al baño le pedí a Juan.
de paso él aprovechaba y se cambiaba de ropa que estaba todo sudado.
Entramos juntos y no podíamos demorarnos, me puse una blusa azul sin mangas, similar a un top y un short, nada atrevidos, pero con mis tetas era imposible que no se noten.
Juan se puso una camiseta ligerita y unos shorts. Guardamos todo en las mochilas.
Era un baño un poco estrecho. Íbamos a salir, me moje un poco la cara y el cabello, a ver si se me pasaba el calor.
- Uy Lore que rica te ves , me baja el top y me comienza a chupar los pezones.
- Ya Juan ya tenemos que salir aquí no podemos comenzar de nuevo.
- Un ratito más mi Lore , me dio un beso rico con lengua.
Salimos y continuamos hasta llegar caminando a la orilla del rio.
Don Manuel nos presentó al canoero, su nombre era Ernesto un tipo alto de 1.85 más o menos, cabello oscuro y corto, muy musculoso, un poco callado.
- Hola, yo soy Loren, si todo sale bien seremos compañeros de trabajo.
- Señorita mucho gusto.
Me dio la mano y subimos a la canoa.
Juan se sentó a mi lado e íbamos admirados del lugar. Se veía hermoso, los arboles enormes y el rio era inmenso, de orilla a orilla unos 100 metros de distancia, el agua turbia.
En el camino don Manuel iba explicando todo lo que veíamos a los pasajeros, el impacto que tenían las petroleras en las comunidades y sobretodo en el medio ambiente.
Pasaron casi 2 horas e ingresamos por un rio más pequeño, íbamos más lento y el rio se hizo mucho más pequeño unos 20 metros de orilla a orilla.
En eso se levanta don Manuel:
- A su derecha dos delfines rosados.
El canoero para la lancha y nos quedamos en completo silencio, y comenzaron a salir los delfines, eran hermosos muy diferentes a los delfines tradicionales. Tomábamos fotos y Juan estaba inseparable de su cámara de video.
Seguimos con el camino y llegamos al Lodge.
Allí nos recibió David el cocinero y Fernando uno de los guías nativos.
- Bajen chicos, ya llegamos, dijo don Manuel
Don Manuel ya les había explicado que Juan y yo éramos novios así que nos dieron una cabaña para nosotros solos.
El Lodge estaba muy lejos de la civilización, no hay ingreso de señal de móvil solamente se pueden comunicar con la comunidad que está cerca como a dos horas en canoa.
El Lodge tenía una zona para las cabañas o las habitaciones de los huéspedes, la zona del comedor, una sala con hamacas, asientos de madera y la zona de máquinas donde tienen paneles solares para tener luz y poder cargar equipos electrónicos como cámaras de video, etc. Todo está levantado como unos 50 centímetros del piso, para evitar que los animales como serpientes, tarántulas etc. puedan acceder fácilmente a las cabañas.
La estructura es de bambú así que las paredes son muy delgadas, solamente la zona del baño tiene una estructura mixta de cemento. Adicional no hay ventanas, primero porque el calor es sofocante durante todo el día y con ventanas de vidrio eso se volvería un infierno. Pero las ventanas están recubiertas de una malla de acero que no permite la entrada de animales grandes.
Cada cabaña está equipada con su mosquitero que durante la noche es de gran ayuda porque los mosquitos pueden ser una molestia.
En este lugar tan remoto es muy difícil estar a la moda así que solo usábamos pantalones y camisetas muy ligeras, adicional el calor siempre era molesto, muy húmedo. Botas de trabajo, binoculares para buscar animales y repelente para mosquitos.
Así salíamos a caminar todos los días a las 5 de la mañana, a buscar pájaros, regresábamos al Lodge y desayunábamos, tomábamos un pequeño descanso y salíamos a caminar en la Selva. Regresábamos al almuerzo y descansábamos por la tarde. En la noche siempre hacíamos una caminata para buscar animales nocturnos.
Juan se portaba como un buen contrincante, se lo estaba tomando tan enserio que ya ni siquiera me veía como su novia. Juan no quería ni tocarme, supongo que sentía que le iba a quitar el trabajo.
Durante el tiempo de la universidad, en las mañanas iba a clases de idiomas así que hablaba varios idiomas. Juan al contrario se enredó en todo y por andar con sus amigos y conmigo jamás quiso estudiar idiomas. Lo más probable era que yo le gane la plaza de trabajo, pero me daba mucha pena decírselo.
Esa mañana estaba con muchas ganas de sexo, así que me dispuse a pensar como calentar a Juan y que dejé de pensar en el trabajo. Regresamos y antes de desayunar nos fuimos a bañar, me desnudé en el baño y le comencé a hablar a Juan
- Amor que tal te pareció la caminata?
- Estuvo muy bonita, me encanta este lugar, me podría quedar aquí por siempre, me decía Juan.
- ¿Amor quieres venir a ver qué hay aquí?
Yo tengo pánico a las cucarachas, pero me podía acostumbrar a todo solo por estar en ese trabajo. Juan sabía que tenía miedo
- Ya Lore ya voy me dijo.
Entro en el baño y como estaba tan acostumbrado a verme desnuda ya no se le hacía interesante verme sin nada.
- Que miedo mi Juan, mátala sí.
- Ya Lore ya la mato.
La mató con un zapato y yo de la emoción me colgué de su cuello y le di un beso
- gracias amor!
- Ya mi vida. Estaba inmutable
No me solté del cuello, y le di un beso en la mejilla, me fui acercando a su boca hasta que me besó. Me dio uno de esos besos que sabes que quieren, pero no quieren al mismo tiempo.
Y comenzó a hablarme bajito
- Lore, no comiences nos van a escuchar los clientes. ¿Y si nos escucha don Manuel?
- No pasa nada Juan, le decía mientras le besaba.
- Ay amor ya son 5 días que no lo hacemos, mi vagina está desesperada por tu pene.
- Si mi Lore, pero ya ves que las paredes son delgadas y nos pueden escuchar.
Me soltó y me dijo:
- báñate tu primero y luego me baño yo.
Me rompió el corazón, así que me fui a bañar salir de inmediato, me puse una camiseta sin escote, pero era muy ajustada, era blanca y casi transparente se me veían los pezones y las tetas enteras. Me puse unos pantalones cortos que si me agachaba se me veía todo. Al fin y al cabo, era un día libre para disfrutar de la visita.
Estaba por salir de la cabaña cuando Juan salió de bañarse.
- Lore que te pasa? ¿A mí? ¿Nada por?
- ¿Cómo vas a salir así?
- ¿Qué tiene? No se ve nada.
- No Lore se te ven los senos, esa blusa está muy delgada, cámbiate
- No me voy a cambiar, así me voy y si quieres me acompañas a desayunar y si no te quedas aquí.
Salí de la cabaña y me encontré a don Manuel
- Loren cómo está?
- Todo bien don Manuel.
Se me acercó a darme un beso en la mejilla.
Pero se quedó viéndome los senos. Creo que se me había pasado la mano y la calentura se me subió a la cabeza.
- Loren podemos hablar?
- Claro don Manuel, me llevo a la cabaña de mantenimiento.
- Loren este es un lugar para pasajeros y turistas, esa camiseta que llevas está muy delgada por favor a ponerte un brasier.
El short está bien.
- Recuerda que este es un lugar para demostrar los conocimientos, no para mostrar el cuerpo.
- Gracias don Manuel por la sugerencia
Salí fui a la cabaña y me cambié de camiseta Juan ya había salido de la ducha y se estaba vistiendo.
no le quería esperar así que fui a desayunar y después me quedé dormida en la hamaca.
Me comenzó a hacer calor y me dio ganas de bañarme en el río.
Juan estaba molesto así que me estaba ignorando y encima se desapareció no lo podía encontrar por ningún lado.
Me fui a poner el bikini, era muy pequeñito apenas tapaba mi coño que siempre está bien depilado y las tetas no se me salían, pero dejaban mucha piel a la vista
Salí con mi toalla caminando y me encuentro a David, el cocinero.
- ¿Hola Lore cómo estás?
- Todo bien, ¿te vas a bañar al río?
- Si me hace mucho calor.
- Camina por aquí en este sendero se llama el sendero de los caimanes, y vas a llegar a una parte un poco más privada, allí te puedes bañar tranquila sin que nadie te moleste
- Gracias David, suerte.
- Seguí caminando por el sendero y llegué al río. El agua estaba baja así que se formaban pozas se agua, se podía relajar como en una piscina, sin temor a ahogarse.
Cerré los ojos y me quedé sentada en el agua.
De repente siento que alguien venía caminando por el mismo sendero, era don Manuel
- Lore cómo estás ?
- ¿Y Juan?
- No lo sé desaparecido. Lo busque, pero no lo encuentro.
- Capaz que fue a caminar al sendero de las mariposas, es precioso.
Me decía mientras bajaba a meterse al río.
- ¿Me puedo sentar junto a ti? Claro si no te molesta.
- No, Don Manuel siga es un placer.
Comenzamos a hablar un buen rato y ya era casi hora de almuerzo. Estábamos tan a gusto que nos reíamos a carcajadas y yo me había olvidado de todo
- Don Manuel quería pedirle disculpas por lo de hoy en la mañana.
Tranquila Lore, no hay problema aquí estamos para ayudarnos entre compañeros.
Gracias don Manuel que comprensivo
Ya nos estábamos levantando y casi me caigo por las piedras resbalosas, don Manuel alcanzó a agarrarme del brazo y de la cintura.
- Lore cuidado
Gracias, me hubiese hecho mucho daño.
Tranquila caminábamos y llegamos al comedor.
Ya estaba Juan y me veía con una cara de enojado no sabía por qué.
Almorcé y me recosté en las hamacas para conversar con los pasajeros
Así estuvimos largo rato
Loren puedes venir quiero hablar contigo y con Juan, nos dijo Don Manuel
Fuimos los dos.
- Verán chicos me gustó mucho la manera de guiar pero tenemos que elegir a un guía y por sus conocimientos y la manera de desenvolverse esa es Lore. Gracias Juan, pero mañana regresas a la capital.
- Gracias don Manuel, dijo Juan y se fue a la cabaña.
De la emoción lo abracé y sentí que mis senos se aplastaron contra su pecho.
- Tranquila Lore el lunes te explicamos más del trabajo.
Regrese a la cabaña y Juan estaba muy triste.
Le abracé
- amor ya vas a encontrar otro trabajo...
- está bien mi vida, pero no me voy a ir sin antes darte una sorpresa. Hoy en la noche te alistas te pones un vestido y las sandalias. No me voy a quedar, pero vamos a celebrar mi última noche aquí.
En la noche ya estaba vestida y como soy un poco pícara no me puse bragas ni brasier. Estaba sentada esperando a Juan, de repente tocan mi puerta, era David.
- Lore dice Juan que si puedes ir al sendero de las Mariposas.
- ¿A esta hora?
Eran las 18h00, casi estaba oscureciendo.
Bueno, salí y caminé cuando comencé a ver muchas antorchas en el camino y cuando llegué Juan me estaba esperando con una flor en la mano y con la cena servida en una mesa improvisada de madera.
- Ven mi vida
Encendió una radio con USB que había llevado y puso música muy romántica.
Me retiro la silla y nos sentamos a comer y a tomar vino. Conversábamos como dos buenos amigos, nos reíamos y disfrutábamos de la noche. Cuando acabamos de cenar yo ya estaba al otro lado, muy mareada, pero hablaba bien todavía.
En eso Juan se arrodilla
- Loren, eres una mujer maravillosa, nunca voy a poder encontrar a alguien que te reemplace, quiero pasar todos los días de mi vida compartiéndola contigo.
- ¿Te quieres casar conmigo?
Saco un anillo de oro blanco y perlas de color rosa, era muy precioso
- Claro que me caso contigo te amo mucho.
Se puso de pie y me dio un beso riquísimo. Me comía la boca de una manera indescriptible. Comenzamos a bailar al ritmo de la música y seguíamos besándonos de la manera más romántica. comenzó a bajar las manos y poco a poco subió mi vestido.
Lore estas sin bragas...
Si papi pensé que querías despedirte de mí haciéndolo así que vine dispuesta a todo. Te amo mucho. Me volvió a besar y seguíamos bailando lentamente, levante las manos para que me saque el vestido, estaba desnuda en medio de la selva bailando a la luz de las antorchas.
Siguió besándome y agarrado de mi cintura fue metiendo sus dedos en la rajita de mi culito.
Juan tendió una manta en el piso y él también se fue desnudando, se sacó la camiseta y se quedó con el pantalón, bailábamos sin despegarnos el uno del otro, besándonos muy lento.
Me recostó sobre la manta y poco a poco fue besándome los lóbulos de las orejas, bajaba por mi cuello y llego a mis senos, me los besaba muy delicadamente. Bajo por mi vientre y llego a mi vagina. Abrió los labios y con mucha delicadeza metió su lengua.
- Me lamia con una dulzura, iba tan lento que me hacía sentir tan especial. Me lamia con mi vagina cerrada y luego con una mano abría de nuevo los labios para besarme el clítoris. Ya estaba chorreando del deseo. Se fue quitando el pantalón y su pene erecto se podía ver entre la poca luz.
Me abrió las piernas y se puso encima y poco a poco fue metiendo su pene.
Me lo metía suavecito y yo gemía muy bajito.
- amor súbete en mí, quiero acariciarte toda.
Me senté encima, le rodeé con las piernas y el me comenzó a acariciar los senos. Los besaba lento y de vez en cuando les daba una lamida.
Yo ya estaba que gritaba del placer. Me movía muy lento y nos estábamos disfrutando tanto, le besaba todo lo que alcanzaba, el cuello, el pecho y volvía a subir hasta besarlo nuevamente. Le acariciaba la espalda con los dedos, subía y bajaba por su columna.
Comencé a sentir un cosquilleo en el clítoris, comencé a tener uno de los mejores orgasmos. Parecía que tenía un espasmo desde la punta de los dedos de los pies hasta la cabeza.
Seguíamos besándonos lentamente hasta que él comenzó a gemir muy despacio.
- Mi vida voy a terminar ahh ahh
Nos abrazamos y nos besábamos muy apasionadamente. Así nos quedamos por un largo rato. Disfrutando de cada rincón de nuestros cuerpos. Acariciándonos y besándonos.
- Vamos amor que mientras más tarde es más peligroso, puede venir cualquier animal.
Me puse de nuevo mi vestido y nos fuimos caminando a la cabaña.
Los mosquitos no daban tregua, así que en la cabaña teníamos un mosquitero.
No había luz en las cabañas, pero en la sala estaban todos los pasajeros tomando cerveza y disfrutando de la última noche, así que sin hacer ruido fuimos a nuestra cabaña, entramos y nos seguimos besando, nos desnudamos.
Pusimos el mosquitero rodeando el colchón.
Nos recostamos y Juan con una voz muy suave me dice al oído:
- Súbete amor, móntate en mi pene.
- Si vida
Me subí, me puse dándole las espaldas y me lo metí todo.
Las camas eran de madera y sonaban muy fuerte cuando se levantaba o se sentaba. Así que tenía que ser cuidadosa para no moverme muy fuerte ni muy rápido.
Me movía lento lento, de adelante para atrás, lento lento, no se podía ver mucho solo un poco el reflejo de la luz de las antorchas del camino.
Hacía tanto calor que sudaba por todos lados, incluso por lugares que no sabía que podía sudar.
Estábamos tan húmedos. Él tenía una escasa visión, pero podría tocarme sin problema, como no me podía nalguear así que me metía el dedo muy suavecito por el ano.
- Ahh gemía despacito
Y metió otro dedo, con mis movimientos los metía más adentro. Así estuvimos un rato hasta que me vine
- Ahh mi vida más que me vengo.
El gemía muy suavecito, pero no terminaba. Me saqué el pene de la vagina, y me chorreaba el coño, del sudor y su semen.
Me puse entre sus piernas y me metí su pene en la boca, me lo comencé a comer muy despacito, le lamía la puntita y sabía a mí, olía a mí, me comencé a comer sus testículos los lamía, y la piel se arrugaba más, mientras lo masturbaba le seguía lamiendo los testículos. Me metí el pene en la boca y con la mano le presionaba lentamente el perineo, muy suavecito. Se comenzó a agitar más, no podía gemir así que respiraba más rápido. Me saqué el pene de la boca y lo masturbaba, bajé mi lengua más abajo y le comencé a lamer el culo, por primera vez tenía su culo en mi boca, le seguía masturbando y por curiosidad le metí mi meñique en el culo muy suavecito.
- no Lore eso no por favor.
Yo seguí con los dedos muy despacio no quería hacerle daño, cambié de dedo y metí mi dedo del medio, entraba muy despacio, no sé qué toque adentro comenzó a gemir muy rico
- si Lore así.
Con la otra mano le seguía masturbando oliendo su verga impregnada de mis jugos y mis olores con los suyos.
Me lo pasaba por la cara, lo movía para golpearme la lengua, y lo volvía a meter en mi boca. Y seguía con mi otra mano metiéndole un dedo en su ano. Comencé a comerme la punta de verga y le metía mas rápido el dedo, que rico gemía que rico. Pare de golpe y saque mi dedo.
- Levántate mi amor.
le hice que se pare en el filo de la cama, ambos fuera del mosquitero me puse de rodillas en el filo de la cama y cogí su pene y lo puse entre mis dos tetas, subía y bajaba tan rápido y gemía
- si así Lore que rico.
Quito mis manos y el cogió mis tetas, las aprisionaba contra su pene, y el movía su cuerpo para subir y bajar su pene, mientras tanto me cogí de sus dos nalgas y le daba pellizcos, subía y bajaba muy rápido, de nuevo metí un dedo en su culo y gimió riquísimo, soltó mis tetas cogió su pene y me lo clavo en la boca, me cogió del cabello y me bombeaba la boca, sentía que me vomitaba, pero no podía decir nada muy fuerte Y comenzó a descargar toda su leche.
- Ahh ahh gemía
Me levanto me dio un beso y de la boca me chupo una parte de su semen.
- Que rico que sabes estas deliciosa.
Nos acostamos en la cama y nos quedamos dormidos.
Por la madrugada, me despierta con un beso en el cuello.
- Quiero más amor, ¿tú quieres?
Entre sueños le respondía si mi vida.
Y me da un beso delicioso, me metía la lengua en la boca y me chupaba los labios.
- Levántate ven
Y no se aguantó las ganas y me metió una nalgada, Plaf.
Llegamos al baño, la pared del baño era baja, me llegaba un poquito más arriba de la cintura, la vista daba a una parte del bosque nadie podía ver nada, me puso contra la pared y me comenzó a bombear la vagina, de las embestidas que me daba mis tetas salían por la ventana, Plaf Plaf Plaf y mis tetas rebotaban, estaba muy caliente.
Me agarro del cabello y me hizo para atrás y me decía al oído
- así y más te voy a dar cuando nos casemos. Eres mi putita.
- Si amor que rico, ya no puedo esperar a tenerte solo para mí.
Y yo sacaba más mi trasero para que me la meta más adentro.
Se cansó y sudaba parecía que estaba bañándose en sudor.
Lo senté en la taza del baño y yo me senté dándole las espaldas, muy despacito me metí el pene en el culo y comencé a subir y bajar.
Que buen ejercicio para mis piernas, ni siquiera le llegaba a tocar la piel de él, bajaba un poquito y subía. Tenía ensartada solo la punta de su verga.
Se cansó de lo que le estaba haciendo así que puso sus manos en mis caderas y pum me hizo sentar en su verga. Me la metí toda y se me salió un gemido
Ahhh. Me quedé quieta y en silencio.
Me cogió las piernas y las subió de una en una sobre sus piernas. Abierta de piernas y con la verga en mi culo, me comenzó a tocar el clítoris, yo ya estaba por acabar.
Se me acerca a la oreja y me dice espera amor no te vayas. Me bajó, me hizo poner de pie me saco el pene y se fue a ver en su maleta algo. Cómo estábamos a oscuras no se veía muy bien
Se sentó de nuevo en la taza con la tapa cerrada y me dijo:
- ponte como estabas antes mi perrita.
- Si papi, lo que tú quieras
junté mis piernas cogí con mi mano su pene y me lo metí suavecito en el culo. Me lo metí todito, el me ayudó a poner las piernas encima de las de él y teniendo la vagina lista para ser penetrada sacó el consolador que me había regalado.
Yo no me podía mover mucho así con las piernas abiertas, ni él se podía mover, metió su mano izquierda da debajo de mi brazo y me alcanzó a coger una teta, con el pulgar y el índice me aplastaba el pezón así que comenzó a penetrarme con el consolador apagado. Ensartada dé verga el culo y él moviendo la mano para meterme ese consolador, llegaba hasta adentro y lo sacaba. Yo estaba más puta que nunca me giraba y le decía.
- Ay amor eres un cerdo te gusta verme así penetrada por todos lados.
- Si puta ahora es la primera vez que te disfruto como quiero.
Metía y sacaba el consolador, ya me venía de la calentura y de lo mucho que estaba disfrutando.
Cuando ya me iba a venir lo prende al consolador y comenzó a sacarlo y meterlo más rápido.
Me mordía los labios para no gritar.
Me bombeaba tan rico el coño y me apretaba la teta, no la soltaba.
- papi ya reviéntame toda
Metía el consolador un poquito y lo sacaba, un poquito y lo sacaba y prendido yo quería gritar y terminar
En eso lo metía más rápido y lo sacaba cuando de repente sentí un orgasmo intenso y me comencé a orinar, o al menos eso parecía.
Lo metía y lo sacaba y salía más líquido
El no aguanto y terminó dentro de mi culo. Que rico se sentía, yo estaba en el cielo. De tantas cosas que me había hecho. Ya no tenía fuerzas nos quedamos sentados así un buen rato.
Nos levantamos y nos comenzamos a bañar, abrimos la ducha y caía el agua tibia del calor que hacía.
Le masturbaba y le limpiaba el pene con el agua, seguía parado.
Poco a poco fue perdiendo la erección nos secamos y nos fuimos a la cama. Pusimos el mosquitero y los recostamos el por atrás como haciendo cucharita.
Y me decía al oído.
Lore me excitó mucho verte eyacular.
- ¿Eso era lo que sentí?
- Sí, mi vida que rico se sintió que termines así, no sabía que podías hacer eso.
- Ni yo papi ¿luego me lo vuelves a hacer?
- Con gusto mi vida, Ay Lore contigo estar casado va a ser una verguiza todo el día, si ahora no vivimos juntos y culeamos a cada rato imagínate tendiéndote todos los días, solo vas a comer polla.
Me iba poniendo más caliente
Juan tomó su pene y me lo metió en la vagina.
Me bombeo un momento hasta que me quedé dormida.
A la mañana siguiente Juan se iba.
Me levanté y estaba toda picada de los mosquitos.
La faena de verga hizo que me piquen por todos lados
Juan se despertó conmigo
- Hola amor
- Hola papi
- Cómo estás te gustó lo de anoche?
- Si mi vida me encantó, le dije besandole el cuello.
- Ven te chupo ese culo un rato si
Me comenzó a chupar el culo cuando de repente tocan la puerta
- Ya va, dijo Juan
Se puso un pantalón corto sin boxers y abrió la puerta.
- Juan por fa dice don Manuel que en una hora ya salen de regreso a la capital que estés listo.
- Ya gracias David.
Entro me dio un beso riquísimo
- Lore, te voy a dejar el consolador para que acuerdes de mí todas las noches, yo me voy a estar pajeando en tu nombre.
- Que rico papi saltaba de la emoción y con ello se movían mis tetas.
Juan se puso un poco loco me cogió de la cintura se agachó y me mordió súper duro un seno.
- No quiero que te estés exhibiendo, no quiero saber que te has acostado con otros. Si quieres ser mi esposa tienes que mantener ese culo solo para mí.
- Si mi papi y veía el anillo en mi mano
Le di otro beso muy largo.
Le ayudé a empacar su ropa así desnuda y luego me fui a bañar. Ese día iba a hacer sol y cómo era salida de pasajeros solo quedaba la tripulación.
No tenía apuro de salir ni nada.
Ya faltaban 20 minutos para que Juan se fuera. Salí del baño mojada ya estaba secándome y entra Juan.
- Amor, Por fa prométeme que nadie te va a culear. Prométeme
- Si papi confía en mí este coño es tuyo
Se agachó frente a mí y me hizo ponerle la pierna en la espalda y succionaba mi vagina, lamía y lamía como un desesperado y que rico que me lo estaba haciendo. Me tenía que sostener de su cabeza, me comenzó a meter el dedo del medio por la vagina y comencé a respirar más rápido. Se paró bajo su pantaloneta hasta medio muslo.
- A ver mi putita, ponte de rodillas en la taza y saca el culo.
- Si mi vida lo que tú quieras.
Sacaba punta con mi trasero y me comenzó a dar por la vagina. Y me daba unas nalgadas riquísimas. Comencé a tener un orgasmo rico, no tan intenso como ayer pero rico. En eso saca el pene y se comenzó a masturban en la entrada de mi culo. Termino en mi rajita, la lleno toda de su semen, luego se agacho y me lamio todo el chocho y todo mi culo.
- Ya putita ponte bien. Se lavó el pene se subió la pantaloneta. Y se fue al cuarto.
Yo salí corriendo atrás de él
Me alcance a poner un short y una camiseta
- Juan, te acompaño hasta el muelle. Llegamos le di un beso
- Te amo amor ya nos vemos pronto.
- Me piensas ¿sí?
- Si mi vida te amo.
Se subió a la canoa y se fueron.
Dejenme sus comentarios en los relatos y si desean me pueden escribir al correo Loren.durand21@gmail.com